Jungkook se encontraba en su habitación, sentado frente a su escritorio. Estaba tratando de escribirle una canción a Taehyung, pero su mente se encontraba en blanco. El piso estaba lleno de hojas arrugadas por él, al no encontrar las palabras indicadas para expresar lo que siente.

Sujeta su cabeza con ambas manos en señal de frustración y suelta un pequeño grito de impaciencia. Se encuentra verdaderamente agotado mentalmente y esto hace que no le vengan ideas a la cabeza. Cuando está a punto de rendirse y dejar de escribir, escucha como alguien abre la puerta de su cuarto, sobresaltándolo un poco al estar concentrado.

— Ah Yoongi, eres tú. — dice al darse cuenta de quien es.

— Si, soy yo — entra cerrando la puerta detrás suyo.

— ¿Que quieres? — le pregunta al contrario, ya que se le hace raro que entre sin avisar a su espacio personal.

— Solo venía a despedirme, Jimin y yo hemos hablado las cosas y nos hemos reconciliado.

— Me alegro mucho por ustedes Yoon — le dijo con una sonrisa triste a lo que el otro asiente.

— ¿Te ocurre algo? — pregunta al verlo decaído.

— Estaba tratando de escribirle una canción a Tae, pero tengo la mente en blanco — agacha la cabeza triste.

— Hey, solo piensa en él, en lo que piensas y lo que sientes — se sienta en la cama y lo mira directamente — escribe sobre lo que Tae te hace sentir, en lo que sienten ambos.

— Es que no puedo pensar en otra cosa, que no sea el accidente — lo mira a los ojos — me siento mal.

— Te entiendo perfectamente Kook, todos lo hacemos, aunque tal vez, no lo sentimos de la misma manera — Jungkook siente su vista nublarse — pero, recuerda todos los momentos bonitos y felices que pasaron juntos. O cuando saliamos todos en grupo, piensa en momentos que te hagan sentir bien, ya verás como te saldrá sola la letra.

— Trataré de pensar en ello, gracias — va hacia el y lo abraza.

— No estás solo Jungkook, nos tienes a todos nosotros, si necesitas algo, nos lo dices de inmediato — lo aprieta contra su pecho — me encantaría quedarne así pero debo irme — le dice apenado.

— No se preocupe, lo entiendo, muchas gracias por todo hyung — se separa y da una leve reverencia.

— No es nada, gracias a tí por dejar que me quede aquí — Kook niega con la cabeza diciendo de forma silenciosa que no importaba. Ambos escuchan el sonido del claxon de un coche — ya llegó Chim. Recuerda lo que te dije Jungkookie — le acaricia el cabello en forma de despedida.

— Lo haré hyung — le sonríe y se despide de él.

Al irse Yoongi, suelta un suspiro y ve hacia la esquina de su escritorio, donde yacía un portaretratos, con una foto de Taehyung y de él, un día que salieron al parque de diversiones con sus amigos, ambos con unas diademas de rana en la cabeza. Al recordar lo felices que estaban ese día, sonrío. Se acordó de una frase que le dijo a Tae cuando iban a montar la montaña rusa, porque este le tiene un enorme pánico a las alturas.

"Mírame a mi, solo a mi Tae"

Esa pequeña frase, les sacó a ambos una sonrisa e inmediatamente Taehyung dejó de sentir miedo.
Ese día, fue uno de los mejores de su vida sin duda alguna.

Vuelve a sentarse en la silla giratoria frente al escritorio y empezó a escribir.

Esa suave voz tuya que me roza
Por favor, llama mi nombre una vez más
Estoy parado bajo la puesta de Sol congelado
Pero caminaré hacia ti paso a paso
Quiero estar contigo
En una habitación oscura sin luz
No debería estar acostumbrado a esto
Pero es tan familiar

Las palabras le salían solas, era como si esa fuera la canción perfecta, la que contaba su historia y también, la que expresaba el desrrochante amor que sentía por el contrario.

Sonrío, sonrío por lograr escribir esa canción, por plasmar tan bien sus sentimientos en ella. También sonrío al estar ya impaciente de cantársela  y por ver su sonrisa cuando la escuche. A Tae le gusta mucho su voz, le decía siempre que se había equivocado al elegir su carrera, ya que tendría que estar estudiando música y sacando al máximo su talento.

Al ya haber terminado, se estiró en su asiento y miró otra vez la foto, le dió una leve caricia y la besó.

— Espero que te guste esta canción Tete. Es un recordatorio de que te amo y de que nada nos podrá separar — dijo con una enorme sonrisa plasmada en el rostro y con sus ojos llenos de lágrimas.