IV
Willow se giró, reconociendo la voz perfectamente.
Una suave sonrisa se formó en sus labios al observar a Regulus.
-No hace falta que te vayas, puedes quedarte si quieres.
Regulus miró a la desconocida con confusión varios segundos, barajando sus opciones.
Acabó por sentarse junto a ella, dejando una larga distancia entre sus cuerpos puesto que llegó a la conclusión de que era mejor que una desconocida le viera en aquel estado a que lo hicieran cualquiera de sus compañeros de habitación.
Willow volvió a sonreírle al ver que se sentaba a su lado. La chica se había dado cuenta de los ojos rojos y las lágrimas secas que había en las mejillas de Regulus, pero decidió no decir nada al respecto.
El silencio reinó entre ellos, pero no fue uno incómodo, al menos para Willow. Regulus por su parte lanzaba miradas tensas a la desconocida, por mucho que lo único que quisiera en aquel momento fuera llorar por todo lo ocurrido con su hermano no podía bajar la guardia, al menos no ahora.
El chico se sobresaltó al sentir que algo rozaba su mano, giró su cabeza hacia esta y vio como un pequeño lagarto comenzaba a escalar su brazo.
Cuando estaba a punto de sacudirlo para poder quitarse a la criatura de encima, la mano de la chica desconocida le detuvo.
Ella cogió con delicadeza al pequeño lagarto entre sus manos y acarició su lomo.
-Siento lo de Jude, es muy curiosa.
Regulus observó como la chica acariciaba delicadamente al lagarto, y como este subió por su brazo hasta tumbarse en su hombro.
-¿Es tuya?
Preguntó con confusión. Nunca había conocido a nadie que tuviera un lagarto que no fuera un sapo de mascota.
La chica asintió mirando a las estrellas.
-La encontré cuando era pequeña, unos niños cerca de mi casa habían estado lanzándole rocas y estaba herida, la curé y desde entonces no se ha separado de mi. Excepto este último mes, que lo ha pasado en casa de Pandora.
Regulus observó divertido como la chica le decía aquella última frase al lagarto, con cara de pocos amigos y este acarició su cabeza contra el cuello de su dueña, quien en seguida esbozó una sonrisa.
Willow volvió a agarrar su ukelele y acarició las cuerdas de este, dejando salir un sonido tranquilizante.
-No tienes que hablar de ellos si no quieres, pero puedo notar que tienes la cabeza llena de cosas, oigo tus pensamientos desde aquí.
Regulus frunció el ceño confuso ante las extrañas palabras de la chica. ¿Oír pensamientos? ¿Sabía hacer legeremancia?
Al darse cuenta de la mueca del chico Willow soltó una pequeña risa.
-No puedo leerte la mente si eso es lo que estás pensando. - Dijo a pesar de que acababa de volver a hacerlo. - Es solo que soy perceptiva, se nota cuando la gente sufre.
Ante las palabras de la chica, Regulus pareció encontrar mucho más interesantes sus manos que cualquier otra cosa alrededor, puesto que centró su mirada en ellas.
Tras un par de segundos Willow suspiró sabiendo que no obtendría respuesta y comenzó a tocar su ukelele.
Esta vez no cantó, pero solo la melodía del desconocido instrumento fue suficiente para que Regulus relajara sus tensos hombros, aún sin mirar a la chica, centrado en las estrellas.
-Somewhere over the rainbow
Bluebirds fly
And the dream that you dare to
Oh why, oh why can't I? I...
La voz de Willow comenzó a entonar una canción desconocida para Regulus una vez más.
-Someday I'll wish upon a star
Wake up where the clouds are far behind me
Where trouble melts like lemon drops
High above the chimney top that's where you'll find me...
Una lágrima se deslizó por la mejilla de Regulus ante la letra de la canción. El también quería despertarse un día y que todos sus problemas desaparecieran, ir a un lugar donde nada malo pudiera pasarle.
Tan pronto como la lágrima cayó, Regulus se apresuró a limpiarla y se giró hacia la desconocida, temiendo que esta le hubiera visto.
Se encontró con la imagen de la chica tocando el instrumento, cantando con los ojos cerrados y una pequeña sonrisa, que no había abandonado su rostro desde que la había conocido.
Cuando ella dejó de cantar le miró de nuevo con esa sonrisa.
-Me temo que ya es momento de que me vaya a la cama, mañana habrá que levantarse temprano. - Dijo poniéndose de pie. - Ha sido un placer pasar este rato contigo Regulus Black.
Y con eso comenzó a andar hacia el interior del castillo, dejando a Regulus sólo en los jardines con muchas preguntas en su cabeza.
¿Quién era esa chica? ¿Cómo es que nunca la había visto antes? Y lo más importante ¿cómo demonios sabía ella su nombre?
¡Hola!
La primera conversación de Reg y Willow. Sé que el capítulo es un poco más corto de lo normal, pero quería centrarme solo en eso :)
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¿Tenéis parte favorita?
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