01
LEI SE HABIA RENDIDO CUANDO JING LE HABÍA RECHAZADO Y SHANCAI SE HABÍA IDO TRAS DAOMING, DEJÁNDOLE UN CORAZÓN roto y una tristeza que se veía reflejada en sus ojos, sin embargo, la escondía tras esa sonrisa que siempre llevaba.
Caminaba detrás de sus amigos, escuchándoles reír y hablar de chicas que habían conocido, cosa que realmente no le importaba demasiado, conectando por breves segundos su mirada con la de Anne, una chica que estudiaba pediatría y estaba en el club de música, la cuál, simplemente le sonrió agitando su mano.
—¿La conoces?—le preguntó Meizuo mirando al de cuello de tortuga— se ve bastante amistosa
—Solo la he visto un par de veces en la sala de música—se encogió de hombros, mirando a otro lado— no la conozco
—Mmmm... sabes, es muy linda—comentó el moreno— ¿no quieres saludarla o algo?, realmente me rompe el corazón verla desanimada
—No la conozco—volvió a repetir, mirando a su amigo.
—No te pongas así, ella no tiene la culpa de que Jing y Shancai decidieran elegir a otras personas o cosas—rodó los ojos, para luego devolver el saludo a la chica.
Y se quedó callado, volviendo a mirar a la castaña quién eufóricamente le devolvía el saludo a Meizuo y agitó su mano de manera discreta, recibiendo como respuesta una sonrisa tímida de ella.
LEI CAMINABA HACÍA EL SALÓN DE MÚSICA MIENTRAS QUE LLEVABA SU VIOLÍN EN EL ESTUCHE DE ESTE, más que nada, quería dejarse fluir con las cuerdas para simplemente despejar sus sentimientos hasta que apenas giró el pomo de la puerta, una melodía de piano le dejó helado.
Sonaba algo melancólico, triste y sobre todo hermoso, como si los sentimientos de quién estuviera tocando fueran reflejados de aquella manera y empujó la puerta con cuidado, entrando para ver a una castaña moviendo con delicadeza sus dedos sobre las teclas, hasta que por fin pudo descifrar lo que ella estaba tocando, River Flows In You.
Se apoyó contra la puerta luego de que fue cerrada, cerrando también sus ojos para suspirar de manera suave y relajarse. Nunca antes alguien había logrado llegarle al corazón cuando se trataba de música, ni siquiera Jing cuando solía tocar para él de manera juguetona, quizás porque no lo hacía de la misma manera que él, no dejaba fluir con la música, porque se notaba que la fémina frente a él utilizaba aquel salón y los instrumentos como una via de escape, así como él.
—¿Quieres que la toque de nuevo?, puedes unirte si quieres—sonrió ella— tranquilo, no voy a verte
Lei sonrió sacando su instrumento del estuche para acomodarlo en su hombro y mentón, sintiéndose tan vivo como nunca.
—Tú puedes liderar—le respondió antes de sentirla volver a repetir la melodía en piano desde el principio.
Y así fue como luego él se le unió, envolviéndolos a ambos en una atmósfera dulce que producía el violin junto a lo tranquilo del piano, incluso, si fuera posible, ambas almas bailarían un valz dentro de aquella sala sin siquiera conocerse... porque aveces, el amor llegaba de diferentes maneras sin siquiera avisar y se esconde como los conejos en sus madrigueras para ser despertados luego del invierno....
ANNE JUGABA CON SUS MANOS MIENTRAS QUE MIRABA COMO SU MEJOR AMIGO, GAO SE QUEJABA SOBRE lo carísimo que era re-pintar su auto por el pequeño rayón de la mañana, mientras que ella simplemente estaba cuestionándose quién había sido el misterioso entrometido que esa mañana había tocado el violín junto a ella, y sobre todo, quiénes eran las manchas que le habían saludado por la mañana cuando simplemente le había saludado a otra persona.
—¿Me estás escuchando, Anne?
—Lo siento, estoy pensando en que debería tratarme la miopía—se defendió, haciendo una mueca graciosa.
—¿No que ocupas lentes de contacto?
—Si, pero de todas maneras no es genial ver manchas que mueven sus manos y no sabes si son plantas o efectivamente personas—admitió.
—¿Es por lo de la mañana?, ¿quién te estaba saludando?—preguntó gracioso.
—No tengo idea...
Y comió de su ensalada, mirando a lo lejos en aquella cafetería como Huaze Lei miraba su entorno con ojos brillantes de tristeza y bebiendo de su café, provocando que su corazón se contrajera.
—¿A dónde miras?
—A nada en particular —comentó sacando de su bolso su estuche para sacar un post-it de gatito y una lapicera rosa.
"Ven a la azotea después de clases
-Anne"
—¿A dónde vas?—preguntó luego alzando una ceja el más alto.
—Al baño—sonrió inocente.
Y cerró su mochila luego de guardar sus cosas, levantándose para caminar hacía la salida para pegar con discreción el post-it en la espalda de Lei, sonriendo para si misma.
Porque de cierta manera, ella lo comprendía, comprendía lo que se sentía estar en un lugar con demasiadas personas y sentirse solo... y simplemente Anne rompió todas sus barreras para poder intentar alegrar un corazón que no era el suyo.
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