22. Preparativos de Boda
—Fue ella, Yunho... Ella mató a Minjung, tal como sospechabas... —Jaejoong miró a Yunho con ojos relucientes.
El rey no pareció sorprendido. La cara de su difunta esposa apareció rápidamente en su mente, y solo pudo pensar en cómo le había fallado. Había sospechado que Sujung fue quien mató a Minjung, pero no tenía pruebas. No pudo hacer nada para demostrar que ella había asesinado a su adorada Minjung.
Una parte de él siempre la amaría. Estaba locamente enamorado de Jaejoong, pero siempre habría un lugar en su corazón para Minjung.
La concubina entrelazó sus dedos, dándole a la mano del hombre un reconfortante apretón.
—Yunho... deberíamos hacer algo. ¡Dile al consejo, preside un juicio!
El rey frunció el ceño, sacudiendo la cabeza ante la petición de su amante.
—¿Con qué evidencia? No tengo forma de probar que estuvo involucrada en la muerte de Minjung. Si lo hubiera hecho, la habría sentenciado a muerte hace mucho tiempo.
—Pero, Yunho... —Jaejoong lo miró con tristeza. No tenía idea de qué decir. Yunho tenía razón; no había nada que pudieran hacer.
—¿Qué te dijo exactamente?
Ella desvió la mirada antes de contestar.
—Dijo que no debería involucrarme en sus asuntos, si no deseaba terminar como Minjung.
El mayor la miró con asombro antes de agarrarla por los hombros, implorándole que escuchara.
—Debes mantenerte lejos de ella, Jaejoong. No te le acerques. No la provoques.
—¡Pero está planeando algo! No ha causado más que problemas para la princesa Taemin y el príncipe Minho. Tengo miedo por ellos.
—Me ocuparé de eso. No tienes que preocuparte. Solo haz lo que digo, ¿está bien?
Jaejoong asintió vacilante.
—De acuerdo.
La mirada de Yunho se suavizó, y le acarició la mejilla suavemente.
—Me preocupo por ti todos los días. Después de lo que le pasó a Minjung... tengo miedo de dejarte aunque sea solo un momento.
—Estaré bien —prometió Jaejoong, abrazando al rey—. Prometo que me mantendré lejos de ella.
—Gracias —susurró—. No quiero perderte también.
~*~
—¡Taemin!
—¿Es realmente eso necesario, Key?
El guardaespaldas corrió al lado de la cama de Taemin y lo abrazó, enterrando la cara del chico en su pecho.
—¡Por supuesto que sí, Jjong! ¡Taeminnie está vivo!
—Sí, si no lo sofocas hasta la muerte —dijo Jonghyun, riéndose.
Tan pronto como Key lo liberó, Taemin hizo un show dramático, jadeando por aire. Key entrecerró los ojos, pero no pudo evitar sonreír.
—Pequeño mocoso —se burló.
—¿Cómo has estado, Taemin? —preguntó Mir, apareciendo en la habitación con Jieun.
—Mucho mejor —sonrió el castaño. Se relajó visiblemente, sintiéndose aliviado de ver a todos sus amigos otra vez—. He estado reteniendo toda la comida sin problemas. Minho y Onew acaban de irse para traer la cena.
—¡Eso es maravilloso! —Jieun dio un paso adelante, sonriendo—. Me aseguraré de hacerte deliciosos platillos para ayudarte a recuperar fuerzas.
—No puedo esperar —sonrió a su vez.
Cuando Onew y Minho llegaron con la comida, se sorprendieron al ver una habitación llena de gente. Minho dudó en tener a tantas personas en la habitación con la condición de Taemin, pero cuando vio la brillante sonrisa que decoraba la cara del menor, no se molestó en hablar. Se paró a un lado de la cama, acariciando el cabello de Taemin mientras este cenaba, charlando con los demás y poniéndose al día.
Un golpe en la puerta interrumpió la conversación y todos se miraron con curiosidad.
—Adelante —dijo finalmente Minho.
El silencio envolvió la habitación cuando el rey entró con una sonrisa amistosa.
—Padre...
Todos hicieron una reverencia rápidamente, Jieun incluso yendo tan lejos como para arrodillarse en el suelo.
—De pie —demandó Yunho, y se levantaron. Se apartaron de su camino cuando este se acercó a la cama. Taemin hizo todo lo posible para inclinarse en su posición, pero le resultaba doloroso, y lo máximo que pudo hacer fue agachar la cabeza—. No hay necesidad de eso, Taemin.
El chico le dio una sonrisa de agradecimiento mientras alzaba la cabeza.
—Padre, ¿ocurre algo? —preguntó Minho, preocupado. Las únicas veces que el rey les haría una visita personal era si tenía noticias importantes, y la mayoría de las veces no era nada bueno.
—Solo quería darles una advertencia. Jaejoong se encontró con Sujung y Byungchol hablando. No está segura de lo que están planeando, pero sí de que tiene algo que ver con ustedes dos.
El príncipe se enfureció, sus fosas nasales ensanchándose al pensar en la mujer y su desgraciado hijo. Taemin simplemente suspiró.
—Mantén una estrecha vigilancia sobre Taemin, Minho. Deberás cuidarte tú también. Asignaré a mis mejores guardias para protegerlos, pero no hay nada más que pueda hacer...
Minho asintió, frotando la espalda de Taemin con dulzura.
—¿Disculpe? Si me permite hablar, por favor, Su Majestad —pidió Key vacilante.
Yunho se giró para mirarlo y asintió.
—Jonghyun y yo somos mejores que cualquiera de los guardias en el palacio. Nos sentiríamos honrados de actuar como sus guardias. Después de todo, fui asignado para ser el guardaespaldas de Taemin, pero la guerra entorpeció mis deberes.
—Esa es una espléndida idea, Key. —El rey sonrió, y se volvió hacia Minho y Taemin—. ¿Aceptan su oferta?
Ambos asintieron, y Taemin le envió a Key una sonrisa agradecida.
—Padre, deseo casarme con Taemin cuando haya sanado completamente. Solo puedo esperar una boda pacífica...
—¡Son maravillosas noticias, hijo! —Yunho sonrió ampliamente, acercándose a Minho para abrazarlo—. Haré todo lo posible para asegurarme de que ella no interfiera con esta boda.
—Gracias, padre —sonrió. Con el rey de su lado, sintió que las cosas en realidad podrían ir según lo planeado.
Yunho se despidió de todos y se fue con la promesa de venir a visitarlos de nuevo. Eligió mantener en secreto las últimas palabras que la reina le dijo a Jaejoong. Si Minho se enterase que Sujung prácticamente había admitido haber matado a Minjung, el príncipe no descansaría hasta asesinarla con sus propias manos. Ya era bastante difícil para él mantenerse calmado y no hacerle nada a la mujer, pero sabía cómo controlarse. Minho era mucho más impulsivo que él.
Solo podía esperar que llegara un momento en que todos los secretos de esa miserable mujer fueran revelados y fuera castigada por sus crímenes.
~*~
—¿Qué crees que haya planeado esta vez?
Minho suspiró, apretando con fuerza a Taemin.
—No importa, porque no le resultará esta vez. Le cortaré la garganta antes de que ponga otra mano sobre ti.
Se sentía frustrado por el hecho de que sabía que la mujer estaba planeando algo, pero no sabía exactamente qué. Quería estar preparado. Solo deseaba casarse con Taemin sin problemas, quería que fuera el día más feliz de sus vidas...
—Minho... —Taemin lo regañó ligeramente—. No digas cosas tan salvajes.
—Me disculpo, pero es la verdad. Estoy harto y cansado de que quede impune por las cosas horribles que ha hecho. Si se atreve a lastimarte nuevamente, no dudaré en matarla. Ya no me importa dejar que el consejo tome decisiones cuando se trata de ella.
El menor solo suspiró. Por mucho que odiara a la reina, no disfrutaba ver a Minho tan enojado.
—Entonces... ¿crees que la boda saldrá según lo planeado?
El príncipe al fin sonrió suavemente, y Taemin sintió que el peso en su corazón se aligeraba un poco.
—Con Key ayudando a planificarla, no creo que permita que suceda nada.
—Se veía más emocionado que nosotros —se rio el castaño, recordando de repente cómo Key había chillado de emoción tan pronto como Yunho salió de la habitación. Inmediatamente sugirió que le permitieran ayudar a planificar la boda, y Taemin no tenía motivos para rehusarse.
—Key siempre se ha emocionado fácilmente por cosas como esta —dijo el mayor, riéndose entre dientes.
—Bueno, no puedo esperar a ver qué tiene en mente —sonrió. Se movió ligeramente, acurrucándose más cerca del otro, un quejido bajo escapando de sus labios.
—¿Estás bien? —preguntó Minho con urgencia.
—Sí —respondió el menor, tomando una respiración profunda—. Es solo que... no debería intentar moverme mucho.
Se agarró el estómago, y Minho le frotó la espalda suavemente.
—Deberías descansar más, Taemin. Sanarás mucho más rápido si dejas de exigirte demasiado a ti mismo —regañó el mayor. Apartó el flequillo de Taemin y levantó su barbilla, casi riéndose de la frustración que era evidente en esos ojos azules.
—Todo lo que hago es descansar. Hago lo que puedo por mejorar, para así no tener que quedarme en cama todo el día. A veces me duele cuando me muevo demasiado, pero la medicina ayuda mucho.
Minho se inclinó para besar el pequeño puchero en los labios de Taemin.
—Solo haz lo que dice el médico, amor. Y no te presiones.
—Lo sé —murmuró—. Es que... te extraño mucho.
El príncipe sintió que el chico se movía ligeramente, una pierna abriéndose paso entre las suyas.
—¡Taemin! —gritó sorprendido cuando la rodilla del menor rozó su entrepierna.
El castaño lo miró con los ojos muy abiertos y una pequeña sonrisa.
—¿Qué? —preguntó, fingiendo inocencia.
Minho inhaló profundamente con los dientes apretados.
—No me provoques cuando sabes que no puedo hacerte nada.
—Pero podríamos hacer... otras cosas —sugirió Taemin como si nada, deslizando su mano por el pecho del mayor, yendo más abajo.
Minho rápidamente agarró su muñeca.
—No hasta que estés mejor.
El menor suspiró derrotado.
—No quiero esperaaaar. Vamos, podemos tener cuidado.
Minho se rio de su decepción, acariciando la mejilla del chico con sus nudillos.
—Oh, no me tientes, amor. No podría controlarme si sigues así.
~*~
Las semanas transcurrieron lentamente para Taemin. Estar atrapado en la cama todo el día nunca fue su cosa favorita, y parecía estar propenso a ello con bastante frecuencia. Sin embargo, siempre tenía a alguien para hacerle compañía.
Cada día que pasaba, se ponía cada vez más nervioso. Estaba sanando rápidamente, por lo que sabía que la boda sería pronto. Aunque estaba emocionado por la ceremonia, no podía evitar sentirse ansioso. No estaba seguro de qué esperar.
La reina no había hecho un solo movimiento para lastimarlo, ni a él ni a Minho. Ni siquiera había visto a la mujer o a Byungchol en las últimas dos semanas. Aún así, Key y Jonghyun siempre estaban cerca, haciendo guardia desde afuera de la puerta o entrando para hacerle compañía. No podía expresar su gratitud lo suficiente. A veces tomaban turnos, por lo que uno de ellos podía dormir y comer, pero todavía podía ver lo cansados que estaban.
A Key parecía no importarle en lo absoluto. Probablemente estaba más entusiasmado con la boda que cualquier otra persona. Pasaba horas todos los días planificándola con Taemin. Eso significaba que Jonghyun estaba siendo privado de su tiempo con Key, y se lo dio a conocer.
—¡Jjong, aquí no!
El mayor se rio entre dientes, empujando a Key contra la pared y colocando un suave beso en su cuello.
—Apenas te he tocado en semanas. ¿Al menos déjame besarte?
Key sabía que tenía razón, apenas tenían tiempo para estar juntos. Había tanto que hacer para la boda, y cuando tomaban turnos de guardia, no podían pasar mucho tiempo los dos a solas.
—¡Cualquiera podría pasar por aquí! Déjalo para después. La boda es pasado mañana, así tendremos más tiempo juntos después de eso.
Key se rindió cuando Jonghyun le puso ojos de cachorro y ya no pudo resistirse. Suspiró molesto, y se inclinó hacia adelante para colocar un casto beso en los labios del mayor.
Jonghyun agarró la parte de atrás de su cuello y lo jaló hacia él otra vez, profundizando el beso. Key quiso protestar, pero sus extremidades parecían tener mente propia, y sus brazos rodearon el cuello del otro.
Cuando finalmente se separaron, sin aliento, Key fue el primero en hablar.
—Tonto.
El mayor solo se rio.
—Pero amas a este tonto, ¿verdad?
—Desafortunadamente —bromeó—. Ahora déjame ir para que pueda conseguir algo de comida y dormir.
Jonghyun retrocedió, sonriendo maliciosamente.
—Siga su camino, bella doncella.
Key le dio un golpe en el hombro, antes de alejarse y dejarlo riendo a carcajadas.
Se detuvo en la cocina y se preparó algo rápido. Estaba demasiado cansado como para preocuparse por lo que comía, así que se las arregló con un pequeño bocadillo y se dirigió a su habitación. Su dormitorio estaba justo al lado del de Jonghyun, pero a menudo pasaban las noches juntos en el de Key, ya que era mucho más limpio.
El pasillo estaba inquietantemente silencioso, sus pasos haciendo eco en el gran lugar. Aceleró el ritmo y escuchó atentamente a cualquier sonido que no fuera el suyo. Se detuvo bruscamente cuando escuchó unos ligeros golpecitos acercándose. Se giró, solo para ver a una mujer que doblaba la esquina.
—Su Majestad —saludó amargamente, mientras veía crecer la sonrisa en el rostro de la reina.
—Key, ¿cierto? —preguntó, acercándose más a él.
—Sí, Su Majestad. —Llevó una mano discretamente al cuchillo en su costado, escondido debajo de su ropa—. ¿Hay algo de lo que quisiera hablar conmigo? —preguntó con los dientes apretados.
—De hecho, así es.
Los ojos de Key se agrandaron, dándose cuenta un segundo demasiado tarde de que alguien estaba detrás de él. Dio media vuelta, solo para ver los oscuros ojos de Byungchol antes de sentir un dolor punzante en la parte posterior de su cabeza.
Cayó al suelo, su visión tornándose negra.
"Jonghyun... no dejes que te atrapen también..."
—Llévalo al calabozo —fue lo último que escuchó antes de desmayarse.
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N/T: Acepto putazos.🙂
Okno. No sean malas.😭
Ya no falta nada para la boda, pero parece que va a haber problemas aún.
Esperen el siguiente por favor. Un comentario me animaría mucho mientras tanto. Nos leemos.🌸🌱
¿Tres más?🤔
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