23. La Verdad
—¿Has visto a Key?
Jonghyun se giró y vio a Taemin asomando la cabeza por la puerta.
—Probablemente todavía está durmiendo en su habitación.
El más joven salió por completo, inclinando la cabeza en confusión.
—¿No es su turno ahora?
—Sí, pero anoche estaba bastante cansado. Creo que le dejaré dormir todo el tiempo que quiera hoy. —Key estaba tan juguetón como siempre la noche anterior, pero Jonghyun podía ver lo agotado que en realidad se encontraba. No importaba lo bien que pensaba que lo escondía.
—Oh...
—¿Pasa algo? —preguntó Jonghyun, al ver decepción en la cara bonita del chico.
—Solo... quería hablar con él. Estoy muy nervioso —admitió, mirando al suelo mientras jugaba con un cordón flojo de su túnica.
—Bueno... ¿p-puedes hablar conmigo si quieres? No soy muy bueno dando consejos, pero soy buen oyente. Estoy con Key, después de todo —dijo, dándole a Taemin una sonrisa boba.
El castaño soltó una risita, apoyándose contra la pared.
—Supongo.
—Entonces, ¿por qué estás tan nervioso? ¿No deberías estar feliz si te casas con la persona que amas?
—¡Lo estoy! —respondió rápido, con los ojos muy abiertos—. Nunca he estado más feliz en mi vida. Es solo que... casarme con Minho significa que podría convertirme en... la reina. N-no sé si podría manejar eso. ¡Y- y tendré que esconder quién soy realmente por el resto de mi vida! ¿Qué hay de nuestros hijos? ¿La gente no va a esperar un heredero? Y si-
—Taemin. Cálmate.
El menor se detuvo, respiró profundamente y lo miró con ojos ansiosos.
—L-lo siento.
—Deja de preocuparte por todas esas cosas. Tú y Minho han llegado hasta aquí, ¿no es cierto? Entonces pueden superar cualquier cosa juntos.
—Supongo que tienes razón... —murmuró—. He tenido mucho tiempo para pensar en estas últimas semanas...
—Es comprensible que estés nervioso, pero no puedes permitir que esos pensamientos te alteren tanto. Deberías estar sonriendo el día antes de tu boda —extendió una mano para despeinarle el cabello. Taemin rio suavemente, alejando su mano.
—Gracias, Jonghyun. —Se sorprendió un poco cuando Taemin lo abrazó, pero le devolvió el gesto, envolviendo sus brazos alrededor del menor.
—No hay problema, chico.
~*~
Otro grito fue arrancado de la garganta de Key, amortiguado por la tela sucia metida descuidadamente en su boca. Se desplomó hacia adelante, las cadenas sujetando sus brazos sobre su cabeza evitando que cayera al suelo. Observó con lágrimas en los ojos cómo la sangre goteaba de su pecho, sobre el suelo ya sucio. Se estaba sintiendo mareado por el dolor, pero estaba decidido a no desmayarse otra vez.
Byungchol y Sujung lo habían estado torturando por horas. Haciendo que se arrodille en el suelo del calabozo, atándole las manos por encima de la cabeza y azotándolo un par de veces, botando agua helada sobre él antes de que interrogarlo una vez más.
La tela fue arrancada de su boca y tomó todo el aire que pudo, jadeando pesadamente.
—¿Estás listo para hablar?
—Vete a la mierda —respondió con voz áspera, antes de escupir en los zapatos del príncipe.
Byungchol frunció el ceño y le dio una patada rápida en su costado.
—Esto no nos está llevando a ninguna parte —dijo la reina desde la entrada—. El estúpido bastardo no se rinde. La boda es mañana, Byungchol. No podemos dejar que se casen, destruirá tus posibilidades.
—¿Qué más deberíamos hacerle, madre?
Key la miró con ojos agudos y ella le devolvió una mirada calculadora.
Si ella pensaba que alguna vez les diría el secreto de Taemin, estaba loca. Moriría antes de que pudieran sacarle algo de información.
"Lo siento, Jonghyun, pero no estoy seguro de si saldré vivo de aquí."
Sujung se le acercó lentamente, levantando su barbilla bruscamente cuando llegó a él.
—Esa chica debe tener algún secreto. O no estarías haciendo tanto para defenderla —sonrió, esa sonrisa asquerosamente dulce y falsa que Key siempre había odiado—. Ahora, ¿nos dirás, o tendré que recurrir a otra cosa?
Él le lanzó una mirada de odio.
—Preferiría morir, perra maldita.
La sonrisa cayó del rostro de la mujer y apartó la mano de su cara.
—Bien. —Se acercó a su hijo y le susurró algo al oído. Él asintió, y Key observó con los ojos entrecerrados mientras el hombre salía de la mazmorra.
Antes de que Sujung pudiera seguirle, ella se giró en la entrada, lanzándole una sonrisa burlona.
—Puede que no sepa mucho sobre Taemin, pero sé muchas cosas sobre ti. Cosas que crees que has estado escondiendo tan bien.
Key sintió que su estómago se hundía ante sus palabras.
~*~
Jonghyun continuó por el pasillo, sus pasos acelerándose. Estaba sonriendo ante la idea de despertar a Key. Pensó que el más joven había recuperado sus horas de sueño, él mismo se encontraba exhausto.
Cuando llegó a la habitación de Key, tocó suavemente, pero se encontró con solo silencio.
—Keeey —cantó mientras abría la puerta. La habitación estaba bastante oscura, excepto por el sol que entraba por las altas ventanas sin cristales. Era suficiente luz para que Jonghyun viera que la cama de su amante estaba vacía.
Una sensación horrible se apoderó de él, un nudo formándose en su estómago.
—¿Key? —llamó, con la voz temblorosa. Corrió al baño, mirando dentro, solo para encontrarlo igual de vacío. Se dio la vuelta, sus ojos recorriendo la habitación sin resultados.
Algo estaba terriblemente mal, él podía sentirlo.
Comenzó a entrar en pánico y corrió hacia la puerta, con la intención de buscar en su propia habitación al menor. Saltó sorprendido cuando vio una figura apoyada contra la entrada.
—¿Buscando a alguien? —preguntó Byungchol con una sonrisa maliciosa.
El sonido que escapó de la boca de Jonghyun fue algo parecido a un gruñido.
—¡¿Qué has hecho con él?! —gritó, yéndose hacia adelante. Agarró al príncipe por el cuello de su ropa, tirando de él dentro de la habitación para estrellar su espalda contra la pared—. ¡¿Donde está?!
Byungchol lo miró sin inmutarse.
—Tal vez si te comportas, te llevaré con él.
Jonghyun quiso golpear la expresión arrogante en la cara del príncipe, pero se contuvo. Haría lo que fuera necesario para garantizar la seguridad de Key. Así que liberó a Byungchol de mala gana y retrocedió un paso, aún echando humo.
Su corazón latía fuertemente en su pecho con aprensión y miedo, pero siguió a Byungchol fuera de la habitación en un tenso silencio.
~*~
En el momento en que vio a Key, arrodillado en el suelo del calabozo con las manos encadenadas por encima de la cabeza, el cabello escurriendo agua por su cuerpo tembloroso, Jonghyun casi pierde la cordura. Los latigazos en su pecho estaban cubiertos de sangre seca, comenzando a formar costras.
—Key... —susurró, demasiado pasmado para hablar correctamente.
El otro alzó la cabeza y sus ojos se agrandaron al ver al mayor.
—Jonghyun, corre. Ahora. ¡Ve a proteger a Taemin, por favor!
Él ignoró sus demandas y se fue hacia adelante.
—¡¿Qué le han hecho?!
Byungchol lo agarró antes de que pudiera alcanzar a Key, pero él forcejeó con facilidad y logró soltarse. Sin embargo, se congeló en su lugar cuando la reina salió de las sombras, una daga apretada en su mano. Ella la levantó, sosteniéndola contra el cuello de Key, y el aliento de Jonghyun se quedó atorado en su garganta. El príncipe rápidamente lo apresó de nuevo, jalando sus brazos hacia atrás.
—Jonghyun... voy a hacer esto breve y sencillo —habló casualmente—. Dime lo que sabes sobre Taemin, o le cortaré la garganta a Key.
—¡Vete al infierno, perra! ¡Aléjate de él! —escupió, luchando por liberarse del agarre de Byungchol.
—Hmmm... —Ella arrastró la daga por su cuello y la llevó hasta rozar los labios del guardaespaldas—. O podría cortar su lengua y todos podríamos verlo ahogarse con su propia sangre. Tú eliges.
—Jonghyun —habló Key cuando vio que el mayor estaba vacilando. Respingó ligeramente cuando la daga le pinchó el labio mientras hablaba—. ¡No digas ni una palabra!
—Pero, Key-
—¡No soy una mujer paciente, Jonghyun! —Antes de que pudiera darse cuenta de lo que estaba pasando, Sujung había cortado el costado de la cara de Key, dejando una larga y sangrienta herida en su mejilla. Key apretó los dientes tratando de reprimir el grito, haciendo todo lo posible para no mostrar cuánto dolor estaba sintiendo.
Jonghyun entró en pánico, angustiado al ver a su amante siendo torturado.
—¡Está bien! ¡Te diré!
—Perfecto —sonrió—. Sigue, chico.
Jonghyun tragó saliva.
—Taemin es-
—¡Cierra la boca, idiota! —interrumpió Key fuertemente.
—Cállate —exigió la reina. Ella tiró de su pelo y jaló su cabeza hacia atrás, colocando la daga en su cuello expuesto—. Jonghyun, continúa.
Los ojos de Jonghyun se movieron rápidamente por la habitación, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Las lágrimas amenazaban con derramarse a medida que el peso de esta decisión lo aplastaba. Pero en el fondo, sabía que no tenía otra opción. Así que finalmente habló, rompiendo el silencio en el lugar.
—Taemin es... es ... un chico.
—No... —gimoteó Key.
El calabozo permaneció en un silencio sepulcral por un momento, la tensión pesada en el aire.
—Estás mintiendo —acusó Sujung sin rodeos, clavando el cuchillo en la piel de Key.
—¡No lo estoy! Minho recurrió a los espíritus, y ellos le dieron a Taemin. Él sabía que los espíritus no le darían a nadie más, por lo que convenció a Taemin de que se quedara. Taemin se ha estado disfrazando de mujer todo este tiempo...
Jonghyun se desplomó de vergüenza, mientras derramaba cada secreto que le prometió a Minho que guardaría.
Sujung soltó a Key lentamente, y Jonghyun suspiró aliviado.
—¡Oh, esto es maravilloso! —La mujer se rio a carcajadas. Quitó las cadenas que sostenían las muñecas de Key y este cayó al piso sucio.
La mujer se acercó a Jonghyun, mirándolo directo a los ojos, una sonrisa enfermiza en su rostro.
—Has sido de gran ayuda, querido. —Le acarició la mejilla y él apartó la cara con disgusto—. Si descubro que estás mintiendo, me ocuparé de que veas a tu pequeño amante tener una muerte dolorosa, y tú le seguirás por supuesto.
Levantó la mirada hacia su hijo.
—Suéltalo, Byungchol. —El príncipe obedeció, arrojando a Jonghyun al piso, frente a Key.
Sujung se dio vuelta para mirarlos antes de salir de la celda.
—Espero que ustedes dos pasen un rato maravilloso aquí juntos. Lástima que se perderán la boda mañana. Será bastante memorable.
Echó llave a la celda y se fue sin decir otra palabra.
Jonghyun se sentó, arrodillándose frente a Key y tomando al menor en sus brazos con cuidado.
—Idiota... —lloró Key. Jonghyun levantó su mano para limpiar la sangre y las lágrimas de la mejilla del joven.
—Lo siento —susurró—. Sé que lo he arruinado todo, pero no pude... No podía dejar que te hiciera algo más. —Abrazó a Key suavemente, siendo cauto con sus heridas.
El menor se deshizo en sus brazos, sollozando implacablemente. Jonghyun lo abrazó, llorando en silencio con él.
"Lo siento mucho... Taemin... Minho..."
~*~
—Tu cabello está bastante largo.
—Hmmm —tarareó Taemin, disfrutando de la sensación de los dedos de Minho acariciándole el pelo. Estaba acostado sobre el príncipe, escuchando el reconfortante sonido de los latidos de su corazón. Se le estaba haciendo difícil mantenerse despierto. Había estado tan ansioso todo el día, pero en el momento en que se echó en la cama con Minho, se sintió calmado.
—¿Te molesta?
—En realidad no —murmuró el menor—. He tenido el pelo largo por un tiempo. Nunca tanto, pero ya me acostumbré.
—Puedes cortarlo, si quieres... Si eso es lo que te haría sentir más cómodo.
Taemin alzó la cabeza, apoyando la barbilla en el pecho del príncipe mientras lo miraba con una suave sonrisa.
—Aprecio que trates de hacer que me sienta más cómodo aquí, Minho, pero ambos sabemos que sería mejor si dejara crecer mi cabello.
El mayor suspiró, apartando los mechones de cabello castaño de esos ojos azules.
—Estás sacrificando tanto por mí, Tae. Te... escuché hablar con Jonghyun hoy y lo que dijiste me hizo darme cuenta de a cuánto te has visto obligado a renunciar.
El chico frunció el ceño, sus mejillas calentándose ante la idea de Minho escuchando las tonterías que le había comentado a Jonghyun.
—No prestes atención a lo que dije, solo estaba muy nervioso. Además, poder estar contigo por el resto de mi vida hace que todo eso valga la pena.
Minho ahuecó su mejilla, sosteniendo su mirada.
—¿Estás seguro? Si deseas retractarte, solo tienes que decirme.
Taemin se inclinó para conectar sus labios en un apasionado beso.
—Nunca he estado tan seguro de algo en mi vida —susurró.
El príncipe se rio entre dientes.
—¿Alguna vez te he dicho cuánto te amo?
—Quizás —dijo en tono cantarín, sonriendo travieso.
—¿Entonces esto significa que estás preparado para la boda mañana?
—Uhm... todavía estoy un poco nervioso por eso... ¿Y si arruino algo, Minho? —Taemin apretó la ropa del príncipe en sus manos, mirándolo ansiosamente—. Y se suponía que Key ayudaría a preparar todo lo que faltaba hoy, pero no lo vi ni una vez.
Minho pasó una mano tranquilizadora por la espalda del chico.
—No te preocupes, amor. Te guiaré durante toda la ceremonia. Sé que quieres que Key esté aquí, pero déjalo descansar. Él y Jonghyun han estado trabajando duro estas últimas semanas.
—Tienes razón. —Hizo un puchero—. No puedo depender tanto de él... ¿P-podemos repasar el plan una vez más, por favooor?
—Por supuesto —respondió, besando al menor en la nariz—. La primera parte es muy simple. Te guiaré al templo, donde Onew ha preparado un estanque con agua que ha purificado. Debo bendecirte con el agua, pero es bastante sencillo. Sin embargo, esa es la parte más importante y crucial de la ceremonia. Después de eso, te cambiarás de atuendo e iremos al salón principal, donde pronunciaremos nuestros votos y mi padre nos dará su bendición.
—D-de acuerdo. —Taemin tragó saliva—. ¿Cuántas personas estarán allí?
—Todo el reino probablemente estará justo afuera del palacio, pero el consejo y la familia real serán los únicos dentro.
—Entonces... ¿T-todo el reino podrá ver la ceremonia en el templo? —preguntó Taemin, recordando de pronto la forma en que el enorme templo estaba construido. No tenía paredes sólidas, solo pilares de piedra alrededor del lugar.
—Pues, así es —respondió Minho con sencillez.
—¿Hay alguna manera de que podamos hacerlo en algún lugar más... cerrado?
El príncipe rio.
—Me temo que no, Taemin. Pero como dije, te guiaré durante toda la boda. No tengas miedo, amor —dijo, pasando los dedos por su cabello largo.
Taemin cerró los ojos ante la sensación, apoyándose en la mano Minho.
—Lo sé, confío en ti —dijo, sonriendo suavemente.
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N/T: Acepto putazos x2.
Ya me está dando lástima terminar el fic, en serio. Así que no creo actualizar más este fin de semana...
Además que mañana es mi cumpleaños. Me siento re vieja, k zad.🙂
En fin, aprecio todos sus comentarios, unas palabritas me animan mucho. Nos estamos leyendo.🌸🌱🧀
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