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Capítulo 21

Lisa había esperado horas a que Lilith llegara, pero no fue así. Al no recibir alguna señal de ella, decidió caminar por las calles de otro país, uno en donde el sol aún estaba presente. Al encontrarse en un país distinto y en el que tenían un idioma diferente, decidió acoplarse por completo.

Una pequeña niña que comía de su helado en el parque, quedó boquiabierta al ver a esa mujer asiática que salía del callejón, transformarse en una joven pelinegra de ojos verdes. Nadie más la había visto, y aquello Lisa lo sabía, los niños siempre son más atento.

Le pidió silencio colocando un dedo sobre sus labios y sonrió levemente, viendo divertida el rostro desencajado de la pequeña. Incluso quiso avisar a su padre que estaba sentado a su lado, pero al tener la atención del mayor, Lisa ya no estaba, había desaparecido.

Seguía caminando por la concurrida calle, cuando detuvo sus pasos al escuchar las noticias de una tele, este se veía detrás de unas vitrinas de una tienda. En ella se mostraba los destrozos que había causado las fuertes lluvias. Estaban transmitiendo la noticia en vivo, cuando comenzaron a grabar a una mujer, era un anciana que se mantenía en medio de un río predicando la palabra de Dios.

_No...- Lisa suspiró profundamente - otra vez no...- desapareció de inmediato.

Apareció entre toda esa gente que le pedía a esa mujer salir, había señales de que un gran desborde se acercaba, iba arrastrando todo, causando peligro para todo lo que esté cerca.

Nadie podía escuchar las palabras de la mujer por la distancia, pero Lisa sí podía, escuchaba perfectamente a la mayor pedir a Dios que detenga aquel desastre que se avecinaba. Cerca estaba su hogar, su pequeño pueblo, estaba su familia. Lisa pudo ver su corazón, era una buena mujer, un alma caritativa, un alma pura.

_Dios es grande, Dios es más fuerte que esto - la mayor sostenía su biblia en mano, no se retiraba incluso al ya escuchar el fuerte ruido de las piedras que el desborde traía - Oh, amado padre, en tí confío, en tí me apoyo. Solo con tu gracia estaremos a salvo. Pongo mi vida en tus manos, oh gran salvador de la tierra. Te suplico que pares esto con tu gran poder.

Lisa observó a unas jóvenes llegar, eran dos hombres y una mujer. Supo de inmediato que eran sus hijos, veían aterrados a su madre en medio del río. A lo lejos, el lodo y piedras se acercaban a una velocidad y fuerza mortal.

_¡Mamá!

Los jóvenes corrieron a ella, pidiendo a gritos que saliera del camino del río, pero la anciana seguía hablando. Lisa observó con tristeza a mujer, cuando pudo ver a Jisoo aparecer a su lado. Ambas cruzaron miradas, notando la tristeza en ambas. Sabían lo que pasaría en segundos.

Los gritos de desesperación y dolor no tardaron. El lodo arrastró a la mujer con fuerza, como si hubiera sido un golpe en seco. Las personas quedaron atónitos, los hijos gritaban en llanto, viendo desaparecer a su madre entre todas esas piedras y lodo. Su cuerpo fue arrastrado por completo, la mujer había muertos en solo segundos. Su hijo mayor aún corría siguiendo todo el desborde, esperanzado a poder sacar a su madre, esperando un milagro.

Lisa apareció a una distancia prudente de Jisoo, ella recogía el alma de la mujer en una esfera. Lisa se acercó a ella, cuando vió extrañada que volvía la esfera en rojo con sus dedos.

_¿Qué haces? - Lisa preguntó - ¿Por qué irá al infierno? Ella fue una buena mujer.

_Lo sé...- Jisoo respondió, apenada - pero cometió un pecado...en el último segundo de su vida.

_¿Pecado? - estaba desconcertada - ¿Qué pecado cometió?

_Dudó de Dios...- Jisoo bajó la mirada, suspirando - tuvo miedo y dudó de él.

Lisa se mantuvo en silencio, miró al cielo y reprimió su enfado. Era increíble el ego de su padre, podía perdonar cualquiera pecado, hasta el más inhumano, pero menos que duden de él, menos que no crean en él.

_Dale un lugar digno - ordenó Lisa sin quitar la mirada del cielo - dale un lugar que merece por ser una buena mujer toda su vida.

_No podemos-

_¡Obedece!

Jisoo bajó la mirada nuevamente, pero esta vez de temor. Asintió y desapareció de inmediato, dejando a Lisa aún reprimiendo sus emociones.

_Te sirvió toda su vida...- pronunció Lisa, sonriendo en negación - nunca es suficiente para tí.

Giró una última vez a ver a esos jóvenes al escuchar sus llantos. Observó en sus corazones, ellos también eran buenos humanos, nobles como su amada madre.

Cerró los ojos, y al abrirlos, se encontraba nuevamente en su hogar. Aquello le recordó porque no le gusta estar entre los humanos. El mundo estaba lleno de dolor, de lágrimas, de maldad.

Tomó asiento en el sillón y suspiró profundamente, cuando recibió un mensaje en su celular. Era Jennie, pidiéndole que venga a la cafetería en ese instante. Lisa observó la hora, eran las cinco de la madrugada.

Le pareció extraño y apareció de inmediato frente a la cafetería, ya en la apariencia que le gustaba. Se arregló el cabello, el traje, pero cuando sostuvo su sombrero para limpiarlo, recordó las palabras de Jennie, ella siempre la veía con la misma ropa.

Eso no era normal en humanos, mínimo tendrían al menos dos conjuntos de ropa.

Así que desapareció su sombrero, se despeinó un poco como si recién se hubiera despertado y su traje desapareció a la vez que apareció una pijama amarillo en ella. Se acercó a la puerta y tocó el timbre, esperando a que Jennie salga, pero solo escuchó un: "sube", que venía desde la terraza del segundo piso.

Lisa comenzó a flotar para subir, pero se dió cuenta de lo que estaba haciendo y se hizo caer de inmediato. Vió nerviosa que nadie la haya visto e ingresó de rápidamente a la cafetería.

En la terraza esperaba Jennie, estaba en pijama, viendo la hermosa luna que brillaba para ella. Escuchó el carraspeo de Lisa y giró, viéndola usando una tierna pijama amarilla de patos.

_¿Me vas a terminar? - preguntó Lisa directamente, siento tímida.

Jennie frunció los ceños, observándola en brazos cruzados.

_Ni siquiera hemos comenzado una relación - respondió la castaña.

_Nos hemos besado - señaló Lisa, segura en su razonamiento.

_Sí, así como tú con otra - Jennie se veía seria, esto hizo que Lisa bajara la mirada - me fuiste desleal incluso antes de comenzar, ¿Cómo crees que me hace sentir eso?

_No te fuí desleal - respondió apenada - es un malentendido.

_¿Sabes? - Jennie fue retrocediendo de manera lenta, dejando extrañada a Lisa, estaba cerca de la orilla.

_Jennie...- comenzó a temer que cayera.

_Soy alguien muy sensible - se subió al borde, poniendo nerviosa a Lisa - que hicieras eso, me dolió mucho - confesó - sentí que algo por fin me salía bien, confíe en que así era.

_Jennie...- quiso acercarse, pero frenó al ver a la castaña levantar la mano en señal de alto.

_Y como soy muy sensible y ya estoy cansada de esto, creo que me mataré.

_¿Q-qué? - Lisa estaba desconcertada.

_Hubiera sido genial tirarme de un edificio, pero no tenía los permisos de subir a uno - sonrió - ¿Creés que dos pisos sean suficientes?

_No lo hagas, solo te vas a lastimar - trataba de buscar una idea para evitar que cayera.

_Si me golpeo la nuca, quizá muera - caminaba con confianza por el borde - ¿Creés que eres tan rápida para salvarme? - Lisa se mostró extrañada ante su pregunta - si caigo, al ser solo dos pisos, tendrías menos de un segundo para atraparme. No podrías, eso sería inhumano - se mantuvo recta, mirando a Lisa - ¿Puedes salvarme? - sonrió levemente - ¿Mi ángel caído?

Aquellas palabras fueron suficientes, para que al momento en el que Jennie cerrada los ojos y se dejara caer de espaldas, sintiera solo flotar. Abrió los ojos lentamente, confiando en que Lisa la sostenía, pero no estaba. Se observó a sí misma y estaba a solo unos centímetros del suelo, flotando recostada.

Levantó la mirada y observó a un ser brillante, de mirada rojiza y piel pálida, mirándola desde el borde del segundo piso. Era Lisa, usando nuevamente tu típico traje, se veía realmente hermosa con ese aura rojo a su al rededor, con esa mirada penetrante, que pondría nervioso a cualquiera.

Jennie fue llevada lentamente hasta quedar frente a Lisa, sus pies tocaban el aire, pero no temía, sabía que estaba a salvo. Lisa levantó su mano con lentitud, llegando a la mejilla de Jennie, acarició con delicadeza, sintiendo su cálida piel.

_Lo sabes...- Lisa se veía nostálgica.

_Hablé con Lilith - Jennie la admiraba - me dijo quién eres, quién soy.

_¿Por eso te dejaste caer?

_Solo eran dos pisos, había pocas posibilidades de que muera.

_No importa de que altura sea, no quiero que salgas lastimada - bajó sus caricias por su cuello, por su hombro, bajando hasta llegar a su mano y sostenerla.

_Sabía que me cuidarías - fue bajando con cuidado a la terraza, siendo guiada por Lisa con suavidad - siempre me cuidaste, ¿Cierto?

_No podía hacerlo como quería...- confesó - si me das permiso de entrar a tu mente, podría saber cuando me necesitas - Lisa no se perdonaba ese día en el que Jennie estaba en peligro con ese hombre, debió evitarlo desde un comienzo.

_¿Desde cuándo sabes que soy Lilith? - podía ver los ojos de Lisa estar a punto de cristalizarse - ¿Me esperaste mucho?

_Sí...- la voz de Lisa se quebró - te esperé por tantos años.

Jennie sonrió con tristeza al verla así.

_Aún no recuerdo quién soy, no tengo algún recuerdo de cómo fue nuestro pasado, pero estoy segura que me explicarás - Lisa asintió, sintiendo las caricias de Jennie en su mejilla - por ahora...solo deseo hacer algo.

_¿Qué...? - Lisa se veía muy tímida.

_Te permito entrar a mi mente...

Lisa la observó directamente, necesitaba saber si estaba segura, y al confirmarlo, pudo saber sus pensamientos en ese instante. Una sonrisa apareció en ambas, Lisa no dudó en atraerla con delicadeza de la cintura, besando los suaves labios de la castaña.

Rosé estaba sentada en borde del techo de la casa de al frente, estaba viendo todo desde hace minutos, al parecer Lucifer siempre ignora su presencia.

***

En el infierno, Jisoo estaba de pie al lado del nido; esperaba a que la mujer mayor saliera de aquel pequeño trance que tenía cuando le quitaron todo el dolor, sus emociones, y la mayoría de sus recuerdos. Cuando levantó la mirada, Jisoo sonrió levemente al verla rejuvenecer, era como si hubiera vuelto a nacer.

_Bienvenida - Jisoo se acercó a ella, la mujer veía a su al rededor, confundida - supongo que no necesito explicarte cuál será tu trabajo.

_No - respondió con voz suave - lo sé.

_¿Y tu trabajo es? - Jisoo sabía que entendería su trabajo sin tener que decirlo, así como ella lo supo sin que Dios se lo diga.

_Cuidar de esos huevos - respondió tranquila - cuidar de los hijos de Lucifer y Lilith.

_Exacto - Jisoo sonrió - así tendré tiempo de buscar a la ex novia de mi sobrino - sacó su pequeño cuaderno - ¿Sabes lo difícil que es buscar un alma? Y sobre todo por este lado del mundo, casi todos se llaman igual - bufó - humanos.

_¿Cuál será mi nombre? - preguntó.

_¿Un nombre? - Jisoo quedó pensativa - ¿Cómo te llamabas cuando eras humana?

_Tiamat.

Aquella respuesta dejó desconcertada a Jisoo, pensativa.

_¿Tiamat? - trató de no pensar en eso por el momento - está bien, sigue con ese nombre - pronunció nerviosa - seguiré en mi búsqueda - desapareció de inmediato.

La mujer no mostraba ninguna expresión, solo miraba a esos huevos que se movían por ocasiones.

_¡Tía! - Levi aparecía en medio de humo, llamando la atención de la mujer - ¿Ya encontraste a mi cuñada? - su mirada se encontró con Tiamat, quedando sin palabras por la hermosa ángel - hola - sonrió nervioso.

_Levi - pronunció con simpleza, sin expresión.

_¿Me conoces?

_He soñado contigo por mucho tiempo.

Voten ❤️

El sábado habrá maratón 😊

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