Capítulo 6
Llegó temprano ese día, justo a tiempo para escoger un lugar hasta el frente, de los más pegados a las escaleras. Así podría prestar atención y levantarse a entregar su examen sin contratiempos.
Eligió justo el que quedaba más al frente y al centro, un lugar perfecto para captar todo.
—Buenos días, clase—comenzó el profesor, mientras anotaba algo en el pizarrón—. Ya se que sus parciales están programados para hoy, pero algo pasó en la dirección y no se imprimió nada. Me disculpo por las molestias.
Wirt escuchó a sus compañeros de clase quejarse, diciendo cosas como "¡Pero no dormí por estudiar!", o algunos más suertudos que soltaban el "¡Genial! Yo no había estudiado ni mierda."
Se quedó callado y decidió observar a Marco, que estaba junto a él, garabateaba un nombre en su cuaderno una y otra vez.
Se inclinó para leerlo.
—¿Quién es "Valery Hamada"' ¿Y qué te traes con su nombre, el tuyo y corazones en tinta azul?—preguntó.
Él cerró el cuaderno de inmediato, y se puso más que colorado.
—Urm... pues... yo...—vaciló.
Wirt frunció el ceño, quería echar a reír. Marco se había enamorado.
Estaba a punto de replicar cuando la puerta se abrió de golpe y una chica de rasgos caucásicos, cabello azul y vestida completamente en negro entró por ella.
—Vengo por él—señaló la chica.
Wirt se señaló a sí mismo con el dedo índice, incrédulo. ¿Qué carajos necesitaba esa chica con él?
El profesor se acomodó los lentes.
—¿De parte de quién?—preguntó, enarcando la ceja.
—De parte mía—respondió la chica, poniendo una mano en la cintura, y Wirt pudo jurar que la vio masticando chicle.
—¿Y usted quién es para venir a recoger estudiantes sin ninguna autorización de una autoridad?—el profesor se cruzó de brazos.
Ella echó la cabeza atrás, y rió un poco. Pero después se puso más seria y acomodó un mechón de su cabello detrás de la oreja.
Comenzó a descender por las escaleras del aula, bajando hasta estar en el círculo del profesor.
—¡Pero que descortés soy!—exclamó, deteniéndose a la altura del lugar de Wirt—. Mi nombre es Valery Hamada—recargó una mano en el hombro de él, y Wirt volteó a ver a su amigo, que parecía embobado ante la vista.
Los ojos del profesor se abrieron como platos.
—¡No puede ser usted! ¡No tiene más de...!
—Diecisiete años—lo interrumpió ella, y volvió a colocar una mano en su cadera—. Exenté varias materias, aprendo rápido.
Wirt pudo escuchar al profesor murmurar algunas disculpas, después lo vio ordenándole que acompañara a la señorita.
Se paró de su asiento, algo incómodo, y le echó a Marco una última mirada.
El chico lo veía con orgullo, pero le susurró un "Ni la toques, es mía", a lo que Wirt asintió con miedo.
Valery rió al verlos, y le guiñó un ojo a Marco, antes de tomar a Wirt de los hombros.
—Toma tus cosas, nos vamos de aquí—le susurró al oído.
El castaño hizo caso, sin saber muy bien que pasaba.
—Listo—avisó, colgándose su mochila de un hombro.
—Bien, bien—ella miró al profesor—. ¿Qué les enseñará hoy?—preguntó.
La respuesta de él fueron murmureos.
—Uff, ¡que mal!—exclamó la peliazul, volteándose al grupo—. Esto es tan fácil que lo podría hacer dormida, no dejen que el ruco ese los confunda con operaciones complicadas y demás—se inclinó hacia el público—. Olviden sus malditas raíces cuadradas, lo único que se necesita hacer es...
—¡Multiplicar!—la interrumpió Marco, sonriente.
Ella asintió, y le volvió a guiñar un ojo.
—Correcto, guapo—se echó a correr escaleras arriba—. ¡Valery se despide!
Wirt la siguió con paso torpe, no entendía nada de nada. Y estaba seguro de que ni Dios ni Satanás sabían con exactitud la mierda que pasaba.
—¡Hey, espera!—llamó él a Valery, ella lo encaró.
—Dime—pidió.
—Tú... ¿tú quién eres?—preguntó.
—Bueno... ¿has oído hablar acerca de "La Sociedad del Ojo Cegado"?
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¡Nueva portada! OwO
¿Qué les parece? ¿Les gusta más, menos o igual que la anterior?
Besos robóticos congelados:
—Valery
P.S. ¿Quieren un spoiler? ¿No? Bueno, se los dejo de todos modos...
¡No es Bill quien está acosando a Dipper! 7u7
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