Capítulo 3
Ya en casa, Jennie no podía quitar a esa mujer de su mente. Su rostro se repetía una y otra vez recordando su mirada en ella. Eso no la dejaba dormir, sentía la necesidad de buscarla por más extraño que parezca.
Era alguien muy hermosa, casi como un ángel caído en la tierra. Con solo verla, sintió no solo curiosidad, también deseo, casi como si pudiera controlar su cuerpo solo con aquella mirada.
¿Pero por qué? Nunca la había visto, no olvidaría esa sensación así de fácil. ¿Aquella mujer habrá sentido lo mismo? Tampoco había apartado la mirada de ella hasta que se alejaron.
Era algo muy extraño.
Al despertar tomó un baño y se arregló para salir de compras, era domingo así que lo aprovecharía. Salió de casa y caminó tranquila al mall, pasaba frente al parque y observó en la esquina a varias personas dejar su camino y cambiarse a la otra vereda.
Escuchó al hombre que estaba en esa esquina gritando, parecía haber perdido el sentí de la razón y hablaba sobre el fin del mundo. Era la primera vez que ve a alguien que parecía un loco usando terno.
_¡Por favor! ¡Créanme! ¡El cielo se caerá, la tierra se abrirá! ¡Queda poco tiempo! ¡La reina volvió! ¡La reina del infierno volvió! ¡Rueguen a Dios! ¡Rueguen por ayuda! ¡Esto será el mismo infierno! ¡Vamos a morir todos! ¡Vamos a morir!
Jennie decidió ignorarlo, pero no cambió de camino, pasó de manera tranquila frente a él y el hombre se le quedó observando. El mayor no apartó su mirada de ella y lentamente fue retrocediendo, sus piernas temblaban y sus latidos acelerados llegaba a sus oídos.
_¿La reina...volvió? - escuchó un susurro sobre su oído, detrás de él. Giró atemorizado y observó aquellos ojos rojos que había soñado, los del mismo demonio - ¿Mi...reina?
El sujeto jadeó cuando atrapó su cuello. Jennie detuvo su paso y giró a sus espaldas, veía al hombre de pie sosteniendo su cuello, se estaba ahogando pero él mismo era quien se sostenía. Jennie decidió alejarse, podría estar en peligro cerca de una persona que no está en sus cinco sentidos.
_¿Sabes quién es? - preguntó Lisa sin soltar su cuello, apretaba cada vez más dejando sin poder respirar fácilmente al hombre.
_E-ella...- pronunció con dificultad, enrojeciendo - lo soñe...
_¡¿Qué soñaste?! - lo empujó al suelo. Las personas solo veían como él se tiraba solo - ¡Dime! ¡¿Qué soñaste?!
_N-no se lo diré - intentó escapar - ¡No deben encontrarse! - su respiración se aceleró cuando ante sus ojos, sus brazos y piernas caían en pedazos como si se estuviera derritiendo.
El hombre gritaba aterrado pidiendo ayuda y se sujetó la cabeza cuando sintió lava salir de sus oídos y naríz. Las personas solo lo veían gritar enloquecido, prefirieron alejarse rápidamente para evitar algún peligro.
_¡¿Qué es lo que viste?! - Lisa exigía, su voz se hacía cada vez más gruesa y terrorífica - ¡¿DÓNDE ESTÁ ELLA?!
Al no tener respuesta, hizo un puño con su mano y la cabeza del mayor explotó para ella, así lo sintió también el mayor. Pero ante la vista del resto, simplemente cayó inconsciente, nadie quiso acercarse y solo esperaron a la ambulancia.
El hombre seguía vivo y al subirlo a la camilla, abrió los ojos débilmente, viendo a los paramédicos cuidandolo mientras la sirena avisaba de una emergencia.
Ante la sorpresa de los dos jóvenes, aquel hombre sacó la aguja de su brazo y se lo clavó fuertemente en la cien, desvaneciéndose de a poco.
_Todo se acabó...- fue lo último que dijo antes de morir.
Cuando volvió a abrir sus ojos, se vió cubierto por una extraña luz brillante, supo que era su alma. Para su temor sintió ser tomado del cuello nuevamente, haciéndolo temblar al volver a ver esa mirada pero ahora enfurecida. El fuego en sus ojos reflejaba toda su ira y su respiración era jadeante.
_Eres...un completo imbécil.
El grito desgarrador del hombre desapareció en medio de un eco y fuego al ser arrastrado velozmente al infierno por el mismo Lucifer. En el suelo se mostraba el rastro de sus dedos que habían tratado de aferrarse a lo que sea.
Jisoo suspiró y alzó los hombros, ella había esperado por el alma, pero al ver a Lisa allí, supo que aquel hombre recibiría el peor de los castigos.
***
Rosé miraba nerviosa a Jennie, la castaña estaba en una biblioteca, no había entrado al mall, le atrajo más la atención aquella nueva biblioteca en la ciudad. Lo que a Rosé le preocupada, era el libro que sostenía y leía, tan concentrada que parecía sumergirse en cada página.
"Lilith, la primera mujer de Edén"
_No es ella...- pronunciaba Rosé por lo bajo, casi como murmullos - no es ella, no es ella...
Rosé reaccionó de inmediato al notar a un extraño espectro aparecer velozmente y querer atacar a Jennie con una espada de fuego.
Rosé apareció detrás de Jennie y recibió el golpe con su propia espada. El espectro quiso volver a atacar cuando Rosé, con un grito, cortó por la mitad a aquel espectro, haciendo que muera y cayera en cenizas que fue desvaneciéndose como viento.
Rosé giró rápidamente a sus espaldas y notó varios más escondidos, observando a Jennie y evitando acercarse al ver cómo Rosé lo venció tan rápido.
_Q-qué...- observó a su al rededor, nerviosa. Habían muchos tratando de ocultarse al rededor de las demás personas - ¡Largo! - gritó enfurecida - ¡Váyanse de aquí!
_La reina...- escuchó las voces al unisono, de voces gruesas y distorsionadas - debe morir...¡La reina...- comenzaron a gritar -...debe morir! ¡LA REINA...DEBE MORIR! - repetían con más fuerza.
Rosé mantenía su espada con firmeza, los espectros se acercaban lentamente, pronunciando la frase como una secta. Jennie no se daba cuenta de nada, era como si no pasara nada al rededor.
Rosé estaba lista para pelear, cuando frente a ella y dándole la espalda, aparecía Jisoo flotando con los brazos abiertos, sonriendo de lado mirando a los espectros. Sus pies tocaron el suelo con suave y al mantenerse de pie, guío su mano a espalda y sacó su espada, viendo a los espectros divertida.
_Hola, querida - Jisoo pronunció sin mirar a Rosé - vine a ayudarte.
_¿Ayudarme? - preguntaba incrédula - ¿Por qué me ayudarías?
_Te lo dije - la observó sobre su hombre - ella se va a enterar y estoy segura...que en cualquier momento vendrá.
Rosé se mostró desconcertada.
_¿Qué es lo que pasó?
_Un hombre tuvo un sueño - se iba preparando, los espectros comenzaban a rodearlas - gritó a los siete vientos que ella había vuelto - Rosé miró a su al rededor, ahora entendía que hacían ellos allí - el imbécil se mató y Lisa se lo llevó al infierno. Cuando ese hombre hable - sonrió con malicia, deseosa a que ese día llegue. Jennie detuvo su lectura, parecía estar concentrada en algo diferente que no era el libro - el ángel caído vendrá en busca de su mujer, más nos vale que esté bien...
***
Lisa torturaba al hombre haciéndole sentir todo el dolor imaginable. Aún no quería preguntar, solo quería verlo sufrir por el atrevimiento de ocultar la verdad sobre su reina, su mundo.
Lisa lo veía seriamente, cuando escuchó el aleteo bajando detrás de ella y cerró los ojos con frustración. Giró a ver con una fingida sonrisa y se encontró con un ángel de luz guerrero frente a ella.
_¿Es necesario tanto brillo? - opinó Lisa con gracia - como les gusta ser el centro de atención.
_Regresa el alma que robaste - fue directo.
_¿Yo robé un alma? - preguntó ofendida - ¿Yo?
_No hagamos esto más largo, Lucifer. Sabes que me llevaré el alma, no debe estar aquí.
_¿Y por qué tan interesados en esta alma? - preguntó con intriga - ya he robado millones de almas, pero nunca...vinieron por ellas - notó la inseguridad en la respiración del ángel - Dios te envió, ¿Verdad? - sonrió con malicia - él sabe...que este hombre sabe lo que tantos años he buscado.
_¡Que regreses esa alma! - gritó sacando su espada de fuego turquesa.
Al instante salió despedido quedando aprisionado contra la pared, Lisa solo mantenía la mano izquierda en alto y lo obligaba a no moverse, Lisa mantenía su lugar y giró a ver nuevamente al hombre que seguía gritando.
_Escuchame bien - pronunció con advertencia - te daré solo una oportunidad y te dejaré ir al cielo. Piensa en aquella mujer con quien soñaste, recuerda su rostro y muéstrame cada detalle. Necesito verla y te dejaré libre.
_¡NO! - el ángel gritó enfurecido.
***
Jisoo y Rosé mataban fácilmente a los espectros, pero eran muchos los que llegaban que muchas veces recibían algún rasguño. Jisoo abrazó a Rosé y giró con ella protegiéndola con su espalda. La espada del espectro se rompió y girando lo cortó por la mitad, recibiendo a otro de inmediato.
_¡Son demasiados! - Rosé peleaba con uno tras otro.
_¡Es entendible! - Jisoo desarmó a uno de una sola patada - ¡No quieren que la reina vuelva! ¡Se quedarían sin tierra donde vivir!
_¡Yo tampoco quiero que ella vuelva!
_¡¿Y entonces qué haces peleando?!
_¡Es mi humana, debo cuidarla!
Jennie mantenía su vista en ese párrafo desde hace minutos. La castaña se puso de pie y dejando el libro sobre la mesa, se dirigió a la salida.
_Hey, debe dejarlo donde estaba - pronunció la señora desde su escritorio, pero Jennie la ignoró y salió de la biblioteca.
Casa paso que daba unas manos negras que salían de la tierra intentaban sostenerla, pero Jisoo y Rosé cortaban las manos que aparecían en cada lado. Estaba siendo mucho.
De pronto, Jennie comenzó a correr sin alguna explicación clara. Dejó caer su mochila al suelo y corrió como si estuviera huyendo. Jisoo y Rosé no tenían tiempo de preguntarse el porqué, solo sabían que al estar corriendo las ayudaba mejor a protegerla.
Jennie tropezó cuando una de las manos logró sostenerla, pero Rosé la cortó de inmediato. La castaña se levantó y siguió corriendo, sus respiración era acelerada y el sudor se reflejaba en su rostro.
Cruzaba la cancha de fútbol que se encontraba solitaria, iba a mitad del camino cuando nuevamente cayó, intentaba levantarse pero sus piernas estaban paralizadas, las manos la sostenían con fuerza.
Jisoo saltó con fuerza y levantando su espada mientras caía, cortó las manos en fila logrando que Jennie pudiera moverse y seguir corriendo.
_¡Creo que lo sabe! - gritó Jisoo cuando Rosé cayó a su lado de pie, también había saltado.
_Dios...- pronunció Rosé con un leve temor al notar los miles de espectros que venían de cada lado - será...imposible.
Jisoo suspiró, tomó con firmeza su espada y dando un grito de guerra, cortó furiosa a los que venían detrás. No iba a dejar de pelear.
Rosé se mantuvo detrás de ella, cuidando su espalda. Miles más venían, los cortes en su cuerpo estaban siendo constantes, estaban perdiendo por más que se esforzaban.
Jennie corría y pudo escuchar el gruñidos detrás de ella. Estaban por atraparla, cuando una inmensa onda se humo negro y rojo golpeó el suelo frente a ella como si de un meteorito se tratase.
Todo fue cubierto y las fuertes ondas fue destrozando en pedazos a los miles de espectros que se encontraban a varios metros al rededor, dejándolos cenizas.
Jisoo protegía en un abrazo a Rosé y ambas levantaron lentamente la mirada, jadeantes por las peleas. El humo fue expandiéndose y la visión mostró lo que ya se imaginaban.
Jennie se mostraba perdida en aquella mirada rojiza, agitada. Lisa la sostenía de la cintura pegándola a su cuerpo y sus ojos analizaban su rostro lentamente. Sus dedos temblaron apenas tocó su mejilla y Jennie cerró los ojos en un suspiro.
_Lilith...- pronunció Lisa, sus ojos se cristalizaron al ver nuevamente esa mirada gatuna observarla - volviste...
Los truenos se hicieron presente y la lluvias cayó a sus cuerpos junto a fuertes vientos y rayos, pero sus miradas seguían perdidas en la otra, ignorando por completo la ira en el cielo.
Voten ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro