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Mis ojos poco a poco se fueron abriendo, la zona alrededor de mi garganta ardía, levante mi cabeza de la ventanilla y fue en ese momento en el que caí en cuenta  en qué lugar estaba. Mis manos estaban amarradas con un cable y me encontraba dentro de un auto, en ese momento recordé lo que había pasado, por instinto gire mi cabeza al asiento del piloto y allí estaba ese hombre. Me estaba secuestrando.

-¿¡Qué... Qué está pasando!? Pregunté- ¿¡PORQUÉ ME HACE ESTO!?- exclamé preocupada.

-Despertaste- Afirmó el sujeto.

-¿Qué pasa?- Volví a preguntar, la vista empezó a nublarse por las lágrimas retenidas- Por favor respóndame.

El susodicho no me dijo nada, unas lágrimas salieron y yo estaba entrando en pánico, respiraba con dificultad y podía escuchar como mi corazón palpitaba desbocado. Observe por la ventana y podía notar como salíamos de la ciudad, ese hecho hacía encender un alarma dentro de mí, la carretera llevaba al puente Husher.

-No puedo creer que me estés suplicando a mí y con mi hermano no lo hiciste- Agregó.

-¿De qué habla? ¿Cuál hermano?- el hombre frenó en seco girando en una curva, haciendo que me diera un golpe con la puerta del auto- ¡Respóndame maldita sea!- Agregué.

-No estás en condiciones de exigir.

Lloraba cada vez más, mis lágrimas no cesaban por más que quisiera, el pánico se había apoderado de mi cuerpo. Dentro del vehículo se me dificultaba mucho respirar, el hombre tenía toda su atención enfocada al frente, el cable que tenía sujetas mis manos estaban tan ajustadas que empezaban a lastimarme. Solté un fuerte respiro tratando de calmarme a mí misma, pero era más de frustración, no me gustaba sentirme impotente. El hombre aparcó el auto en el puente y empezó a desabrochar su cinturón de seguridad.

-¿Qué hará?- Seguí preguntando- Por Dios ¿Qué me hará?.

-¿Por Dios?- Preguntó burlándose- Esto es una recordatorio de que mi padre no está acá.

Bajo del auto y se dirigió a la bodega a buscar algo en especial, ví la oportunidad de escapar, pero le había puesto el seguro a la puerta. Unos sollozos salieron de mi boca mientras sentía que la cabeza me iba a explotar, el tal Samshiel volvió a mi puerta y la abrió, no quería salir del vehículo por lo menos adentro me sentía más segura, había visto muchos programas de secuestro en el transcurso de mi vida y esto no era buena señal. Me tomó de los brazos al ver como me resistía al salir, me lanzo al suelo haciendo que me lastimara la cien.

-Hoy morirás- Afirmó, un escalofrío me recorrió.

-¿Por qué me hace esto? Yo ni siquiera lo conozco, ni siquiera sé quién es usted- contesté llorando.

-Porque has violado el orden de la naturaleza, mi hermano Luzbel jamás debió perdonarte la vida, jamás debiste sobrevivir al parto- Sus palabras eran tan frías y perversas que me lastimaban.

-¿De qué me habla?- Pregunté de nuevo.

-¿Qué tan especial eres qué Lucifer se enamoró de ti?  Levántate- Negué con determinación. - ¡Levántate!- Exclamó tomándome del antebrazo y alzándome bruscamente- Mi hermano ya te ha salvado dos veces, una tercera no podrá hacerlo.

Me guió a la fuerza al borde del puente quedando de espaldas, me ajustó aún más los cables en mis manos, desdobló una bolsa de tela que traía en los bolsillos de sus jeans y me la puso en la cabeza, con otro cable la amarró a mi cuello. Empecé a llorar algo me decía que no salía de esta, se me dificultaba muchos respirar y mi pecho me dolía, podía sentir el frío viento en mi cuerpo. Escuchar el agua chocar con las piedras del río lo hacía escalofriante, sabía que el vacío estaba detrás de mí, un segundo de silencio, ya no sentía ni escuchaba al hombre. Tal vez se había ido y yo no lo había sentido.

Por instinto di un sólo paso hacia adelante y cuando pensé que se había ido sentí un empujón en mis hombros que me hizo caer al vacío, de un modo inconsciente solté un grito, mientras el agua me recibía y me arropaba. Llene mis pulmones de todo el aire que la bolsa me permitió y empecé a tratar de nadar, todo estaba oscuro, jamás llegué a pensar que después de sobrevivir dos veces a la muerte moriría de ésta manera. Se me agotaba el aire al pasar los segundos, era una sensación de desespero y adrenalina.

Pov's Lucifer.

La ansía y el desespero de apoderaron de mi cuerpo, poco a poco sentía que me volvería loco, ya no la sentía y tampoco podía leer sus pensamientos. Asmodeo conducía a toda velocidad pero no me era suficiente, el psicópata de mi hermano debía de estar haciéndole cosas horribles, Miguel odiaba que le llamaran cobarde o que lo retarán. Lo conocía y al retarlo habría desatado un monstruo con alas, pero ya veremos quien es el verdadero monstruo. Al girar una de las curvas se pudo apreciar el puente y dos siluetas más que no las pude reconocer, jamás me perdonaría si los arcángeles la asesinan, las cuentas con ellos no tenía nada que ver con mi aprecio hacia Annia, pero la estaban usando en mí contra.

El odio que Miguel me tenía le había nublado el juicio, tanto que ya no le importaba llevarse la vida de alguien inocente, si yo salía del infierno alguien tenía que ocupar mi lugar y ese alguien era mi hermano por eso quería que yo volviera, que volviera a costa de todo. Asmodeo freno en seco deteniéndose, baje del auto y en al orilla del puente miré a Samshiel observando hacia el río, al percatarse de mi presencia y mis ojos vacíos. Corrí y me lancé sin pensarlo dos veces.

-Tú no te cansas de darme problemas.

Tome una gran bocanada de aire y al sumergirme empecé a buscarla, casi en el fondo note el cuerpo inerte de Annia, tenía una bolsa en la cabeza, no dejaría que muriera y si tenía que salvarla una tercera vez lo haría. Al llegar a ella ví que sus manos estaban amarradas, con dificultad las desate y quite la bolsa de su cabeza, su cabello se revolcó por la falta de gravedad, sus labios estaban morados y sus ojos cerrados. No escuchaba su corazón y eso lanzó una alarma en mis adentros, boca a boca le di un poco de aire, la tome de los brazos y empecé a llevarla conmigo a la orilla.

Cada segundo que ella pasó aquí se los cobraría muy caro a mis hermanos, jamás en la vida dejaría que la volvieran a lastimar, ahora me tenía a mí y le diría la verdad, lo merecía después de todo. El aire empezaba a faltarme cuando llegue a la superficie, arriba se veía el puente y allí ya no estaba mi hermano, tome el cuerpo de Annia y lo lleve conmigo a la orilla al otro lado del río, la acosté en la tierra mojada y quite el cabello que se había pegado a su hermoso rostro. Estaba fría parecía muerta, sus labios morados y sus ojos aún cerrados, no escuchaba el latir de su corazón y eso me asustaba.

-Annia- la llame- Annia despierta- empecé a presionar su pecho para que expulsara el agua en los pulmones- Annia por favor, esta vez no podré salvarte, está vez no estaré allí para ti- seguía sin responder- ¡NO!- exclamé- ¡TE LO PROHÍBO PADRE, NO A ELLA, POR FAVOR! - Seguí presionando su pecho y a sacudirla como si éste acto hiciera que despertará, nunca había sentido dolor en mí vida y era horrible, era un dolor profundo en el pecho- Annia- susurré su nombre- Annia, te pido que despiertes- no respondía y por primera vez en millones de años, tuve miedo y deje salir unas lágrimas- Te amo, te amo con toda mi alma, no te haría daño nunca, te amo- empecé a susurrarle- Por favor- le supliqué en mi último intento.

Hooooooooooooooooola mis queridos y amados lectores, cuanto tiempo a pasado ¿no? Bueno, sé que les prometí más capítulos y no sé que decirles está vez, lo amo y saben que siempre, siempre volvere.

Ahora como les parece que estuve burlandome de camiloo99 un amigo mío que se unión a la comunidad wattpad, era muy gracioso por que no sabía como manejar la app.

Les dejaré alguna de las conversaciones.

Jajajajajjajajajjajajaja lo malo después cobró venganza.

Y me la hizo, no sé cómo carajos no caí en cuenta.

Y no guardo el libro que leía y se le perdió jajajjajajajajajajajja.

Y por último termino cobrando venganza.

Les dejó para que rían un rato, enuna semana subo los capítulos restantes.