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#7- "Una importadora de vinos"

Brayan

Estoy media hora sentado en el suelo con el ordenador en las piernas y nada. No encuentro un puto trabajo que pegue conmigo. Sólo aparecen cosas insignificantes cómo: Plomería, albañilería, mesero que ni en broma aceptaría, y por supuesto más mierda.

- No te agobies cariño verás cómo todo saldrá bien.- me anima Yudy, está limpiando la cocina en estos momentos. Es un amor de persona.

-¡Es que no encuentro nada!. Parece que estoy condenado a...- enfoqué bien la vista en el ordenador.- ¡Bingo!.

-¿Qué pasa?. ¿Encontraste algo?.

-¡¡Santa María Purísima!!. Nos vemos Yudy.- le doy un beso en la mejilla, cojo mi mochila y me voy lo más rápido que puedo.





***

-¿Y usted es experto en vinos?.- preguntó el viejo y yo asentí rápidamente.

-¡Claro que soy experto en vinos!. Es mi pasatiempo favorito por dios.- río a lo bajo negando con la cabeza. Que pregunta más estúpida, nadie puede competir conmigo cuando se trata de éso.

-Bien, entonces haremos una pequeña prueba para estar seguros.- se levantó de su asiento poniendo una copa con vino en su interior.- Adelante, quiero que me digas que tipo de vino es.

Tomo la copa llevándola a mis labios dejando que el sabor y la textura respondan solos.

- Es un Moscatel de tres años, elaborado con uvas cosechadas en la parte norte de la región.- vuelvo a tomar otro sorbo.- Además es madurado en un barril de acero. Es de baja calidad pero aceptable.- dejo la copa en la mesa viendo cómo él hombre me mira sorprendido.

Jejeje

- Correcto.- respondió. Le hizo señas a su secretaria.- Otra copa por favor.

Cogí la siguiente copa tomando un sorbo.

- Es un cabaret de ocho años, cosechados en las montañas del sur de la región, madurado en barril de roble Americano a ocho grados de temperatura. Le falta aún tres años para que alcance su más alta calidad.

-¡¡Absolutamente correo!!.- él hombre sonríe.- Una tercera copa.

- Es un champagne elaborado con uvas pinot Blanc de alta calidad y exclusivas.

El viejo se levantó de la silla sorprendido, le hizo unas señas a su secretaria y ésta le entregó unos papeles.

- Felicidades, estás contratado.- me tiende la mano y yo por la emoción no puede aguantarme. Metí un grito histérico desesperado, el hombre bajó la mano algo confundido por mi reacción.

-¡Venga hombre!. ¿Por qué la baja?.- me acerco hacia él tomándole la mano estrechándola con fuerza.- Es un honor. Daré lo mejor de mí.

- Éso espero.- me entregó los papeles y yo los firmé de inmediato.

Jajajaja

Cuando el diamante es fino.
Ni el polvo lo opaca.


Salgo de la empresa con una sonrisa de novio recién casado. Rápidamente saco mi celular para contarle a Stella. No sé nada de ella desde que se fué, debe estar muy contenta y pasándola en grande.

Cómo siempre al segundo pitido contesta.

-¡¿Qué pasa?!.- contesta molesta.

- Cálmate mujer que soy Brayan.

- Ho.... lo siento es que estoy.....¿pasa algo?.-¿por qué cada ves que la llamo piensa que está ocurriendo algo?.

- Claro que no, al contrario.- me hago el importante.- Pero antes de que te diga el por qué de mi contentura quiero que me expliques a qué se debe tu cabreo.- ¿ésta chica no cambiará nunca?.

- No es nada.

- Mujer a mi no me puedes engañar. Yo te dí a luz.

-Sólo son pequeños problemitas, nada que yo no pueda resolver.- hace una pausa, se que trata de disimular pero a mí ella no me engaña.

- ¡¡Tengo trabajo!!.- grité emocionado haciéndo que unas cuantas personas me miraran cómo si estuviera loco.- ¡¡¿QUÉ ESTÁN MIRANDO?!!.- todos apartan la mirada y siguen con su camino.- Chismosos.

-¿Cómo es eso de que tienes trabajo sin consultarme primero?.- frunsí él seño. ¿Y ésta que se cree ahora, mi madre?.

- Pues tengo trabajo y adivina en donde.- sonreí de lado, no podía evitarlo.

- Déjame adivinar....¿Un aeropuerto?.

-¡No! Dios me salve.

-¿Centro comercial?.

-¡Ojalá!.

-¿Salvavidas?.

-¿Es en serio Stella?.¿Salvavidas?.

-¿Leñador?, Carpintero?, ¿maestro?, ¿granjero?, ¿estilista?, ¿Chef?, ¿camarero?.....

- No, No y no..

- ¡Entonces dime joder!, ya me dejaste con la intriga.

Respiro tratando de que no me salga el grito histérico

-¡¡¡UNA IMPORTADORA DE VINOS!!!..

Cilencio


-¿Stella?.- quito mi celular de mi oído para ver si sigue en línea.-¿Sigues ahí linda?.

Más cilencio.

-¿Stella estás ahí?.- nada.

- Brayan.- la escuché decir en un susurro.- ¡¡¡CÓMO SE TE OCURRE TAL ESTUPIDEZ!!!.

-¿Cómo que estupidez?, es genial.

-¿GENIAL?.- la escucho reír con molestia.-¡Te e dicho que no te quiero ver cerca de ninguna bebida alcohólica!.

- Pero amor sólo haré de resección.

-¿Me ves la cara de tonta o qué?. Vas a renunciar.

-¿QUÉ?...

-¡Lo que escuchaste!, vas a renunciar e irás para la casa y te quedarás quieto.

- ¡Pero Stella es mi sueño!. Y sabes que......- y todo pasó a la velocidad de la luz y para más desgracia frente a mis ojos. Miré mis manos y mi celular no estaba, ya no estaba. Sólo ví a un tipo encapuchado llevarselo si más.

STELLA..

-¿Bryan?. ¿Sigues ahí?..- despego mi celular de mi oreja ya que la llamada fué cortada bruscamente. Que extraño, éste chico me va a volver loca.

¿Cómo se le ocurre tal estupidez?. ¿Importadora de vinos?. A mí no me engaña. Éste chico cuando se da dos tragos hay que cogerle miedo. Por algo le puse candado al minibar de la casa.

Me pongo los tacones rápidamente y me adentro en el asesor para ir a la planta baja. Tengo las malditas secciones de fotos en estos momentos. Le doy al botón de bajar pero alguien entra avisándome de que mi día no pudo ser peor.

Paciencia. Es todo lo que pido.

- Hola muñeca.

- Hola Tailer, que sorpresa.- finjo una sonrisa. Su cabello rubio está alborotado.

-¿Y a dónde usted va tan rauda, circunspecta, asaz y atribulada?.

¿Qué?.

- Bueno, hiba a la planta baja pero ahora iré por un diccionario.

- Okey.- él sonríe y yo sólo pongo los ojos en blanco.- ¿A dónde va usted tan hermosa?.

¿Enserio?.

Cálmate chica no te desesperes. Es sólo un cumplido.

- Sección de fotos.- solté sin muchas ganas.

-¿Oye te gustaría acompañarme después del trabajo a cenar?.- preguntó algo nervioso.- Si es que no tienes novio por supuesto.

Lo miré de reojo. Yo con novio sería cómo una nevada en un país tropical. Osea, que nunca pasaría. No sé por qué. Pero aveses saco la conclusión de que mientras cupido repartía flechas a todo el mundo a mí me pegaba con el arco. Pero aveses dejo ésas hipótesis a un lado para sacar la conclusión de que la del problema soy yo y no me dejo tener oportunidades.

Pero yo tengo derecho a qué me quieran, ser feliz con alguien a mi lado y que me diga tiernamente en el oído que me ama. Éso lo necesito, y me daré una oportunidad para que así sea.

- Y...¿qué dices?.- espera por mi respuesta y yo me lo pienso antes de contestar.

- Lo siento, hoy no puedo. A la tía del sobrino del vecino del abuelo de la madre de una amiga de mi hermana se le murió el cuñado. Y estamos de luto.- bajé la cabeza en frustración y milagrosamente las puertas del ascensor se abrieron, así que aproveché para salí de ahí. Juro que el aire volvió a circular.

Camino por el pasillo de la planta baja con los nervios a mil. Seguro mi rostro debe ser todo un poema de lo rojo que debe estar. Respiro profundamente tomando el pomo de la puerta del estudio. "Tu puedes". Me animé mentalmente mientras abría la puerta para encontrarme con los fotógrafos, a Axel y al tal ciudadano que no quiero mencionar.

- Pensé que te habías arrepentido y te habías ido.- habló Gerard con una sonrisa.

- Cosa que quisieras pero no va a pasar.- respondo entrando a un camerino para probarme unos vestidos escogidos especialmente para mí.

Una mujer de unos veititres años se encargaba de aquello, así que me ayudó a ponerme un.....¿Vestido de novia?..

Frunsí el seño mirándome en el espejo de cuerpo completo. El vestido era pegado al cuerpo y para más desgracia se me marcaba todo. Y cuando digo TODO es TODO.

-¿Acaso hoy es mi boda y no me e dado cuenta?.- le pregunté a la chica con horror.

- No señorita. Ésto es sólo para la sección de fotos.- me sonríe.-Y además, ésto no es nada comparado a lo que viene.

¿Debería preocuparme por lo que dijo?



GERARD..

Me acomodo el maldito traje de novio. Ésto va a estar interesante. Por lo menos yo estoy acostumbrado a estás mierdas pero ella no. Quiero verle la cara cuado salga de ahí vestida de novia. Sonrío de tan sólo pensarlo acomodando la corbata.

¿Ella no quería jugar?.

Entonces..

Juguemos.....


STELLA..

No puedo creer lo que me estoy poniendo. Empiezo a reír por ésta tontería. Stella Working con un vestido de novia más transparente que el vidrio para una sección de fotos. Me miro en el espejo cuando está perfectamente puesto en mí. Y pensándolo bien, no me queda nada mal.

- Estás preciosa.- elogia la chica y yo le sonrío.

- Gracias. ¡Éste vestido me queda genial!.- río pervertidamente, si yo me estoy poniendo ésto éso significa que tal individuo en estos momentos debe estar luciendo un traje. Ja, quiero ver su cara. Mientras tanto levantaré la cabeza cómo toda una princesa.

Salgo del camerino con una sonrisa en el rostro que no puede ocultar. Y ahí está él, muy elegante. ¿Pero por qué sonríe?.




GERARD..

Salgo del camerino con las manos en mis bolsillos delanteros con una sonrisa en el rostro. Quiero ver éste espectáculo. Y ahí está ella, luciendo un vestido de novia. ¿Pero por qué sonríe?

STELLA..

Lo sabía, al verme la sonrisa en su perfecto rostro se esfumó.

¿Enserio, perfecto rostro Stella?.

Nos colocamos en el estudio dónde nos tirarían las fotos. Y cómo dije antes, sin perder la sonrisa y la cabeza en alto.

- Muy bien ya vamos a empezar.- responde el fotógrafo con la cámara en las manos.

Rápidamente pongo una pose sexy y sonrió a la cámara, pero cuando el fotógrafo está al punto de tirar la foto levanta la cabeza y niega.

-¿Qué pasa?.- pregunté fastidiada volviendo a mi posición inicial.

-Así no chicos. Quiero que se acerquen más.- respondió y yo me puse tensa de pies a cabeza. Miré a Gerard de reojo y lo encontré sonriendo. Es un MALDITO, se lo que está palneando, se que quiere que yo me sienta mal con todo ésto pero no lo logrará. Por favor, se nota que no me conoce ni en lo más mínimo.

- Perfecto.- respondo con una sonrisa pegándome más a él.

- Aún así, está mal. Gerard, tómala de la cintura por favor.

¿He?.

Miré a Gerard con el seño fruncido. El no lo hará, lo sé, su orgullo es más grande que su fortuna y.....

Abrí los ojos cómo platos al sentir su mano enrollar mi cintura pegándome más a él. Mi cara debe ser un tomate. ¿Que se supone que está haciendo?.

-¿Señorita se encuentra bien?.- pregunta el fotógrafo y éso sólo me hace enfadarme más. Todo es su culpa.- Es que está roja.

MIERDA.

- No... es nada, será la calefacción.- respondí tratando de bajar el rostro para que no se me note tanto. Se que Gerard está gozando con todo ésto. Ése gilipollas.

- Perfecto.- el chico sonríe y trata de tirar la foto pero de nuevo aparta la cámara.

-¡¡¿Que pasa ahora JODER?!!.- exploté antes de tiempo. Ya no aguanto más.

- Es que...le falta la ternura.- tartamudea levantando la camara de nuevo.

Respiro profundamente analizando sus palabras. ¿Qué ternura?. ¿Es posible que el individuo que está a mi lado tenga éso?. Porque lo dudo.

Una carcajada sale de mi boca sin poder evitarlo y cómo a la velocidad de la luz. fuí arrastrada bruscamente para quedar de frente a Gerard.

-¿Pero qué... estás haciendo?.- tartamudeo mirándolo a los ojos. ¿Por qué tartamudeo?.

- No estoy haciendo nada. sólo trato de ponerle la ternura.- responde sin dejar de mirarme.

MIERDA ¿qué hago ahora?, debo salir de aquí o terminaré embarazada con su mirada.

-Estás roja.- me susurra muy cerca para mí gusto.

- Lo sé.- respondí apartando la mirada.

- Y lo que más me gusta es que es por mi causa.- me sonríe sin dejar de mirarme.

- Quisieras.- reí.- Es que también soy alérgica a los imbéciles. Me pongo roja ante cualquier contacto de ése tipo.

-¡Perfecto, que química!.- responde el chico tirando fotos por doquier.- ¡Hermoso!.

- Ahora deja de estar molestandome y sonríe.- le susurro y éste sólo sonríe pegándome más a él.

- Éso....- besa mi mejilla delicadamente.- será un placer.

-¡Lindo éso!. ¡Me gustó ése beso!.- siguió tirando fotos.- Ahora el atrevimiento.

¿He?.

¿Qué atrevimiento?. Maldición éso a él le basta y le sobra.

- Ni se te ocurra.- lo miré con rabia y éste sólo se encogió de hombros y lo que hizo me dejó paralizada.


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