Cuando terminó de bañarse fue por la ropa limpia y comenzó a vestirse, al momento de colocarse el pantalón, fue hacia el espejo que estaba en una esquina de la habitación.

Miraba su reflejo y comenzó con la tarea de cepillar su cabello, siempre era su madre quien le ayudaba a peinarlo, pero puesto que ya no estaba en su castillo, ahora el debía hacerlo por si mismo. Al estar acabando recordó las muchas veces que le preguntó a su madre el por qué debía dejarlo largo.

"Es cuestión de honor, en nuestra época aquellos que tienen cabello largo son los que traen honor a su familia, si lo cortas es por que has deshonrado a todos.

Recuerda que tendrás honor siempre y cuando protejas a aquellos que amas y cumpliendo todos tus deberes, tanto contigo mismo y con todo aquel que esté a tu mando."

Sonrió al pensar en su madre, muchas personas la consideraban una mujer sin sentimientos, pues no los demostraba, pero cuando se trataba de su esposo, él y la pequeña princesa que tenía tan solo diez años, mostraba una faceta que nadie creería.

Tendía a mirar a su madre mientras peinaba el cabello de su hermanita y le cantaba una canción el japonés, la misma que le cantó en algún momento a él.

Bajó al gran salón y vio a todas las personas hablando entre ellos, los gemelos estaban junto a Kasumi y Sesshomaru estaba hablando con el general del Sur, Kagome se encontraba junto a lady Irasue, su suegra.

Tal parecía que aún estaban enojados, no le prestó más atención y caminó mirando todo el lugar, sintió una mano sobre su hombro y al voltear se topó con los gemelos.

-Nunca hemos hablado a pesar de estar bajo el mismo techo- dijo el de la derecha- mi nombre es Seishiro Taisho, un placer- hizo una pequeña reverencia
-Un gusto, soy Kichiro Yamamoto- repitió el gesto de Seishiro
-Yo soy Kei Taisho- el de la izquierda parecía un poco más frío, como su padre, pensó- tu padre es el General Naraku ¿no?
-Si- respondió al momento de enderezarse- ¿le conoce?
-Hace unos años lo conocimos- dijo Kei- en medio del bosque
-Oh, ya veo- su mirada viajó hasta Kasumi, quien estaba junto a Sesshomaru, no prestaba atención al relato de los gemelos, solo miraba la sonrisa de Kasumi, entonces notó que Seishiro paró de hablar y lo miraba esperando una respuesta, ¡demonios, si no hubiera estado tan metido mirando a aquella chica!- deberás perdonarme, no oí tu pregunta
-Pregunté si tienes más hermanos
-Si, tengo una hermanita de diez años- dijo recordándole- su nombre es Kyomi
-¿Y eres celoso con ella?- Seishiro lo miró dubitativo
-¿Celoso?- repitió un tanto burlón- ¿para qué?, algún día deberá sentar cabeza, con o sin mi aprobación
-Valla, que buena respuesta- Kasumi había alcanzado a oír la conversación- ¿por qué ustedes no son así?- miro a sus hermanos mientras se cruzaba de brazos
-¡Te cuidamos nada más, hmp!- Seishiro parecía indignado
-Si claro, lo que digas- se volteó hacia Kei ignorando a su otro hermano- ¿quieres bailar, Kei?
-No
-Que malo- realizó un pequeño puchero, uno que hizo latir apresuradamente el corazón de Kichiro
-¿Quieres bailar conmigo?- se ofreció inmediatamente- claro, si tus hermanos y padre no me matan en el intento
-No te preocupes, bailen- Seishiro tapó la boca de su hermano y se lo llevó junto a su padre

Kichiro le tomó la mano y la guió hasta el centro de la sala, posó una mano en su cintura y Kasumi puso una mano en su hombro, el baile era lento, disfrutaban del momento olvidando al resto.

Kasumi se sentía muy bien, mantenía los ojos cerrados para disfrutar el momento.

Kichiro observaba con una sonrisa los pómulos rosados de Kasumi, tenía ganas de acariciarlos, pero se contuvo ya que levantó la vista y Sesshomaru caminaba hacia ellos junto a Kei y Kagome.

-Kasumi- dejaron de bailar y ella volteó
-¿Si, padre?
-Ven, bailaras conmigo y tu madre con Kei
-Esta bien- se volteó hacia Kichiro- muchas gracias por el baile
-Es un placer, princesa

Cuando se alejaron Kichiro caminó hacia la mesa de cócteles, donde tomó un vaso con sake y lo bebió de un solo trago.

-Hola guapo- una dama de cabello castaño y ojos esmeralda estaba junto a el, llevaba un vestido un tanto ajustado que dejaba ver más de lo aceptable en una dama- ¿no quieres compañía?- interrogó acariciandole el brazo de manera muy insinuadora- podría hacerte pasar un buen rato- susurró cerca de su oído

Kasumi que bailaba con su padre observó todo, en su pecho se produjo un dolor y su corazón se oprimió, tan distraída estaba que sin percatarse pisoteo a su padre y ambos estuvieron a punto de caer.

-Lo lamento mucho- hizo una pequeña reverencia y salió del salón bajo la atenta mirada de Kichiro, Sesshomaru y Kagome

Kichiro al ver salir así a Kasumi fue tras ella sin prestar la mínima atención a la dama junto a el, Sesshomaru también fue tras ella para averiguar si se encontraba bien, pues su hija jamás había reaccionado así.

Ambos hombres llegaron al jardín trasero y la vieron sentada bajo un árbol, tenía una mirada triste y desolada.

-Kasumi- ambos hablaron a la vez y se miraron con una cara de pocos amigos- ¿estas bien?- otra vez, sus ojos sacaban chispas y mantenían la mirada del otro sin inmutarse
-Dejenme a mí hablar con ella ¿si?- Kagome quería reír al ver a los hombres matándose con la mirada- vuelvan adentro junto a los demás, iremos en unos minutos
-Como diga mi Lady- Kichiro miró a Kasumi una última vez y entró de vuelta al castillo
-Tu también Sesshomaru
-Es mi hija también
-Lo sé, pero ella necesita de su madre por ahora- dijo mirándolo con una sonrisa- ve a celebrar junto a tus hijos
-Hmp, bien- besó la frente de Kagome e ingresó al castillo

Kagome observó a Sesshomaru, y cuando lo perdió de vista fue hacia Kasumi, la cual al verla se relajó un poco más.

-Madre...
-¿Que ha pasado cariño?
-Yo...no sé muy bien- dijo jugando con el pasto- cuando lo vi con aquella chica mi corazón dolió, no se el porque
-Eso es simple- Kagome respondió con un brillo en sus ojos- estas enamorada de Kichiro.