Mina no está enamorada de Nayeon

Mina definitivamente no está enamorada de Nayeon.

Simplemente tiene un crush.

Dicho crush es del tamaño de una luna, pero aún así.

Su mejor amiga diría lo contrario, pero a Sana simplemente le gusta burlarse de ella. Es una especie de lástima porque no puede hablar con ella sobre lo esponjoso que cree que se ve el cabello de Nayeon, o cómo siente que su corazón va a estallar en su pecho cuando Nayeon toma sus bebidas extra dulces con un brillo en sus ojos, o cómo muestra sus lindos dientes cuando sonríe.

Bien, tal vez Mina sabe por qué Sana cree que está enamorada de Nayeon.

Pero no lo está. Simplemente es su crush.

Sin embargo, es extraño porque Mina y Nayeon no son amigas. Incluso si viven en el mismo barrio. Y van a la misma escuela. Lo han hecho desde que Mina tiene uso de razón.

Pero repito, no es tan extraño. Teniendo en cuenta que Mina es muy, muy tímida.

Una cobarde es lo que eres, diría Sana, pero ese no es el punto. A Mina simplemente le resulta un poco difícil hablar con gente nueva. ¿No les pasa a todos? Además, Mina no comprende la necesidad de tener más de un amigo.

Además, Sana ya es un problema.

Otra cosa extraña es que Mina no se ha sentido así por Nayeon desde el principio. Se conocen desde hace un tiempo, pero desde que Mina comenzó a trabajar en el café de la ciudad, lo cual fue hace más de dos meses, y descubrió que Nayeon era un cliente habitual allí, las cosas empezaron a cambiar.

Mina no puede precisar el momento exacto en el que miró a Nayeon un día y dijo: "Ah, mierda", pero tal vez su nuevo crush por la chica tenga algo que ver con el hecho de que la Nayeon que veía en la escuela siempre era perfecta. Caminaba de cierta manera, hablaba de cierta manera. Su cabello era perfecto, su sonrisa sutil. Como si fuera consciente de que había ojos sobre ella en todo momento.

¿Pero la Nayeon que venía al café? Llevaba sudaderas con capucha demasiado grandes para su esbelto cuerpo. Su cabello era un desastre que necesitaba ser quitado de sus ojos cada pocos minutos, su sonrisa lo suficientemente amplia como para mostrar todos sus dientes y siempre tenía un par de anteojos redondos colocados en el puente de su nariz.

Y hablaba con Mina.

Le tomó ocho semanas, pero Mina finalmente decidió que necesita hacer algo con respecto a la persona que le gusta. No puede simplemente mirar a Nayeon de manera espeluznante desde detrás del mostrador toda su vida, ¿verdad? Además, es una ventaja que ya sepa que a Nayeon le gustan las chicas.

Ha tenido novias antes.

Mina no lo ha hecho.

Entonces suspira.

Mina juguetea con su teléfono y mira el mensaje de texto de Sana por enésima vez.

Amiga, recuerda

Sólo tienes que poner tu número en su sándwich.

Hazlo por los gays :D

Sanaaaaa estoy nerviosa, y tengo un mal presentimiento sobre esto,

¿Quieres estar sola toda tu vida?

¡¡No!! :<

Entonces cállate <3

Casi puede imaginarla golpeándole ligeramente la nuca antes de darle una mirada severa. Así que suspira de nuevo y espera que el familiar tintineo de la campana de la puerta le alerte de la presencia de Nayeon. La chica siempre era puntual y fiel a su orden, un sandwich de queso y una malteada de banana.

Deslizando su mano dentro del bolsillo, agarra el pequeño trozo de papel que tiene y se recuerda a sí misma que debe mantener la calma.

No hay mucho que hacer. Salúdala cuando te salude. Toma su orden. Desliza el papel con mi nombre y número debajo del pan. Dáselo sin tropezar con mis piernas... ni con mis palabras.

El repique de la campana resuena dentro del lugar, y Mina se traga su nerviosismo cuando escucha a su jefa saludar a la persona que acaba de entrar.

Relájate, relájate, relájate. Mina canta dentro de su cabeza como un mantra, el mal presentimiento que le había contado a Sana todavía persiste en su estómago. Sus palmas están un poco sudorosas y sabe el segundo exacto que tiene para recordarle a su corazón que comience a latir nuevamente después de escuchar la voz de Nayeon.

"Hola."

Solo entonces Mina levanta la vista, rezando para que sus ojos no estén demasiado abiertos. "Hola." La sonrisa de Nayeon es tan brillante como siempre. "¿Lo de siempre?" La japonesa le pregunta como si no hubiera estado repasando esta escena en su cabeza un millón de veces.

"Ya lo sabes", responde Nayeon, apartándose el cabello de la cara y manteniendo la mano allí por un momento mientras mira la colección de pasteles. Mina se queda allí por un segundo, admirando lo acogedora que se ve Nayeon con su suéter amarillo de gran tamaño, incapaz de apartar los ojos y preguntándose si debería simplemente decirlo en lugar de confiar en un medio muy poco convencional de confesarse a la persona que le gusta.

"En realidad..." La mayor hace una pausa mientras Mina la mira fijamente como un ciervo atrapado por los faros de un auto. Nayeon inclina la cabeza hacia un lado. "¿Tengo algo en la cara?"

Mierda. "¡No!" Mina dice rápidamente, con la voz entrecortada al final de la palabra. "Tu uh, cabello."

Inconscientemente la mayor toca su cabello nuevamente y pregunta: "¿Mi cabello? ¿Hay algo en mi cabello?" Lo revuelca un poco antes de inclinarse hacia adelante, y Mina casi chilla de vergüenza. "¿Qué es? ¿Puedes quitarlo, por favor? ¿Es un insecto?"

Mina está tan asustada que ni siquiera puede permitir que la posibilidad de que Nayeon tenga miedo a los insectos se instale dentro de su cabeza. Simplemente da un paso atrás, con los ojos muy abiertos, y dice: "¡Se cayó! Era una hoja". Me iba a dejar tocar su cabello. Dejé escapar voluntariamente la oportunidad de tocar su cabello. ¿Qué está mal conmigo?

"Oh." Nayeon mira al suelo, con el ceño ligeramente fruncido.

Mina sabe que está buscando la 'hoja', así que antes de terminar expuesta por su estúpida mentira, dice: "¿Qué estabas diciendo?"

"¿Eh?" Nayeon mira hacia arriba, con expresión parecida a la de un cachorro perdido, y Mina casi se derrite. Entonces se da cuenta y dice: "Oh, sí, ¿podrías agregar una malteada de fresa a mi pedido habitual, por favor?"

"Por supuesto."

"Gracias, Mina."

Luego sonríe de nuevo, con los ojos medio cerrados antes de alejarse, felizmente sin darse cuenta de que cada vez que dice el nombre de Mina con su voz suave, dicha chica tiene que resistir la tentación de gritar.

Cuando Mina está preparando el sándwich de Nayeon, se pregunta una vez más si vale la pena. Está bien. Está bien. Va a funcionar.

Saca el trozo de papel de su bolsillo, lo mira fijamente y se traga los nervios por enésima vez desde que a Sana se le ocurrió este estúpido plan. En el peor de los casos, lo saca, lo arruga y se ríe de mí cuando se da cuenta.

Esa posibilidad hace que Mina quiera llorar, pero se recuerda a sí misma que es sólo su cerebro el que está siendo irracional. Nayeon no es ese tipo de persona... ¿verdad?

Sacudiendo la cabeza, exhala antes de doblar el papel y deslizarlo entre las hojas de lechuga. Luego prepara la malteada de banana y la de fresa, y coloca todo en una bandeja antes de colocarlo en el mostrador y avisarle a la chica que su pedido está listo.

El corazón de Mina está en su garganta cuando Nayeon se acerca y toma la bandeja, mostrándole una sonrisa agradecida antes de regresar a su asiento.

Y entonces es cuando Mina se da cuenta de que no está sola.

Nayeon camina de regreso hacia una chica.

Mierda.

Está aquí con alguien.

Mierda. Mierda. Mierda.

Ésta no es la posibilidad para la que se había preparado. ¿Por qué no pensó que podría haber alguien más con ella cuando pidió una malteada extra?

Estúpida, estúpida, estúpida. Reprime un grito cuando Nayeon se sienta. Eres tan tonta.

Buscando a tientas su teléfono, rápidamente le envía un mensaje de texto a Sana.

LO ARRUINÉ, ME VOY A AVERGONZAR DEMASIADO, SANA

Es un milagro que la japonesa mayor vea el mensaje inmediatamente. Está escribiendo cuando Mina escucha una tos y levanta la cabeza con sorpresa y en dirección a la chica detrás de la causa de su pánico.

amiga... qué podría salir mal?, es el texto que aparece en su teléfono, los ojos de Mina se abren como platos justo cuando la persona que le gusta se empieza a ahogar con su sándwich.