21. Tramando
—Despierta, tonto príncipe.
Minho sonrió inconscientemente, aliviado de escuchar esa hermosa voz en sus sueños otra vez. No se atrevió a abrir los ojos. Enterró su rostro en sus brazos y luchó contra su conciencia.
—Minho, despierta ya —dijo la voz otra vez. Pero esta vez, el príncipe sintió que una cálida mano se posaba sobre su cabeza y suaves dedos masajeaban su cuero cabelludo.
Tardó un momento en darse cuenta de que la voz no estaba solo en sus sueños.
Se incorporó abruptamente, con los ojos muy abiertos y el pelo apuntando a todas direcciones. Se encontró a Taemin tumbado ahí, riendo suavemente.
—¡Taemin! —Ver la sonrisa del chico fue un regalo de los dioses, y Minho estuvo eternamente agradecido de poder volver a verla. Se inclinó para ahuecar las mejillas del menor y lo besó en los labios—. ¿Te sientes bien? ¿Necesitas algo?
—Agua, por favor.
Minho lo ayudó a sentarse y llevó el recipiente con agua a sus labios mientras bebía con avidez. Cuando Taemin terminó todo, prometió conseguirle comida, pero el chico no le permitió salir de la habitación todavía.
Así que el príncipe se sentó en el borde de la cama, acariciando el cabello castaño y admirando cada rasgo de su rostro.
—El médico dijo que no lo lograrías, y luego me dijo que estabas luchando, y yo esperé... recé... Taemin-
—Minho —le interrumpió. Extendió la mano y agarró el cabello del príncipe, tirando de él hacia abajo para otro beso que hizo que la piel de Minho hormigueara—. Te prometí que estaría bien, ¿no es así? —susurró cuando se separaron.
—Lo hiciste... —murmuró el mayor—. Pero, Taemin, no deberías haber estado en esta situación para empezar. Esto no debería haber sucedido.
—Es mi culpa. Admitiré que fui descuidado, pero no me arrepiento de haberlo hecho —confesó el chico obstinadamente.
El más alto suspiró, su frustración aumentando.
—Taemin... siempre te prometí mantenerte seguro, que estés sano y a salvo... pero desde el momento en que llegaste a mi mundo, no has encontrado más que dolor.
El menor sintió el pánico incrementar lentamente en su interior mientras Minho hablaba. Tenía miedo de escuchar el resto de las palabras del príncipe.
—Eso no es verdad —protestó—. Nunca me había sentido tan amado... por ti y los otros. Ellos son mis amigos también.
Minho no pareció verse influenciado por sus palabras.
—Tal vez no estás destinado a estar aquí. Estarías más seguro... en tu propio mundo.
—¡No! —gritó Taemin, provocándose un ataque de tos. Se quejó, poniendo una mano sobre el vendaje en su estómago.
—Voy a llamar al médico. —Minho se incorporó, pero el chico tomó su muñeca en un agarre sorprendentemente fuerte.
—Estoy bien —dijo sin aliento, con los dientes apretados—. No hemos terminado de hablar de esto.
El mayor observó la terca expresión del otro por un momento antes de suspirar, tomando su asiento anterior en el borde de la cama.
—Solo quiero que estés seguro y feliz, Taemin. Y si eso significa que debes abandonarme —tragó saliva antes de continuar—, entonces que así sea.
—No me voy a ir. No es tu culpa que estas cosas me pasen, Minho. Y mi mundo realmente no es más seguro que este de todos modos. ¿Recuerdas cómo me veía cuando me trajiste aquí?
Minho guardó silencio al recordar los golpes que cubrían el cuerpo del chico el día de su llegada.
—Nos vamos a casar, vamos a estar juntos por el resto de nuestras vidas, vas a convertirte en rey y le traerás paz a este reino. Puede que tengamos problemas en el camino, pero lo lograremos porque nos tenemos el uno al otro, ¿de acuerdo?
Minho quería creerle, quería que todo funcionara de esa manera, pero la vida siempre era injusta. Taemin fue la primera cosa buena que le sucedió desde la muerte de su madre, y el chico ya había estado tan cerca de ser alejado de su lado tantas veces.
—Ojalá pudiera ser así, Taemin. Desearía-
El menor agarró su mano, apretando sus dedos gentilmente.
—Podemos seguir deseando que todo eso ocurra, o podemos hacerlo realidad. —Los ojos de Taemin se encontraron con los suyos, y Minho se preguntó cómo podía decir cosas tan sabias a veces.
El príncipe se rio entre dientes, aligerando el ánimo un poco.
—Siempre logras decir lo correcto, ¿no?
El castaño se encogió de hombros, sonriendo inocentemente.
—Soy muy bueno obteniendo lo que quiero.
—Sabes que solo sugerí esto porque te amo, ¿no es así? —Minho puso un dedo debajo de su barbilla, alzando su cabeza.
—Y tú sabes que quiero quedarme porque te amo, ¿verdad?
El mayor suspiró.
—¿Crees que quiero que me dejes? Nunca desearía separarme de ti, pero cuando se trata de tu seguridad, haré cualquier cosa.
—También me preocupa tu seguridad, Minho. ¿Por qué crees que fui a esa batalla? No eres invencible. Puedes ser fuerte, pero no invencible. No soy completamente inútil, tampoco. Tengo mis propias habilidades, y puedo defenderme a veces. Y si tengo la fuerza para defender a las personas que amo, entonces voy a usarla.
Minho sabía que tenía razón. Parecía que no podía olvidar que Taemin no siempre era tan frágil. Él no era el mismo niño herido, golpeado y confundido que vino aquí. Había crecido en el tiempo que había estado en este lugar.
—Tienes razón... es que- solo desearía que no fueras tan impulsivo a veces. Por favor... piensa en tu seguridad antes de hacer algo tonto la próxima vez, ¿de acuerdo?
El chico asintió, sonriendo ampliamente.
—Lo prometo.
~*~
Changmin se secó las manos sudorosas en la parte delantera de sus ropas, apretando los puños nerviosamente. Sus ojos nunca dejando la puerta frente a la que estaba parado. Ya habían pasado varios días, pero no parecía tener el coraje de siquiera tocar, y no estaba seguro de por qué. Había peleado sangrientas batallas, había matado a personas el doble de su tamaño, pero todavía tenía miedo de enfrentarse a una joven.
"Qué patético", pensó burlándose.
Apenas había hablado con Taemin desde el incidente.
Pero después de salvar su vida, Changmin esperaba que pudiera ser recompensado con algún tipo de perdón, algún tipo de cierre. Con Taemin y su hermano. Esto nunca podría excusar lo que hizo, pero esperaba que pudiera reparar algo de la confianza entre ellos.
Cuando escuchó que Taemin no podría lograrlo, se había apresurado a ir a la habitación de su hermano más rápido de lo que pensaba que era capaz. Llegó justo cuando el doctor los había echado a todos fuera del dormitorio.
Ahora, mientras se encontraba de pie frente a la puerta de Minho unos días después, estaba decidido a ver, con sus propios ojos, que Taemin estuviera bien.
Después de reunir el coraje para finalmente tocar, oyó pasos al otro lado, antes de que su hermano al fin abriera la puerta.
—¿Changmin?
—Ah, Minho, yo- quería ver cómo está Taemin. ¿Te parece bien?
Minho se mostró sorprendido por su pedido, pero asintió con la cabeza.
—Un momento —dijo, antes de cerrar la puerta. La abrió una vez más después de unos segundos y le permitió entrar a la habitación.
Vio a Taemin en la cama, con los pies colgando sobre un lado y un brazo alrededor de su vientre. Tan pronto como Taemin lo miró, Changmin quedó cegado por su sonrisa. Odiaba que todavía se viera tan afectado por esa hermosa sonrisa.
—¡Changmin!
Parecía más delgada, más débil, pero todavía parecía ser la misma persona alegre que siempre era. Su túnica colgaba holgadamente sobre su figura, y su cabello caía suelto graciosamente alrededor de su rostro.
—Me alegro de que hayas venido. Quería agradecerte apropiadamente. Minho me dijo lo que hiciste. —Miró hacia abajo a su regazo, antes de volver los ojos a Changmin con una tímida sonrisa—. No sé cómo agradecerte lo suficiente...
Comenzó a luchar mientras trataba de ponerse de pie, y tanto Changmin como Minho se adelantaron para impedírselo.
—Oh no, no, siéntate, Taemin —exigió Minho. Ella se dio por vencida, volviendo a sentarse y haciéndole un adorable puchero al príncipe.
—Puedo pararme, Minho —dijo tercamente.
—No, no, está bien. No te levantes por mí, por favor —intervino Changmin—. Necesitas descansar, Taemin.
La chica suspiró, antes de mirarlo con esos suaves ojos azules y sonreír una vez más.
—Gracias, Changmin. Probablemente no estaría aquí si no fuera por ti.
El aliento de Changmin se quedó atorado en su garganta mientras miraba a ese bello rostro. Taemin era... simplemente un ángel. La renuencia y miedo que habían estado en esos ojos azules cuando habló antes con ella, ahora se habían ido, reemplazados por gratitud y admiración. Taemin parecía haberse olvidado del rencor que tenía contra el príncipe, y Changmin se sentía eternamente agradecido. Nunca podría perdonarse a sí mismo por sus pecados, pero tal vez la joven tuvo la amabilidad de hacerlo.
—No es nada, Taemin. Me alegra haber sido de ayuda.
Changmin sintió una mano en su hombro y giró para encontrarse con la cara sonriente de Minho.
—Estaré siempre en deuda contigo, hermano. Gracias.
Se sintió bien escuchar a Minho llamarlo "hermano" de nuevo.
~*~
—Te dije que la pequeña perra no moriría.
Sujung agarró a su hijo por el brazo, tirando de él hacia un rincón, murmurando furiosamente.
—Yo... no entiendo cómo... todos estaban tan seguros de que ella moriría —susurró.
—Bueno, no lo hizo —dijo con los dientes apretados—. Y ahora todo sobre lo que la gente habla es de esa estúpida mocosa arriesgando su vida para salvar al príncipe. ¿Has escuchado lo que todos dicen? —Byungchol asintió, pero la reina continuó despotricando—. ¡Creen que ella es un pequeño ángel que terminó con la guerra y salvó al príncipe! ¿Sabes cómo va a afectar eso a la competencia? No tienes ninguna oportunidad en este momento, hijo.
—¡Lo sé! —gritó él—. ¡¿Qué quieres que haga al respecto?!
Fue silenciado inmediatamente cuando Sujung le dio una fuerte bofetada en la cara.
—No le grites a tu madre, Byungchol.
El príncipe bajó la mirada, respirando pesadamente por la nariz.
—Lo... lo siento, madre.
—Buen chico —dijo dulcemente, acariciando su cabello—. Ahora... tenemos que pensar en un nuevo plan. Deberían casarse pronto, y no podemos permitir que eso suceda.
Él volvió a mirarla a regañadientes.
—¿Qué... qué crees que deberíamos hacer?
Sujung suspiró, pellizcándose el puente de la nariz.
—No podemos atacarla directamente... Minho no permitirá que esa chica desaparezca de su vista ahora. Necesitamos usar a alguien más para llegar a ella, alguien que sea cercano. No quiero atacar a la mocosa directamente; quiero todos sus sucios secretitos. Necesito saber todo lo que pueda arruinarla.
—¿Qué hay de la criada? —sugirió Byungchol.
—No... esa chica es muy leal, tiene que ser otra persona. Ella moriría antes de que nos dijera algo.
—¿Qué hay del... guardaespaldas? ¿El bonito?
—¿Key?
—Sí, ha sido muy amigo de Minho desde que eran jóvenes. Lo he visto bastante con Taemin, también. Si alguien sabrá algo, será él.
Sujung sonrió, acariciando su cabeza una vez más.
—¿Cómo te volviste tan inteligente, hijo?
Byungchol sonrió ante su elogio.
—Solo gracias a ti, madre.
La mujer se rio por lo bajo.
—Por supuesto... Ahora, quiero que esperes. Deja que Taemin se cure, dales falso consuelo. Necesito un poco más de tiempo para resolver los problemas de este plan, de todas maneras.
—De acuer-
—Sujung.
La reina saltó, mirando con ojos muy abiertos a la persona que los había interrumpido.
—Jaejoong —gruñó.
La concubina dobló la esquina.
—¿Qué están tramando aquí? —preguntó con sus grandes ojos marrones mirándolos sospechosamente.
—Nada de tu incumbencia, puta inútil —escupió Byungchol con odio. La expresión de Jaejoong flaqueó, pero rápidamente hizo caso omiso de las palabras.
—No, no, Byungchol, cuida tu lenguaje —dijo la reina, con una sonrisa burlona en su rostro.
—Si planeas dañar a Taemin, por favor... deja a la pobre chica en paz. —Miró directamente a los ojos de la reina, suplicándole—. Solo ríndete, Sujung. ¿No estás cansada de estos juegos?
La mujer se acercó, solo a centímetros del rostro de la concubina. La mirada de Jaejoong no titubeó; ella se mantuvo firme frente a la reina.
—Si yo fuera tú, no interferiría —se inclinó hacia adelante, susurrando al oído de Jaejoong—. No quieres terminar como Minjung... ¿verdad?
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N/T: Quería actualizar ayer, pero el sueño me ganó.
Les dije que Taem bebé estaría bien. Pero ahora preocúpense por la vieja esta.🙂
Gracias por los comentarios y votos que dejan, tengo en cuenta a todos.💕
Por cierto, también he publicado un nuevo one-shot. Se llama "Manager Hyung". Vayan a leerlo a mi perfil por favor, es fluff bonito por el cumple del bebé. Espero que les guste.🐣🌱
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