QUERDÍA VIDA: ME DOY CUENTA DE QUE AÚN QUIERES ENSEÑARME ALGO QUE NO LOGRO ENTENDER. SÓLO RECUERDA QUE TAMBIÉN ENTIENDO POR LAS BUENAS. ¡NO MAMES!.

Estaba nerviosa y todavía no sé por qué. Hace una semana de la fiesta que realizó la empresa y no me había preocupado hasta ahora. Hoy lunes empezaba mi primera escena grabada con (*****). Lo siento no quiero mencionar el nombre, me da jaqueca.

Estoy dando vueltas en mi oficina cómo loca. Primera vez que me pasa ésto. No lo entiendo, llevo dos años en ésto y no entiendo que me está pasando. Las manos me sudan y frotarlas en mi enterizo color piel fué el único movimiento que logré dar.

Recibo un mensaje. Número desconocido:

Desconocido> ¿Estás lista fiera? ;)

No hace falta un adivino para saber de quién se trata.

Yo> ¿Ahora me estás acosando por aquí también?. -_-

Desconocido> Quisieras. Sólo te escribo para darte ánimos. Para que no te coja por sorpresa a la hora de besarte y arruinar tu labial rojo.

Yo> No me arruinaras el labial porque es resistente y...................¡¡ESPERA!! ¡¿DIJISTE BESO!?.

Desconocido> No, dije sexo, claro que dije beso ¿o acaso no sabes leer? :0

Yo> Yo no te daré ni el contacto visual, así que ya puedes bajar de la nube en las que te haz subido. Además Éso se arregla. ¿Para que están los efectos?.

Desconocido> Stella lo nuestro es drama y romance. Ésto no es ciencia ficción. Éso mejor déjaselo a Tailer que vive en su mundo lleno de mentiras al igual que su hermana llena de filtros. Lo nuestro es natural. ;)

Si, natural cómo los desastres.

***

Trato de bajar todas las escaleras para liberar estrés. No me apetecía mucho el ascensor. Estaba sudando frío. Hooo... ¿y si invento una gripe?. ¿Un dolor de cabeza intenso?. ¿Una hipoglicemia?,...no, esa no, porque me darían algo de comer para que se me quite y no quiero eso.

¿Un esguince?. Siiiiii eso puede funcionar, con un pie roto no puedo caminar y si no puedo caminar no hay escena.... No, mala idea. Conociendo a Gerard me pondrá en escena así sea en sillas de ruedas. "Maldito". Necesito algo mejor, vamos Stella, de tantas películas de acción que has visto debe de llegarte algo a la cabeza.

Ya estaba en el quinto piso, solo me faltan tres mas y poco tiempo para pensar en algo, no quiero besar a Gerard ni aunque mi vida dependiera de ello y me amenazaran para suicidarme. Ni de coña, sólo de pensarlo me revuelve el estómago y ya no se que pensar.

Mi teléfono sonaba cada cinco minutos. Era Exel y Gerard, lo sabía. Y tan sólo pensarlo me ponía de los nervios. Mierda...tengo que pensar rápido. Ya estoy en la planta de la sala. Camino lentamente por el pasillo tratando de pensar, tratando de salir de este problema. ¿Pero por qué?. Ésa es la pregunta. Por favor ni que fuera un viejo verde ni un alienígena. Pero es que...no lo sé.. estoy confundida. ¿Será porque nunca e estado con nadie y el tal echo de hacer contacto con el me aterra?. A la mierda, no es el indicado, Ja...saldré de aquí así tenga que fingir un embarazo. Me detengo delante de la puerta mirándola fijamente, respiro profundamente disputa a entrar. Levante la mano para tocar con mis nudillos pero la baje de inmediato al ver que la puerta se abrió dejándome ver a Axel con el seno fruncido.

-¿Stella joder donde estabas?.- me cogió por el brazo haciéndome entrar de paso.- Pensé que te había pasado algo. Preparate física y mentalmente porque ésto ya va a empezar.

Esas palabras recorrieron cada centímetro de mi cerebro. "Preparate física y mentalmente". ¿Acaso me está queriendo decir que quedaré traumatizada con todo ésto?.

Miro a mi alrededor con horror absoluto. El lugar estaba lindo, no lo voy a negar pero eso no me preocupaba en éstos momentos. Ese idiota estaba sentado en una silla siendo maquillado por su estilista mirándome con burla. Pero beso ni una mierdas al único ser que besado en mi vida se llama lujuria y espero que siga de esa manera.

***
- ¡Esta todo listo ya podemos comenzar!.- exclamo el de la cámara.

Todos se pusieron en sus posiciones y yo no dejaba de sentirme incomoda por la situación. Y me pueden llamar dramática todo lo que quieran pero hay que entenderme porque ya es colmo. Ésta era la situación: Al parecer la novela se trataba de que Gerard era un multimillonario empresario que lo único que le importaba en su vida era su trabajo y su abuela. Vivía solo y no podía cuidarla debido a su trabajo y esas cosas. Entonces contrata a una mujer que pueda cuidar de su abuela mientras el trabaja y es dónde entro yo. Al principio no me gustó mucho la idea ya que los hombres ricos siempre terminan tratando mal a sus criadas y eso conmigo no va. Pero trataré de hacer lo mejor posible, que es lo peor que podía pasar.

Nos llevaron a una mansión enorme y lujosa donde sería la casa de Gerard. Me vistieron con un uniforme de criada muy bonito nada exagerado cosa que agradecí. Nos dirigimos a la enorme sala donde estaba limpiando las grandes ventanas de cristal y ahí entró Gerard dando un portazo a la puerta de entrada haciéndome asustar de inmediato.

- Buenos días señor Yeins.- lo saludo parando de limpiar y agachando la cabeza. Mi personaje era de una chica tímida y buena al parecer .

El entró sin mirarme. Su papel era de un hombre duro sin mostrar ni una pizca de sentimientos ni compasión por nadie. Ja..hasta en la actuación tenía que interpretar el papel de imbécil.

- ¡¿Que se supone que estas mirando?!.- él se hacerca a mí molesto y se supone que yo debería sentirme intimidada.- ¿Casado te pago para que te me quedes mirando como idiota?.

Okey.....soy un delfín. El no lo dijo de verdad Stella, tienes que mantener la calma. Paz interior..

- Señor yo sólo..- dige nerviosa bajando la cabeza. Estoy empezando a odiar éste papel.

Y así empezó todo. Yo hacía de inútil e ingenua y buena persona. Gerard llevó a la casa a una pelirroja que estaba enamorada de el. Era todo un fastidio me trataba peor y yo siempre corriendo con la colita entre las piernas. Ella me fastidiaba hasta a la hora de dormir tratando de amenazarme con que me aleje de Yeins y esas cosas típicas de las brujas de las telenovelas. Todo estaba bien, más que bien, no había nada que pudiera acabar con mi paciencia ni nada de eso. Todo salia perfecto y me alegré por primera vez al no escuchar tres corten seguidos por el director. Estaba bien, supongo.

- ¡¡Dedscansoooo!!.

Respiro con cansancio sentándome en la banca del patio de la mansión. Él día a sido muy largo pero aun no termina. Falta una toma más para terminar el episodio y poder irme y abrazar a mi linda cama. Gerard sale de la casa con el típico traje de empresario y para más mortificarme estaba sonriendo.

- Mi querida empleada ingenua.- se sentó a mi lado y comenzó a reír.

- ¿Qué quieres "Yeins"?.- hice comillas con mis manos.

- Ho vamos... puedes llamarme señor. O mi amor, mi cielo, mi mundo, o querido esposo.- Puso una mano en su mentón cómo si estuviera pensando.- Sabes que... ese último me gusta más.- pasó su brazo por mi hombro.- Tu querido esposo el que en el fondo te quiere y aun no te das cuenta. ¿Tu me quieres?.

- No sé, muerete a ver si lloro.- le quité el brazo de mi hombro y éste empezó a reír.

- Eres imposible Stella.

- Oye te veo emocionado demaciado con la escena.

- Como no estarlo.- sonrió.- Oye cambio de tema...cuando nos conocimos no me dijiste cuantos años tenías.

- ¿Eso es importante para ti?.

- Claro.- se puso serio al mirarme.- No quiero que la policía me detenga y caer preso por estar con una menor de edad. No quiero que me digan asalta cunas.

- No te dirán nada porque yo no estoy contigo ni lo estaré tampoco.- lo miré de reojo.- Tengo veinte.

- Jajajajaja eres una bebe.- empezó reír cómo loco.- Yo tengo veintitrés Jajaja.....

Hice una mueca. ¿De qué se ríe?

- Huy perdón fósil prehistórico, testigo de los dinosaurios, hijo de Tutankamon, creador de las pirámides egipcias..- lo miré con fastidio viendo cómo el contenía la risa.- ¿Me detengo o sigo hasta llevarte a los hombres primitivos?.

- No, no me lleves hasta aya por favor.- paró de reír.- Oye Stella....- me tomó de las manos y se puso serio.- E pensado en decírtelo en la fiesta pero no tuve oportunidad.. así que aproveche éste momento que te tengo entre mis garras para decirte que quiero estar contigo. Stella significas mucho para mí, no tengo palabras para describir lo mucho que me gustas y te admiro. Me haces muy feliz. Eres la razón por la cual sonrío todos los malditos días.

- Okey...

- Quiero despertar todos los días a tu lado y verte sonreír como lo haces siempre.

- Okey...

- Stella quiero ser el motivo de tu sonrisa y estar contigo a tu lado y hacerte feliz. Se que estás dudando y a lo mejor no soy la mejor persona que vayas a conocer en el mundo pero soy alguien que te ama sinceramente desde el primer día que te vi. Por eso dejame pedirte que no dudes de mi amor. Podré no ser suficiente pero en las buenas y en las malas estaré para ti, no importa que tenga que hacer a un lado cosas porque por ti lo que sea, y si tengo que ir a algún lado a buscarte iré. Si tengo que perder mi orgullo para no perderte a ti lo voy a perder porque me haces sentir lo que no mucha gente logró hacerme sentir y es por eso que no dudes y confíes en mí.

Okey..- una lágrima salio de mi rostro.

- No quieto alejarme de ti.- me miró. Y en su mirada lo decía todo. Había un brillo en sus ojos que jamás había visto en éstos dos meses a su lado. - me vuelves loco Stella, me sacas de quicio y eso es lo que mas me gusta de ti. Eres tan hermosa que.... acerca su mano a mi rostro pero no llega a tocarlo, retira su mano apartando la mirada.- ¿No dirás nada?.

Silencio.

Es lo único que pasa que en mi mente.en estos momentos. ¿Que acababa de pasar?. No lo entiendo. El.....el no..puede quererme, no puede estar ena...morado de mí. Los dos nos detestamos, no nos podemos ver ni un minuto siquiera sin terminar discutiendo. Ésto no...esto es una maldita broma es eso. Lo miré con lágrimas en mis ojos. ¿Pero por qué? ¿Por qué estoy llorando? es...es patético. Me limpio las lágrimas sonriendo.

- Muy buena.- empiezo a reír.- Oye no juegues así conmigo me la creí por un momento.- paro de reír y lo miré con burla.- Dónde están las camas ocultas. Se que todo ésto es cosa tuya Gerard.

Me levante del asiento mirando por todos lados tratando de encontrar alguna cámara. No puedo creerlo, cómo pude ser tan idiota negué con la cabeza conteniendo la risa. Mi venganza será peor y tengo ideas brillantes para él. Reviso detrás de un arbusto pero nada. El la casa del perro y tampoco. Ni siquiera en el establo de al frente. Si que los escondió bien.

- Oye Gerard así no juego.- me iba a voltear para encararlo hasta que alguien estampó sus labios con los míos haciéndome quedar perpleja. Gerard me estaba besando. ¡¡ME ESTABA BESANDO!!. Me besó....y aunque yo sabía que lo nuestro no tenía futuro correspondi a ése beso cómo si de verdad nos fuéramos a querer para algo más que sólo aquél momento. Dios me besó. Me besó los labios con ternura y yo sonreí. Era el beso más pequeño y a la vez el más grande que tuve en mi vida.

¿Les a pasado que les guste alguien que no quieren que les guste? ¿Y pretender que no te gusta hace que te guste más?.
Así pasa conmigo. Nunca pensé escuchar ésto de él. Por dios es GERARD el típico chico que odiaba e insultaba a cada rato. El no me soportaba, le encantaba fastidiarme y ahora.... ahora me dice ésto y yo...no sé que..

El se separa de mí dejando un vacío extraño. Me mira a los ojos con un brillo que jamás pensé que tenía. Y yo no supe que decir. Jajaja la vida es tan injusta. Yo, que siempre tengo una respuesta para todo, que no me quedo callada ante nadie estoy parada frente a un chico que se me acaba de declarar y no sé que decir....

- No sé que decir.- susurré a lo bajo para mí misma y estoy más que segura que el lo escuchó. Estaba a centímetros de mí.

- No tienes que decir nada.- me dedicó una sonrisa ¿triste?.- Entenderé cualquier decisión que tomes. Yo me declaré Stella. Por primera vez en mi vida me declaré a alguien y ése alguien eres tú. Entenderé cualquier elección que tomes.- me cogió de las manos con ternura.- Pero pase lo que pase quiero que sepas que te seguiré queriendo porque las tentaciones cómo tú, merecen pecados cómo yo.

Una lágrima sale de mis ojos junto a una pequeña risa. Es un imbécil, y aunque no quiera admitirlo me gusta ése imbécil.