
Capítulo #39. Pide por ésa boca...
Tienes que saber lo que vales
Incluso si éso significa quedarse sólo
Mario Benedetti...
BRAYAN...
Miami 8:45 pm
Tiro él celular encima de mi escritorio ignorando el mensaje de Grabiela.
Respiro con frustración pasado la mano por mi cabello dejándome caer en la silla giratoria de mi oficina..
Ella piensa que la e abandonado, piensa que no la quiero pero está equivocada porque antes de irme me aseguré de que estuviera en buenas manos. Todavía recuerdo su rostro llorando en el aeropuerto y todavía no me había subido al avión.
Pero nooo, después el dramático es el Brayan
Aunque la entiendo.. sólo conozco a Natacha por fotos que sube a su estado de WhatsApp. Luca y ella hacen una linda pareja pero el único problema es Natacha es casi rubia al igual que Axel. Le prometí que los visitaría para navidad planeando llevarles de regalo un tinte de agua rubio al español para que no se note tanto lo obvio.
Miro el reloj colgado en la pared. Ocho de la mañana y seguramente ya se acabó mi descanso. Ser repartidor de comida a domicilio no es para nada facil y más cuando te dan de transporte una moto parecida a la de un controlador de parquímetros. Pero que se le va hacer si la propina es buena.
— Anguila tu turno..
Ni siquiera lo había visto llegar, puto gay.
— Anguila tu madre, perro.— lo miré mal, joder nunca había mirado tan mal a una persona cómo lo hago con este espermatozoide. Lo detestaba a tal nivel de odiarlo sólo porque era el secretario de la jefa y se creía que era "Isaac Newton". Cabello castaño rizado que le llegaba por las orejas, ojos oscuros, pecas por todas partes, y unos lentes que le quedaban ridículamente mal. Y con las pintas que trae: unos jeans anchos y un abrigo de lana verde que parece haber escapado de los incas..
— No me mires tanto. Siento que me estás seduciendo.— respondió ajustando sus gafas, extiende la mano con alguna clase de carpeta.— Calle Lincoln Road, número 15.
—¿La calle de los famosos?.
— And l expect you to behave: ( Y espero que te comportes).— hago una mueca arrancándole la carpeta de las manos.
— Yo hablar español idiota.— me levanto de mi asiento recogiendo mi chaqueta y las llaves de la vergüenza que será mi vehículo. Suspiro con frustración.— ¿Qué ordenaron?.
— Brayan tu trabajo es entregar los pedidos, no saber lo que la gente pide.
Me le quedo mirando cómo si fuera un ser inferior.
— No me vas a decir cómo hacer mi trabajo "Putosqui"
— Es Potosqui.
— Me vale. ¿La jefa está en su despacho?.— me le quedo viendo.
—¿Para qué?.
— Para hacerla mujer.— pongo los ojos en blanco pasando por su lado e irme directo a la oficina de mi jefa.
El lugar no era muy grande. En la parte de afuera hay colgado un logo que dice en lo alto"Comida rápida", sin mencionar que por dentro todo está pintado de rojo y blanco con dibujos de comida por todas partes. Gustos de niños del kinder.
Hago una mueca al ver tantos dibujos de comida chatarra mientras me detengo delante de la puerta de su oficina respirando hondo, porque decir que la soporto es como decir que la tierra no jira alrededor del sol. Levanto la mano para tocar con mis nudi...
—"Adelante".— hago una mueca de disgusto mientras paso.
— Jefa le puedo pedir un...— cierro la puerta tras de mí abriendo los ojos un poco. Y ahí estaba ella, una morena de ojos cafés y cabello negro rizado recogido en un moño cuyos mechones caían cómo cascada. Un cuerpo de infarto y unas chichis que, si fuera posible los compraría con dos nubes de algodón. Estaba sentada en su silla con las piernas encima de su escritorio, traía puesto un vestido rojo que le quedaba espectacular puesto que le llegaba más arriba de los muslos pero, no era nada comparado con la parte de sus pechos que tenía un abierto vertical desde la punta de su hombro hasta su cadera dejando ver su piel. Joder, nunca había visto un vestido así tan hermoso, elegante y atrevido a la vez.
—¡Bebé!.— ella baja las piernas de su escritorio con una sonrisa. Si que era hermosa.—¿Qué te trae por aquí?. ¿Vienes por trabajo o vienes a ver a tu jefa?.
Se acomoda en su asiento con una sonrisa coqueta.
—Zuely sólo vine para pedirte un fav..
— Pide por ésa boca.— muerde su labio inferior.
¿He?..
Abrí los ojos del horror.
— Jefa.— respiro profundamente porque para hablar con ella hay que tomarlo con calma. Para nadie es un secreto que ésta diabla me quiere violar. Y yo me dejaría pero a éstas alturas de mi vida estoy que me vengo si me abrazan así que sólo le sonrío con nerviosismo.— ¿Puede darme el día de mañana libre?.
—¿Y éso por qué?.— se acomoda en su asiento inclinando su cuerpo hacia delante.
— Es el cumpleaños de un amigo.
— No me digas quién..— se levanta con cara de aburrimiento.— El Dani.
— Así es y no me lo pienso perd...
Al verla levantarse de la silla y caminar hacia mí, mi corazón dió un vuelco de 180° si es posible. Tremendo pedazo de mujer era mi jefa, tregué grueso, se me aceleró el pecho, pestañé tres veces y sudé frío. Caminaba con una sensualidad que él vestido rojo y ajustado prometía subirse por lo apretado que estaba.
Se paró delante de mí mirándome directamente a los ojos. Mi corazón se aceleró de nuevo y pienso que si sigue de ésa manera me dará una ostiocodritis.
—¿Para que quieres a Dani si me tienes a mí?.— me susurró tan cerca que me erizó hasta el pelo del culo. Joder jajaja.— Tienes cupón válido hasta que te canses.
— Zuely eres una diabla. Y yo hijo de Dios.
Ella pone los ojos en blanco.
— Siempre estás en lo mismo porque cuando te digo que creo en Dios me dices que eres ateo. ¿Tu de que vas?.— no dije nada y éso parece que le dió esperanzas.— Entonces, ¿lo hacemos o no?.
— Verás...— dí un paso atrás.— Tengo miedo de que se dañe la amistad.
— Bebé sólo vamos a coger. Ni que te fuera a dar plata.— río a carcajadas y ella también.— Vamos Brayan, Te pasaré la lengua tantas veces que nuestros hijos saldrán peinados.
Okey ésto ya es avaricia.
Me doy media vuelta con las piernas apretadas porque según yo se me a parado. La risa de Zuely la escucho tras de mí y no tengo de otra que reír también.
Jajaja que mujer
— Te doy el día de mañana libre. Dile a Dani que me voy a auto invitar a la fiesta.
— ¡Claro jefa!.
***
Me detengo en la calle Lincoln Road bajando de la moto eléctrica o mejor dicho la chatarra andante. Saco del maletero dos cajas de pizzas de...
Abro la caja para curocear.
Hago una mueca..
Son de cebolla.
Me encamino a la casa número 15. Últimamente te dan el número porque si te guías por él color... todas son iguales.
Puertas blancas, paredes grises de dos pisos y unas ventanas rectangulares asquerosamente brillantes. Suspirando toco el timbre de la casa 15. La puerta se abre y me sorprendo al no ver a nadie.
— Hello.
Bajo la cabeza para encontrarme con un niño. Y para ser sincero creo que me resulta familiar.
— Hola chico, amm..¿Dónde están tus padres?.
Me mira un momento antes de responder indiferente.
— Dead: (Muertos).
— Ho, cuánto lo lamento.— ni siquiera voy a preguntar con quién vive porque puede que sea adoptado.— Bueno aquí está tu pizza.
— l didn't order pizza: ( Yo no pedí pizza).
Lo que faltaba. Éste cree que soy americano para entender su lenguaje de gringo.
—¿You know Spanish?.
— ¡Ho yeah!.
— ¿Ahora me puedes explicar quién pidió la pizza?.
— Seguro mi hermana. Está en su habitación con el novio.
— Tu no eres de aquí.— entre cerré los ojos.— Tu eres de londres.
— Si .
—¡Ho ya sé!. Eres Cristian.
— Si.
—¡El chico que casé en el parque de atracciones!.— sonreí entusiasmado.— ¿Dónde está tu mujer?.
— Ex, ex mujer.
—¿Cómo así?. Te engañó o que pedo.
— Digamos que toda fuerza ejercida sobre un cuerpo es directamente proporcional a la aceleración que experimentará.
—¿Chaval que edad tienes?
— La misma que él universo.
— Éso es imposible, estás loco.
— Claro que sí, porque la materia no se crea ni se destruye.
Hago una mueca de disgusto entregándole las cajas de pizzas.
Quién lo habrá dañado tanto..
—Dos dólares.
— Ya pagué.
— No lo has hecho.
— Revisa carnal, lo hice por tranferencia.
Saco mi celular para confirmarlo, me sorprendo al ver que tiene razón.
— ¿Cuándo...
Saca un iPhone 15 Pro Max de su bolsillo trasero del pantalón.
— Los ricos siempre humillando a los pobres.
Sonríe.
***
La música suena en todo el apartamento haciendo vibrar las paredes con la canción "delincuente" de Tokischa. De momento, la siento medio tenue porque estoy dentro de mí habitación colocando gel en mi cabello.
—¡BRAYAN!..— los gritos de Dani los escucho detrás la puerta.—¡¡VAMOS HOMBRE SE QUE SOY EL ALMA DE LA FIESTA PERO TU ERES LA FIESTA!!, ¡¡Y SIN FIESTA NO HAY CELEBRACIÓN!!..
—¡¡YA VOY PERRE!!..— dejé el pomo de gel encima de mi mesita de noche.— ¡DAME UN MINUTO!.
Mi celular empezó a sonar así que empecé a buscar con la miranda dónde podría estar ése Redmi. Él tono de llamada proviene del pantalón que tiré al cesto de ropa sucia, últimamente no se dónde tengo la cabeza porque no sé que sería de mí si de momento el Dani lo manda a la lavandería y se lava el celu.
— Hay Brayan. Tu y tus mañas..— hablo para mí mismo sacando el celular del bolsillo del dichoso pantalón.— ¿Quién me llama a estás hor..
El celular se me calló de las manos y todo mi cuerpo empezo a temblar. Negué con la cabeza una y otra vez con lágrimas en mis ojos que, tratando de alejarme mi pie se enredó con el otro y caí de culo al suelo. Miré mi celular lejos dé mí mientras vibraba por la llamada y no dejaba de sonar. Estaba estupefacto, no puede ser..
— No.. pu-ede ser..
Con manos temblorosas estiré mi mano y lo cogí. Estaba destrozado con la pantalla partida y abollado. Miré la pantalla del celular.
(STELLA LLAMANDO)..
No es verdad..
No es verdad..
No es verdad..
Traté de decirme mentalmente a mi mismo de que no podía ser cierto una y otra vez.
Descolgué la llamada mirando a un punto en particular de mi habitación esperando escuchar su voz..
— H-hola..— dí el primer paso.
—¡Escúchame bien hijoeputa!.
Me levanto del suelo apretando la mandíbula tratando de contenerme.
— ¡¡Grabiela mujer serás ¡¡IDIOTA!!.
— ¿Qué?.
— ¡¿Cómo que qué?!. ¡¿Tu de que vas?!.
— Tranquilo San Bernardo sólo era para preguntar cuándo vienes.
Me siento en la cama pasando las manos por mi cabello, creo que hasta el gel se me fué del susto.
—¿Qué haces con el celular de ella?.
— Stella, Brayan.
— Cómo sea.— endurezco la expresión.— No vuelvas a gastarme una broma cómo ésa. Estoy al punto de Bloquearte porque por tus payasadas se me cayó el celular y la pantalla se hizo mierda.
— Te compraré otro jajaja.— y para colmo se ríe.— ¿Cuándo vienes?.
— Te dije que para navidad no te hagas la que no sabes.
—¡Pero Brayan!. Ya no aguanto estar en un lugar sin nada de diversión. ¡¡Me voy a volver loca!!.
— Múdate.— me encojí de hombros.
—¡¡BRAYAN!!.
— Está bien mujer, mañana voy.
—HAAAAAAAAAAAAAAAAA!!...
( Y continúa)
Río al escucharla gritar y a Luca de fondo riendo por su reacción tras la línea telefónica.
— ¿Brayan y ésa música qué?.
— Estamos celebrando el triunfo de Dani, tiene su propio café.
— Puto gay.
—¿Qué dijist..
— ¡¡Bebé!!.
Ésa voz, mierda, ¡¿es Zuely en mi habitación?!
— ¿Que es éso?.— Gaby pregunta.
— Amm dame un segundo.— me volteo.— ¿Cómo entraste a mí....
Me quedé de piedra al ver a ésa diosa. Juro que a veces la veo y se me quita lo gay.
Estaba vestida de policía. El pantalón azul oscuro le quedaba de infarto revelando sus curvas, mmm y la placa.
— ¿Quién te dejó entrar a mí.., mejor dicho: ¿Qué haces vestida así?.
—¿Dani no te dijo que era una fiesta de disfraces?.— sonrió sujetando su cinturón haciendo que éste se inclinara a un lado dejando ver una parte de su abdomen y así revelando un piercing plateado.
—¿Grabiela sigues ahí?.— pregunté mirando fijamente a la morena.
— Sigo aquí, me dejaste en espera.
— Puesto que voy mañana a Londres ve alistando mi habitación porque regresaré muyy cansado.
Zuely sonríe con un bastón en la ma..
¡¿Y ÉSE BASTÓN?!.
—¿Brayan que estás ..
Colgué la llamada.
Zuely se para de mi cama y saca unas esposas no se de dónde. Mi cabeza no estaba en sus cinco sentidos en éste momento porque la única cabeza que piensa y reacciona es la que tengo debajo.
— Estás arrestado Bebé.— se detiene delante de mí.
— Me entrego.— mis manos se levantaron solas.
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