LEI SEGUÍA CON LA VISTA PENDIENTE EN EL LLAVERO DE LA CHICA, ADMIRANDO LO BONITO QUE ERA Y LO BIEN CUIDADO QUE ESTABA, siendo su mejor tesoro hasta ahora.

—¿Qué miras con tanta atención?—La voz de Xia sonó a su lado, distrayéndolo de su ensoñación— ¿es tuyo?

—Si, lo encontré por ahí...—respondió receloso sin dar muchos detalles.

—Es muy lindo, no sabía que te gustaban esas cosas—sonrió— es adorable, ¿te gustan los erizos?

—No lo sé, me parecen llamativos.

—Son de los animales más nobles según a mi parecer—comentó mientras que amarraba su cabello en una coleta— demuestran su amor con la gente que quieren e incluso, esconden un poco sus espinas para no dañarles.

—Si, estuve investigando un poco—asintió mientras que miraba el pequeño llavero.

—¿Cómo se llama?

—¿Quién?

—El erizo.

—¿Cuál erizo?

—El del llavero que tienes con tu violín—aguanto la risa, debido a lo distraído que Lei estaba— ¿estás en las nubes, Lei?

—Se llama Spike—recodó el nombre que Anne le había dado, negando luego con confusión— ¿por qué estaría en las nubes?, estoy aquí, frente a ti.

—Creo que mi novia se refería a que estás distraído—Ximen abrazó por la espalda a su pareja— ¿te gustan los erizos ahora?

—Si, se llama Spike—Xia le comentó a su novio— ¿es adorable, no?

—Tu eres adorable—respondió como si fuera la única respuesta correcta— me es un poco gracioso porque Lei es como un erizo.

—¿Yo?

—Ajá—asintió— ahora, si me disculpas, debo llevarme a esta señorita porque necesito su ayuda.

—¿Ayuda en qué?—volteó curiosa.

—Bueno, necesito tu opinión de algo —comentó mientras que a lo lejos, Shancai buscaba con la vista a Lei— ¿puedes venir?

Xia asintió, despidiéndose del chico para irse de la mano con el de gafas, escuchándolo parlotear sobre un montón de cosas como simple excusa para darle tiempo a la más baja para estar a solas con Lei luego de una extensa conversación y chantaje —donde Shancai simplemente debía darle té gratis por un mes a él y su novia cuando quisieran—. Anne por otra parte, escuchaba a Gao hablarle sobre lo emocionante que sería la vida si fueran parte de una simulación mientras que la castaña apenas podía prestarle atención.

—¿Por qué estás tan callada?—preguntó preocupado— digo, siempre hablas como su tuvieras una barra de confeti metida en el trasero.

—Perdí el llavero que un niño me obsequió—respondió mirando el suelo— ¿puedes creer que llore en el baño luego de mi clase?

—Anne, preciosa...—Huáng le abrazó por la espalda— te prometo que vamos a encontrarlo o puedo darte uno nuevo.

—No es lo mismo—suspiró frustrada, volteando para esconderse entre los brazos de su amigo— ese niño me lo dio con todo el cariño del mundo y va a decepcionarse si sabe que lo perdí.

—Anne, te puedo asegurar que el mocoso olvidó que te obsequió un llavero que probablemente encontró tirado por ahí —se encogió de hombros— suena cruel, pero sabes que es cierto.

—Da igual, él me lo obsequió a mí—suspiró.

El más alto consoló a la fémina , acariciando su espalda mientras que pensaba en como subirle el ánimo a su pequeña amiga.

—¿Qué tal si voy a comprar unas donas de chocolate y chispitas?—sugirió, haciendo que ella saliera de su escondite para sonreír como pequeña niña.

—¿Con café helado?

—Con café helado, ¿me esperas aquí?—y ella asintió, recibiendo un beso en la frente del pelinegro para alejarse.

Lee Anne estaba agradecida de tener un gran amigo como Gao, quién siempre lograba distraerla y cuidarla del mundo debido a lo vulnerable y empatica que era, sin embargo, él nunca pensó que tendría que lidiar con una persona en la ecuación de la vida de la castaña, porque Huaze Lei, desde el otro extreño del pasillo sentado en una de las bancas, escuchando lo que Shancai decía, había observado como Anne había recibido muestras de afecto y había conversado sobre algo que a él le interesaba escuchar... porque sin notarlo, Lei había creado en su cerebro una pequeña obsesión por ella.