
#31 Hola. primo..
"Santa María Purísima" no lo puedo creer. ¿Por qué los Weis tienen que ser tan guapos?. Es una belleza que no se puede explicar con palabras. Aistor es más guapo que Gerad. Y mira que Gerad es hermoso, con razón es actor de telenovelas. Pero Aistor, ése hombre está a otro nivel de belleza. Y lo veo más ahora que lo te tengo de frente y más cerca de mi rostro. Lamo mis labios inconsceniente sin despegar los ojos de los suyos. Ésos ojos negros cómo la noche.....
JODER!
Cálmate Stella. No caigas en tentación.
Aistor me sonríe. Una sonrisa cálida que no entiendo. Es que no sé por qué me sorprende. A lo mejor esperaba atrevimiento o malicia de su parte por estar cerca de mí. Pero no hizo nada de éso, al contrario. Él, al parecer nota mi desconcierto. Yo sólo me dedico a mirarlo sin contemplaciones.
Me abraza, yo me sorprendí por el acto, pero le correspondí. Sentí su cálido aliento en mi cuello mientras se acercaba a mi oído.
- Yo no soy Gerard.- me susurró enviando una sensación de corriente por todo mi cuerpo. Su voz semi ronca y varonil es tan profunda que me enloquece a tal nivel de quererlo y estamparlo contra la pared para que me dé duro contra el muro. Aistor se despega de mí y yo no lo puedo soportar más. Así que lo agarro por su chaqueta pegando nuestro cuerpos. Acerqué mi rostro al suyo para besar ésos labios que me llamaban a gritos:
Bésame...
Bésame....
Bésame...
Muerdeme..
Bésame...
Pero me paralicé por completa al sentir el dedo de Aistor en mis labios. Deteniendo el beso. Frunsí el seño por su reacción.
- No me pruebes.- dijo mirándome con malicia en los ojos.- Porque te voy a gustar.
¡¿WAT?!
No sé si son mis hormonas las que están causando ésto pero de algún modo sonreí. El me sonrió y para más sorpresa me cargó en brazos. Me le quedé mirando sin entender nada. Es cómo una canción en English, me gusta pero a veces no la entiendo. Se que Aistor es mi objetivo, un plan para destruir a Gerard. Pero lo que me sorprende y no tengo muy claro es lo fácil que ha caído en mi estrategia. Y éso no es bueno. Aistor está tramando algo y yo voy averiguar que es.
- Los dos queremos lo mismo.- dice mientras camina a dirección a su casa conmigo en sus brazos.- Tenemos el mismo objetivo y supongo la misma estrategia.
Fruncio el seño por lo último. ¿Misma estrategia?.
- A que te refier...
- Al parecer eres algo de mi primo. Todavía no sé que, pero desde el principio fuiste cómo un cupón válido para mis planes de venganza en su contra.- hace una pausa para fijarse en mí.- Pero nunca pensé que llegarías a mí para utilizarme y así fingir amor y ésas mierdas para poder lograr tu objetivo.
Me tenso en mi lugar tragando grueso. MIERDA. Me a descubierto por completo. Es increíble el nivel de capacidad de éste hombre para analizar a su presa.
- Pero, si quieres que el te crea y tu actuación sea original debes hacerla creíble.- su mirada cayó en mis labios.- Te quiero..- ésa palabra me dejó congelada.- del verbo coger.
Reventé en carcajadas sin poder evitarlo. Menos mal que el me tenía en sus brazos porque de tanta risa ya estuviera en el suelo sujetando mi pansa. Y pensar que no era Gerad. Jajaja...
Por Dios, se nota que son primos. El humor y lo pervertido lo tienen en la sangre. Pero en algo él tiene razón. No son iguales, porque Aistor piensa con la cabeza y su primo piensa con la cabeza, Pero la cabeza que tiene entre las piernas.
Tengo que parar. Río negando con la cabeza.
Entonces entiendo a qué se refiere cuando dice que tiene que ser creíble. Si queremos que nuestro plan funcione tenemos que meternos en el papel de una relación. Y para que éso suceda primero tenemos que creernoslo nosotros mismos. Por éso no entendía cuando me dió el anillo. El siempre tuvo la ventaja. Lo tenía todo calculado, yo sólo le facilité las cosas.
Aistor empieza a subir las escaleras adentrándose al pasillo de su casa. Con la tensión que tenía, ni siquiera me detuve a detallar el entorno. Algo me decía que iba de camino al Edén.
Aistor se detiene delante de una puerta con pomo dorado. Éste le da un empujoncito con el pie y ésta se abre revelando una habitación que ni en sueños me podría imaginar. En un movimiento gentil me deja encima de la cama. Mil veces más suave que la mía.
Miré la enorme cama de matrimonio con sábanas blancas perfectamente estirada y almohadas en forma de corazones. Hermoso detalle por cierto. Pero no es lo que está pasando por mi mente ahora.
Un cuarto
Una cama
Él
Yo
Los dos
Sólos
Aquí..
- ¿Vamos a tener sexo?.- suelto de repente avergonzada. Pero por dentro, ¿A quién podía engañar?. Éste hombre es el puto paraíso en carne y huevos..., digo, huesos. Je je..
- No diría sexo.- se acerca a mí. Mi respiración se vuelve pesada.- Diría que son ganas de meterte todo éste amor dentro de tí.- se separa de mí arreglando su chaqueta.- Ya sabes.- me guiña un ojo.- Para que salga creíble.
Y sin más se fué....
Me quedé mirando la puerta unos minutos. Más bien una hora. Ése hombre va a matarme si sigue hablándome de ésa manera tan enloquecedora. Me dejo caer de espaldas a la suave cama mirando la fina lámpara en forma de rosa situada en el techo.
- ¿Qué me está pasando?.- susurro para mí misma mientras pongo mis dedos en mi cuello para sentir mi pulso. Si mis cálculos son correctos está más acelerado de lo normal. Yo no era así. Me he convertido en Grabiela y sus vicios. Yo era tan buena. Tan linda persona e inocente que en el pasado pensaba que él sexo oral se realizaba charlando.
Qué cosa no..
Sonrío para mí misma mientras que....
La puerta se abre de nuevo y yo doy un respingo en mi lugar. Reí negando con la cabeza. Aistor había entrado a la habitación de nuevo, pero ésta vez traía algo más formal.
- Pensé que sería algo incómodo que nos abrasaramos en la cama con traje.- responde remarcado del marco de la puerta. Sus abdominales eran notables bajo ésa simple camiseta de color blanco.
- Yo no tenía ningún problema.- le digo tratando de reprimir una carcajada.- Te abría agarrado por la corbata de todas formas.
El suelta una carcajada mostrando sus hermanos dientes blancos. Éste chico es hermosísimo y para colmo lo bueno le sobra. Empieza a caminar hacia mí. Mi corazón se detiene. JURO QUE MI CORAZÓN SE DETUVO. Me dejo caer hacia atrás apoyada de mis codos. Él se inclina quedado justo a centímetros.
Quiero besarlo. Quiero besar ésos carnosos labios.
Lo agarré de la camiseta para pegarlo a mí. Le susurré cerca de sus labios:
- Deberíamos besarnos para romper el hielo.
Él me sonrió maliciosamente, en un movimiento rápido me dió un empujoncito para tumbarme en la cama y estar en mi regazo.
- Mejor un 69 para derretirlo.
Gerard..
Saco mi celular de mi bolsillo para llamar a mi secretaria mientras Taliha se retoca el maquillaje en el baño de la cafetería.
- Señor..- responde mi secretaria.
- ¿Hiciste lo que te pedí?.- pregunto sonriendo.
- Si señor. Pero no vino.- hace una pausa y éso me hace arrugar mis cejas.- Lo dije cómo usted me ordenó, al pie de la letra.
Doy con mi puño en la mesa con rabia derramando mi café. Odio cuando las cosas no salen cómo las planeo.
- ¿Qué fué exactamente lo que le dijiste?.- coloco mis dedos en el puente de mi nariz para calmarme.
- Le dije que se necesitaba su presencia en la empresa para la firma de unos documentos importantes. Tal y cómo usted me dijo.
- No entiendo. ¿Qué fué lo que salió mal?.- al parecer mi secretaria nota la rabia en mi vos.
- Verá señor...dijo que no podía ir. Que estaba ocupada, así que en su lugar envío a su secretario para firmar ésos documentos que en realidad no existen.
Me tenso en mi lugar por lo que acaba de decir.
- Dime qué por lo menos le diste algo a firmar a ése idiota.
- Por supuesto que si señor.- su respuesta hace que me relaje en mi silla.
- Bien gracias de todos modos.- cuelgo guardando el celular de nuevo.- Mierda.
¿Qué era tan importante cómo para no asistir a la empresa Stella?. ¿Qué tramas mujer?. Me incliné hacia delante entrelazando mis manos.
Mi plan para divertirme al parecer se fué a la mierda. Quería que Stella estuviera en la empresa y pusiera un pie en el ascensor. Ya todo estaba arreglado. Yo estaría ahí en ésos momentos y entraría a la par con ella. En cuanto le diera al botón de subir, las puertas se cerrarían y las luces se apagarían deteniendo el ascensor. Luego mi secretaria se encargaría de pegar en las puertas de la parte de afuera un cartel que diga que está fuera de servicio. Así nada ni nadie nos molestaría mientras jugamos a las criaturas nocturnas ahí dentro.
De tan sólo pensarlo me dan ganas de reír. Lastima que no pudo ser. Saco mi celular para enviarle un mensaje a ésa rubia teñida..
Yo: Tu y yo, haciendo cardio en la cama. No sé. Piénsalo. ;)
Stella...
Aistor juega con un mechón de mi cabello rubio. Yo estoy recostada cómodamente en su pecho. El ritmo regular de su corazón me está durmiendo poco a poco. Es algo tranquilo. Es cómo una paz después de la tormenta. Nunca en mi vida había tenido algo tan maravilloso cómo lo he tenido hoy. Porque éso es lo que Aistor transmite, paz, seguridad, y sobre todo amor y gentileza. Todo un caballero. Todavía recuerdo sus besos marcando cada parte mí cuerpo. Pero lo que más me gustó fué su forma de embestir. Juro que ví a Dios catorce veces seguidas mientras sucedía. Quisiera hacerlo otra vez pero me da pena. Además de que me duelen las piernas y no tengo fuerzas para continuar, quiero repetirlo.
Una notificación llega a mi celular. Estiro el brazo para alcanzarlo justo en la mesita de noche.
Acaso no tienes vergüenza: Tú y yo, haciendo cardio en la cama. No sé. Piénsalo. ;)
Éso me hace sonreír malvadamente. Mi plan está funcionando. Genial..
Estiro mi celular hacia Aistor. Éste ríe por el mensaje.
- Presta el celular un momento.- se lo entrego con una sonrisa. El empieza a escribir.
Gerard..
Una notificación llega a mi celular. Sonrío victorioso porque se que es Stella. Al parecer no sé resiste a mis encantos.
Desbloqueo el celular para encontrarme con su mensaje:
Rubia teñida: Lo siento, estoy con Andrés.
Niego con mi cabeza mirando el mensaje con burla. ¿Acaso piensa que soy idiota?.
Empiezo a escribir otro mensaje para ella...
Stella...
Otra notificación llega a mi celular en manos de él hombre a mi lado. Veo que aprieta su mandíbula al leerlo. La curiosidad me mata así que pregunto:
- ¿Qué puso?.- lo miré, éste sólo me entregó el celular. Vi el mensaje.
Acaso no tienes vergüenza: Así que estás con Andrés hee.. no importa me los cojo a los dos también.
Abro los ojos cómo platos apretando los labios para no reír. Se que a Aistor éste tema no le trae mucha gracia porque él odia a su primo. ¿Y cómo no odiarlo? Es cómo un grano en el culo..
Le escribo un mensaje para que me deje en paz.
Yo: Déjame vivir mi vida en paz. Ya bastante jodida está, contigo sería la gota que derramó el vaso.
Unos segundos después contesta:
Acaso no tienes vergüenza: Ya deja de tratar de alejarme. Te conozco muy bien para mí gusto. Así que si vas hacer un show que sea erótico por favor. Me urge.
Me quedé mirando el celular divertida al igual que Aistor. Presiono la parte de videollamada.
Gerard...
Sonrío al darme cuenta que la rubia teñida me está llamando. Sabía que no aguantaría mucho sin verme. Y para más sorpresa, videollamada. Descuelgo la videollamada y lo primero que veo es su rostro con una sonrisa.
- Miren nada más.- no sé si soy yo ¿o ella está cubierta con una sábana?. Sonrío. Seguro me estará esperando en su habitación.
- Hola Gerardo.- ni siquiera me molestó por la forma en que me ha llamado.- ¿Cómo estás?.
- ¿Con ganas de comerte y tú?.- muerdo mi labio inferior.
- Las ganas me las quitaron hace rato.- ella me sonríe, extiende el celular en un ángulo más amplio en dónde puedo ver a alguien a su lado. Un hombre, sea quién sea lo matar....
- Hola. Primo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro