Después del hermoso beso que se dieron frente a todos los invitados, comienza la fiesta de la boda.

AP: Amor estoy tan contenta, el sueño de mi vida es este momento.

R: Igual el mío; Paula no sabes lo feliz que me has hecho. No me alcanzará la vida para agradecer que me perdonaras y ... (Paula le pone un dedo en los labios callando a Rogelio).

AP: Shhh!! Rogelio por favor no quiero que volvamos a recordar el pasado; Yo he decidido dejar todos los malos recuerdos en donde nunca más puedan lastimarnos y comenzar mi camino contigo y Margarito justo en este momento. Y vivir, no para llorar por los que me han dejado, sino para realizar todo lo que me pidieron antes de partir, y ¿sabes qué es?

R: ¿No?, ¿qué es Paula?

AP: Que fuera feliz y que nunca permita que nada nos separe.

Paula besa a Rogelio tratando de transmitirle esa confianza que sabe que a él le falta, ya que se había dado cuenta días atrás que aunque habían dicho todo lo que sentían y se perdonaron mutuamente, existían en ellos sentimientos del pasado que se encontraban escondidos dentro de su corazón, pero en el caso de ella haber tenido la oportunidad de escuchar las palabras de su hermano y de Gustavo le daban las fuerzas necesarias para por primera vez, luchar por lo que quiere y no permitir nuevamente que por dudas o inseguridades, desperdicie el tiempo como lo hizo antes. Pero Rogelio no tuvo la oportunidad de escuchar a Miguel dándole su perdón y en ocasiones lo ve distraído y siente que es por todo lo sucedido. Paula termina el beso y Rogelio le acaricia su rostro con suma suavidad y están a punto de volver a besarse cuando llega Margarito corriendo para pedir a Paula que baile con él.

Margarito: Paula, Paula, vine a pedirte que bailemos. Recuerda que le prometí a mi papá que yo sería quien lo representaría en este día. Además estuve practicando mucho con Consuelo para que no te pise los pies (y hace un movimiento de cadera bastante gracioso que hace reír a Paula y Rogelio).

R: Vaya chamaco, de veras que me sorprendes, al menos ahora si te salió mejor la movidita.

AP: Mi amor, encantada de ser tu pareja y más ahora que veo que te esforzaste por ser un muy buen bailarín (mirando a Rogelio, se levanta y le da un beso). Amor regreso pronto (hablándole al oído), no puedo estar lejos de ti, pero es una promesa a Margarito, espérame.

R: Por siempre mi Amor.

Paula toma el brazo que Margarito le ofreció y van a la pista a bailar. Mientras Rogelio los mira entre feliz y un poco preocupado, cuando llega María y nota que él está en otro mundo pues ni siquiera la sintió llegar y ni volteó a verla.

María: Rogelio, hijo, ¿estás bien?

Rogelio se sobresalta, pero trata de aparentar con una sonrisa.

R: Nana!, perdón, es que estaba viendo a Paula y Margaro. Se nota que mi chamaco está muy feliz.

María: Y Paula está todavía más feliz. (Rogelio le da una media sonrisa, sin decir nada más voltea a ver a Paula, eso desconcierta a María). Rogelio ¿te pasa algo?, se supone que hoy es el día más feliz de tu vida, pero siento que hay algo que te inquieta, dime hijo ¿Qué es?

R: Nada Nana (toma su mano y la besa), que puede estarme pasando, sino que estoy muy contento porque por fin tengo la familia con la que siempre soñé.

María: La familia que nunca tuviste cuando eras niño. Pero hijo, hay algo que no te deja disfrutar por completo de este día. (Rogelio vuelve a negar, pero María insiste). Mira hace poco me pediste que tomara mi lugar en esta casa como la señora Montero, y por eso te entregué hoy en la capilla como si fuera tu madre, así que como tu madre, sé que hay algo que no quieres decir, ¿es que acaso ya no amas a Paula?

R: Claro que no es eso! Es más, cada día que pasa la amo más. (Suspira y decide abrirse con María, pues hace días que lleva dándole vueltas al mismo asunto, pero no ha tenido el valor de hablarlo con nadie y eso ya se estaba convirtiendo en una carga muy pesada que quería liberar). Es que siento que realmente no merezco todo esto.

María: ¿Todo esto?, ¿Te refieres a que no puedes caminar?, Rogelio, sabes que a Paula eso no le importa.

R: No me refiero a no poder caminar Nana. Es que al principio creía que con pedir perdón todo se arreglaría, y que podría vivir feliz si Paula me perdonara por todas las estupideces que cometí en el pasado, pero esta maldita inseguridad que he tenido últimamente no mas no me deja, cada vez que pienso que todo va a estar bien algo sucede.

María recuerda lo que le dijo Paula en la mañana y entiende que ambos tienen ese mismo sentimiento de incertidumbre.

María: Rogelio, por qué no lo platicas con Paula, quizá ella esté igual que tú.

R: Por eso mismo no le he dicho nada. No quiero remover malos recuerdos (con cara de preocupación toma las manos de María), Nana, no sé qué haría si Paula reconsidera la decisión que tomo.

María: ¿Que va a reconsiderar Rogelio?, si ella se casó hoy contigo es porque en verdad te ama, y no le veo motivo a la duda que tienes. Hijo, tú no eres de esos hombres que se dejan apabullar sino que eres directo y no te escondes, ¿entonces ahora por qué esa actitud?

R: (con sonrisa irónica), Si!, ese era Rogelio Montero, pero Paula es bastante cambiante en cuanto a sus sentimientos, hoy me quiere, mañana no sé.

María: (ya un poco molesta con Rogelio), y ¿porqué de pronto esas dudas?, ¿no es suficiente con todo lo que has visto estos días?, Paula se encargó de la organización de la boda y la fiesta, te llevó con ella a entregar las invitaciones, y por cierto pidió disculpas por la vez pasada en que canceló la otra boda, el día que fue por su vestido de novia regresó con una cara radiante de felicidad, eso no lo viste porque es una tradición que el novio no vea el vestido de la novia, se ha dedicado a ti y cada rato te dice que te ama, ¿o no?

R: Si Nana, pero eso es lo que me preocupa. Ni una sola vez a querido tocar el tema de Miguel o de Gustavo, cada que lo menciono, se excusa y se va o me dice que no quiere recordar; si no sé qué siente realmente, ¿cómo quieres que yo esté tranquilo?, en una de esas le da uno de sus arranques y se va de nuevo.

María: Es cierto que Paula es muy bipolar, pero creo que es mejor que enfrentes esto y no dejes que pase más tiempo, porque un matrimonio con dudas, solo se convertirá en un infierno para el que las tenga y en este caso eres tú, porque a mi parecer Paula está decidida a ser feliz, y si no quiere hablar de Miguel o de Gustavo, siento que es más por no incomodarte a ti. Rogelio piénsalo ¿sí? y al menos por hoy olvídate de eso y disfruta de tu esposa, ya mañana será otro día (le da un beso y se va, para que aclare sus pensamientos).

R: (pensando), Sí Nana!, quizá tengas razón, soy un imbécil por andar dudando tanto (se ríe), caray Rogelio que bruto eres, ahora vas a resultar un hombre sin carácter e inseguro como cualquier otro, y eso no es de los Montero, no señor, (mira de nuevo a Paula), mi amor, voy a luchar cada día para que jamás vuelvas a sufrir, y daré lo mejor de mí para que tu corazón sane y de verdad me perdones algún día por lo que llegué a lastimarte, ya que de algo estoy seguro y es que aunque no lo digas, no te ha sido fácil estar hoy aquí cuando hace unas semanas estabas llorando, pero si a caso no puedes olvidar, te juro que no te retendré. Qué egoísta soy, pero quiero vivir lo que tú quieras vivir a mi lado con todo y el riesgo de que al final me dejes.

Ya no pudo continuar con su conversación mental, pues Paula regresaba con Margarito. Ésta se sienta y vuelve a besar a Rogelio.

AP: Rogelio, ¿viste que buena pareja de baile me tocó?, (mira a Margarito), eres estupendo, pero ahora quiero estar con tu papá, en un ratito más y volvemos a bailar (lo besa).

Margarito: Sí, entonces me voy con mi abuela, quiero que ella también baile conmigo (corre y le da un abrazo a Rogelio), luego regreso papá.

R: Si mijo, sabe que es en el único en quién confío para que baile con su madre (Margarito se va a buscar a su abuela).

AP: (acercándose muy seductora a Rogelio). ¿Cómo es eso de que el único en quién confías?, (dando pequeños besos), Rogelio sabes que eres el único hombre al que yo miraría, no puedo ver a nadie más mi amor.

R: (profundizando el beso). Lo sé pero también sabes que no resisto verte lejos de mí, entiendes Paula (mirándola amorosamente), eso es algo que no he podido cambiar, soy celoso, pero es porque te amo demasiado.

AP: (Respondiendo al beso). Está bien, no puedo reclamar algo que también Yo hago contigo, y es que no quiero compartirte con nadie (pensando; y menos con Vanesa que desde hace un buen rato te está mirando). Amor, ¿y si nos escapamos?, anoche no dormimos juntos y fue muy difícil conciliar el sueño, así que estoy cansada (Susurrando) Claro que ese es el pretexto que usaremos con los invitados.

R: (se ríe). Como usted mande señora Montero. Vámonos antes de que Margaro regrese y ya no te suelte.

AP: Tienes razón, pero ahora que lo pienso, pobre está tan ilusionado con el baile, que mejor esperemos a que termine la fiesta.

R: (abrazándola fuerte, pero sin lastimarla). Ah no señora!, usted ya me encamino y no va a dejarme con las ganas de estar solitos (la besa), todavía falta bastante para que se termine todo esto y no creo poder resistir mucho, y en cuanto a Margaro, mira para allá, el chamaco está más que gustoso bailando con Consuelo, así que no creo que se moleste si nos vamos.

Paula observa la escena y ve que efectivamente Margarito está muy contento con Consuelo, así que reconsidera la huida.

AP: Esta bien señor Montero vámonos, pero me gustaría saber a ¿dónde me llevará de luna de miel?, no has querido decirme nada, o ¿es que acaso no iremos a ningún lado?

R: Es sorpresa mi amor, no te pongas impaciente, te aseguro que te va a encantar.

AP: Está bien, además te lo he dicho siempre, cualquier lugar es bueno, mientras estemos juntos.

R: Entonces ve a ponerte algo más cómodo mientras le digo a María que nos vamos y a Hugo que nos ayude a subir a la camioneta.

AP: Rogelio hablando de Hugo, tengo una duda ¿él nos va a acompañar?

R: (riendo), ¿cómo crees?, no hace falta, al menos a dónde vamos no es necesario que venga.

AP: ¿En serio, pero quiere decir que no iremos muy lejos?

R: Pues si y no, pero ya lo verás en cuanto lleguemos.

Rogelio se retira, mientras Dany, llega con Paula.

Dany: Amiga que hermosa boda, en verdad te felicito y te deseo todo lo mejor del mundo, te lo mereces tanto tú como don Rogelio.

AP: Muchas gracias Dany (sonríe y abraza a su amiga), hay Dany, en verdad creo que no había sentido tanta dicha desde hace mucho, es tan grande que hasta siento miedo.

Dany: Pero Ana Paula, ¿por qué habrías de sentir miedo?, todo lo malo ya no existe, ahora sólo tienes que luchar día a día por tú felicidad al lado del hombre que eligió tu corazón, y me parece que eso es algo que harás sin que nadie te lo tenga que decir.

AP: Dany no tengo miedo a mi vida con Rogelio, sino a que algo no nos permita ser felices. Tú mejor que nadie sabe lo que hemos que tenido que pasar para poder estar juntos, personas que no querían que fuéramos felices, Bruno, Cynthia, en su tiempo Vanesa; y es tan reciente todo lo que nos pasó, que es imposible no sentir temor. A parte hay algo que he querido decirle a Rogelio desde hace unos días, pero aún no encuentro la forma ni el momento de hacerlo.

Dany: ¿Y qué es lo que quieres decirle?

AP: Es sobre Miguel y Gustavo.

Dany: (con cara de preocupación), Ana Paula, es que ¿acaso sigues sintiendo rencor hacia Rogelio?, Amiga como te dije una vez lo que pasó con Miguel es independiente de ustedes dos, recuerda que él perdonó a Rogelio antes de morir. Además porqué también mencionas a Gustavo, ¿es que no lo has olvidado?

AP: No es lo que piensas Dany. Si quiero hablar con Rogelio sobre ellos es justamente porque si tú estás sacando esas conclusiones, que puedo esperar de Rogelio. Él siempre hace conjeturas de esa magnitud, y sé que no lo dirá abiertamente, pero lo he observado, está ausente y siento que es precisamente por el asunto de mi hermano y Gustavo. Van varias veces que quiere hablarme de ellos y Yo lo evito porque no quiero que se sienta mal, aparte de que no sabría que decir que pueda quitar toda esa carga que debe tener.

Dany: Pero Ana Paula, entonces si eso has notado no creo que debas seguir retrasando el asunto, habla con él cuanto antes, pero como recomendación, no lo hagas hoy, recuerda que es su boda y no es necesario que se amarguen ahora, ya habrá tiempo después, solo no esperes demasiado, esas cosas que no se dicen son las que más daño les hacen.

AP: Sí Dany eso es lo que pensaba hacer, pero es tan complicado.

Dany abraza nuevamente a Paula.

Dany: Bueno basta de tanta charla, hay que divertirse porque es un grandioso día.

AP: (se levanta rápidamente), es cierto, se me estaba olvidando, Rogelio y Yo nos vamos en un momento, y aún no estoy lista, Dany, por favor ayúdame a cambiar de ropa.

Dany: Picarones, se nos escapan. Pero bueno es entendible, vamos te ayudo y verás que estás lista en un abrir y cerrar de ojos.

Paula y Dany, van a la habitación del matrimonio para que la novia se cambie y prepare algunas cosas que llevará para su luna de miel. Mientras Rogelio junto a Hugo y Marcial, están metiendo a la camioneta lo que Rogelio dispuso para el pequeño viaje que hará con su esposa.

Hugo: Patrón, ¿de verdad no quiere que nadie lo acompañe?, recuerde que a donde van es un lugar que requiere de ayuda.

R: No, gracias Hugo, pero no haré ninguna idiotez como hace tiempo. Ya he comprendido de las limitaciones que tengo y no voy a arriesgar a mi mujer a ningún peligro. Sólo andaremos por los alrededores admirando el paisaje de ese bello lugar.

Hugo: Como diga patrón. Pero ya sabe, cualquier cosa, me marca y voy enseguida.

R: Claro hombre, hasta siento que Yo soy el chamaco y tú mi papá.

Hugo: Perdón patrón, pero sabe que aquí todos lo apreciamos mucho.

Marcial: Es verdad patrón, nos da mucho gusto verlo tan contento como hace tiempo no lo veíamos.

R: Aprovechando, quiero agradecerles sobre todo a ustedes dos, por ser tan leales. Pues a pesar de que fui un maldito jamás me dejaron solo y siempre he contado con su apoyo, y eso es algo que siempre atesoraré.

Hugo: Ni lo mencione patrón, usted nos ha ayudado, en especial a mí, que siendo un simple peón, me dio la oportunidad de ser su asistente y ahora su capataz.

Marcial: Y a mí con mi familia y esas son cosas que jamás se olvidan.

R: Pues gracias por tenerme en ese concepto con todo y lo que vivieron por años.

Hugo: No se preocupe, nosotros lo entendemos.

R: Bueno, bueno, ya estuvo de tanta palabrería, no es de machos andar de sentimentales, además ya se me hace tarde para ir con mi esposa. Hugo nada más nos dejas en el lugar y te regresas, y no se te olvide pasar en una semana por nosotros.

Hugo: Claro que no se me olvida patrón, le recuerdo que las provisiones que me pidió dejarle ya están ahí, nada más se las racionan porque con eso de que dijo que era una semana, compre lo justo.

R: Qué bárbaro, con el apetito que tengo, y tú me escatimas, ta bueno, me sacrificaré a no comer mis postres.

Hugo ayuda a Rogelio a regresar a la hacienda. Mientras Paula ya estaba lista con un bonito vestido color esmeralda, escote en V, sin mangas, con una falda que le llegaba hasta las rodillas y un maquillaje suave que por recomendación de Dany se puso.

AP: Dany, ¿crees que ese camisón le guste a Rogelio? (una cara algo roja mientras veía el camisón que Consuelo le ayudo a comprar para su noche de bodas, el cual era de seda color rosa claro y muy pero muy escotado del busto y muy corto de las piernas, al menos para la apreciación de Paula, que no estaba acostumbrada a usar ese tipo de prendas).

Dany: (muerta de la risa por la cara de su amiga). Hay Ana Paula, perdón que lo diga, pero me parece increíble que te de pena usar eso, si tú y Rogelio no son desconocidos en el aspecto íntimo. Un camisón no debería ser importante ahora. Además es muy común entre las parejas darse ciertos estímulos para disfrutar más de su amor.

AP: Tal vez sea gracioso para ti, pero para mí, lo importante es una entrega de amor, no de pasiones desbordadas.

Dany: ¿Y Rogelio piensa igual?, amiga es hombre y no es por ser entrometida, pero a poco ¿él no requiere un empujoncito a la hora de lo que ya sabes?

AP: Dany!!, ¿cómo me preguntas eso?

Dany: Perdón Ana Paula, pero es que aún no me cabe en la cabeza como le hacen.

AP: Dany, eres mi mejor amiga, pero hay cosas que prefiero guardarme para mí (con cierto tono de celos), solo te puedo decir que lo que siento cada vez que estoy con Rogelio, es una paz y alegría que nunca en mi vida he sentido.

Dany: Está bien amiga. Me voy porque tu marido no tarda en venir a buscarte. Ah! Y no te preocupes por los invitados, María y Yo nos encargamos de todo, tú solamente tienes que ser muy feliz. Por cierto me quedaré unos días ayudando en la clínica para cubrirte el tiempo que no estés y también cuidaré a Margarito y Mary.

AP: Muchas gracias Dany. Y dale las gracias a María, porque no creo que Rogelio y Yo vayamos a regresar a la fiesta. Otra cosa más, dile a Vanesa que le deseo un buen viaje, y aunque por ahora no quiero que regrese pronto, espero verla algún día.

Dany: Quieres que le diga ¿qué esperas no regrese pronto?

AP: No Dany, eso es solo para mí, solo dile que se cuide mucho.

Dany: Ok, Ana Paula, nos vemos.

Dany se va y a los pocos minutos entra Rogelio a la recámara.

R: Mi vida, ¿ya estas lista?

Paula sale del baño y Rogelio al verla tan hermosa la mira embobado y ansioso por tenerla en sus brazos. Ella por su parte al verlo sonríe y se sienta en sus piernas igual de ansiosa por estar con él y le da un beso corto, pero suficientemente embriagador para los dos.

R: Pensándolo bien, creo que no voy a poder esperar a llegar a donde vamos. ¿Qué te parece si mejor nos quedamos hasta mañana?

AP: Ni lo sueñe señor Montero. Siempre la luna de miel se queda para después y eso ahora sí que no lo voy a permitir. Dijiste que estaríamos solos, y ahora me cumples (vuelve a besarlo).

R: Con ese argumento, ni quién se pueda resistir, ta bueno, vámonos, Hugo nos espera en la camioneta.

AP: ¿Qué Hugo nos espera?, Rogelio ¿no dijiste que no lo llevarías?

R: Tranquila mi vida, él solamente nos va a llevar y se regresa.

AP: Después de que regresemos me voy a tomar un curso intensivo de manejo para llevarte a todos lados, sin nadie de por medio.

R: (con algo de melancolía en su voz), No niego que sería la mitad de la solución, pero queda la de ayudarme a subir y bajar de la camioneta.

Paula siente que cometió una indiscreción, y trata de arreglarlo, en eso Rogelio vuelve a hablar.

R: Paula, ¿estás segura de la decisión que tomaste?

AP: (acariciando su rostro), nunca en mi vida había estado más segura de algo, pero no voy a demostrártelo con palabras, sino con hechos y tú mismo verás que tan cierto es esto que siento por ti (levantándose y tomando su mano), y ahora vámonos, que la primer cosa que haré será en el lugar que me tienes destinado para celebrar nuestra unión ante Dios y será entregándote mi corazón.

R: ¿Me vas a entregar tu corazón?, Creí que ya lo habías hecho.

AP: Pues sí, pero tú mismo entenderás a lo que me refiero en cuanto estemos allá.

R: (sonríe), Bien entonces no demoremos más.

Paula y Rogelio salen de la hacienda rumbo a su luna de miel. En sus corazones existen aún cosas que aunque no parezca siguen causando en ellos incertidumbre. Pero ese pequeño viaje será el principio de algo mejor para ambos, al menos esa es la esperanza que tiene Paula.