
#33 ¿Era un restaurante?....
Continuación del Flashback...
— A por cierto...te quiero presentar a una amiga.— sonríe mostrando sus hermosos dientes blancos. Es cierto lo que decía esa empleada. Es hermoso cuando sonríe. Y más cuando yo soy el motivo de ésa sonrisa. El motivo por el cual está tratando de dar lo mejor para volver a ser feliz .«Usted le ha devuelto la vida señorita» — ¿Stella?.— chasquió los dedos delante de mí rostro para volverme a la realidad.
— ¿Haa?....— sonreí angelical.
— Ella es Claudia.— presenta a una mujer de vestido rojo y cabellera negra recogida en un moño alto y elegante. Ni siquiera me dí cuenta de su llegada.— Es una vieja amiga. Es organizadoras de eventos.
La mujer me sonríe extendiendo su mano hacia mí con una sonrisa forzada. Extendí mi mano para saludarla
— Mucho gusto.— hablé con poco entusiasmo.— mi nombre es...
— Se cuál es tu nombre querida.— ella sonríe.— Eres Stella, la que estaba con Gerard ¿no?.— Aistor la miró con el seño fruncido y luego a mí. Al parecer tratando de que no me ofenda por sus palabras de mierda.
— En realidad.. te falta información querida.— le sonreí.— Demasiada. Por si te sirve de algo yo nunca estuve ni estaré con Gerad.
A parte de chismosos cuentan las cosas mal.
— Ho perdón pensé que..
— Claudia..— Aistor la detuvo con un tono frío— Stella será mi futura esposa ahora.
¿He?.. abrí los ojos cómo platos a su dirección.
Aistor se da cuenta de mi expresión. Suelta una carcajada besando mi frente.
— Se me había olvidado.— me dice en tono burlón.— Nos casaremos.
— ¿E-estás.. hablando encerio?.— tartamudeo sin darme cuenta
Fin del Flashback..
— Ya está todo listo.— mi hermana carga la última caja de Champagne.
— Bien.— sonrío.— ¿Entonces ya todo está listo?.— analizo con los brazos en jarras. Parezco toda una loca. Mi cabello está amarrado en un moño desordenado. Traigo un shorts y una camisa de Aistor que me queda por las rodillas.
— Según mi lista tod est..
— Según tu lista ¿hee?..¡¿Según tu lista?!.— Bryan le gritó a Grabiela moviendo las cajas de pizza.— ¡Que no haces nada mujer, te la pasas sentada con ésa estupida agenda tachando y apuntando cosas!.
— ¿Y que quieres que haga si está embarazada?— mi hermana Stefany pone los ojos en blanco
— Éso.— Gaby sonríe con la boca llena de churros.
— ¿Éso?.— Brayan levanta una ceja.— Éso es lo que te van a meter por el cu...
— ¡Chicos!.— alcé la voz.— Hoy no ¿si?. Hoy es mi despedida de soltera y no quiero arruinarlo.
— Y todavía no lo puedo creer.
— Por dos.
— Por tres.
Me les quedé mirando con la boca abierta sin poder creerlo. Y pensar que uno me llevará al altar y las otras dos serán mis damas de honor.
— Por éso ninguno tiene pareja.— dije con desprecio hacia los tres.
— Yo ya no espero nada de nadie. Ya me han roto el corazón miles de veces.— Gaby comenta con la boca llena.— La próxima vez que entregue mi corazón a alguien será cuendo muera y done mis órganos.
Hice una mueca de horror.
— Y yo..— Brayan suspiró.— Quisiera vivir una historia de amor cómo la del Titanic. Verlo morir, deshacerme de su cadáver en el mar y amanecer en Nueva York con un diamante en el bolsillo y sin preguntas incómodas.
Hice otra mueca de horror. Miré a mi hermana.
— Yo sólo te diré que el día de Sam Valentín fuí a prender la vela del amor y no encendió ni el fósforo.
Abrí los ojos de más hacia ella. Pobre chica. Yo siempre e sabido que ella y el amor son dos polos opuestos, pero nunca pensé que llegara a tal nivel de desgracia. En la sala se escuchó un cilencio extraño, así que decidí romperlo.
— Pero bueno...— reí.— No quiero nada negativo. Hoy es mi despedida de soltera y vamos a disfrutarlo en grande.
— Menos mal que Aistor nos dejó la casa para poder hacerla aquí.— respondió mi hermana.
— Si, es muy bonita.— Brayan hecha la cabeza hacia atrás observando los dibujos en blanco que sobresalían de las columnas.— Demaciado bonita.
— La casa fué por gusto.— todos nos giramos al mismo tiempo hacia Grabiela.— Mi regalo de bodas es tu despedida de soltera. Y créeme...— se inclina en su asiento con las manos entrelazadas.— Será épica. Preparaos todos. Dejad todo lo que están haciendo ahora mismo. La despedida de soltera será inolvidable.
Todos sonreímos y....
— Espera,..— Brayan sierra los ojos apretando la mandíbula.— Me estás diciendo,... que las horas que pasamos preparando todo. Cargando cajas, haciendo pedidos, organizando.— respiró profundamente masajeando su sien.— Osea, que todo ésto.— señaló todo.— ¿Fué en vano?.
— Pues si per...
— ¡¡PERO NADA MUJER!!. ÚLTIMAMENTE TU CEREBRO NO FUNCIONA CÓMO ES DEBIDO, PORQUE ÚLTIMAMENTE EN VEZ DE DECIRTE NI SE TE OCURRA DECIR LO QUE PIENSAS, TE DICE SUÉLTALO A VER QUÉ PASA!!.
— ¡No me grites es malo para el bebé!.— Stephany la miró con una mueca.— Lo ví en un tutorial ¿vale?.
— ¿Grabiela por que no lo dijiste antes?.— me crucé de brazos. En algo Brayan tiene razón.
— ¿Desde cuándo las sorpresas se dicen?.— sonrió.
— Pero mujer tenías que al menos decir algo para que no tuviéramos que gastar esfuerzo en..
— Quería poner algo de suspenso vale.—se cabreó.
— ¡¿Suspenso?!.— Brayan se volvió a meter.— ¡Suspenso te daré yo por el cul..
— ¡¿Y que esperas?!.— ella se levanta de su asiento bruscamente para encarar a Brayan.— ¡¡Si eres hombre ven y dame por detrás cómo me has dicho tantas veces!!.
— ¡Pero cómo no lo soy!..
Todo reventamos en carcajadas hasta la propia Grabiela. Mi hermana se cayó de golpe en el suelo de tanta raisa.
— ¿Entonces no eres hombre Brayan?.— Stefany le mira con burla.
— No, soy lesbiano. ¿Algún problema?.— el levanta una ceja cruzándose de brazos. Ok se ofendió.
— Hee chicos.— me metí en medio de ambos.— ¿Y si mejor nos vestimos para la sorpresa?.— los miré esperando una respuesta. Me dí cuenta que no me estaba haciendo caso. Uno miraba al otro con desprecio y la otra con asco y rabia.
— Hermana ya llega el veterinario para vacunar a los perritos.— mi hermana me sonríe.
— ¿Se enfermaron?.— Brayan abre los ojos con horror.
— No.— contesto alejándome de ellos.— La vacuna es para ustedes. Los voy a vacunar contra la rabia.
— Yo no tengo rabia.— Gaby lo apuntó.— Es éste animal.— señaló a Brayan.
— ¡¿Animal?!.— el ríe.— El hecho de que la medusa haya sobrevivido 659 millones de años a pesar de no tener cerebro le da esperanzas a muchas personas. Cómo tú por ejemplo.
— ¿Yo?.— ella se cruza de brazos.
— Grabiela ya no quiero discutir contigo.
— Ok yo tampoco quier....
— No puedo discutir con una persona que nació por cesárea.— el me sonríe señalándola.— No supo ni nacer y ya quiere insultar.
— Pues lo siento.— ella ni siquiera se ofendido.— Yo no tengo la culpa que mi madre tenga el chocho tan abierta cómo la tuya.
— Pero ..
***
Todos estaban en mi habitación preparándose para la gran noche. Todo estaba hecho un desastre, habían pequeñas cajas de maquillaje por doquier, de todos los colores y tamaños.
Todavía no lo puedo creer. Todavía no puedo creer todo lo que está pasando. Estoy tan feliz. A Aistor ni siquiera lo he visto hoy. Sólo me desperté y vi una nota encima de la cama, justo a mí lado:
Decía: Lo siento por no darte los buenos días cómo es debido. Pero tenía algo urgente que hacer en la empresa. Te hice el desayuno, princesa. Huevos revueltos, tal y cómo te gustan. De hecho para compensar mi ausencia te e dejado un regalo encima de la encimera. Te amo..
Empecé a maquillar mi rostro en el tocador mientras las chicas se planchaban el cabello.
— Pero que turbios jajaja..— Brayan ríe y yo por mirarlo me salió mal el delineado. Abrí los ojos al verlo con el regalo que Aistor me había dado.— Que creativos se ponen ustedes dos.
Me levanté del pequeño banco para quitarle mi regalo de las manos.
— Dame éso.— se lo quité bruscamente.
— Todo tuyo.— responde con burla.— ¿Para que quiero yo una correa de hebilla dorada tamaño gigante?.
— Se me ocurren miles de cosas pero mejor me callo.— Grabiela sonríe maliciosamente.
— Hijos del demonio.— pongo los ojos en blanco y termino de retocarme el maquillaje.
Ya todos listos nos montamos en una limosina con de todo a dentro. Todos estábamos radiantes.
Situación corporal:
Grabiela: llevaba un vestido blanco pegado al cuerpo. Dice ella que se ve dura a matar. Pero yo la sigo viendo que ése vestido le está más apretado que un guante.
Stephany: Sencilla cómo siempre, un vestido de verano lila con un cinturón negro que combinaba a la perfección con sus altos botines. Su cabello estaba recogido en una coleta alta, y ni hablar de su maquillaje realizado por Grabiela. Ésa chica es una profesional en ésas cosas.
El papi Brayan: Unos jeans olgados y una camisa negra que decía en fluorescente (Balenciaga). Alumbraba en la oscuridad. Le encanta resaltar entre nosotros. Típico de él.
Y yo: una blusa corta en negra sin tirantes junto con una falda negra corta apretada en la parte de mis muslos. Elegante pero atrevido. Ni más ni menos.
— Ésto será inolvidable.— Grabiela ríe maliciosamente. Los chicos y yo intercambiamos miradas.
—¿A dónde vamos?.— mi hermana le pregunta asustada.
— Relájate mujer ni que las fuera a vender je je..— contestó golpeado mi hombro.
— Últimamente de tí espero hasta el canibalismo.— Brayan le mira mal.— Tu procura no meternos en problemas. Stella no se puede meter en líos.
— Es cierto Gaby.— la miré.— No quiero darle problemas a Aistor.
— ¡¿Pero por quién me toman?!.— le dió a un botón al lado de su asiento que yo ni siquiera sabía que existía. Sacó una barrita energética.— Mis bebés, no se preocupen por nada. Además seguro que Aistor está celebrando también su despedida de soltero. Y ni siquiera saben cómo lo está celebrando. Seguro se está revolcando en un bar con sus amigos y bailarinas en el tuvo.
Aistor.
Rascó detrás de mí cabeza masajeando mis sienes. Firmo el otro documento mirando los otros veinticinco que tengo que firmar. Ya todos en la empresa se han marchado, lógico, es tarde. Yo me e quedado a firmar todos estos papeles importantes de la empresa. Cheques, contratos, negocios, aceptaciones, entrevistas de trabajo etc..
Al estar mucho tiempo en casa e pospuesto todo ésto con tal de pasar tiempo con Stella y no dejarla sóla. Ni siquiera pasó por mi cabeza hacerlo en casa, no quería que nada estropeara nuestra felicidad y se sintiera incómoda.
Pero ya no pueden esperar más. Por éso estoy aquí, firmando todos estos papeles a éstas hora de la noche.
Quito el reloj de mi muñeca aflojando mi corbata. Estoy cansado. Por lo menos se que Stella estará bien.
— Hay mujer..— sonrío de tan sólo pensarlo. Debe estar riendo y divirtiéndose con sus amigos en la casa. Todavía no puedo creer que me vaya a casar con ella después de tanto tiempo sólo. Es que ella es diferente, tiene un brillo que...
— ¡¿Pero que mierda?!.— volteo el rostro a la puerta de mi oficina. Mis seis mejores amigos estaban ahí. Cada uno con una botella de Whisky y Tequila.— ¿Acaso no es tu despedida de soltero?.— Todos se acercan a mí con una sonrisa.
— ¿Pero que están haciendo aquí?.— me levanté de mi asiento sin poder creerlo.— Es tarde, ya todos se fueron.
— Hoy es tu despedida de soltero.— Luca se deja caer en el sofá.— ¿Champagne?.— levantó la botella.
— Pero acordamos que sería Tequila y Whisky.— Alexis lo miró mal.— ¿De dónde sacaste ésa botella?.
— Digamos que quería hacerme el exclusivo je je...
— Idiota.
— Tu hermana.
— ¿Cuál si no tengo?.
Niego con la cabeza sonriendo.
Stella..
—Concuerdo con ella.— Branya asiente.— Se debe estar revolcando en un bar con strippers.
Miro a mi hermana. Ella sólo se encoge de hombros.
— No creo nada de lo que dicen. El no sería capaz de hacer ésa tontería.— trato de decirme a mi misma al igual que a ellos de que éso no es cierto.
— Tu no sabes cómo el esté celebrando su noche Stella.— mi hermana agrega.— Es mejor que le llames.
Todos asienten y yo no hago más que coger el celular por si las dudas. Se que el no sería capaz. ¿O sí?.
¿Que tanto lo conoces cómo para negarlo?.
Me quedo mirando el celular con ésa pregunta en mi cabeza.
— No lo llamaré.— guardo el celular en mi bolsa.— El no es capaz de hacer éso.
— Cómo tú digas.— Gaby pone los ojos en blanco.— Por cierto. Llegamos.
Todos nos bajamos de la limosina. Sonreí al ver a un restaurante frente a nosotros. Al parecer Grabiela reflexionó ésta vez y trató de hacer lo correcto.
— ¿Y ésto?.— Brayan hace una mueca señalando el lugar.
— Es muy bonito y elegante.— mi hermana le sonríe.
— Y no han visto nada, es más elegante por dentro.— Gaby responde con una sonrisa.
— Entonces vamos. Estoy loca por probar lo que sirven en éste lugar.
— Y yo también.— Brayan empieza a caminar hacia la entrada al restaurante al igual que Stephany.
— Hoo créanme que lo probarán.— me agarra del brazo para entrar juntas al lugar.
En la entrada había un guardia con gabardina y todo. Que elegancia. Estoy sorprendida. El hombre nos sonrío maliciosamente, algo que no entendí pero lo pasé por alto. Me adentré en su interior. Las luces estaban apagadas. No veía nada.
El brazo de Grabiela abandonó el mío y yo me asusté. No ví a nadie, estaba demaciado oscuro.
— ¿G-grabiela?.— extendí las manos tratando de tocar algo. Pero no había nada.
— ¿Chicos?.— escuché la voz de mi hermana.
— ¿Me falló la vista o no veo nada?.— la voz de Brayan se escuchaba lejos de nosotros.
De repente sentí un ruido. El sonido de una puerta cerrarse detrás de mí. Ya me estaba asustando. Ya ésto me estaba asustando. Las luces se encendieron de la nada. Bueno, más bien luces de colores cómo azul y rojo.
—¿Pero que?...— miré a mi alrededor. Vi a Brayan y a mi hermana de pierda al igual que yo observando todo.— Ésto no es un restaurante..— susurré para mi mirando a Grabiela sentada en la silla en la tarima del lugar. Nueve hombres guapísimos casi desnudos bailando a su alrededor.— Ésto no es un restaurante...— abrí los ojos con horror.— Es un club nocturno.
______________
Buajaja creyeron que se habían librado de mí Pero no..
¿Cómo están todos? Espero que bien. Ya me estoy preparando física y mentalmente para el final de ésta historia. No se asusten, aún falta para que éso suceda. Sólo los estoy preparando para que no los coja por sorpresa.
Recuereden dejad sus votos y así sabré que me estás leyendo. Dejen sus comentarios de que opinan de los cap.
Los fans de Stella x Aistor. ¿Dónde están?
Aquí preguntas:
¿Qué opinas de Aistor?.
¿Creen que es verdadero el amor que siente por Stella?.
¿Para que creen que es la correa que le regaló Aistor?
¿Qué creen que pasó con Gerad?.. En el próximo capítulo lo descubriremos.
Gerad papito ya déjala en paz...plis te lo suplicamos.
Éste muchacho..
Se les quiere..
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro