Los recuerdos
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Escucho los gritos de sufrimiento del otro lado de la puerta, pero no podía hacer nada Orion no me lo permitía, su magia en cierta forma es más poderosa que la mía y aunque no fuera así él tiene más tiempo estudiando brujería que yo.

Había aceptado ayudarnos, él no quería formar parte del terror esparcido por Magnolia.

— ¡Déjame salir! — reniego

— Si sales te llevara con ella y no podrás ayudarlos — murmura entre dientes impidiendo mi paso 

— Zorel necesita mi ayuda.

— Para eso tienes que seguir con
vida — se encoje de hombros sin prestarme mucha importancia 

Después del caos viene el silencio, eso sucedía silencio era como si algo hiciera falta al estar acostumbrada al ruido.

Salgo corriendo y logró observar a Farah tendida en el suelo, Zorel estaba de rodillas mientras golpeaba su cabeza con el suelo.

— ¿Qué sucedió, qué haces aquí? — pregunto confundida 

Ayudo a Farah y llevo a Zorel a la sala, ninguno quiere decir algo, sus ojos están llenos de lágrimas y se refugian en una esquina escondiéndose entre sus brazos.

— Se llevaron a Flegt, van a cortar su cabeza enfrente de todas las brujas — dice Farah con debilidad 

— Lo intenté, pero no logré ayudarlo — murmura Zorel entre dientes 

— ¿Por qué volvieron?, estaban a salvo, no tenían que regresar. ¡Orion! — grito al ver que no sale 

— No quiero salir, Zorel va a  golpearme — grita desde el otro lado de la puerta 

— ¡Orion ven aquí! — ordeno

— Ya voy, no entiendo cual es el problema si Zorel esta aquí... — se queda en silencio al ver a Farah — Farah... ¿por qué volviste? — se queda parado intentado averiguar si realmente es ella

Orion pasa los dedos por los mechones de cabello de Farah mientras ella lo observa fijamente, ambos se quedan estáticos en ese momento.

— Flegt y yo teníamos un plan, íbamos a quitar la barrera que había, todo estaba bien, pero de alguna manera Magnolia nos encontró y se lo llevó — dice Farah desviando su vista de Orion

— yo estaba haciendo un café — murmura Zorel mientras sostiene su cabeza

— Tenemos que...

— Farah, dinos con exactitud cuál era tu plan — pregunta Orion

— Si Magnolia no está en el poder podemos convencer a las demás brujas de ayudarnos a eliminar la barrera, las luces no serán necesarias para poder regresar o volver simplemente viviríamos todos en paz.

— Vives un mundo fantasioso, eso no va a suceder — murmura Orion 

— ¿Yo vivo en una fantasía?, ¿disculpa acaso no estoy hablando con un brujo, un duende y una bruja? — dice Farah con indignación 

— Y un hada — indica Zorel 

— ¿Dónde está Gi? — pregunto al no verla en ningún lado 

— Salió hace un rato se supone que tendría que volver pronto, podemos quitarle su reinado a Magnolia.

— La única manera en que mamá deje el poder es para otorgarmelo y ella seguirá coordinando todo, solo somos títeres en su juego, en especial yo — murmura Orion 

— Entonces su cabeza va a tener que rodar por la plaza — dice Farah sin importar nada 

— Intentas hacerle algo a mi madre y te arrepentirás Farah, te prometí algo, pero si tu haces eso se me va a olvidar mi promesa.

Se acerca a ella de manera amenazadora aunque no se intimida sigue de pie intentando retarlo, ni un titubeo salía de ella, se miraba tranquila, segura de lo que hacía.

Ella no teme de nada, ni nadie incluso estaría dispuesta a recurrir a los golpes si fuera necesario.

— No pedí tu permiso — dice con firmeza 

— Pues prepárate para que la cabeza que ruede sea la de tu hermano — Orion esboza una sonrisa e impide que Zorel se aproxime a él, sale del lugar sin decir una sola palabra.

— Maldigo a toda su familia y sus descendientes — Farah murmura entre dientes 

— Algunas veces las maldiciones pueden jugar en tu contra, no te conviene hacer eso — advierte Zorel

— ¿Qué vamos a hacer?, no sabemos dónde está, Orion va a decirle todo a Magnolia, no tenemos ayuda de nadie, solo somos un duende que su poder es hacerse pequeño, confeccionar y comer, una bruja medio loca y una humana aunque muy lista no sirve de mucho.

— Este duende no solo confecciona y se hace pequeño. 

— ¿Qué más sabes hacer, zapatos? — pregunta Farah fruncido el ceño 

— Puedo ver el futuro — esboza una sonrisa 

— ¿En serio?, entonces dime que va a     suceder — cuestiona Farah

— A una torpe humana le darán un golpe.

Zorel le da un pequeño golpe en el hombro y Farah se lanza sobre él para devolver el golpe solamente que en su rostro.

— No tenemos tiempo, ¡Flegt esta por morir! — grito para separarlos 

— ¿Que hicieron? — escuchamos el grito de Gi — Me voy diez minutos y ustedes ya hicieron algo, ¿qué hace Farah aquí?

— Necesitamos ayuda... — digo en un murmuro

— Yo solo quería venir a ayudar... — Farah baja mirada 

— ¡Aster secuestro a Orion! — acusa Zorel 

— ¡Farah amenazó a Orion! — señaló a Farah

— ¡Zorel me dio un golpe! — reniega Farah 

— ¡Siempre es lo mismo con ustedes!, vamos a la biblioteca debe de haber algo que nos ayude, tenemos que prepararnos — grita Gi con evidente molestia 

— ¿Para qué?

— Para la guerra, Magnolia dejará caer la cabeza de Flegt en señal de victoria y estoy segura que va a ser el día en que le dará el poder a Orion.

— No nos queda mucho tiempo.

Gi toma distintas cosas, entre ellas plantas y algunos cristales hasta llevarlo todo a la biblioteca, cierro puertas y ventanas con un hechizo de protección, nos quedaban unas cuantas horas hasta que la luna esté en el momento preciso y Magnolia se disponga a asesinar a Flegt.

Siento como si hemos leído mil veces los mismos libros, las palabras no tienen sentido, todo está igual.

— Gi...

— ¿Qué sucede? — pregunta ella

— ¿Fecuerdas algo de cuando te perdiste en el bosque? — la observo

— Algunas partes, la mayoría están borrosas, fue hace mucho tiempo.

— Farah, ¿tú recuerdas algo? — le pregunto

— Como olvidarlo, la peor jaqueca de mi vida — rueda los ojos

— Creo que... Gi ¿es posible qué te borraran la memoria? — Gi abre los ojos al escuchar mi pregunta

— Nadie quisiera apropiarse de mis recuerdos o borrarlos, son inútiles.

— ¿Hace cuánto tiempo está Magnolia en este lugar?

— Llegó al poder cuando su padre murió, unos meses después de mi llegada.

— Gi, tu llegaste al bosque con la mamá de Farah y Flegt, ¿no es así?

– Sí, pero lo más seguro es que ella se perdiera en el bosque.

— No es así, nosotros podemos entrar y salir a voluntad porque tenemos lazos en ambos lugares — murmura Farah

— Eso significa que Magnolia...

— Magnolia es mi madre... — Farah suelta en un suspiro como si le hubieran dado un golpe 
 

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*gritos de emoción*

No se tengo sentimientos encontrados con Farah y Orion.

Estado actual, preocupada por Flegt.