Un ave con una sola ala
Baje del auto negro que había mandado Saori, el viento soplo en mis tobillos, llevando consigo unas cuantas hojas; me abrace mientras caminaba hacia el interior de la mansión.
Vi como la puerta se abrió, mostrando la figura de Saori, con un vestido blanco con rosa, unos guantes y los labios pintados. Perfectamente una dama, ruedo los ojos, una vez estoy delante de ella, la contemplo quitándome la máscara.
—. Creí que no vendrías.—confieza
—. Acabemos con esto, Saori.—dije con cierta rudeza en mis palabras
Ella suspira, y me mira con cierta dulzura.
—. Pasa, hace frío y aún no curas lo suficiente.
«Bofetada con guante blanco, toma eso ____________» pensé, retorciéndome en lo más profundo de mi ser. «Tranquila» me dije y entre detrás de Saori. Ella le pidió a Tatsumi unos tés, mientras caminabamos ella hablaba sobre los días en el torneo galáctico. Cuando llegamos a la sala de estar espere a que añadiera algo más.
—. Tu siguiente pelea iba a ser con Ikki, ¿Verdad?—dice mientras Tatsumi trae los tés frente a nosotras.
—. Si... Bueno..., Supongo que será ahora el caballero del león.—hago una mueca
Ikki, el caballero del fénix, quien perdió a quien más amaba en la isla de la muerte, quien incluso se perdió así mismo en el odio, queriendo matar a su hermano y a sus compañeros, golpeando en lo que más nos dolía. A mí, Rokuro. Al final se arrepintió de sus actos, demasiado tarde.
—. Se muy bien que, tu armadura no está completa... Por lo mismo de que Rokuro tiene la otra parte, para crear uno solo.—comienza Saori.
—¿Sabes algo de Rokuro?—cuestiono al instante
Ella me observa, bebé un poco de su té y luego cierra los ojos...
—. No, pero, ¿Que harías si tuvieras que pelear con el?—musita, seguido de ello me mira a los ojos.
Estoy a punto de protestar, cuando regresa a mi la imagen de Ikki, Shunn era su hermano y aún así, tuvieron que luchar.
—. Lo haría.—respondo—. sin lugar a dudas, con tal de salvarle.
—¿Por qué?—cuestiona Saori extrañada
Y por primera vez en mi vida, siento que reflejo una pequeña parte de mi a la chica delante de mi.
—. Porque lo amo mas de lo que yo misma puedo imaginar.—respondo—. Rokuro haría lo mismo conmigo. Pero también buscaría mi mayor bien.
Nos quedamos en completo silencio. Parece sopesar lo que acabo de decir, cierta desconfianza se crea en mi interior ante las acciones de Saori.
—. Mi abuelo me dijo que, cuando llegara el momento te diera algo.—añade—. Debido a qué la armadura del ave de fuego está incompleta, cada uno debe llevar un arma, similar al de Andrómeda. Solo que, debió a qué el ave del sol y el ave de luna eran destinados para una chica y un chico, se les obsequio un accesorio más.
—¿Que quieres decir?—pregunto con cierto recelo.
*. *. *.
Narra Hyoga.
Nos encontrábamos en una de las bibliotecas más antiguas de Japón, Shunn estaba acompañándome; algo nos había extrañado en los últimos días y la respuesta estaba aquí.
—¿Ya lo encontraste?—me pregunto Shunn en un susurro
—. No, pero estoy seguro de que...—en eso mi vista es robada por un libro en particular—. Es ese.—señalo
—. Pero, exactamente, ¿Que buscamos?—dice Shunn a mis espaldas
—. Hay algo que nos está atormentando a todos, pero sobre todo, esa energía se asemeja a la de ________; pero es el doble de fuerte, ¿No se te hace extraño?—inquiero tomando el libro
—. Ciertamente, pero he tenido mis sospechas con Rokuro, es decir, es el único que...—ambos nos quedamos mirándonos, "el único que no ha vuelto"
Entonces la vista de Shunn se posa a un lado de mi.
—. Hyoga, ¿Que es eso?—pregunta
Me giro y me encuentro con el libro de Nemesis.
—. La leyenda ...—susurro
*. *. *.
Narra __________
—. Aquí está.—Saori deja encima de la mesa un baúl—. Esto te pertenece, _______.
Arqueó una ceja, incrdula de lo que me acaba de decir. Abro el baúl y me encuentro con un látigo largo, la cuerda forrada en plata, fina y en la punta yace una estrella fina, tan fina como para hacer un corte profundo y único.
—. La estrella de la mañana...—susurro impresionada—. Es bellísima.
*. *. *.
Narra Shiryuu
Estaba en medio de la meditación, o bueno, en un sexto intento, no lograba concentrarme cuando sonó el teléfono del lugar.
—. Hermano, es Shunn—me hablo Shunrey
—¿Shunn?—ella asiente y me pasa el teléfono
—. Lo tenemos—dice en seco—. Es... E-es probablemente...
—¿Que dices, Shunn?—pregunto—. No te entiendo.
—. Es una suposición, pero de todas formas, velo tomando en cuenta—añade Hyoga.—¿Has visto a Seiya?
Seiya...
Mi mejor amigo....
—. No, ¿Que ocurre realmente?—pregunto
*. *. *.
Narra __________:
Caminaba en silencio, directo a mi casa, por más que Saori insistió con que me fuera en uno de sus autos, preferí mil veces irme caminando, tenía muchas cosas que pensar y sopesar por el momento.
Alcé el rostro al cielo, en busca de una señal, un mensaje o algo, pero fue inútil, solo había estrellas y oscuridad..
Sus palabras resonaron en mi cabeza, una y otra vez.
Hace una media hora atrás...
—. Lo sé... Se mi historia, y a lo que me estoy condenando.—le dije mirando el látigo—¿Por qué haces esto?
Ella me miro, cerró los ojos, sopesando sus palabras y ahora entendía porque...
—. De todos los caballeros, mi abuelo me contaba sus historias. Pero habían dos que siempre me gustaban. La de Pegaso y las aves espejo.—al ver qué no respondí u objete algo, ella siguió con su relato—. La historia de dichas aves se basaba más en la guerra que existía en los reinos. Azul y rojo.
"Por más que se buscaba la paz...
En un mundo lleno de dolor y desconfianza nacieron los primogénitos, que en medio del caos conocieron la primera palabra antes que otra; "guerra". Nacidos de bandos diferentes, los reyes pensaron en establecer un tratado de paz, está leyenda yace en Mistletoe.
Sin embargo, la tierra había Sido maldita y bendecida para otros..."
—¿Que quieres decir con "maldita y bendecidas para otros"?—pregunte con cierta extrañes.
—. Los primogénitos. El reino y su gente. Vivian bajo el poder de Nemesis.—respondio Saori con voz casi inuadible
".... El día del acuerdo llegó justo cuando los primogénitos se conocieron. Sin saber, su origen, si de verdad eran hijos de la tierra o del cielo... y con razgos similares, como si se estuvieran viendo en un solo espejo.
La amistad surgió, como un cariño familiar; sin saber que estaban haciendo promesas que se romperían una vez que la flecha había apuntado al rey del reino opuesto; el reino rojo.
La reina azul escapó antes de que la flecha alcanzara su corazón. Una nueva guerra había iniciado, y está vez, no iba a existir tregua que la parase. El desconocido se decía que había Sido la misma Nemesis. En castigo por no haber pagado sus pecados... "
—. La leyenda no es muy clara... Sin embargo, el final, es el inicio de tu hermano Rokuro y tu...
—¿Que ocurrió con los primogénitos?—cuestione completamente intrigada
Saori pasó la vista a la ventana de su derecha...
—. No lo recuerdo bien... Pero...—ella miró su taza frunciendo ligeramente el ceño.—. El primogénito cobro venganza, sin piedad por la reina... Un ave de fuego desplegó sus alas, así mismo como el ave azul extendió sus alas ante el dolor de la perdida...
"Dos pájaros lucharon hasta el final, creando un ave de una sola ala, una reflejada en la luz del día y otra la triste oscuridad... Los primogénitos, hijos de nemesis, reflejados en un espejo sin diferencia alguna.... Destinados a una guerra sin fin."
Actualmente...
—. Rokuro...—susurro
«Imposible...» pienso, sin embargo, de ser real ese destino con mi hermano...
—. No existirá salida.—escucho detrás mío
Alzo el rostro y mis sentidos están alerta, no veo a nadie cerca y el ambiente es silencioso, el viento mueve las ramas y entonces, escucho unos pasos, lentos y pesados dirigirse hacia mi.
—. Y ese día está por llegar...
Me quedo helada...
Sus ojos azules...
El cabello rubio...
—. Rokuro...
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