03
Narra Jungkook.
— ¿Está loca?— me quedé pasmado sin poder reaccionar a lo acabado de suceder—No le hice nada— me justifiqué al ver a un par de señoras viéndome con recelo.
Vi en el suelo el bolso de la chica, lo tomé con fastidio y seguí hacia la parada del autobús.
Llegué a la universalidad y enseguida mi mejor amigo notó que traía un bolso de chica y no dudó en burlarse y hacer sus estúpidos chistes.
— Ya, hablando en serio ¿Que haces con un bolso de chica?¿Te metiste a ratero ahora que eres rico?
—Dime algo ¿Tengo cara de violador o algo así?— llevó su mano a la barbilla y me observó con detenimiento.
— Si te miro bien, tienes cara de roedor— soltó con burla y sus risitas me hicieron enfadar.
— Vete a la mierda.
— Vale, vale me pondré serio, cuéntame lo que sucedió.
De camino le conté lo que había sucedido y entre los dos buscábamos una respuesta, a la cual nunca llegamos.
— Joder Jungkook creo que te tiene miedo.
— Pero si yo no le he hecho nada.
— No lo sé, debemos investigar más. Todavía no somos psiquiatras, si quieres podemos hablarle sobre el tema al profesor.
— Bueno la cuestión es que no está bien de la cabeza.
— Obvio que no, y lo mejor será que mantengas la distancia.
— Si, todavía estoy pensando en cambiarme de carrera.
— Miedoso— engancho mi brazo en su cuello y golpeo su cabeza.
— Miedoso eres tú que te gusta OhJin y no se lo dices, porque tienes miedo que te rechace.
— Hola chicos— ambos nos quedamos en shock cuando enfrente de nosotros estaba la mismísima OhJin y sentí que la cagué bien cagada.— Taehyung... — ví las mejillas del chico colorearse cuando le mencionó— ¿Puedo irme contigo hoy? Visitaré a mi abuela.
— S-si claro.
— Oh, genial entonces me escribes cuando termines tu última clase— con una sonrisa se despide mientras que mi amigo asentía con su cabeza.
— Te juro que si me rechaza sin yo decirle nada te mataré.
— No fue mi intención...
— Ya cállate.
. . .
Mientras comía una hamburguesa ví pasar a Suna por frente a mi mesa en la cafetería, guapa como siempre. Yo como tonto me quedé mirándola hasta que ocupó una mesa con sus tres amigas.
— Ahora vengo— le dije a Taehyung y no tuve que mirarle la cara para ver su mueca.
— Ahí vas otra vez.
— Pues si, yo no soy igual que tú.
Fui hasta ellas y las saludé como siempre, sus amigas son antipatías pero no me importa, solo quiero la atención de Suna y estoy haciendo lo posible por obtenerla.
— ¿Estas libre hoy en la tarde?— esperé ansioso su respuesta, pero ella estuvo buen rato mirando su móvil.
— ¿Que me decías?
— ¿Que si estas libre hoy?
— Si ¿Por?
— Quería invitarte a salir.
— Jungkook, la otra vez que salimos...
— Si sé que te hice pasar un mal momento, no sabía que odiabas los restaurantes callejeros, pero esta ves será diferente te lo aseguro.
— Bueno ¿Dónde nos encontramos?¿Dónde mismo?
— No, yo te paso a buscar por tu casa— con una sonrisa hago una reverencia— Entonces las dejo comer, buen provecho.
Corrí hacia mi mesa a proseguir con mi hamburguesa y ví la expresión de Tae.
— Esta vez será diferente, yo lo sé.
— Claro, cuando le digas que ya no eres pobre por supuesto que todo cambiará.— odio cuando no me apoya, él nunca está de acuerdo con las chicas que me gustan.
— Suna no es así, nada de lo que dicen de ella es cierto.
— Eres tan estúpido— lo amenazo con mi puño y sigo comiendo sin hacerle mucho caso, estoy acostumbrado.— Por cierto, mañana pasaré por ti para ir a la fiesta de cumpleaños de Hoseok, procura estar listo a la hora acordada sino te mataré.
— Si— alargué la i con fastidio.
— Me voy, tengo cosas que hacer.
— Adiós.
Lo ví marcharse y volví mi mirada a Suna, le sonreí al coincidir mirada con ella y pues también recibí una de su parte.
Es tan guapa, tiene todo lo que me gusta de una chica, espero hoy acepte ser mi novia.
Pues bien, cuando estaba en los últimos minutos de clases elegí al lugar al cual iré con Suna. Luego fui a casa para prepararme y rogarle a mi padre para que me preste ese auto lujoso que compró.
— ¡Papá!— lo buscaba como loco por toda la casa pero no aparecía y sabía que estaba aquí porque ya mamá me lo había dicho— ¡Papá!
— ¿Que quieres hijo de tu madre?
— Necesito las llaves del auto ¿me las prestas?— se veía ridículo con aquel traje de baño y su pecho lleno de bello al aire, se le subió lo de millonario.
— No.— así de simple.
— Papá, es para llevar a una chica a dar un paseo nada más. Solo será un par de minutos, te aseguro que regresaré antes de lo que esperas.— llega mamá con un vaso de cóctel para mi padre y le pido con una seña una ayudita.
— Ya Jungkook no es un niño, además tomó las clases de manejo junto contigo y tengo entendido que lo hizo mejor que tú.
— Aceptaré porque no me dejaran en paz, puedes tomarlo pero si llega con un solo rasguño tendrás que pagarlo.
— Vale, entonces me voy.
Antes de salir casi corriendo mi mirada se dirigió hacia la ventana de la casa vecina. Pude ver a esa chica sentada con un libro en su mano. Por un instante desvío su mirada del libro y la unió con la mía y al instante cerró la cortina. Volví a lo mío y a toda prisa busqué las llaves del auto, subí a él y me fui a la casa de Suna. Había empezado a llover hacia unos minutos y me jodia un poco pero al menos tenía el auto para poder movernos sin mojarnos.
— ¿Donde es?— estaba un poco perdido, había venido una vez pero no sé, ahora todas las casas se me parecen.
Recibiendo un par de gotas sobre mi, me dirigí hacia la puerta de una de las casas para así tocar el timbre pero mi mirada se desvío a la casa vecina, la ví salir debajo de un paraguas que sostenía un chico. Era Park Jimin, el chico que todos conocen por su prestigio y su maldito egocentrismo.
Me vió bajo la lluvia, pero me ignoró cuando el chico le abrió la puerta de su Porsche rojo.
Si sintieron algo quebrandose ese fue mi corazón. Vale, que me lo tenían advertido y yo de cabezotas fui directo a embarrarme la cara de mierda.
Tragándome las ganas de caerle a piedradas al carro rojo subí al auto de mi padre y golpeé con furia el volante. Me retiré primero y regresé a casa como alma que lleva el diablo.
— Wow, eso fue más rápido de lo que me esperaba.
— Papá no estoy para bromas.
— ¿¡Jeon Jungkook, subiste al auto así de mojado!?
Ignoré sus gritos y me encerré en mi cuarto, al estar allí me llegó un mensaje. Era precisamente de ella.
"Lamento lo de hoy y por favor, no me busques más. Ya estoy saliendo con alguien"
Definitivamente Taehyung tenía razón.
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