Las zapatillas en movimiento, el piso liso de madera y el gran espejo como acompañamiento es lo habitual en la rutina de las cinco personas presentes.

Las luces iluminando la sala daban ese enfoque mínimo que los despertaba aquella mañana, claro, a casi todos.

⎯  Mikey, no te duermas.

⎯  No me molestes Ken-chin ⎯ respondió de forma perezosa mientras se instalaba en una esquina de la sala de ensayo, la cual era una de las muchas que pertenecían a la agencia. Al recostarse y hacerse bolita, levantó un poco la mirada para así ver al más alto con somnolencia.⎯ de todas formas Inupi aún no llega, así que puedo dormir cinco minutos más.

Draken por su lado soltó un suspiro exagerado, buscando transmitir su molestia indirectamente al azabache. Cada mañana era lo mismo, aunque su coreografo personal llegará a tiempo era difícil hacer que Mikey haga los calentamientos previos antes de la práctica.

Según él, era suficiente con estirarse en la madrugada y por eso aquello era una perdida de tiempo.

⎯  Parece ser que alguien no durmió lo suficiente.⎯ comentó Baji con suma burla, estando apoyado en Kazutora, el mismo que al estar haciendo su respectivo calentamiento comenzó a quejarse debido al peso extra en su espalda.

⎯  ¡Hey, quítate gordo!

⎯  ¿¡Ah!? ¿A quién le dices gordo, idiota?

⎯  A ti imbécil, gordo, gordo.⎯  le sacó la lengua de forma infantil y aquello hizo que una vena se marcará en la frente del contrario, iniciando una pequeña riña entre ambos.

Ahora fue el turno de Mitsuya de soltar un suspiro bajo, mientras rodaba los ojos al mismo tiempo que hacia estiramientos de pierna en silencio y por su lado.

Los minutos transcurrieron entre peleas, bromas y música instrumental de fondo. El chico encargado de su ensayo había indicado horas antes que fueran calentando con ejercicios suaves mientras él se encargaba de un asunto urgente, algunos de allí sabían cual era ese asunto, más no decían nada por no ser de su incumbencia.

No querían meterse donde no le llamaban, y menos traumarse en el proceso.

Un tono llamativo sonó en medio del silencio pactado entre ellos, y fue el pelinegro con mechas amarillas quien sin preámbulo se levantó para así caminar hacia su mochila de mano la cual estaba entre las de sus compañeros, y al tenerla en sus manos, sacó su teléfono.

Sin decir nada regreso a su lugar pero a diferencia de hace unos minutos que realizaba ejercicios de estiramiento, simplemente se sentó en el suelo y se apoyó del espejo amplio mientras tecleaba distraídamente con una rapidez sorprendente.

⎯  Kazutora sin teléfonos.⎯ comentó Mitsuya sin dirigirle la mirada, concentrado únicamente en sus pies mientras se estiraba hacia ellos con sus manos.⎯  Si Inupi llega y te ve con el...

⎯  Ya lo apago, dame unos segundos.⎯ respondió distraído, haciendo señas con sus manos hacia el pelilila.

Baji bufó para así acercarse a él discretamente, ya al sentarse a su lado, observó la pantalla del teléfono de última generación más que curioso.⎯  ¿Tora, qué estás viendo?

Kazutora sin darle mucha vueltas al asunto, le extendió el aparato al pelinegro a su costado sin decir palabra y después de no ver ninguna reacción de lo que observó, le arrebató su teléfono de sus manos para así regresar su mirada a la pantalla con cierto brillo que ninguno de los presentes pudo descifrar.

⎯  ¿Qué? ¿No me preguntarás quién es?

⎯  ¿Acaso me debe de importar?.⎯ Baji regreso la pregunta confundido, como respuesta Kazutora le golpeó el hombro y este al recibir el golpe se quejó en voz baja para después sobarse donde le dolía con el ceño fruncido. Rodó los ojos con cierta molestia, y con más interés se recostó en el hombro de Kazutora.⎯  Está bien, ¿Quién es?

⎯  Al parecer, un nuevo idol surgido de las sombras⎯ La voz de Kazutora sonó cantarina e hizo movimientos extraños cerca de la cara de su amigo, invadiendo su espacio personal, luego recibió de regalo el golpe que le propinó antes y debido a eso soltó una carcajada divertida.⎯  ¡Sólo repito lo que está escrito en la página de chismes!

⎯  ¿Desde cuándo sigues a esas páginas molestas?

⎯  Desde que encontré divertido ver arder Troya.

A Baji ese comentario por alguna razón le regresó el ánimo.⎯  Oh, yo también quiero.

Tanto Mitsuya como Draken se escogieron de hombros, ahora ayudándose mutuamente a estirarse con la espalda contraria contra el otro. Mikey despertó de a poco, soltando un bostezo ligero para así sentarse en su sitio buscando quitarse la pereza de encima.

Al enderezarse por completo hizo que sus hebras oscuras obstaculizaran su visión. Y con un movimiento lento pero preciso fue que tomó de su muñeca una liga que traía consigo, para así peinarse distraídamente con sus dedos su cabello hacia los costados sin dirección precisa. Cuando finalmente terminó sujeto las hebras que molestaban en su nuca y las amarró en una pequeña coleta hacia su lado derecho. Después sintiéndose satisfecho con su tarea realizada volteó a mirar hacia el espejo para verificar su aspecto y con su mano izquierda despeinó un poco su flequillo otorgándole cierto volumen y simpleza a la vista, al verse decente fue que se levantó del suelo para luego acercarse hacia el resto de sus amigos quienes en ese momento se encontraban en una platica relativamente normal.

⎯  ¿Ya podemos empezar? Quiero ir a comer.

⎯  Hace una hora comiste enano, ya quisiera tener tu estómago sin fondo para hartarme de yakisoba peyoung ⎯  Baji mostró una sonrisa ladina, y sus colmillos característicos se hicieron ver en su dentadura blanca.

Mikey ignoró ese comentario desviando su mirada hacia un costado, indiferente⎯  Igual, tengo hambre.

Draken se acercó hacia Mikey y tomó entre sus manos un pedazo de las hebras del más bajo, frunciendo el ceño, disgutado ante lo que sus ojos oscuros veían⎯  ¿Por qué no me dijiste que te peinara Mikey?

⎯  Mmmp. Creo que me gusta así Ken-chin.

⎯  Bueno, si tu lo dices...

Ahora el azabache frunció el ceño infantilmente, mostrándose enojado por el tono dudoso que usó su mejor amigo⎯  ¿Qué tienes con-?

Una nueva voz melódica surcó en sus oídos de inmediato, dejándolo como piedra en su sitio se mantuvo. El pecho de Mikey comenzó a agitarse mientras que la voz contraria se mantenía en sinfonía con sus latidos y sentidos, sintiéndose verdaderamente sorprendido.

La aparente música se detuvo abruptamente, y con sus ojos oscuros muy abiertos, volteó a mirar hacia la dirección de donde provenía dicha voz.

Kazutora colocó su teléfono contra su pecho avergonzado, y soltó una risa nerviosa al tener la atención de todos encima suyo.

⎯  ¿Lo siento? Mi error.

⎯  Tora, ¿Qué fue eso?

⎯  Oh, sin querer presione una de las canciones del nuevo álbum del novato.⎯ comentó sin mucho detalle, Mikey mantuvo la mirada en su persona en señal de que continuará, prosiguió luego de relamer sus labios.⎯  Un nuevo idol, está en todas las primicias y redes sociales... ¿Acaso soy el único que está enterado del alboroto que ocasiona ese sujeto?

Todos se escogieron de hombros, quizás muy concentrados cada quien en lo suyo como para indagar en las noticias que no eran de mucha importancia para la banda. Mikey por otro lado, se mantuvo callado, pensativo.

Las puertas del salón se abrieron con fuerza, mostrándose allí en la entrada un rubio con una coleta alta y un semblante serio en su rostro con una cicatriz en su lado izquierdo sin despegar su atención de su teléfono en mano. Camino con firmeza hasta aproximarse al grupo, integrándose para así dirigir finalmente su mirada hacia el frente con aparente diferencia.

⎯  Disculpen la tardanza chicos, ahora comencemos con el ensayo.