Tan pronto como Noé tocó la cabeza de la serpiente, una ventana familiar había aparecido una vez más, flotando frente a sus ojos.

[Se encontró un aura demoníaca debilitada. Al igual que el Señor del Infierno, el usuario puede hacer un contrato con cualquier demonio. ¿Desea formar un contrato?]

Al leer el mensaje, Noé se sorprendió. Se sorprendió porque aparentemente esta pequeña serpiente que todos creían que era un monstruo débil era en realidad un demonio. Pensar que podría haber otros demonios en todo el mundo como esta pequeña serpiente hizo que Noah se sintiera emocionado. Siendo el Descendiente de Lucifer, imaginó que algún día podría terminar comandando un ejército de demonios, por lo que si podía encontrarse con tales demonios en todo el mundo, podría terminar desarrollando el ejército de demonios que ya estaba imaginando.

Pero había algo en esa ventana que le llamó la atención. "¿Qué quiere decir con contrato?", preguntó desde el sistema. Nunca había interactuado mucho con el sistema. Dado que la información proporcionada por el sistema siempre fue muy clara, nunca tuvo ninguna preocupación importante de la que preguntar al sistema, tanto que ahora ni siquiera sabía si el sistema le respondería o no.

Afortunadamente para él, el sistema respondió poco después.

[Lucifer se hizo muy famoso en el mundo por los contratos que hizo. En su apogeo, los humanos incluso tenían un dicho sobre él que decía: "Ten cuidado al hacer negocios con el Diablo". Sin embargo, estos contratos no se limitaron solo a los humanos; Lucifer también hizo contratos con demonios a cambio de algo que los demonios pudieran querer. Con el tiempo, la humanidad comenzó a entender cómo funcionaban los contactos demoníacos, algunos incluso lograron copiar una pequeña parte de lo que los contratos podían hacer. Como creador de este tipo de acuerdo, Lucifer tiene control sobre lo que sucederá en el contrato, y como su Descendiente, el usuario también tiene control sobre él. ¿Quieres hacer un contrato con este demonio?]

Al leer este mensaje, Noé se sorprendió momentáneamente. Si lo que este mensaje estaba diciendo era cierto, lo que Noé no dudaba en absoluto, entonces probablemente los contratos que los humanos estaban firmando con los monstruos eran derivaciones de los contratos que Lucifer había hecho con la humanidad en el pasado. Como había pasado mucho tiempo desde que la humanidad creyó en el Dios católico y en Lucifer, tenía sentido que la información de dónde provenían esos contratos se hubiera secado.

"Si puedo controlar cómo funciona este contrato, ¿puedo hacer un contrato igualitario? Esta pequeña serpiente no ha mostrado malas intenciones hacia mí", pensó Noah seriamente mientras miraba a la pequeña serpiente frente a él.

'¿Recuerdas algo de ti, pequeño amigo?' Noah le preguntó a la serpiente mientras la veía envolverse alrededor de su dedo.

La serpiente lo miró durante unos segundos, cerró los ojos y aparentemente luchó por recordar algo. Lo que le dijo a Noé era cierto: recordaba haber nacido de un huevo, haber sido cuidada por humanos, pero nada más. Lo único que había dejado fuera era una parte de su memoria que parecía niebla. Inicialmente creyó que parte de su memoria eran los días en que todavía estaba inconsciente dentro del huevo, pero al escuchar la pregunta de Noah, decidió esforzarse por tratar de ver algo entre esa niebla en su cabeza.

Extrañamente para ella, después de que este humano puso su mano dentro de su acuario, en lugar de sentir repugnancia como sentía por otros humanos, esta vez se sintió extrañamente atraída por él, tanto que comenzó a sentirse extremadamente cómoda al acurrucarse en su mano. Las heridas que habían estado sobre ella desde que nació ahora se estaban volviendo más cómodas. Sintió que todavía le dolían (le dolía si no tenía cuidado), pero cuando se envolvió alrededor de la piel de este humano ya no sintió tanto dolor.

Mientras luchaba por recordar algo, el asistente miró a la serpiente y a Noah con una mirada de sorpresa. Todavía no podía creer que este joven realmente hubiera logrado interactuar con la pequeña serpiente negra y lo había aceptado sin quejarse.

"Señor... ¿va a querer quedarse con esa serpiente?" Preguntó la niña, con incertidumbre. Si la serpiente lo mordía o intentaba evitarlo de alguna manera, no había nada que ella pudiera hacer más que mostrarle otros monstruos, ya que si el monstruo no estaba dispuesto, el contrato no funcionaría en absoluto. Pero al ver lo dócil que actuaba la serpiente, la niña tuvo que aceptar que se llevaban muy bien.

Era raro que un monstruo actuara tan familiarizado con un humano. Ni siquiera los ratones pequeños y de ojos brillantes, que se sabía que eran muy dóciles y cooperativos, apenas actuaban tan dóciles como actuaba la pequeña serpiente. Lo máximo que hacían los ratones era actuar de manera indiferente cuando un humano los recogía, lo que ya era la mayor señal de buena voluntad que podían dar. Pero comenzar a frotarse en la mano de un humano, como si se conocieran desde hace mucho tiempo, nunca antes había sucedido con un monstruo en la tienda. Mirando a la serpiente con los ojos medio cerrados, la niña incluso pensó que estos dos tenían una historia juntos.

"Sí, si puedo, quiero mantenerlo. ¿Cuánto cuesta?" Noah respondió y le preguntó a la niña ausente, mirando a la serpiente con asombro, que todavía estaba luchando con el proceso de obtener algún tipo de información de su propia memoria.

Al escuchar su pregunta, la asistente no sabía si se sentía bien por finalmente poder vender la serpiente problemática que causó tanto daño a la tienda, o si se sentía mal por no poder comprar la serpiente ella misma.

"Su precio está descontado. Como nació con algunas lesiones y ningún ser humano pudo ganarse su confianza, nuestra tienda tuvo que reducir su precio para facilitar la venta si un cliente se presentaba. Su precio, que originalmente era de $ 2,000 debido a su condición y su estado problemático, ha sufrido un descuento del 75%, cayendo a $ 500. Ese precio, de hecho, es menor que la cantidad de dinero que ya se ha gastado tratando de curarla", dijo la niña con cierta tristeza en su voz.

Si fuera solo por el dinero, ya habría comprado la serpiente y habría tratado de conquistarla en su casa, pero la tienda tenía la política de que no vendía monstruos que potencialmente podrían matar humanos debido a la baja afinidad. Si el comprador más tarde decidiera revender el monstruo, la tienda no sería responsable de ninguna fatalidad.

"Está bien, te llevaré conmigo". Noah se preocupó por primera vez cuando escuchó que el precio inicial de la serpiente era de $ 2,000. No podría comprarla si el precio seguía siendo tan alto, pero estaba feliz de tener suficiente dinero para comprarla ahora que el precio se había reducido tanto.

Si todavía fuera un Bendito Rango F, necesitaría invadir 3 Fortalezas, arriesgar su propia vida y ahorrar dinero en necesidades básicas para poder comprar esta serpiente al precio de descuento. Si fuera el precio original, habría necesitado más de 20 fortalezas para tener suficiente dinero para pagar la serpiente, y teniendo en cuenta el dinero que se suponía que debía pagar a su tío cada semana, probablemente habría tomado aún más tiempo recolectar el dinero.

Mientras que Noah estaba feliz de haberse convertido en un Bendito Rango E, ganando al menos $ 1,000 por incursión en la Fortaleza, la pequeña serpiente todavía estaba tratando seriamente de descifrar al menos algunos de los recuerdos que estaban en esa área nublada en su mente.

Cada vez que intentaba explorar esa parte de sus recuerdos, se sentía extremadamente cansada. Esa parte de su mente era como un agujero negro de energía, así que tan pronto como comenzó a tratar de penetrar esa parte de su mente, sintió que había pasado horas corriendo sin detenerse a descansar.

Afortunadamente, todo el trabajo que tuvo que hacer para desentrañar esa parte de su memoria no fue en vano. Al menos logró obtener un pequeño rastro de información mientras luchaba allí.

Noah, que estaba hipnotizado por las hermosas escamas negras en su cuerpo, notó que abrió los ojos nuevamente, pero que se quedó sin aliento de un momento a otro. Antes de que pudiera preguntar qué había pasado, la serpiente le dijo algo a Noé que lo sorprendió.