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-Luci, Hermano- pude notar como Asmodeo se contuvo para no soltar una risa por el diminutivo- Han pasado siglos, un gusto volver a verte, lástima que no pueda decir lo mismo de ti Asmodeo- Sariel y el demonio tenía un pasado tormentoso, por así decirlo.

-No te preocupes el sentimiento es mutuo- contestó el demonio.

-Parece que ahora a mis hermanos les gusta visitarme muy seguido, es eso o los ángeles se están cayendo del cielo- agregue con desaprobación.

Sariel era uno de los vigilantes de mi padre, supervisaba la ida de los espíritus al cielo y que alcanzasen la luz. Por el contrario de Samshiel quien era protector y vigilante de los ángeles caídos, vigilaba aquellos que caían a la tierra y no perdían sus alas, esos eran los más peligrosos, unas alas de creación divina en las manos codiciosas y perversas de los humanos podrían causar mucho daño. Incluso la destrucción misma, ninguno de mis dos hermanos había tenido la necesidad de visitarme.

Samshiel al igual que Miguel, y Rafael me odiaban. Sariel no me odiaba, al menos no ha demostrado ningún odio o resentimiento hacia mí, mis errores con el creador no a afectado mi relación con algunos de mis hermanos. Incluso me agrada cuando me visitan, en un mundo desolado y carente de espíritu es bueno una compañía divina de vez en cuando, cosa que lastimosamente no podía decir de mi padre, ya que él me odia.

-Vengó advertirte de algo, hermano por favor, vamos hablar en otro lado, Samshiel nos puede estar escuchando- las palabras de Sariel lanzaron una alarma en mis adentros.

Hablando del bicho con alas, ¿Dónde se habrá metido y qué estará planeando? Vi Annia sentada en la barra del bar, riendo y tomando una copa de vino con sus compañeras. Por lo menos por ahora se estaba divirtiendo y olvidando todo lo caótica que se volvió su vida, no quería dejarla sola, así que antes de marcharme pedí al demonio que la vigilara. Con el psicótico y maniático hermano mío, andando por ahí queriendo asesinarla por órdenes de Miguel no la quería dejar sola.

Bajamos las escaleras de madera, hasta llegar al primer piso, caminamos hasta la parte trasera del bar y allí salimos al callejón, sonreí al recordar el beso con Annia. No la quería hipnotizar a propósito y creó que jamás me lo perdonaré pero... En el fondo, aunque sé que jamás lo admitirá o dirá en voz alta ella también lo deseaba, podía desnudar sus pensamientos ante mí. De la espalda de Sariel salieron unas enormes alas blanca, tan blancas como la misma nieve reflejada por el sol, de casi dos metros, había olvidado lo hermosas que eran.

Pov's Annia.

Di un último sorbo a mi copa y me baje de la butaca en la que estaba sentada, ya no había nadie en el bar, también habíamos terminado de limpiar el almacén y arreglar las mesas. Estaba lista para irme a descansar, tome mi gabán y me despedí de mis compañeras de trabajo con un ademán, quienes se quedaron hablando y tomando vino. Afuera pude notar como las calles estaban solitarias y frías, las carreteras mojadas porque había llovido.

Me puse el gabán en mi cuerpo para cubrirme del frío, mientras esperaba el taxi, tome mi celular y le marque a mi mejor amiga pero no atendió mi llamada, supuse que se debía a que iban a marcar casi las dos de la madrugada. También recordé que le había dicho que no me esperase despierta, empecé a sentirme inquieta y una sensación de ser observada se instaló en mi estómago, no quería ser paranoica o dramática pero lo que me había pasado la noche anterior me había afectado. Sentí la presencia de alguien detrás de mí, mi cuerpo empezó a temblar y un hormigueo en el estómago me hizo saber que algo andaba mal.

Me iba a girar para mirar de quien se trataba, pero en ese momento una manos se apoderaron de un pequeño collar que tenía en mi garganta y empezaron a estrangularme con él, por instinto lleve las manos a mi cuello mientras poco a poco sentía que el aire se me iba. No sabia de quién se trataba, pero sea quien fuese la persona, tenía planeado esto y me esperaba, por la presión y la fuerza la cadena se reventó permitiéndome respirar mejor.

Mis pulmones dolían, empecé a toser y a tocar la herida en mi garganta, gire en mi eje, llena de miedo y tratando de calmarme a mí misma. La persona frente a mi era ese hombre en la parroquia y el mismo que estuvo coqueteando con mis amigas, lo mire con todo el odio retenido en mi sistema, éste psicópata trataba de asesinarme, no sabía qué pasaba o cómo actuar para pedir ayuda. No sabía porque me quería hacer daño, yo ni siquiera lo conocía, volvió a ensanchar una sonrisa socarrona en su rostro, visualice la puerta del bar, la cual estaba cerrada.

El primer pensamiento que cruzó por mi cabeza fue correr hacia allí, corrí hasta el hombre y lo empuje dándome ventaja de poder correr hasta la puerta, pero éste tipo no se inmuto, fue como su mis golpes no le hiciera ni siquiera cosquillas. Me tomó del cabello y puso un pañuelo en mi boca y nariz, un olor Cloroformo entró por mis fosas nasales, me resistí y luche en contra de él, pero fue inútil, en menos de un minuto ya estaba viendo borroso. No podía perder el conocimiento, pero tampoco lo pude evitar, me deje llevar por los brazos de morfeo mientras él hombre me sostenía.

Pov's Lucifer.

-Tú nombre está en boca de todos nuestro hermanos- Dijo Sariel.

-¿A eso me has traído?- pregunté, no sabía porque me daba la impresión de que algo andaba mal.

Verle las alas a Sariel me recordaban a las mías, hacía muchos siglos que no las sacaba a flote, las alas de nosotros estaban conformadas por millones de plumas divinas. Mis alas era mucho más grande que las suyas, recuerdo que medían tres metros, las más grandes de todo el cónclave, algo de lo que definitivamente me sentía orgulloso. Asmodeo salió por la puerta y en ese momento deje de prestarle atención a mi hermano.

-Lucifer, Annia ha desaparecido- habló él con la respiración entrecortada.

-¿Qué?- susurré.

-Me preguntaba cuando iba a pasar- agregó Sariel y de nuevo mi atención estaba en él- ¿Acaso no te das cuenta lucifer? Yo sólo fui una distraccion- me quede mirándolo y procesando la información.

Por supuesto, ¿cómo no me di cuenta antes? Asmodeo y yo compartimos miradas, sonrió al notar el vacío en mis ojos, lo ataque pero logró esquivarlo gracias a sus alas. Luego de esto me miró burlonamente, se acercó a mí usando su súper velocidad y me presiono el tórax con sus enormes y gigantescas alas emplumadas, hice una mueca.

-¿Dónde está?- pregunté con la quijada apretada.

-¿Tanto la amas? Sólo es una simple mortal- contestó.

-No te imaginas cuanto- tome una daga que tenía camuflada y se la clavé en una de sus preciadas alas, el punto débil de un ángel es ese.

Se alejó de mí recogiéndolas un poco para poder sacar el cuchillo, eso dejaría marca, grito de dolor y pude notar como unas cuantas lágrimas se le salían, me acerque a él y lo tome del cuello. Asmodeo lo sostuvo de su otra ala, él debía agradecer el hecho de no poder asesinarlo por ser familia, por mi parte no habría ningún complique en quedarme sus alas como un trofeo, él jamás había tenido el privilegio de bajar al infierno y sufrir mis torturas y no podría, claro está. Pero si no cooperaba haría que en dos segundos lo viera a través de mis ojos.

-¿¡DÓNDE ESTÁ!?- le grité al borde de un colapso.

-¿Crees que te lo diría?- respondió con otra pregunta.

-¿¡DÓNDE LA TIENE SAMSHIEL!?- Exclamé intensificando el agarre- ¡Te juró que si no me lo dices te arrancaré tus lindas alas!- agregué, Asmodeo tomó una daga que él traía y se la clavo en la otra ala.

Nos alejamos de él dejando que cayera al suelo, un grito salió desde su garganta, un alarido de dolor que retumbó en la paz de la oscuridad. Las dos alas sangraban y manchaban su contextura de un líquido carmesí, podía ver como respiraba con dificultad y si no hablaba pronto se las arrancaría, ¿cuando iban a entender que Annia no tenía nada qué ver en esto?

-La tiene en la salida de la ciudad- habló entre gemidos de dolor- La lanzará desde el puente en la avenida Husher, lo hará ver como un suicidio, sino llegas pronto no la salvarás- me acerque hasta que quedamos de nuevo frente a frente, no me mentía.

-¿Sabes Sariel? Tú era uno de los pocos arcángeles en los que confiaba, todo lo esperé menos que quisieras atentar contra la vida de alguien inocente- me puse de pie y lo miré antes de irme- Dile a Miguel y a Rafael que si quieren deshacerse de mí que venga personalmente, que no sean cobardes ¡Los reto sin miedo y me importa una jodida mierda sus rayos!.

Saben que me encanta saludarlos, les traigo cuatro capítulos para que se diviertan, voy a estar publicando varios capítulos por semana.

Los amo y lo saben.

Ahora les traigo una súper noticia, ¿Listos? Bueno aquí voy.

¡POSIBLEMENTE LUCIFER SE PUBLIQUE EN FÍSICO! 🎆🎇🎉🎊🎆🎇🎊🎍 posiblemente por que aún no hay nada confirmado, ¿no les parece una hermosa noticia? Ustedes podrán tenerlo en sus manos y oler sus hojas, es increíble ¿no?.

Si todo resulta muy bien, ustedes serán los primeros en enterarse porque sin ustedes nada de esto sería posible, lo amo y no vemos muy pronto.

Nos leemos pronto. 😘😘😘😘😘