Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 7: FIESTA.

EDITADO



      Decir que en la noche dormimos como un par de bebés, es nada. En la mañana nos levantamos completamente renovadas, y Amy se despertó muchísimo mejor. Se levantó contenta y eso me puso feliz a mí. Caminamos juntas hasta la escuela, y lo disfrutamos muchísimo, ya que ella siempre la llevaban en auto y no la dejaban caminar, por eso de la inseguridad. Nunca lo entendí muy bien, porque Amy vive a veinte minutos del colegio; pero bueno, que va, yo no tengo hijos.

      —¡No dormía tan bien hace mucho! —Exclama, como es su costumbre y se cuelga de mi brazo.

      Caminamos por el pasillo, directo al auditorio. Ya que estamos en el último año de estudios secundarios, quieren mostrarnos cosas como la excursión de fin de año, la fiesta de graduación, y ese tipo de cosas. Marcho junto a mi amiga, y nos adentramos por los pasillos y luego, girando a la izquierda, nos adentramos en el gran auditorio. Algunas personas ya han llegado y nos hacemos en las filas de atrás para charlar, ya saben: no me interesa en absoluto este tipo de intervenciones, tengo mi viaje a París.

      —Hola, chicas —saluda alguien, Joe. Le sonrío y lo invito a que se siente con nosotras. —¿Cómo están? ¿Sigues mejor, Amy? —Cuestiona, pasando de mí.

      Levanto las cejas, con despreocupación. Al fin y al cabo Joe está más que colado por Amy desde hace tiempo. Él y ella se ponen a hablar, y no le tomo importancia, aunque Joe esté a mi derecha y ella a mi izquierda. ¿Necesito que sepan que sigo aquí? Que va.

      Una sensación extraña se hace presente. Como si percibiera algo mínimo en el aire que me pone muy inquieta y ansiosa. Miro a todos lados, intentando descifrar que es lo que me produce esta sensación tan extraña e incómoda. Un aliento en mi oreja, me deja completamente pasmada y, al parecer, el par de tontos que tengo a cada lado, no se enteran que estoy a punto de sufrir un paro cardiorrespiratorio.

      —Bu —gruñe alguien en mi oreja. Doy un respingo, liberando un gritito demasiado chillón para mi gusto.

      —Vete al demonio —espeto, algo molesta cuando, al girar mi rostro, un mechón de cabello blancuzco se me mete al ojo, produciéndome mucho fastidio.

      —Yo soy el demonio, ¡buuhh! —se mofa, haciendo arañas con sus manos y moviendo sus dedos frente a mi cara. —¿No me crees? —Inquiere con un poco de seriedad.

      Lucas empieza a reír a todo pulmón, mostrando esos envidiables dientecillos, tan perfectamente alineados, y únicamente distorsionados por sus caninos filosos. ¡Agh! ¡Es ridículo! Ruedo los ojos, cuando escucho la risa de Amy y de Joe. Resoplo, cruzándome de brazos, ignorando la presencia de Lucas y el sonido de su estúpida y adorable risa.

      —¿De qué libro te sacaron, idiota? —Le riño, y en su cara se dibuja un signo gigante de interrogación, que amenaza con caerle sobre la nariz y arruinar su rostro de niño inocente.

      Entrecierra sus ojos, y Amy me codea.

      —Eres muy cruel, Resa —solloza Amy, susurrando.

      Suspiro, resignada.

      —Aun así, te voy a invitar a mi fiesta, así que puedes seguir insultándome —dice, tan serio, que me hace arrugar las cejas, examinándolo. —Eso me excita, ¿sabes? —Concluye, y dejo que mi mandíbula caiga.

      —Hay pocos así, Teresa, aprovecha —bromea Amy, partiéndose de risa junto con Lucas, y aunque la risa de Joe no sea tan estridente como la de este par de tontos, ríe por lo bajo con ellos.

      —¿Van a venir o no? —Pregunta el albino, cuando por fin ha cesado su burla hacia mí.

      —Claro —dice Amy. Me viro hacia ella. ¿Ah? —¿Qué? —Pregunta ante mi cara de confusión.

      O sea, déjenme entender: Ayer estaba histérica, pero hoy ya quiere meterse en una fiesta como si nada. ¿El mundo está mal o soy yo la está mal? ¿Me pierdo de algo? ¡Porque últimamente siento que todo gira alrededor de este flacucho y pálido chico nuevo!

      Lo pienso durante un momento. ¿En serio quiero estar en una fiesta llena de alcohol y personas, donde muchas cosas pueden pasar? Mi corazón se acelera y, disimuladamente, observo a Lucas. Con su rostro tan blanco y ese par de cejas platinadas, arqueadas, que le otorgan una redondez impropia a sus ojos, esperando mi respuesta.

      ¿Por qué siento que Lucas es engañoso? Él no es normal, eso es seguro. ¡Quiero deshacerme de esta sensación de una vez, y vivir mi adolescencia normal!

      Tecleo en el suelo, con ansiedad.

      "¡Si, si, si!" Grita a forma de barra, una voz dentro de mí. La misma voz que mi grita cosas como "bésalo" o "tócalo", cada vez que Lucas se me acerca y estamos solos... La misma voz que grita: "Huye, huye, huye ahora". La verdad ni me molestaría beber de su mano, otra vez. Me resisto un poco más a mis impulsos. Hay algo que no me está dejando tomar una decisión tan sencilla como está.

      ¿Qué tan complicado puede ser, decir sí o no? Pues, yo ya estoy sudando. ¡Que alguien me ayude!

      —Resa... —Me saca de mis pensamientos Amy. —¿Estás bien?

      —Si —asiento —Iré con ustedes a la fiesta.

      —Vale, te enviaré un mensaje con la dirección —interrumpe el albino.

      Lucas sonríe de oreja a oreja, provocando que todo mi cuerpo se estremezca. Se acerca a mí, y me da un beso cerca de la oreja. Luego se aleja y camina hasta donde están Lana y su grupo de de amigas. Gruño, en voz alta, sin darme cuenta.

      —No sé cómo lo hace —habla Joe. Amy y yo lo miramos sin entender.

      —¿Hacer qué? —Preguntamos a la vez.

      —Tenerlas locas a todas y simplemente no puede caerme mal, es raro —concluye. —Creo que lo adoro, o algo así

      Amy ríe, fuertemente.

      Yo me abstraigo en mis pensamientos. Instintivamente me llevo las manos a los brazos. Recuerdo el sueño que tuve antes de conocer a Lucas, luego nuestro encuentro en los pasillos y eso de "no lo deseas lo suficiente para que decida hacerlo, Teresa". No voy a mentir, su cercanía despierta mis más primitivos instintos, es como si todo en él tuviera la única función se sumirte en un sinfín de sensaciones y pensamientos impuros. O... simplemente estoy dándole demasiada importancia a vivir el cliché más grande de mi vida, después de Henry.

      Me la paso metida en mis cavilaciones el resto del día. No tengo cabeza para pensar en otra cosa que la fiesta, y a la par, Lucas se mete a la fuerza en mi mente. No hallándole alguna explicación posible, termino por aceptar que sí, puede estar gustándome.

      Lo que me faltaba, ¡caer en las redes de otro chico, no tan popular, pero si mucho más guapo, para que pueda hacer conmigo lo que quiera! ¡Felicitaciones, Teresa! Bien que lo estás deseando.

      Cuando la última hora de clases pasa, Amy me informa que ha decidido ir a su casa. Después de todo, no hay lugar como el hogar. Le digo que no hay problema, me despido, esperando que nos encontremos para salir juntas a la fiesta. Apenas llego a la casa, me encuentro con mi papá tirado en el sofá, dormido, pero aun así hallo el almuerzo sobre la mesa junto con una nota:

"Hola, cariño. No me despiertes, he tenido una noche dura, te quiero. Att: Papá".

      Sonrió y silenciosamente me llevo el plato a mi cuarto. Cuando me dispongo a comer, descubro que no tengo ni pizca de apetito y solo pienso en que voy a usar para ir a la fiesta, que no es nada del otro mundo, pero que me tiene con los pelos de punta. Tampoco pego el ojo en toda la tarde, y cuando empieza a oscurecer, me baño y me preparo para salir.

      Camino de un lado a otro del mi cuarto, mordiéndome las uñas. Por momentos me arrepiento de ir, y otros, me entusiasmo tanto que no puedo dejar de sonreír, que no puedo evitar sentir esta necesidad de ir más allá. Mi teléfono suena, y me llega un mensaje de Amy, pidiéndome que nos encontremos en la fiesta. Mi angustia aumenta. ¿Y si Amy no aparece y me toca quedarme sola con Lucas? Además no sé qué clase de amigos irán, y no quiero estar sola, no después de lo de Henry.

      Ni siquiera sé porque estoy considerando ir. Debería quedarme en casa.

      ¿O no?



***

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro