¿Has oído? es el rumor de las arboledas y lo pichones. Ese silencio del cual se forman tu miedo a los bosques de cristal. Esta sobre la barra de bebidas, con las piernas en las medias. Enredadas las una con la otra. No bebe, ni se emborracha. Coge el palillo mordiéndolo como si fumara. Una muchacha se le acerca con uniforme de camarerita, y pregunta coqueta:

-Perdí mi número de teléfono ¿me das el tuyo? - Emilia mira, el palillo se rompe. Rasgando la suave piel de sus labios. El rojo de su boca rompe el labial. La camarerita de rosa rayado y encaje, sigue sonriendo. Se inclino besándola bajo la mejilla:

- No detestes tu propia felicidad Emilia, si te deje es porque no tenía palabras en aquel tiempo.

-Pues ahora que has vuelto, te pido más una cosa. Devuélveme el entendimiento de entonces, devuélveme mi alma.

Tras un buen tiempo, la tormenta pasada vuelve a la ciudad rota. Para saludar, para dar las "Buenas noches" y las estrellas vuelven a oscurecerse la noche se nubla. La luna se oculta, no quiere ver el desastre. Sofia sonríe, da vueltas en su falda de camarerita y menea los flecos de su delantal.