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Capítulo 19

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-Hola padre, hace mucho no vengo, sabes que no soy alguien de venir a traer flores a una lápida grisácea y sin vida, pero venir de vez en cuando no está de más. ¿sabes qué día es hoy? 30 de noviembre, tú cumpleaños padre, en una semana me graduó- hablé a la nada, en un lugar frío y solitario del cementerio de la ciudad, no se veía nadie cerca o lejos y el poco viento me hacía mecer algunos mechones de mi cabello.

En la lápida de mi padre decía; "William Wilson, hermano, hijo, un padre ejemplar y un gran ser humano" sin poder evitarlo una lágrima salió de mis ojos y cayó a la tierra mojada, con mis manos limpie su tumba y quite las hojas y ramas secas. Después de lo sucedido la noche anterior necesitaba estar en un lugar sola, donde más cerca me sintiera de las personas que más ame, solté un suspiro y seguí llorando, había pasado por tantas cosas, tantas pérdidas que no me parecía justo que tuviera que desahogarme llorando en un pedazo de piedra sin vida. Mi padre había muerto aún cuando era una niña, el destino no me había dejado compartir tiempo con él, en toda mi vida, el destino en sí, se había comportado con un verdadero hijo de puta conmigo.

La muerte había estado tan cerca de mi y no me había dado cuenta, era como una maldición de algún pecado en especial que no cometí, era tan extraño haber podido sentir y ver aquel ser tan oscuro, comprobar que no tenía cachos y cola o una gran hacha por el contrario el temido Lucifer tenía un gran parecido a los humanos. Con una de mis manos limpie mis lágrimas y sonreí con amargura, ese ser tan enigmático era el culpable de mis desgracias, junto a la tumba de mi padre estaba la de mi hermana yo estaba sentada en medio ambas. "Ariana Wilson, un ángel que decidió extender su alas y volar a su hogar" sin duda alguna concordaba con lo escrito en la piedra.

A veces no te das cuenta lo importantes que son las personas hasta que las pierdes, no me permitieron compartir tiempo con mi padre y lo extrañaba mucho. Con mi hermana fue diferente, siempre me ayudó, me apoyo en mis torpes decisiones, lo éramos todo para mi madre y no la culpaba por haberme culpado, después de todo ella también sufrió como yo. Ariana siempre fue una columna que me sostuvo por mucho tiempo y cuando se fue me sentí sola y vacía, ahora no me explicaba cómo el ser que les habían arrebatado la vida pretendía fingir que no pasaba nada.

-Siempre me dijiste que era especial, que algún día algo hermoso me pasaría, dime hermana ¿a esto te referías?- solloce- Hermana, si esto era a lo que te referías hubiera preferido irme contigo, ¿cómo se supone que sobrellevaré esto? ¿cómo lo hago?- reí y guardé silencio un rato, mientras lloraba, sentía un vacío en el pecho que dolía y un nudo en la garganta, debía buscarlo de nuevo, preguntar, saber, ¿cómo me había metido en todo esto? ¿por qué me había perdonado?- Hermana, hazme un favor, deseale feliz cumpleaños a papá, dale fuerte abrazó, dile que lo amo, a los dos los amo- seque mis últimas lágrimas y me levanté del suelo.

Pov's Lucifer.

Me senté en una de las bancas de la gran iglesia, mientras esperaba que el padre Constantino terminara de dar su misa, me había ocultado para el ojo humano y me encontraba junto a una de las estatuas que representaban la imagen del hijo favorito de Dios. Miguel, si supiera la verdadera historia no lo alabarían por haberme derrotado, no sabía como empezar la verdad, no hacía esto hace mucho. El párroco como tiene ese don que le dio mi padre a los verdaderos profetas pudo detectarme en una de la sillas la única persona humana que le había contado de Annia era a él, pero no sabía cómo sobrellevarlo ni cómo le explicaría a ella ahora que se había enterado de la verdad.

Por tantos años traté de alejarme de ella, de mantenerla lejos de mí, de mi monstruosidad, se mis infiernos. Pero no, simplemente no pude, ni yo comprendía que era lo que tenía que la hacía tan especial, tan única. Tal vez estaba loca aún podía recordar su sonrisa cuando era una bebé, cuando aún era una niña inocente y pura, casi corrompida por la muerte, arqueé una ceja en dirección a uno de los párrocos que me miraban con desaprobación. Pero claro, por obligación tenían que tragarse mí presencia.

Sentía un vacío en el estómago y un nudo en la garganta, no solo por el hecho de que uno de los arcángeles que "supuestamente" tienen que proteger a los humanos quiso asesinar a una de ellos, sino también porque jamás, nunca y habló de manera literal había visto miedo en los ojos de Annia. Por lo menos no como anoche, su cuerpo temblaba y en el momento en el que le dije quien era, se tensó, sus ojos se aguaron y sintió miedo y sabía de quién. Me temía, eso me dolió y en ese instante lo supe, nunca nadie dejará de temerme, ni siquiera ella que era tan preciada para mí.

Yo era egoísta, mucho, incluso cuando no trate de hacerlo. Todo empezó porque ella pudo verme, podía bien haberla dejado morir, pero no, no lo hice y fue por egoísmo. Quería demostrarle a mí padre que alguien había visto algo bueno en mí, aunque fuera una pizca, por eso la salve y luego mientras veía desde las sombras como crecía me sentía feliz, me llenaba de tranquilidad, como si con ella hubiera encontrado todo lo que buscaba. Nunca lo pedí, jamás quise hacerlo, sin embargo, aunque lo negaba, desde que decidí salvarla sabía que me había enamorado sólo que era cobarde para admitirlo.

Cansado de esperar que terminara la función, y de escuchar tantas barbaridades escritas en la biblia. También de ver cómo el hombre se dirigía frente a tanta persona hipócrita me levanté y empecé a caminar hacia la salida, no creía mucho en las iglesias o en la religión, pero sí creían en mi padre y aunque considerara que los humanos fueron una creación innecesaria, muchos de ellos en mis años de eternidad me demostraron que no todos son unos hijos de puta. Sabía muy bien donde estaba Annia, lo que no sabía era si lo que iba hacer era lo correcto, no quería presionarla pero el peligro en el que se encontraba, así que subí al auto y empecé a conducir.

Pov's Annia.

Camine por los senderos del cementerio silencioso y solitario, pasaba por la diferentes tumbas y lápidas con nombres desconocidos para mí, me resultaba gracioso la manera en la que te enterraban en un ataúd, como después de haber vivido tanto momentos tus amigos, incluso familiares terminaban enterrándote bajo tierra en una fosa, olvidada. Mientras caminaba observaba las diferentes estatuas que se encontraban en el lugar, aún no me explicaba como un lugar tan triste y frío, se veían tan lindo y organizado.

Al llegar a la salida me encontré con el guardia de seguridad, me despedí con una sonrisa y salí de la edificación. Afuera el calor de la tarde me recibió con una suave brisa, mire a mi alrededor y estaba sola, como quería estarlo. Aún no sabía sí buscarlo ó alejarme, una voz muy en el fondo me decía que lo buscará y otra que huyera lo más rápido posible, frente a mí había un kiosco con una vendedora se flores y sus diferentes aromas llegaban a mis fosas nasales, camine por la acera mientras trataba de organizar mis pensamientos. Había sido tan estúpido no haberme dado cuenta desde un principio, ese día, ese primer día cuando lo vi en aquel accidente y luego, estaba allí frente a todo un salón dónde lo podían ver.

Los pocos árboles que tenía el cementerio fueron quedado detrás de mí, mientras me dirigía a un parque de recreación que quedaba cerca, estaba lleno de columpios, sube y bajas, túneles y demás atracciones para niños. Recordaba muy bien ese lugar, solía ir con mi hermana, era uno de mis lugares favoritos, al llegar a la antigua reja de acero que se dividía en dos, adentro algunos niños jugaban y reían. Había venido tantas veces aquí, éste lugar estaba lleno de recuerdos y en vez de parar, aumentaron las ganas de llorar. Me senté en uno de los columpios y me balancee un poco con los pies, alguien se puso de pie detrás de mí, lo sabía por que su sombra se reflejaba en el suelo.

-Annia- su voz me hizo erizar por completo, trague saliva.

-Luc- articulé sin querer hacerlo.

-Por favor, debemos hablar- asentí porque simplemente ya no podía evitarlo.











Chicoooooooooooooooooooos he resucitado dentre los muertos y aquí he vuelto.

Llego la parte buena, dónde empieza la acción y se define el destino de los dos, chicos demen opiniones y está vez, si les prometo capítulos más seguidos.

"Ja, claro, volverás a desaparecer"

Shuuu callate.

En fin nos leemos muy prontito.

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