5
Algo que me dolió el resto de mi adolescencia fue que te mantuviste distante de mi, Mello, soporté que me miraras feo por el beso, admítelo, ¡a ti también te gustó! Pero sólo éramos unos críos, no teníamos la madurez ni personalidad para hablar abiertamente de estos temas.
Por ello hacíamos como si nada, lo que tú no sabías es que ese silencio despertaba más y más deseos de ti. Tampoco es que los pudiera controlar, ¡te lo juro!
Estando otra vez solitarios tú y yo, seguí siéndote fiel ante todo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro