5.
«La cita con el demonio era algo de lo que me había reservado comentarios. Es decir, había sido extraña, pero hasta cierto punto me había gustado, tal vez más de lo que me gustaría admitir, el verdadero problema era que no podía decirle a nadie acerca de mi pequeño encuentro con Bill.
Ni a Mabel, ni a mi tío, ni a mis "amigos", y era algo muy simple, ¿qué iban a pensar?
"Oh sí, ¿adivinen? Tuve una cita con el demonio que tiene páginas enteras sobre lo peligroso que es en los diarios, sí, el mismo que también intento entrar a la cabeza de Stan, pero que al final se arrepintió."
Era simplemente tonto intentar hablar de eso, peor era siquiera pensarlo.
Y aunque a mí me había gustado esa cita, había una parte racional que me decía que no podía confiar del todo en Cipher, que todo era parte de un plan malévolo dentro de su cabeza, pero el problema era que cuando estaba con él, ese sentido racional se esfumaba por arte de magia, y me olvidaba por completo que no debía confiar en él, que estaba cayendo en sus redes y por el contrario le seguía el juego.
Había sido tan encantador conmigo, y aunque sabía que así era justo cómo había hecho sentir al autor de los diarios, me hacía sentir algo que había anhelado por bastante tiempo, algo que me hizo sentir tan bien y completo por un momento.
Me había hecho sentir importante. Y a pesar de que la voz de la razón dijera que sus palabras eran un gigante engaño, el sentimiento agradable que me llegaba al escucharlo hablar era más fuerte que aquella voz.
Era una especie de reacción que tenía cuando veía a Bill, yo simplemente dejaba que el rubio me coqueteará y que me convenciera de lo que fuera, dejando que mi debilidad tome el control de mi.
Justo como lo hacía en estos momentos... O al menos su ilusión lo hacía.
Todo había empezado cuando Mabel utilizó la poción de amor sobre Robbie y Tambry, y ahora, después de notar que había arruinado las cosas como de costumbre, buscaba usar la poción que revertiría el efecto.
Y parecían estar a punto de lograrlo, hasta que Cupido uso a los fantasmas de los crushes de mi mismo contra mí mismo.
Y no parecía ser gran problema, ya que en su mayoría habían sido crushes pasajeros o incluso fallidos... Pero cuando vi al rubio sonreírme... simplemente no pude.
—Vamos Pino, si me das esa pequeñez podremos repetir nuestra cita múltiples veces —me dijo acercando su rostro al mío, alterando todos mis sentidos—. Podemos hacer que aquel sentimiento cálido dure para siempre, ¿no deseas eso?
Había algo en la sonrisa que me extendía el rubio que me hacía querer entregarle la poción, tal vez, era el hecho de que había sido más cálida que las demás que me daba.
—Podríamos ser felices los dos juntos, sólo nosotros y yo te daré aquello que tanto anhelas —susurró en mi oído antes de alejarse un poco con una sonrisa extendiéndome su mano—, ¿tenemos un trato, Pino?
O simplemente tal vez era el hecho de que su sonrisa me derretía por dentro, igual no importaba la razón ya que igualmente fui débil y le había entregado la poción al demonio, sin importarme si aquella ilusión era real o no, ensoñado sonreía hasta que de la nada, el fantasma de Bill había desaparecido ante mis ojos.
Cuando reaccioné, Cupido tenía su poción y Mabel me miraba confundida.
Y en esos sólo podía pensar en lo muy muerto que estaba.»
Mabel no lo había dejado en paz después de eso, y Dipper pensó que si hubiera hecho algo en ese momento para alejarlo de Bill... probablemente estaría del lado de ella.
—¿Está toda bien? —le preguntó el rubio.
—Sí —Dipper le sonrió—, está todo perfecto.
[...]
La castaña miraba al techo de su habitación mágica cansada, las paredes eran rosa brillante y tenía más especio del que alguna vez soñó tener en una habitación, el techo era tan alto que no podía ver el final de él, tenía un par de ventanas que mostraban lo que ella quisiera ver, ya sea una tonta serie o lo que estaba pasando afuera de su prisión, eso sin contar que n importará qué pensará que quería o que estaba por podía tener lo obtenía... o al menos casi todo lo que quisiera.
Tenía comida ilimitada, suéteres ilimitados, a sus chicos soñados dándole cumplidos incluso muñecos de Bill a los que podía golpear con ira... pero no era suficiente, ella no quería todo eso, ella quería a su familia de vuelta.
Ella haría todo lo que pudiera para tener a su familia de vuelta.
Miró a su alrededor sólo para ver sus dibujos llenos de odio hacía al demonio inspeccionando cada rincón de su habitación por milésima vez en busca de una salida, pero era inútil.
Su mirada regreso a uno de los muñecos tontos del demonio y le dio un fuerte golpe, conteniendo las ganas de llorar, todo era su culpa de Bill, sino fuera por él, estaría celebrando su fiesta de despedida de Gravity Falls con Dipper, y serían felices, pero Bill tuvo que aparecer a arruinarles la vida.
Pero con cada segundo que pasaba ahí en ese cuarto mágico se desesperaba, la soledad y la ansiedad la consumían por dentro, poco a poco las esperanzas de salir de ahí desaparecían, todo era tan confuso, el tiempo era tan confuso desde su cumpleaños, una parte de ella sentía que nada avanzaba, aunque no estaba segura si era su mente jugando con ella o si era una de las cosas Bill.
Pero si de algo estaba segura, es que ese era su final.
Un estruendo la sacó de sus pensamientos sólo para encontrarse a cierto chico de cabello blanco.
—¿Gideon? —preguntó sorprendida.
—Shh —le dijo cubriéndole la boca—, no hagas tanto ruido.
—¿Qué haces aquí? —cuestionó la chica acomodándose para verlo mejor.
—He venido con un plan para sacarte de aquí —le dijo con una sonrisa confiada.
La castaña abrió los ojos con ilusión, permitiéndose sentir esperanza por primera vez en mucho tiempo, tal vez ese no era el final después de todo.
[...]
Escapar de la pirámide no había sido nada fácil, durante lo que se sintió como varios días de planeación habían dado resultado, ya que gracias al plan de Gideon es que todo había salido bien.
Durante todo ese tiempo estuvieron esperando cualquier signo de debilidad o distracción del rubio para intentar traspasar la barrera que impedía a Mabel salir y cuando el Bebé Tiempo apareció supieron que ese era el momento que habían esperado, y más aún cuando su plan resultó y la castaña fue capaz de traspasar la puerta sin problemas.
Mabel salió de la pirámide con Gideon esperando no ser vistos por ningún Eye-Bat de Bill, después de todo habían estudiado su patrón de cada uno para poder salir de ahí o alguno de sus amigos, aunque esperaban que la distracción del Bebé tiempo fuera suficiente para mantenerlos ocupados.
Una vez que llegaron a una especie de puerta trasera, la castaña observó varios automóviles estacionados ahí, cada uno más extraño que él anterior.
También notó como el albino sacó una llave y señaló un auto azul que estaba cerca de ellos.
—Sube —le dijo mientras él se sentaba al volante—, no tenemos mucho tiempo.
—¿Cómo conseguiste este auto? —le preguntó mientras sentía que finalmente podía respirar por el alivio, estaban cerca de escapar.
—Bill me lo dio para patrullar la ciudad en busca de rebeldes —la chica se subió a su lado.
—¿Y cómo es que Bill confía en ti? Tengo entendido que él único humano al que "escucha" es a mi hermano —murmuró completamente disgustada por el pensamiento.
—Es porque así es, sólo pasa tiempo con Dipper, por eso fue tan difícil acercarme a él para después hacerle una decena de favores para ganarme su confianza —contestó Gideon encendiendo el automóvil mágico lo más rápido que pudo—, pero valdrá la pena cuando todo esto se terminé.
—¿Y no tienes miedo de que Bill nos atrape? —murmuró insegura mientras el auto empezaba su descenso al pueblo—, vimos cada patrón de vigilancia, pero, ¿y si no es suficiente?
—Lo será Mabs —le dijo con una sonrisa—, tiene que serlo, ten algo de fe.
La castaña le sonrió de vuelta, aun sin estar del todo segura, pero al menos tenía que intentarlo.
Cuando ambos finalmente aterrizaron en la tierra, en medio del bosque para ser más exactos, era el lugar perfecto para no ser vistos.
—Aparte, eres Mabel Pines —le dijo viéndola con una sonrisa una vez que se bajaron del auto—, nadie puede contra ti.
La chica sonrió con un poco de rubor en sus mejillas.
—Gracias por hacer todo esto —le contestó la castaña.
—Todo por ti —añadió bajándose del vehículo junto a Mabel.
Un poco más de rubor dominó su rostro.
Era cierto, la castaña había olvidado por completo que Gideon había estado enamorado de ella medio verano, claro que ella nunca se sintió de la misma manera, pero debía reconocer que le debía mucho al chico.
—Gracias —dijo dándole un pequeño beso en su mejilla a modo de agradecimiento—, bueno... ¿qué sigue?
—Encontrar a la resistencia.
[...]
Ambos caminaron por horas y horas, evitando a los amigos de Bill y las rarezas que rondaban el pueblo, hasta que finalmente dieron con los rebeldes, todos se encontraban refugiándose en el centro comercial y los primeros en correr a abrazar a la castaña fueron Wendy y Soos.
—Dios mío —le dijo Wendy—, estábamos muy preocupados por ti, ¿y Dipper?
Mabel no pudo evitar hacer una mueca ante la pregunta.
—Algo me dice que no está bien —continuó la chica algo desanimada por la reacción de la menor.
—Él... —comenzó algo insegura—, Dipper sigue en la pirámide de Bill —dijo la castaña.
—¡Entonces hay que sacarlo de ahí! —dijo Soos con evidente preocupación.
—No es tan fácil —balbuceó por lo bajo, con la voz quebrada.
La chica no pudo continuar, no podía explicar el dolor y la ira que le causaba la sola imagen mental de Dipper con Bill.
—Buscaremos una forma de sacarlo de ahí, te lo prometemos Mabel —le dijo Wendy en un intento de calmarla.
La castaña sonrió forzadamente, todavía no era momento de decirles acerca de la situación de Dipper.
—Gracias —contestó desanimada—, aunque lo que realmente necesitamos ahora es un plan de ataque... por suerte Gideon conoce la pirámide de Bill.
La chica le sonrió al de cabello blanco en un intento de librar sus pensamientos del tormento que se creaba al pensar en la situación de Dipper.
Regresó su mirada a los rebeldes con determinación, sacaría a su familia de ahí, costará lo que costará.
Se lo prometía a sí misma.
Después de un rato decidiendo que harían, Gideon se encontraba explicando cómo era que funcionaba la pirámide del rubio.
—Existen tres zonas principales en la pirámide —explicó el albino—, la zona que se encuentra en medio que es donde generalmente se realizan las fiestas y Bill recibe a la gente, por lo cual todos los que trabajan con Bill tienen acceso e incluso los que no, no debe ser tan difícil ingresar, la zona de inferior es donde se encuentran los calabozos y alguna que otra cosa que Bill usa, a la que sólo algunos monstruos de confianza en el rubio tienen acceso... y por último está la zona superior, la parte separada dónde se encuentra la habitación de Bill, a la que únicamente Bill y... otra persona tienen acceso. En este momento la zona inferior es nuestro principal objetivo.
—¿Y todos se encuentran en el calabozo? —preguntó Pacífica.
—No —contestó la castaña—, algunos son usados para hacer el trono de Bill.
—De hecho sí, todos se encuentran en el calabozo —aclaró ganándose que la chica lo mirara confundida—, el antiguo trono hacía sentir incómodo a Dipper, así que los aldeanos se pasaron al calabozo y cambiaron de trono.
—Esperen... —dijo confundida Wendy—, ¿Dipper se sentía incómodo con el trono? ¿Por qué Bill se desharía del trono por Dipper?
La castaña bajó la mirada esperando que Gideon diera la respuesta por ella, porque ella definitivamente no podría.
—Dipper no sé encuentra en el calabozo —explicó el chico—, él es la única otra persona aparte de Bill que tiene acceso a la zona superior.
—¿Qué? —preguntó Pacífica confundida—, ¿Dipper tiene acceso a la habitación de Bill? ¿Por qué?
Mabel tragó duro antes de hablar.
—Porque Dipper está del lado de Bill —dijo aguantándose las ganas de llorar y antes de que alguien pudiera preguntar algo más, continuó—, pero no porque sea malo, Bill ha estado manipulándolo y lavándole el cerebro todo el verano.
—Con más razón hay que sacarlo de ahí y ayudarlo a que las mentiras de Bill se esfumen de su cabeza —dijo la pelirroja.
—El problema es que Dipper no quiere escuchar —habló la castaña—, he intentado hablar con él una infinidad de veces y él se niega a aceptar que Bill no lo ama de verdad y que sólo lo está usando.
—Espera —le detuvo la rubia sorprendida por la respuesta de su amiga—, ¿amar? ¿Quién habló de amar?
Mabel sintió una agria sensación en su garganta.
—Bill y Dipper están saliendo —agregó Gideon.
—¿Salir? ¿Te refieres a como pareja? —preguntó con incredulidad Wendy.
—Sí... o algo así, no entiendo en su totalidad qué tipo de relación mantienen, pero definitivamente es algo más.
—Pero Bill es un... triángulo, ¿no? —Preguntó Soos—. La vez que lo vimos en la mente de Stan lucía como uno, además ¿no es un demonio?
—Sí, bueno —explicó la castaña—, de alguna manera Bill averiguó que Dipper es gay y tomó la forma de un adolescente guapo para atraerlo y manipularlo.
—Espera, ¿Dipper es gay? —preguntó sorprendida Candy—, eso explica porque ignoró mis coqueteos ese día en el viaje de carretera y estuvo actuando... raro con esos chicos.
—¡Pero a mí me correspondió! —exclamó Pacífica—, al menos eso creo, en mi fiesta yo... creí que habíamos... ¿conectado?
—No te creas la única Pacífica —le dijo la pelirroja—, yo solía creer que tenía un enamoramiento por mí, hasta que él mismo me dijo que no era mutuo.
—Pero Dipper... él no puede ser gay... ¡y menos salir con Bill! —exclamó Candy.
Mabel apretó sus párpados con fuerza, realmente no quería pensar en eso.
—Mabel... ¿fue Dipper quien creó todo esto? —le preguntó Fiddleford metiéndose por primera vez en la conversación refiriéndose al Weirdmaggedon.
—Algo así —su voz se quebró—, Bill uso a Dipper para sabotear los planes de Ford para protegernos, sabotear a básicamente todos... así es como Bill consiguió la clave para hacer el Weirdmaggedon.
—Tenemos que salvarlo —dijo Soos.
—No podemos dejarlo así, creyendo que lo que hace está bien —agregó Pacífica.
—¡Pero no quiere hacer caso! —exclamó la castaña—, he hecho de todo... lo juro.
—Tal vez si hablamos todos con él, cambié de parecer —le dijo Soos—, Dipper no es un chico malo.
Mabel hizo un puchero antes de que Wendy la abrazará.
—Soos tiene razón, podemos ayudar a Dipper —le dijo la pelirroja—, no te preocupes, tendrás a tu hermano de vuelta, Gideon... ¿hay alguna manera en la que podamos hablar con Dipper?
El chico hizo una mueca desanimando a casi todos.
—Sería casi imposible... la mayor parte del tiempo se la pasa en la habitación con Bill... o en el trono con Bill, pero nunca está solo, incluso si Bill no está, tiene mucha vigilancia —les explicó—, acercarnos a él sería imposible.
—¿Y si algunos de nosotros distraen a Bill y los demás buscamos a Dipper? —preguntó Grenda.
—El problema es que sí nos enfrentamos a Bill, Dipper seguramente estaría en la habitación... y como dije, sólo Dipper y Bill tienen acceso a ésta —comentó intentando explicar lo complicado de la situación—, y no es como que tenga guardias en la puerta, es que simplemente no tenemos acceso... la "puerta" es una especie de portal que te lleva a su habitación que sólo pueden pasar Bill y Dipper... ni siquiera los amigos cercanos de Bill tienen acceso, si quieren hablar con él tienen que usar un timbre especial, e incluso los Eye-Bats que vigilan a Dipper sólo pueden hacerlo desde el exterior... cuando dije que era imposible, es porque lo es. Nadie habla con Dipper sin el permiso de Bill.
—No olvides mencionar a Shaitaan y Devadaar —dijo Mabel burlándose—, Dipper se la pasa todo el día con esas cosas.
—¿Quienes? —preguntó la pelirroja sorprendida.
—Un par de cachorros que Bill le dio a Dipper por su cumpleaños —dijo Gideon—, el punto aquí es qué, aunque Dipper puede ver a quien quiera cuando quiera a la única persona a la que quiere ver es a Bill, por lo tanto, jamás podríamos acercarnos a Dipper sin que Bill se entere, ese es el problema.
Todos bajaron la cabeza rendidos mientras Mabel soltaba un pequeño chillido... la esperanza siendo más débil que nunca.
—Pero si logramos acércanos a Ford todo estará resuelto... ¡él sabrá que hacer! —intentó animarles Soos—, él buscará una forma en la que podamos hablar con Dipper y tal vez así podemos hacerlo entrar en razón.
—Soos tiene razón —murmuró Wendy—, por el momento concentrémonos en sacar a los prisioneros... luego haremos lo posible por salvar a Dipper.
La castaña asintió débilmente, rindiéndose lentamente de la idea de salvar a su hermano.
[...]
Y justo cuando creyeron que lo habían logrado, que habían salvado al pueblo, que podría arreglarlo todo, justo cuando Mabel creyó que podría recuperar a su familia... eso pasó.
No había importado cuanto lo planearon o cuanto lo intentaron, porque todas sus esperanzas murieron al escuchar la fuerte carcajada del rubio a sus espaldas.
No.
—¿Qué? —balbuceó la chica incrédula.
Habían llegado a los calabozos y habían logrado liberar a los pueblerinos cuando un escalofrió recorrió su espalda al notar quien había aparecido en el lugar riendo maniáticamente.
—Oh, que conmovedor, los estúpidos pueblerinos en serio creyeron que ganarían —la risa se hizo más fuerte mientras sus aliados reían con él mientras una energía los cubría impidiéndoles hacer algo—, ¿qué creíste Shooting Star? ¿Qué tu hermano te iba a querer o siquiera perdonarte después de matarme? ¿Qué vivirían felices para siempre? ¿Qué volverían a California y se olvidarían de este verano?
Con una sonrisa el rubio se sentó en su trono disfrutando de la vista.
—No lo escuches Ma- —intentó decirle Ford, pero inmediatamente fue amordazado con la magia de Bill.
—No me gusta que me interrumpan Ford, pero creo que eso ya lo sabías —le dijo irritado—, ¿no? Estoy hablando con tu sobrina, no molestes.
La castaña tragó con fuerza.
—Realmente Pine tree es el único humano con buenas estrategias —dijo con una sonrisa olvidando el tema anterior—, aunque realmente no me sorprende, es un humano con más potencial del que pensé en un inicio... pero ese no es el punto aquí, hoy te quería hablar sobre "tu" plan.
—¿D-de qué hablas? —preguntó aturdida.
—Oh... ¿realmente creíste que escapaste por tu habilidad? —dijo mientras los hacía aparecer en el salón principal y se sentaba en su trono—, fui yo quien le dijo a Gideon donde te encontrabas y lo estuve manipulando para qué pensará en sacarte, fui yo quien hizo que la seguridad de tu habitación fallará y pudieras salir, fui yo quien te hizo creer que podías rescatar a tu familia.
La carcajada fue más fuerte está vez.
—Oh, mi querida Shooting Star —le dijo el demonio con una sonrisa—, ¿qué tan estúpida tienes que ser para caer en una trampa tan obvia? Pero sigues creyendo que es tu hermano quién es engañado por mí.
La chica miró el suelo, no podía creerse nada de eso.
—Creo que ahora sólo me queda agradecerte —Bill le sonrió sarcásticamente—, a ti y por supuesto a tus tíos.
—¿Agradecernos? —cuestionó Stanley—, no me hagas reír.
—Te sorprendería saber que esto no es una broma —el mayor sonrió cínicamente—, después de todo, nada de esto sería posible sin toda la ayuda que ustedes dieron.
—¡Nosotros nunca seriamos capaz de ayudarte! —gritó la castaña.
—¿Segura? —inquirió divertido.
La chica dudo al ver al demonio soltar una risa.
—¿O acaso no saben que fue gracias a ustedes que nuestro adorado Pino decidió finalmente unirse a mí? —preguntó desvergonzado.
—¡No le digas así! —exclamó Ford, desde que habían aparecido en el salón principal no llevaba mordaza.
—¿Por qué no? —dijo burlón—, a Pino no parece molestarle.
El anciano frunció el ceño, prefiriendo quedarse callado está vez.
—¡Eso es porque le lavaste el cerebro! —gritó enojado Stanley.
—¡Ha! —Bill soltó divertido—, eso es lo que les gustaría creer, ¿no? Mentirse para no ver la dolorosa realidad —continuo el rubio caminando frente a cada uno de los Pines ahí presentes—, lo divertido es que yo no hice mucho, un par de comentarios sugerentes y ¡tadá!
El demonio soltó una carcajada.
—Todo el verdadero crédito va para ustedes —continúo el rubio—, es una pena que se sigan mintiendo tan descaradamente.
—No entiendo, ¡nosotros no hicimos nada! —Le gritó Mabel—, fuiste tú quien le estuvo mintiendo todo el verano.
—Por supuesto, porque era quien lo hacía llorar, yo era quien lo hacía sentir mal, haciéndole creer que era patético y torpe, yo era quien lo hacía sentir como si fuera un error... ¿verdad?
—Nosotros no...
—Una hermana que siempre lo hace sentir menos, se burla de él y lo trata como un inferior, un tío que prefiere a la hermana y ni siquiera intenta ocultarlo, eso sin mencionar la cantidad de comentarios dirigidos hacia su masculinidad que hacían y por último... su héroe... homofóbico. Haciéndolo sentir como una abominación cada vez que se juntaba con él... me parece que un demonio que lo escucha y apoya en las noches no es el verdadero problema aquí... ¿o sí?
Los tres se quedaron en silencio.
—Así que, de nuevo —les dijo Bill con sarcasmo e ironía—, muchísimas gracias, Pino y yo nunca hubiéramos llegado a donde estamos sin ustedes.
El rubio camino hasta la chica con una sonrisa en su rostro.
—Pero, todo mis gracias no terminan ahí. También quiero felicitar a la estrella de la noche —dijo el rubio mientras hacía aparecer una copa entre sus manos—. Un aplauso para ella, por favor —dijo burlón mientras señalaba a Mabel.
Los demonios hicieron lo que se les indico.
—¡Felicidades Shooting Star! —exclamó sin descaro alguno—, gracias a ti, finalmente todo rebelde ha sido capturado.
Mabel estaba conteniendo con todas sus fuerzas las inmensas ganas de llorar que tenía.
—Los demás —dijo hablándoles a sus amigos—, retírense.
El rubio tomó un sorbo de la copa mientras la castaña se mordía el interior de la mejilla para no gritar.
—¿Cómo se siente ser la persona que le arrebató la poca libertad que les quedaba a los torpes pueblerinos y su última oportunidad de ganar?
No pudo contenerlo más, un par de lágrimas cayeron por sus mejillas, haciendo que la sádica sonrisa en el rostro de Bill aumentará.
—D-detente... por favor —suplicó entre lágrimas bajando la mirada.
—No —añadió perdiendo todo rastro de felicidad en su voz—, quiero que recuerdes este sentimiento cada vez que me mires al lado de tu hermano, que te recuerde lo miserable, patética e inútil que eres, que te recuerde como le arrebataste la felicidad a todos los que conocías... ¿lo entiendes?
Los labios de la chica temblaban, sentía que iba a colapsar.
—Mírame —como pudo, la chica miró con miedo al demonio—. No olvides ese sentimiento, mugrosa.
—¡Déjala en paz Cipher! —le gritó Stan.
—¿Y qué planeas hacer al respecto, Stanley? —preguntó divertido.
Antes de que el anciano fuera capaz de decir algo más, el rubio había puesto un par de cadenas en su boca, impidiéndole hablar.
Bill miró lo poco que quedaba en su copa antes de observar a la castaña, furioso.
Y con una sonrisa vertió la copa sobre la cabeza de la chica, mientras ambos ancianos lo miraban sorprendidos.
—Que esto te enseñe a nunca más hacer llorar a mi Pino.
Una última carcajada se escuchó por toda la habitación antes de que el demonio chasqueara los dedos y los desapareciera del lugar.
Un par de intensos sollozos escaparon de los labios de la más pequeña, mientras se cubría el rostro con ambas manos, sintiendo como ambos ancianos la abrazaban, descorazonados.
Esta vez Mabel estaba en los calabozos con sus tíos, y los tres estaban realmente asustados.
Asustados de finalmente comprender como sus erroreshabían terminado de arruinar al menor de los Pines.
[Actualización]
Nos dimos cuenta que habíamos publicado esto mal, y no incluía un recuerdo, decidimos agregarlo porque nos gusta. Perdonen nuestra ineptitud(?
Probablemente en unas horas subamos ya el que realmente va. Los amamos.
[Nota vieja]
¿Me escuchan? ¿Me oyen? ¿Me sienten?
Tikitikitiki.
Nah, ya la neta, ¿cómo están mis pequeños retoños? Todos somos unos, pequeños retoños.
HAHAHAHA me detengo, como sea, ¿les gustó el capítulo? Por el momento es uno de los más largos, y si creen que el arco de Mabel ha terminado están equivocados, aún nos queda ver un poco más de esta pequeña perra.
Btw, ¿opiniones respecto a Bill? ¿Es bueno, es malo? ¿Es un pequeño retoño?
Btw x2, les queremos un buen.
Atte. Las grandes retoños.
Por cierto, si alguien quiere una dedicación, no dude en pedirla.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro