—Ah, genial—vaciló un momento—. Bueno, tengo que mantenerme alejada de ellos.

—Lo siento, ¿qué?—Wirt parecía más que confundido, ¿qué pedo con esta tipa rara?

Ella pasó un mechón de su azulado cabello detrás de su oreja, y con cuidado se acomodó la chaqueta de cuero negra.

—Ugh, ¡haces demasiadas preguntas!—suspiró.

—Es que, de verdad... no tengo ni puta idea de lo que hablas.

Valery rodó los ojos.

—Gleeful. Apellido. ¿Te suena?—bufó.

Vaciló. —Creo que sí, ¿por?

—Bien, bien—extendió el cuello por arriba del hombro de Wirt.

Revisó el terreno rápidamente, soltando una maldición cuando se dio cuenta de lo expuestos que estaban.

—¿Tienes un lugar más privado donde podamos hablar? Sé que ellos me están buscando, así que no podemos pasar mucho tiempo a la intemperie—habló tan rápido que a Wirt le costó demasiado entender lo que decía, pero al final de cuentas lo hizo.

Se sonrojó ligeramente, una chica le estaba pidiendo hablar en privado. Aunque no era nada importante; ella estaba buscando escapar. 

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Aún así, ¿por qué se sentía tan mal?

Tenía tres puntos a los que le tenía miedo.

1.-¿Qué pensaría Sara sobre eso?

2.-¿Que pensarían sus amigos sobre eso?

Y el que más le aterraba, el número tres: 

"¡¿Qué pensaría Dipper sobre eso?!"

Porque, después de todo, estaba llevando a una chica (que también resultaba ser fugitiva prodigio) a SU cuarto para hablar a SOLAS.

Tragó saliva, y ella jaló la perilla.

—Si es éste, ¿verdad?—preguntó, señalando la pieza que tenía en mano.

Él asintió, y volvió a tragar saliva, mientras revisaba si no había moros en la costa.

Ella entró casualmente, se dedicó a revisar el interior de la habitación, y el castaño revisó el pasillo una vez más antes de entrar tras ella.

Cerró la puerta tras él, porque supuso que era lo que ella quería, y se sentó en la orilla de su cama.

—Piensas... ¿piensas explicarme algo, o...?

Ella puso los ojos en blanco.

—¿Ahora TÚ me vienes a interrogar a MÍ?—los señaló a ambos.

Wirt se puso aún más colorado, esta vez de vergüenza.

—Q-¿Qué? ¡N-No! ¡No, no, no, no, no y no! No era en ese...—dejó la oración en el aire, porque ella básicamente lo obligó a callarse poniéndole una mano en la boca.

—Si, si, ya cállate—rodó los ojos—. Estas bolsas de hueso si que HARTAN a veces.

Tomó una hoja y una pluma, mientras que Wirt permanecía callado. No parecía que a ella le agradara su presencia y él no quería empeorar las cosas, así que optó por cerrar el hocico.

Al final, ella le pasó la carta.

—Gleeful—repitió ella—. ¿Te suena de algo? ¿Dipper lo ha mencionado, tal vez?

Cerró los ojos e intentó recordar, aunque no podía captar nada.

"Gleeful, Gleeful, Gleeful." Hizo una lista mental de todas las veces que había escuchado esa palabra, después la redujo a Dipper, y una memoria lo asaltó de repente.

—¡Ajá! Gideon Gleeful, el "héroe" de Mabel. Algo acerca de un Raromagedón y no se que más... Dipper le tiene pavor a la palabra—sonrió orgulloso ante su pequeño descubrimiento.

Valery por fin parecía satisfecha, aunque transformó por una más seria su cara antes de que él la notara.

—Si, bueno... ¿alguien más?—le pegó un par de veces en el pecho con el dedo índice—. Alguien famoso, ¿quizás?

—Urm...—no se tardó tanto en recordar esta vez—. Si, Alexander y Ariel Gleeful. Dueños de Glee Incorporated y gran parte del sistema de Microsoft, ¿por?

Ella por fin dejó asomar por la comisura de sus labios una sonrisa.

—Bueno, en mí dimensión sus nombres reales son Dipper y Mabel—señaló lo que Wirt tenía en las manos.

—¡¿Qué?!—exclamó, y dirigió su atónita vista a la hoja mientras comenzaba a leer en voz alta—. Mi dimensión se llama "Reverse Falls", y está conectada con el...

—No lo leas en voz alta, idiota—ella le dio un zape, y agregó en voz más débil—. Podrías convocar algo y si lo haces, ambos estamos muertos.

Wirt tragó saliva, y revisó su lista mental rápidamente.

Si, definitivamente morir no estaba entre sus planes a corto plazo. Tal vez a largo, pero por ahora...

Se sentó en su escritorio y colocó el papel frente a él, recargó su cabeza en su mano derecha y comenzó a leer mentalmente mientras que Valery lo observaba con cautela.

Fue cerca del tercer párrafo donde se le empezaron a poner los nervios de punta y las lágrimas amenazaron con escapar.

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Para celebrar que ya llegamos al 1K de lecturas, les dejo este suspenso por aquí. >:D

*se esconde entre las sombras*

Okno, ¡pero muchas gracias por las vistas! ¡Las amo! <3

Besos robóticos congelados:

—Valery