"Martes. La Bestia salvaje suelta"

Aquel día había despertado en aquel departamento completamente sola, pero aún así no me sentía así, mis demonios y errores seguían allí. No me dejaban dormir por más tiempo, eran las 5 am. Pensé que no sería mala idea llamar a Sirius, pero al parecer la misma no estaba al tanto del celular móvil, y aunque no creáis Selkie es el que más suele atender mis llamadas.

—Aquí, Selkie, al habla.

—Capitán, buenos días, perdón la molestia, de la llamada temprana.

—¡Oh, pequeña cachorra! Me alegra que llamaras, justamente estabamos acordándonos de ti. ¿Qué se te ofrece?

—Uhm, quería pedirte un favor.

Se escucha como da órdenes para mover algunas cajas a la tripulación, para luego volver a la llamada, con una voz curiosa.

—Cuéntame.

—Podrías pedir una carga especial de Paraguay y enviármela, quiero hacer algo especial. Ya pude dar con Recovery Girl, perdón por causarte siempre preocupaciones de más Selkie-san.

Escucho como el mismo se ríe negando aquello. Pero se nota más aliviado en la voz.

—Entonces quieres mostrarle tu buen gusto culinario. Entiendo, dime los ingredientes que quieres, aunque claro, recuerda que todo lo que pidas será un intercambio de trabajo, que sé que no querrás ningún regalo de mi parte.

—Tienes razón, lo haré sin quejarme se lo prometo.

Así fue como le fui pidiendo como media hora los ingredientes que necesitaría, entre ellos: harina de maíz, queso paraguay, queso, leche de vaca, anís, almidón, un poco de yerba paraguaya, cosa que esto último le dio suma curiosidad. Aunque me habían dicho que pediría por cierta cantidad en caso que no solo una vez lo hiciera.

—Muchas gracias, capitán.

—Te avisaré mediante Sirius cuando las cosas ya esten por llegarte. ¿Qué tal te fue en la Academia, ya tienes amigos?

—¿Uh? Eh.. Si, me ha ido bien, aunque no estoy tan segura de que todo vaya bien, aunque tengo un... Uh... ¿conocido?

— ¡Wow! Genial, esa es una gran noticia, al menos has salido de la cueva, y ya empezaste a hablar con alguien más.

—Supongo.

— Espero sigas así, avísame cualquier cosa, aquí estamos siempre para ti, y lo sabes. Te tengo que dejar, nos hablamos pronto, cachorra.

—Cuídense, y usted, capitán.

Sin más finalizo la llamada, mirando las fotos que tengo con mis hermanos, la nostalgia me entra pero solo atino a tirar el celular dentro de la mochila.

[...]

Iba caminando hacia la Acadamia pero en el trayecto me encuentro con un héroe que parecía ser muy conocido desde mi punto de vista, este al verme pide con mucha sutileza que me acerque, sin ningun pelo de miedo me le acerco y parece agradarle aquello. Me pregunta si voy a la Academia Yuêi, algo confundida asiento, por lo que me ofrece llevarme.

—Tiene una apariencia de ser excelente alumna, además que tiene buen carácter —empieza a decir, el hombro de cabello negro.

—Gracias por sus palabras. Usted es padre de alguno de la clase para héroes, por eso se ha ofrecido a traerme, ¿no? —pregunto mientras intento no despegarle la mirada.

Mis ojos pesan y tengo demasiado sueño, estos días he evitado las lunas para no caer, pero hoy es martes, es mal augurio.

—Si, soy Enji Todoroki, mi hijo es Shoto, será el héroe número uno.

Al escucharlo, veo como una de sus chispas es más flameante, cosa que de cierto modo, me hace sonreír era linda esa chispa.

—Lo será, tan solo espero que tan buen hijo que posee, usted sea un buen padre. Yo nunca conocí al mío. Pero creo que usted podría ser mejor de lo que ya es.

—¿Cómo dice? Claro que lo soy.

Me encara incrédulo ante mis palabras, pero me observa serio.

—El padre es quién guía, atesora y protege al hijo. Si usted sigue sus ideales por medio de él, nunca podrá ver a su hijo ser el héroe numero uno.

Le digo con desinterés, a Todoroki-san no lo veía feliz, y a pesar que podría ganarme el odio de este hombre, me valía una guayaba que pensara mal de mi.

—No le incumbe lo que haga con mi hijo o no.—espeta con enojo.

—Lo sé, solo le comenté aquello, porque yo estaría orgullosa de ser parte de su familia si el padre mira por el bien de su hijo, dejándolo vivir pero cuidándolo. Mi madre lo intentó siempre, pero no siempre se logra lo que se quiere. Recuerde Señor Endeavor, si desea el éxito, dé alas a la paloma, que enjaulada solo tendrá desprecio y su luz morirá —digo saliendo del auto.

Dejando al señor de fuego sumamente descolocado y sin palabras. Me encantaría devolverle el buen gesto a Todoroki-san, pero hombres como él, no se hacen cambiar tan fácilmente.

[...]

Aquella mañana me había cruzado con el del cabello bicolor, quiso hablarme pero el señor Endeavor se cruzó en su camino, y parecía otro chico, más no me equivocaba. Era un padre odiado, pero tenía padre y Todoroki debía valorarlo. A pesar de todo lo malo que fuese como persona.

Yo... nunca conocí a mi padre.

Iba seguir el camino a la clase que era de Entrenamiento de combate, con All might, pero no pude llegar, la cabeza me daba puntadas dolorosas, y el frío se arrinconaba en mi cuero cabelludo, sólo pude atinar a ver que nuevamente que un tipo rubio con gafas negras me agarraba en vuelo mientras la oscuridad me inundaba.

[...]

Aquel día el grupo de entrenamiento de combate fue par, a pesar que maestro héroe número uno se había extrañado. Los combates de todos fueron buenos, aunque hubo el más resaltante, siendo el de Bakugo Katsuki contra Midoriya Izuku, que este último había quedado con el brazo muy lastimado, pero cuando llegó a la enfermería se encontró con su compañera que parecía estar sufriendo de fiebre alta y dolores musculares insoportables.

Luego de que Recovery Girl sanara su brazo y se lo vendara, el joven de cabello negro con verde, tipo afro, junto pecas en el rostro, observaba con duda a la que sería su compañera Serukî-san.

—¿Qué le pasó a Serukî-san?

—Uno de los profesores la trajo insconciente, y con malestares se ha demostrado, por eso ha faltado a clases.

Midoriya al ver y escuchar a su compañera quejarse, era turbio para él, sabiendo que debería el estar quejándose así pero gracias a la doctora Recovery no lo estaba. Aunque desde que la vio convertirse en un gran perro, no se imagina como ha de ser realmente su quirk, y si en verdad es uno. Ya que nunca vio uno parecido.

Según Midoriya las cosas que mostraba aquella chica de cabello negro y discreta, eran muy contrarias a las que pudo percibir en la forma del perro negro grande. Sus ojos penetrante y brillosos daban la sensación de que estabas en peligro, el frío del temor que habían sentido no era ni mucho pero ya los había paralizado.

Aquel día cuando ya le dieron el pase para salir, se encontró con sus compañeros preocupados por él, pero inclusive Bakugo se encontraba aun más molesto con él, entre un arranque de coraje casi le había dicho quien le había dado el poder que poseía, pero solo logro hacer que el rubio ceniza lo viera como un enemigo a susperar y destrozar.

Para bakugo algo estaba seguro, que la mierdecilla de Deku sería un problema en su camino, y que la perra esa terminaría en pedacitos si se cruzaba en su camino. Dos personas que le harían sentir más dificultad pero esperaba que valiesen la pena, y que no seas débiles inútiles.

Aunque el mitad mitad era otro con el que arreglar cuentas.

Siendo así como otro día terminaba para los aspirantes a héroe, pero una en especial comenzaba recien su día caótico.

Recovery Girl se encontraba pasmada al ver como la joven Serukî se convertía en un gran perro intimidante, de ojos brillosos que emanaban peligro y perdido en colera, menos mal la hora de clases había terminado para todos los estufiantes, si no correrían peligro.

Los héroes intentaron pararla pero ni siquiera las cintas de Aizawa eran suficientes, aunque la gran voz de Present Mic la había aturdido. Pero tan solo había huido, para poco después al amanecer ser encontrada por Cementos, quién cubrió su desnudes, y de vuelva trajo a que la sanarán las heridas por el quirk de curación. Todos sabían que la naturaleza de ella era la más peligrosa, pero Nezu confiaba en que pudieran ayudarla.

Al día siguiente ella había pedido disculpas, de todo lo que recordaba, dando a consciencia que la "cachorra" como le decía el héroe profesional Selkie, tenía un peso grande sobre sus hombros y debían estar atenta a ella. Ya que podría convertirse en una amenaza.

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¡Hola! ¡Hola!
¿Que tal están? Espero que bien.
Los maestros han podido ver que cargar con el gen del Luisón no es fácil para la joven Itaete, ¿será esto una complicación más?
¿Qué piensa Itaete hacer con todos esos ingredientes que le ha pedido a Selkie?
¿Midoriya será capaz de descubrir la carga con la que lidia Itaete?

¡Todo esto y más, próximamente!
¡Nos leemos pronto!

¡Salud y mucha lokura!