...

-Anni ¿Puedo hacerte una pregunta?- preguntó Kary.

La miré confundida sin saber qué decir, ella tenía su entrecejo fruncido y me miraba muy seriamente, eso era muy extraño en ella ya que siempre se mostraba muy sonriente. Solo esperaba que no fuese nada relacionado con haber salido corriendo del bar, mire el plato de comida que ella había preparado para mí, era más o menos la 12:30 de la madrugada, Kary se encontraba mirándome mientras tenía sus caderas recostada en la encimera de la cocina.

-Por supuesto- contesté finalmente.

-¿Paso algo hoy en el bar?- volvió a preguntar y trague saliva, no quería hablar del tema.

-No- dije fría, sabía que no desistiría de hablar, ella era muy insistente en muchos aspectos y si notaba que algo me ponía mal no dudaba en actuar- solo estaba cansada- empecé a jugar con el tenedor.

Pensé en ese momento, que alguien debía haberla llamado y contarle sobre mi salida repentina, bien hubiera podido ser Ducan ambos eran muy amigos o la misma Vivian. Conocía a mi mejor amiga y si ella preguntaba algo con tanta seriedad era por que había gato encerrado. Soltó un suspiro y camino hasta sentarse en la barra del desayuno, me miro a los ojos y no lo resistí, pero... ¿cómo le contabas a alguien qué habías besado por obra de alguna fuerza suprema a tu profesor? ¿en qué mente retorcida cabía hacer eso?.

-¿Estás segura?.

-¿Esto es un interrogatorio?- respondí con otra pregunta.

-Vivian le dijo a Silvana, ella me llamó y me lo dijo a mí, también agregó que no le gustaba que te pusieras de ése modo cuando el profesor Watson estaba cerca.

<<¡Lo sabía! ¡se los dije!>>

-Creo que mejor me iré a descansar- cambie de tema.

-Me estas cambiando de tema Annia, cualquier cosa sabes que puedes contar con mi respaldo- sus ojos reflejaban sinceridad, le creía, pero debía saber quién era ese hombre antes que cualquier cosa.

...

<<-Si bueno, creo que ya me tengo que ir- le doy una sonrisa fingida y voy hacia la puerta, al llegar a ella me da curiosidad, giro en mis talones para volver a mirar a los ojos al hombre- perdón ¿cómo me dice que se llama?- pregunté.

-Llámame lucifer- sus ojos se tornan rojos, siento un dolor que me penetra los huesos.

Las rodillas me fallaron y caí al suelo, empiezo a removerme. El dolor es insoportable era como si partieran mis costillas, aplastaran mis pulmones y me taladraran el cráneo. Todo se nubla y después calma>>

Doy un brinco incorporándome de la cama, un frío taladro mis huesos en ese momento, sudaba, mi garganta estaba seca. Toque mi pecho el cual estaba acelerado y pude sentir el latir de mi corazón por encima de mi caja torácica, me encontré la oscuridad que invadía mi habitación y la poca luz que entraba por las ventanas, mire las cortinas y se movían al compás del viento, fruncí el ceño porque jamás dejaba las ventanas abiertas ni aún en verano. Me levanté de la cama y fui hacia ellas era raro jamás había recordado abrirlas.

El edificio era un conjunto de apartamento de tres pisos, yo vivía en la segunda plata, desde aquí se veían las calles solitarias  cubiertas por las penumbras. Sentí mi garganta seca y respingona, solté un suspiro, cerré las ventanas y camine hasta la cocina. Pasé por la pequeña sala de estar y note que aquellas ventanas también estaban abiertas, trague saliva y me dirigí a cerrarlas, con las manos temblorosas puse las palmas en el vidrio. En ese momento unas manos se apoderaron de mi boca impidiéndome gritar, unos fuertes brazos se apoderaron de mis brazos y me inmovilizaron.

Sacudí mi cuerpo, quien fuera la persona detrás de mí me levantó unos centímetros del suelo, tenía miedo estaba llena de él, cosa que hizo que la adrenalina y las ganas de soltarme se intensificaran. Me acercaba más a la ventana, parecía que quisiera lanzarme por ella, pude morderlo cosa que hizo que me soltará, sólo pensaba en salir corriendo, por lo menos afuera tendría la posibilidad de que alguien me escuchase. Era muy difícil caminar entre tanta oscuridad pero conocía el apartamento además que era demasiado pequeño, corrí hasta pasar por la cocina y llegar a la puerta principal.

Allí por mis manos temblorosas y las trancas en la puerta se me dificulto salir, lloraba por miedo, mi corazón no dejaba de latir, sentía que él me alcanzaría en cualquier momento. Nunca me había sucedido algo como esto, era un miedo nuevo de adrenalina y euforia, sentía que las piernas me fallarían en cualquier momento o peor que él me asesinaría, pero la pregunta era cómo había entrado. En el momento en el que logre abrir la puerta salí y empecé a gritar, el piso de Karina era la puerta de la izquierda a unos metros de la mía.

-¡AUXILIO, AYÚDENME POR FAVOR!- mis lágrimas eran más y más rápidas, temía que saliese en cualquier momento- ¡KARINA POR FAVOR!- grite mientras golpeaba su puerta, está se abrió y mi mejor amiga estaba en mi panorama, solo caí arrodillada.

-¡Dios mío!- exclamó al verme- Annia, ¿qué pasa?- Preguntó mientras se agachaba para abrazarme- Anni estas temblando, por Dios.

-Hay un un hombre allá, quería tirarme por la ventana- lloraba, lloraba sin consuelo.

-¡Oh, Dios!- me abrazo mucho más fuerte-¡Mataré al hijo de puta!- sabía que lo haría.

...

El reloj marcó las 4:00 AM y aún seguía totalmente desconcertada, Karina estaba a mi lado abrazándome fuertemente, mientras esperábamos que el guardia de seguridad revisará mi apartamento, mis ojos estaban hinchados de llorar y el temblor en mis manos persistía. Mi mejor amiga solía ser muy chinchosa con las personas que de verdad le importaban, estaba muy enojada y maldecía una y otra vez aquel hombre, su ceño permanecía fruncido.

-Señorita Wilson, hemos buscado por todo el apartamento no hayamos nada- hablo el guardia de seguridad saliendo del apartamento.

-¿¡QUÉ!?- exclamó mi amiga- ¿Cómo es posible que no hayan encontrado a nadie?- preguntó.

-No, revisamos todo, también las cámaras de seguridad y no han captado nada y a esta altura dudo que hayan entrado por la ventana.

-¿Qué está queriendo decir?- pregunté confundida.

-Tal vez lo soñó y cuando despertó pensó que eso de verdad pasó- explicó el hombre y eso me indignó grandemente.

-¿La está llamando loca?- preguntó Kary con la quijada apretada.

-No señorita sólo...

-Yo sé lo que vi, lo que sentí, no estoy loca- lo interrumpí.

-No puedo creer lo mediocres que son ustedes, pero ella no entrará allí ¿entendieron? Son unos idiotas, ¿qué pasaría si ese hombre la hubiera asesinado? ¿hubieran dicho lo mismo?¿que estaba loca?- Karina los fulminaba con la mirada y cada palabra era veneno.

-Señorita sólo digo que tal vez...

-¡UNA MIERDA!- exclamó mi mejor amiga, estaba demasiado enojada.

-Por favor les ruego se calmen.

-No, nos vamos a calmar, había un hombre allí y ustedes lo dejaron escapar- agregue con enojo.

Estaba cansada y somnolienta, pase mis manos por mi rostro, giré en mis talones y entre a apartamento de mi mejor amiga. No había podido dormir y si había descansado una hora era mucho, mi cuerpo pedía a gritos que descansase, mis párpados pesaban. Pero sinceramente dudaba mucho que me volviera a quedar dormida, todo era tan confuso y simplemente me negaba rotundamente creer que lo soñé. Está vez estaba dispuesta a llegar al fondo, me senté en la barra de desayuno y afuera podía ver como la loca de mi mejor amiga discutía y revoloteaba sus manos con ira.

Recordé el beso con Luc y eso me puso la piel de gallina, sería la peor mentirosa si dijera que no sentí nada. No podía simplemente ignorar las mariposas en mi estómago, me había agradado besar aquello labios, muy en el fondo, aunque lo negase lo deseaba con todo mí ser, al besarlo sentí una gran familiaridad con aquel beso, del extraño ser llamado "Muerte" con las yemas de los dedos acaricie mis labios y empecé a delinearlos. No sabia porque reaccionaba como si no tuviera criterio propio cuando estaba cerca de él, pero su presencia me agradaba, aunque lo negará.

<<¿Quién era ese hombre? ¿por qué no se alejaba de mí?>>