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19. Pertenecer

Taemin se quejó, levantando una mano para cubrir su rostro mientras la luz del sol golpeaba sus párpados. Se dio la vuelta, solo para entrar en contacto con algo sólido. Solamente cuando sintió las vibraciones de una risa profunda se despertó por completo y se dio cuenta de dónde estaba.

—Taemin... —cantó la voz.

El chico lanzó un gemido de protesta y envolvió su brazo alrededor de la figura, enterrando su rostro en su cuello.

—Tienes que despertar eventualmente, Tae. No podemos quedarnos en la cama para siempre.

—No quiero —murmuró.

—Estás pidiendo que te haga cosquillas.

Taemin se sentó de inmediato, con los ojos medio abiertos, pero aún alerta.

—Ya desperté.

Minho se rio entre dientes, sentándose para mirar al menor.

—Deberías verte el pelo ahora mismo. —Extendió una mano para enredar los dedos en el cabello castaño que estaba hecho un desastre.

—Ni siquiera quiero imaginar cómo me veo en este momento —refunfuñó, con los labios ligeramente fruncidos.

A pesar de las bromas de Minho, no podía hacer otra cosa que admirar la belleza del chico. Su cabello estaba revuelto en un bonito desastre, sus mejillas estaban sonrojadas y un poco hinchadas, y sus ojos seguían vidriosos por el sueño.

—Me gusta. Muy adorable.

—Eres un mal mentiroso —replicó—. ¿Por qué tengo que levantarme de todos modos? Estaba tan cómodo.

—Taemin, hemos estado en la cama durante casi dos días.

—¿Qué te parece un día más? —suplicó.

Minho se rio una vez más del chico, antes de arrancarle las sábanas. Taemin jadeó y trató de hacerse bolita, queriendo ocultar su cuerpo expuesto, y se ruborizó intensamente.

—¿Por qué estás avergonzado? Ya he visto cada parte de ti, amor. —Minho puso un dedo debajo de su barbilla, levantó la cara de Taemin y le dio un beso casto en los labios—. Aunque tal vez deberías vestirte, hace bastante frío aquí —susurró, bajando su mano y rozando sus dedos contra el pezón erecto de Taemin.

El menor se estremeció, soltando un bajo gemido.

—B-basta... M-me voy a levantar de la cama, ¿de acuerdo?

Minho sonrió y se apartó del chico para levantarse de la cama.

—Creo que tomaré un baño —comentó con sencillez. Taemin entrecerró los ojos ante la expresión traviesa en la cara del príncipe—. Digo que te me unas.

El menor soltó un chillido de sorpresa cuando Minho lo alzó de la cama y ​​prácticamente lo tiró sobre su hombro. Él se rio, protestando juguetonamente mientras Minho lo llevaba al baño.


~*~


—¡Minho! ¡M-Min-ah! —Las uñas de Taemin rasparon contra el suelo de piedra mientras el placer recorría su cuerpo, sus rodillas doliendo ligeramente. Minho siguió embistiendo en él desde atrás, las manos agarrando fuertemente sus caderas.

Estaban inclinados sobre el costado de la bañera de piedra en el suelo. Las burbujas y la espuma se pegaban a sus pieles, el agua caliente enfriándose lentamente mientras continuaban. No habían llegado a limpiarse del todo cuando ya habían comenzado de nuevo.

Minho se inclinó para lamer el lóbulo de su oreja.

—Mmm, Tae... joder, te sientes tan bien. ¿Te gusta? ¿Te gusta cuando te lo hago así, amor?

El nuevo ángulo hizo que el chico gritara desesperadamente.

—¡Oh Dios! ¡Sí! ¡Sí! ¡Minho! —Su propia erección estaba rebotando dolorosamente entre sus piernas, sin ser tocada, y Taemin sospechaba que el príncipe lo estaba torturando a propósito. Pero de alguna manera... eso lo excitó aún más.

Minho miró al menor, su cuerpo pálido cubierto de burbujas y aceite, su pelo húmedo pegado a su cara enrojecida, y su voz rasposa y áspera por los gritos. Las manos de Minho temblaron con la fuerza de evitar terminar dentro de Taemin en ese instante. Su interior se sentía tan increíblemente estrecho y caliente. Pensó que iba a perder la cabeza cuando el chico se apretó a su alrededor, gimiendo su nombre una y otra vez. Sus uñas se clavaron en la suave piel de sus caderas, y para sorpresa de Minho, el menor gimió ante la sensación.

Continuó dando fuertes estocadas, sacando una mano de su cadera para alcanzar y entrelazar sus dedos con los del chico. Taemin miró por sobre su hombro, sus ojos nublados con lujuria.

—P-por favor... por favor tócame, hyung. Y-ya no aguanto...

Minho no tenía idea de lo que Taemin acababa de llamarle, pero envió una ola de placer a través de su cuerpo, e inmediatamente se inclinó para acariciar el desatendido miembro. No pasó mucho tiempo antes de que el menor se viniera, su cuerpo entero sacudiéndose mientras se corría en la mano de Minho. Cuando Taemin se apretó a su alrededor, perdió el control y terminó dentro del menor, embistiéndolo sin piedad hasta que sintió derramarse por completo.

Cuando finalmente salió de Taemin, las piernas del chico se rindieron, y él lo atrapó antes de que pudiera caerse en el agua sucia. Se quedaron jadeando un momento, la espalda del menor presionada contra su pecho.

—No sabía que te gustaba hablar sucio, Taemin —bromeó.

—Cállate —gruñó débilmente. A decir verdad, el castaño se sorprendió por la forma en que las palabras de Minho lo habían calentado tanto.

—¿Qué es lo que me llamaste? ¿"Hyung"? ¿Qué significa?

—Ah... es un término que usamos en mi país. Es cómo un chico más joven se refiere a uno mayor. Simplemente... se me escapó. No sé-

—Me encanta —susurró Minho.


~*~


Después de tomar un baño real, Minho le dijo que necesitaban un poco de aire fresco después de estar encerrados por días, así que se vistieron rápidamente.

Mientras Taemin seguía al príncipe afuera, su cabeza estaba nadando con preguntas. Acababa de darse cuenta de que no había usado "hyung" desde que había llegado allí, o cualquier otro término coreano si vamos al caso.

—¿Minho?

—¿Sí, amor?

—Recuerdo cuando Onew me habló de este lugar por primera vez. Sé que estoy en una época pasada, y posiblemente en un mundo diferente. Entonces no hay forma de que esto sea Corea, ¿o sí? Es muy diferente a lo que me enseñaron en la escuela en las clases de historia. Ni siquiera sabías lo que significaba "hyung". ¿Cómo te estoy hablando?

Minho se detuvo, silenciando su interminable interrogatorio.

—Supongo que... inconscientemente se te dio la capacidad de hablar nuestro idioma. En realidad, los espíritus son los únicos con las respuestas, pero sospecho que te dieron la habilidad.

—Pero, ¿cómo puedo hablar un idioma diferente sin darme cuenta?

—No estoy seguro. Como dije, no tengo todas las respuestas. Parece que todavía tienes la capacidad de hablar tu idioma, pero inconscientemente has estado hablando el nuestro.

Taemin se vio asombrado. El hecho de que había sido tan natural para él, el hecho de que ni siquiera se había percatado hasta ese entonces era fascinante.

—Quiero oírte hablarlo más. —Minho lo agarró por la cintura, acercando sus cuerpos e inclinándose para susurrarle al oído—. Pero solo puedes llamarme a mí "hyung".


~*~


—Pensé que habías dicho que... ¿el jardín había sido destruido...?

Minho se quedó boquiabierto al verlo frente a él. El jardín se veía tan hermoso como siempre, parecía casi intacto, solo podía detectar más flores a la vista.

Taemin le dio un suave apretón a su mano.

—Algunos sirvientes se ofrecieron a ayudarnos a Onew y a mí a repararlo. Sé lo importante que es el jardín de tu madre para ti, y no quería que volvieras a casa para verlo destruido. —Miró a Minho, sus ojos inseguros fijos en el suelo y sus mejillas sonrojadas—. Sé que no es tan hermoso como cuando tu madre lo construyó, pero espero que te guste.

Minho se quedó sin palabras. A decir verdad, cuando Taemin mencionó que el jardín había sido destruido, el hecho fue olvidado rápidamente. Sí, le entristeció, pero estaba demasiado enfurecido por las cicatrices de Taemin como para pensar en el jardín. El lugar era, por supuesto, muy importante para él, pero Taemin siempre era lo primero en su corazón.

Sin embargo, ahora que había visto lo que el chico había hecho por él, nunca se había sentido más... agradecido.

Envolvió al castaño en sus brazos.

—Gracias —susurró, su voz llena de gratitud—. Muchas gracias, Taemin.

—No es nada... Hyung —bromeó. Minho se rio, alejándose para agarrarlo por las mejillas y plantar un beso en sus labios.

Después de que Taemin le mostró los detalles de su trabajo, hasta los nuevo peces en el estanque y las flores que plantaron, Minho lo condujo más adentro del jardín. El menor lo miró con curiosidad cuando alcanzaron un bosque, pero lo siguió a través de los árboles sin preguntar.

—Nunca te había mostrado esto antes —comentó el príncipe—. Creo que te gustará.

Después de mucho caminar y mucho quejarse de dolor en sus pies, llegaron. Minho lo agarró de la mano, abriéndose paso entre los arbustos, hacia un claro.

—Wow...

Taemin se quedó boquiabierto ante la vista frente a él. El pequeño lago resplandecía a la luz del sol, el agua tan clara y limpia que casi se podía ver el fondo.

Minho sonrió ante la expresión del menor y lo siguió mientras este se acercaba al agua. Se arrodillaron en el borde, y una suave sonrisa apareció en la cara de Taemin mientras miraba a los coloridos peces nadar en el lago cristalino.

—Es hermoso, Minho.

—Es el lago que usamos para traerte aquí. Aquí es donde realizamos el ritual.

Taemin lo miró con los ojos muy abiertos.

—¿En serio?

Minho asintió y el chico volvió a mirar el agua. La cara de su madre apareció en su mente, junto con Sungjong, y sintió un profundo dolor en su corazón.

Al notar que el menor fruncía el ceño, Minho le apretó la mano.

—Taemin, sabes que te amo, ¿verdad?

Él asintió.

—Quiero estar contigo para siempre. Pero quiero que sepas que... siempre puedes regresar. No te obligaré a quedarte aquí más tiempo. Mi más profundo deseo es que seas feliz, y si eso significa que tienes que dejarme, entonces no te detendré —confesó, su voz profunda y sincera. Mojó sus dedos en el agua, creando ligeras ondas.

Taemin copió sus acciones, las ondas hechas por él encontrándose con las de Minho.

—...Cuando llegué aquí por primera vez, no sentía que perteneciera en lo más mínimo. Me sentí perdido y fuera de lugar. Corea es mi hogar, es donde crecí, donde están mis amigos y mi familia. Los extraño todos los días.

Minho cerró los ojos, preparándose para el momento en que Taemin le dijera que se iba a ir.

—Pero... fui traído aquí por una razón, y no creo que esa razón sea para convertirte en rey. Creo que terminé aquí porque estaba destinado a estar contigo —se rio entre dientes, sintiéndose avergonzado de sus palabras cursis—. No sé si creo en el destino, pero sé que fui traído aquí por esa razón.

Puso una mano sobre la mejilla de Minho, girando la cara para mirarlo a los ojos.

—Mi hogar está donde sea que estés tú. Siempre y cuando esté contigo, siento que pertenezco.

El mayor sonrió, inclinándose para besarlo suavemente.

—No creo haberles agradecido debidamente a los espíritus por haberte traído a mí.

—Oh, supongo que tienes razón. Solo recuerdo que los maldijiste por haberte traído un "flacucho niñito" —bajó su tono al final, burlándose de las palabras del príncipe de hace tanto tiempo.

Minho se rio entre dientes.

—Esa fue una terrible imitación mía. Mi voz es mucho más seductora.

El menor levantó una ceja.

—Creo que lo hice bastante bien. Soné exactamente como tú —bromeó—. ¿Por qué no le preguntas a los espíritus qué piensan?

—¿Qué-?

Antes de que Minho siquiera pudiera preguntarle, fue empujado al lago, tomado completamente por sorpresa. Cuando resurgió del agua, Taemin estaba parado sobre él, sus carcajadas resonando por el bosque.

—Mocoso descarado —gruñó el mayor sin malicia.

La risa de Taemin cesó de inmediato cuando sintió que una mano húmeda le agarraba el tobillo y fue arrastrado al lago, soltando un grito desprevenido.

Cuando ambos salieron del agua, Taemin fulminó con la mirada al príncipe, solo para que Minho se riera a carcajadas de su expresión. El chico pronto se unió a él riéndose, incapaz de permanecer enojado por mucho tiempo.

Ambos se quedaron de pie en el lago, empapados, tratando de recuperar el aliento. Cuando lograron calmarse, Minho simplemente apreció la sonrisa del otro. Apartó los mechones largos que se le habían pegado a la cara, admirando la forma en que sus labios regordetes se curvaban en una sonrisa, y sus ojos azules se convirtieron en medias lunas.

—Casémonos el mes que viene, Taemin.

El castaño dejó escapar una risa incrédula.

—¿Q-qué?

—Vamos a casarnos. No por la competencia, sino porque te amo. Y quiero que seas realmente mío para siempre. ¿Te casarías conmigo, Taemin?

El chico bajó la cabeza, sonriendo tímidamente, un rubor adornando sus mejillas.

—Por supuesto.


~*~


—¡Minho! ¡Despierta!

El príncipe se levantó inmediatamente cuando la puerta se abrió de golpe y la voz llena de pánico gritó su nombre.

—¿Qué? ¿Qué está pasando? —Miró hacia la puerta y vio a un frenético Key recogiendo su ropa del suelo. Pudo sentir a Taemin moverse ligeramente junto a él en la cama, lentamente recobrando la consciencia.

—Atelia está atacando la ciudad. Levántate y vístete ahora. Tenemos que conseguir a todos los que podamos para ayudar a proteger el palacio antes de que lleguen aquí.

—¿Qué...? —Oyó a Taemin jadear al lado.

Los instintos de Minho rápidamente despertaron. No tuvo tiempo para cuestionar nada, lo único que podía pensar en ese momento era proteger su hogar. Arrojó las mantas y agarró la ropa que Key le ofreció. Se vistió tan rápido como pudo y recogió su espada.

Se giró hacia Taemin y agarró al asustado chico por los hombros.

—No salgas de esta habitación, Taemin. ¿Lo entiendes? Si escuchas algo fuera de la puerta, te escondes.

—Pero, Min-

—No —interrumpió severamente—. Quédate. Aquí.

—¡No puedes esperar que me quede sentado aquí!

Minho palmeó las mejillas del castaño, mirándolo a los ojos desesperadamente.

—Por favor... por favor, haz esto por mí, amor. Estaré bien. Todo va a estar bien. Voy a arreglar esto.

Antes de que el otro pudiera discutir, lo silenció con un duro beso.

—Te amo. Espérame —susurró. Siguió a Key por la puerta, dejando a Taemin aturdido.

Cuando finalmente se recuperó del shock, salió volando de la cama y agarró lo más cercano que pudo encontrar para ponerse.

—Lo siento... pero no voy a escuchar esta vez.


~*~


Cuando Taemin se escabulló del palacio, con arco y flechas en la mano, se sorprendió al ver que los soldados de Atelia ya habían llegado al palacio.

Él nunca había visto la guerra. Y nunca más quiso hacerlo de nuevo.

Era un baño de sangre. La gente caía al suelo a diestra y siniestra, el rojo manchando el suelo bajo sus pies. La vista hizo que Taemin se sintiera enfermo, y se dio la vuelta momentáneamente para tomar una respiración profunda y temblorosa. Solo podía esperar que ninguno de sus seres queridos tuviera el mismo destino.

Sabía que no podría sobrevivir en medio de esto, así que tenía que usar su inteligencia a cambio. Necesitaba encontrar un lugar donde esconderse mientras luchaba. Si pudiera permanecer oculto y disparar a distancia, estaría en una situación de ventaja.

Vio un almacén no muy lejos de donde estaba, y casi gritó de alivio. Era pequeño, lo suficientemente bajo para que pudiera treparlo, y el techo era plano con bordes elevados. Solo lo suficiente para que se agache.

Se dirigió a él lo más discretamente posible, tratando de no llamar la atención. Cuando llegó, encontró una ventana abierta en la parte posterior. Era lo bastante alta como para poder pisarla y alcanzar el borde del techo con los dedos. Le costó subirse, con su arco y flechas en la espalda, pero se las arregló.

Corrió al otro extremo, mirando hacia abajo y buscando entre las docenas de soldados por una señal de Minho.

Cuando no vio al príncipe de cabello oscuro, se rindió por el momento y decidió darle un buen uso a su posición.

Sacó una flecha con manos temblorosas, alineándola y tirando de la cuerda hacia atrás. Todos los soldados de Atelia usaban rojo y dorado, no era difícil identificarlos. Pero era difícil para Taemin dispararle a un ser humano real en lugar de a un objetivo. Sin embargo, se dijo a sí mismo que esto era por el reino y apuntaba solo a sus extremidades. Era mucho más complicado y requería más concentración, pero no creía que pudiera herir de muerte a estos hombres, incluso si estaban en guerra. Verlos caer al suelo en agonía era la parte más difícil para él.

Sin embargo, sus pensamientos cambiaron cuando vio a Minho.

Le estaba dando la espalda, pero Taemin lo reconocería en cualquier lado. Lo que llamó su atención no solo fue Minho, sino el hombre detrás de él. Estaba yéndose encima suyo, con la espada en alto, listo para atacar al confiado príncipe.

Taemin se enfureció y perdió el control. No pensó en nada más que hacerle daño al hombre. Sacó una flecha, apuntando y disparando a una velocidad increíble. No hizo ningún esfuerzo por apuntar a las extremidades del enemigo. Solo pensó en salvar a Minho del corpulento hombre.

La flecha atravesó su espalda, perforando su corazón, y Taemin suspiró aliviado.


~*~


Minho se dio la vuelta, escuchando el caos desatarse a su espalda. Lo que vio lo dejó con la boca abierta en estado de shock.

El Rey de Atelia yacía muerto a sus pies, con una flecha en la espalda.

Los soldados a su alrededor estaban gritando blasfemias, enfurecidos de que su rey estuviera muerto. Comenzaron a entrar en pánico sin su liderazgo, y Minho no pensó que les tomaría mucho tiempo retirarse.

Sus ojos recorrieron el área, tratando de detectar a la persona que pudo haber hecho la gloriosa acción.

Oh, no...

El almacén no estaba demasiado lejos de él, y solo pudo distinguir la pequeña figura de pie en el techo, sonriendo ampliamente.

Taemin.

Una figura mucho más grande se había unido al chico en el techo, acercándose a él con velocidad por detrás, y Minho sintió que se le revolvía el estómago.

—¡Taemin! ¡Detrás de ti! —El príncipe corrió, más rápido de lo que podía recordar en su vida, hacia ese almacén. Podía sentir el pánico creciendo dentro de él.

La sonrisa cayó de los labios de Taemin y se dio vuelta un segundo demasiado tarde.

El soldado enemigo le clavó la daga en el estómago.

—¡¿Cómo te atreves a matar a nuestro rey, maldita perra de mierda?!

—¡NO! ¡TAEMIN!

El soldado le arrancó la cuchilla de las tripas y el chico se tambaleó hacia atrás, con los ojos muy abiertos y sangre fluyendo de la herida. La parte posterior de sus piernas golpeó el borde del techo y cayó por el costado.

"No... ¡por favor, no! ¡No voy a llegar a tiempo para atraparlo!"

—¡TAEMIN!

.

.

.

.

.

N/T: Otra actu sorpresa para ustedes, pero creo que querrán matarme.

Minho volvió, pero las cosas no están bien. Vamos a llorar.😭

...Al menos les traje lemon.🍋🙂

Ya cada vez queda menos para terminar. Gracias a los que comentan, trato de responderles a todos, perdón si se me pasó alguien. Todas sus palabras me animan mucho. Nos leemos.💖

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