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II

Willow detuvo su carro frente a la pared de ladrillo que llevaba al andén nueve y tres cuartos y se giró hacia su familia.

-Nos vemos en navidades.

Dijo con una dulce sonrisa.

Jocelyn se apresuró a envolverla en un fuerte abrazo.

-No te metas en problemas e intenta que no me lleguen muchas cartas porque tu y tus amigos os habéis vuelto a colar en el bosque ese.

La chica asintió ante las palabras de su madre al ser liberada del abrazo, pero ambas sabían que aquello no ocurriría. No había nada que pudiera mantener a Willow alejada de el bosque prohibido, allí era donde se encontraban todas las criaturas mágicas y eso significaba que Willow estaría allí.

Su hermano le dio un pequeño golpe en el brazo a modo de despedida y Willow se giró y agarró su carro, dispuesta a atravesar el muro.

-Odio esto. ¿No podían poner una puerta invisible o algo así?

Escuchó gruñir a su madre antes de correr y atravesar la pared.

Una vez atravesó el muro se vio embutida en una gran multitud de padres e hijos corriendo de un lado a otro. Willow agarró fuerte su carro con su baúl y se dispuso a entrar al tren que la llevaría a Hogwarts sin prestar mucha atención al resto de personas.

Entró al primer compartimento vacío que vio y se desplomó en uno de los asientos.

No pasó mucho tiempo hasta que la puerta del compartimento fue abierta por un chico de largos cabellos rubios y de mirada intensa, que le dedicó una sonrisa.

-Will, me alegra ver que llevas los pendientes que te di, desde el comienzo de verano han comenzado a aparecer cada vez más, he estado haciendo colgantes.

Willow asintió sonriente agarrando el colgante que su amigo le ofreció y se lo colocó sin dejar de escuchar todo lo que este contaba.

Lo cierto es que Willow nunca había visto un nargel ni sabía muy bien lo que era, pero no tenía ningún motivo para no creer a Xenophilius. Si había personas capaces de volar en escoba, ¿por qué no nargels?

Los amigos charlaron durante unos minutos más hasta que la puerta fue abierta de nuevo.

Pandora entró al compartimento en silencio y se acercó a Willow, posando sus manos en las mejillas de esta, algo que le encantaba hacer.

Willow frunció el ceño divertida cuando sintió que Pandora apretó levemente sus cachetes.

-Hola Willow, te dejaste algo en mi casa cuando fuiste a verme este verano.

Tan pronto como Pandora terminó su frase, un pequeño lagarto de color verde salió de entre sus cabellos, andando por el brazo de la rubia hasta llegar al hombro de su ama.

-¡Jude!

Exclamó Willow acariciando a su pequeño y verde geco.

Cuando aquel verano había ido a visitar a Pandora, el pequeño lagarto se separó de su lado para explorar la casa de su amiga y cuando Willow se tuvo que ir Jude no estaba por ninguna parte. Habían pasado un mes separados, lo que al parecer había puesto al pequeño lagarto más cariñoso de lo normal.

Willow acarició a Jude una vez más para volver su atención a Pandora e imitar su gesto, acariciando las pecosas mejillas de la pálida muchacha.

-Gracias por cuidar de él Dora.

La nombrada asintió con una sonrisa y se separó de su amiga para dirigirse a Xenophilius, a quien saludó con un corto beso en los labios.

Jude bajó del hombro de Willow hasta su regazo, donde la chica se acomodó acariciando al pequeño lagarto.

-Creo que estoy a punto de crear una poción nueva que pueda hacernos ver a través de la piel. Veréis, solo me falta averiguar tres posibles ingredientes....

Y mientras Pandora hablaba de sus pociones e inventos absolutamente todos en el lugar prestaron atención. Así era su amistad, los tres eran personas únicas con gustos muy marcados y que tendían a no ser entendidos por el resto. Pero entre ellos nunca había un mal comentario o un desprecio, juntos podían ser ellos mismos, unos bichos raros, sin temor a que nadie les juzgara.




~°°°~



Willow se sentó en la mesa de Hufflepuff junto a Pandora, ambas escuchando el discurso de Dumbledore.

Tanto las palabras del director como los ánimos en el colegio eran bajos y algo tristes.

A estas alturas no había nadie en el mundo mágico que no supiera el nombre de la persona que creía firmemente que los muggles, los traidores de sangre y los hijos de muggles debían ser exterminados y estaba tomando acciones para que así fuera.

Pero a pesar de que todo el mundo lo conocía, nadie se atrevía a pronunciar el nombre de aquel aterrador hombre, ni siquiera sus aliados.

Bajo la opinión de Willow todo el argumento de el que no debe ser nombrado era una gran mentira. Para ella muggles y magos eran iguales y ambos merecían derecho a vivir.
Tampoco consideraba que los magos fueran superiores, ya que a pesar de que los magos poseían extraordinarios poderes, los muggles tenían avances tecnológicos con los que los magos no podrían soñar.

Volver a su hogar donde no se hablaba de magia más que para que ella relatara como le iban las clases hacía que, de alguna retorcida manera, se olvidara de que había un mago peligroso tratando de acabar con los que eran como ella.

Un escalofrío recorrió la espalda de Willow cuando Dumbledore mencionó que el número de víctimas muggles había subido aquel verano.

Notando que su amiga no se encontraba bien, Pandora agarró su mano entre las suyas y las acarició suavemente, tratando de transmitir que todo iría bien.



~°°°~



Willow no pudo dejar de pensar en los ataques a muggles durante toda la cena, por eso, cuando llegó el momento de que cada alumno se fuera a su sala común, le dijo a Pandora que fuera sin ella.

Salió a los patios del castillo y se sentó en el césped.

Sabía que probablemente estaría castigada si alguien la pillaba fuera del castillo en horas de dormir, pero el estar bajo las estrellas, sentada en el verde césped y la leve brisa que golpeaba su rostro aportaban una tranquilidad que hacía que el castigo mereciese la pena.

-Accio ukelele.

Susurró con su varita en alto.

El instrumento no tardó demasiado en llegar a sus brazos y Willow acarició las cuerdas de este, sintiendo esa sensación de satisfacción que le aportaba la música.

El sonido de Jude en su hombro le hizo sonreír.

-¿Qué opinas Jude? ¿Quieres oír la canción de la que viene tu nombre?

Deslizó sus dedos por el instrumento y abrió sus labios, la letra de Hey Jude de los Beatles saliendo de estos.

Cerró los ojos mientras el estribillo de la canción salía de su garganta, pero se detuvo al escuchar unos pasos apresurados que se frenaron justo detrás de ella.

-No sabía que había nadie aquí, me iré.

¡Hola!

Segundo capitulo y Willow empieza su quinto año en Hogwarts.

Me encanta la amistad que tiene con Xenophilius y Pandora y no puedo esperar a escribir más de ella :D.

¿Quién creéis que será la voz tras Willow?

Gracias poe leer y no os olvidéis de votar y comentar si os ha gustado. <3

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