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11.

La extraña música que le gustaba al rubio y a sus amigos sonaba mientras Dipper conversaba animadamente con Bill, ambos sentados en el trono del segundo.

Los amigos del demonio hacían lo que ellos deseaban, cada uno hacía una actividad más extraña que el anterior, haciendo aún más y más interesante aquella celebración, ¿qué celebraban? Nada realmente, aunque Dipper podría decir que la reinserción de su hermana, Bill podría decir que era por la próxima limpieza del personal, pero eso aún estaba por verse.

El castaño no paraba de decirle lo muy feliz y alegre que estaba desde que Mabel finalmente lo había aceptado, a pesar de que habían pasado unos cuantos días desde eso... aunque eso al menor no le importaba, el seguía feliz por haber recuperado a su familia de nuevo.

—Voy a ponerme celoso, Pino —le susurro el rubio en el oído—, me gustaba ser el centro de tu atención.

La piel de Dipper se erizo ante eso.

—Siempre serás el centro de mi atención, Bill —le dijo antes de besarlo con la misma intensidad con la que estaba acostumbrado, robándole hasta el último aliento al demonio.

El castaño se separó ligeramente mordiendo el labio de Bill, tomando ese espacio para respirar, luego tomó al rubio del cuello para intensificar el beso. Realmente adoraba al rubio.

—¡Dipper! —exclamó la castaña desde abajo, llamando la atención del mencionado—, ¡Dip-Dop!

El mencionado se separó nuevamente de Bill, quien gruño por lo bajo y Dipper soltó una pequeña sonrisa ante su reacción.

—¡Dipper, ven! —le gritó nuevamente la castaña—, ¿¡no vas a divertirte un rato con tu hermana!?

Bill miró con furia a la chica, odiaba que llamará al chico cuando el mayor estaba con él, Dipper le sonrió emocionado.

—¿Puedes bajarme? —le preguntó con inocencia.

El mayor suspiro antes de sonreírle forzadamente al castaño.

—¿No que siempre? —le dijo alzando una ceja.

Dipper rió ligeramente.

—Seguirás siendo el centro de mi atención estando con ella —le hizo un puchero—, será sólo unos momentos y luego... podemos continuar en lo que estábamos —dijo esto último en el oído del mayor, mordiéndolo provocativamente.

—Eres un verdadero demonio Pines.

Dipper le sonrió y Bill se preguntó por milésima vez, que es lo que tenía ese humano que lo volvía loco.

—De acuerdo, pero bajaré contigo —le dijo desconfiado de la castaña como de costumbre con una pequeña sonrisa cansada, Dipper lo miró curioso—. Aprovecharé para hablar con mis amigos también, Pino. No te preocupes.

—Espera Bill... —lo detuvo el menor—, ¿estás bien? Te noto tenso... otra vez.

Un nudo se formó en el estómago del castaño, tal vez ya había cansado al rubio con las conversaciones seguidas que giraban sobre Mabel y él.

—Sí, estoy bien... —murmuró mientras ambos bajaban del trono quedando del mismo tamaño que la chica—, sólo me siento algo...

—¡Dipper! —Mabel se lanzó a abrazar a su hermano interrumpiendo al demonio—, vamos a divertirnos, bailemos un rato.

El mencionado correspondió a la muestra de afecto con una sonrisa.

—Dame un segundo, Mabel —le dijo antes de dirigirse al mayor, separándose del abrazo con suavidad.

La chica frunció el ceño notando como la ignoraba por el rubio.

—¿Sólo te sientes algo? —le preguntó a Bill intentando recuperar el hilo de la conversación.

—No es importante —replicó el rubio—, podemos hablarlo luego en la habitación —le dijo dándole un beso en la frente—, ahora ve y diviértete con tu hermana.

—¿Seguro? —le preguntó dudoso.

—Seguro —respondió con una sonrisa tranquilizando al menor.

—¿Ves? Bill ya dijo que todo está bien, vamos a bailar —le dijo la chica tomando a Dipper del brazo

—De acuerdo, prometo no tardar —le dijo Dipper, despidiéndose del demonio con un rápido beso en su mejilla.

Mabel le lanzó una rápida mirada cargada de efímera victoria, arrastrándolo lejos de ahí., mientras Bill veía a la chica con algo de recelo.

Con una seña de manos, había mandado un par de Eye-Bats para vigilar a ambos Pines.

Miró su copa aburrido, después de todo él no planeaba sentarse en su trono sin el menor a su lado, y no había mucho que hacer que le llamará la atención... lo único que llamaba su atención era el hecho de no sabía con seguridad que es lo que Mabel y Pyronica se traían entre manos, pero lo iba a averiguar.

Miró a sus aliados y compañeros... unos bailando, otros torturando pueblerinos, otros coqueteando, frunció el ceño y durante unos minutos se quedó ahí sin saber qué hacer sin Dipper.

[...]

Mientras Bill acariciaba a uno de sus tigres sintió una presencia cargada de discordia.

—¿Dónde está Dipper? —le preguntó con brusquedad—, ¿qué haces aquí?

—Oh vamos Bill —le dijo con un tono coqueto, sonriéndole con doble intención—, ¿realmente importa dónde está él?

El mencionado la miró mal, pero antes de que pudiera decir algo la chica se acercó mucho más a él, comenzando a jugar con el hombro de Bill con un dedo.

—¿Dónde está Pino? —preguntó con seriedad alejándose de ella.

—Ya no tienes que fingir más —le dijo acercándose peligrosamente al mayor—, él no está aquí, sólo estamos tú y yo.

—¿Éste es tu plan? —inquirió con escepticismo.

—¿De qué plan hablas, Bill? —agregó la castaña con fingida inocencia—, puedes dejar de pretender que quieres a mi hermano... todos sabemos que sí hubieras podido yo sería la que te acompañé en ese trono.

—No me provoques, pequeña —advirtió el rubio—, sólo sigues viva porque Pino así lo quiere.

Mabel pasó su brazo por los hombros de Bill.

—Hablando de mi torpe hermano, ¿cómo sabes que está de tu lado y no del mío? ¿Cómo sabes que en todo este tiempo no pretendido estar de tu lado para ganar tu confianza y finalmente traicionarte por la espalda?

Bill apartó su mano de golpe, con bastante brusquedad.

—En estos momentos él podría estar liberando a mis tíos, éste podría ser nuestro plan maestro, mientras tú te distraes conmigo. Después de todo, todos tus sirvientes confían en él, ¿o no? —le dijo riendo, mientras recuperaba la cercanía que Bill había eliminado.

El demonio soltó una carcajada sorprendiendo a la castaña.

—Oh, yo conozco mejor a Dipper de lo que alguna vez en tu miserable vida llegaste a hacer, Shooting Star —lanzó con molestia—, ahora apártate, que tengo que ir a buscarlo.

Mabel lo detuvo tomándolo del brazo, antes de enrollar sus brazos por los hombros del demonio.

—Aún queda un rato para divertirnos, Bill —dijo acercándose aún más a Bill, prácticamente rozando su rostro con el del rubio, mientras Bill mantenía sus manos intentando apartarla.

—Por favor, deja de humillarte a ti misma —le dijo con asco.

—Pero Bill —le rogó intentando acercarse más—. Mi patético hermano no se tiene que enterar.

—Apártate por tu cuenta o... —le advirtió frunciendo el ceño y de detuvo al sentir una tercera presencia.

Bill finalmente sintió cerca al menor, relajándose, al menos la mocosa no había hecho algo malo con el castaño.

El rubio le sonrió a la castaña.

—Ya ni siquiera tendré que pedirle disculpas a Pino por tu futura muerte —le susurró en su oído.

—¿Qué? —le preguntó inocentemente.

Dipper estaba detrás de Mabel.

[...]

Ambos castaños estaban en medio de la "pista de baile", Dipper se sentía algo incomodo ahí sin el rubio, pero intentaba hacer un esfuerzo por complacer a su hermana, después de todo él quería que esta vez su amistad funcionara.

—Me estoy divirtiendo mucho —mintió Dipper—, te había extrañado mucho.

—Yo también, esto no es tan malo como creí que sería —le dijo su hermana con una sonrisa—, tengo que ir al baño, no tardaré bro-bro, te quiero, espérame acá.

Antes de que Dipper pudiera protestar un chico de cabello oscuro se acercó a él con una exótica bebida en manos.

—Así que tú eres el famoso Pino —le dijo con seriedad, una voz grave que le dio escalofríos, acercándose lentamente a él—, adelante, suelta tus secretos.

—¿Secretos? —preguntó algo temeroso el menor.

—Así es Pines, ¿cómo amarraste a Bill? —preguntó el chico sonriéndole, cambiando toda su actitud a una más relajada, lo que confundió aún más al menor.

—¿Amarrar? —contestó confundido—, ¿de qué hablas?

—Ya sabes, uno de esos rituales que hacen ustedes los humanos, para que alguien se enamore de ti —Dipper se sonrojó al escuchar aquello.

—Y-yo no le hice nada a Bill —balbuceó jugando con sus manos, totalmente ansioso—, y-yo...

El chico soltó una carcajada.

—Estoy bromeando —le dijo con una sonrisa—, no te lo tomes en serio.

—Oh —dijo aliviado.

—Xólotl no molestes al señor Pines, Bill te matará —el mencionado sonrió cuando Xanthar le dijo aquello.

—No lo estoy molestando —el mayor miró al chico—, ¿no te estoy molestando, verdad?

Dipper negó con la cabeza.

—¿Ves? Yo sólo estaba preguntándole que cómo le hizo para que Bill quedará tan interesado en un humano —dijo Xólotl con seriedad.

Xanthar miró al castaño con curiosidad.

—¿Y, bien? —le preguntó el otro demonio al humano—. ¿Cómo lo hiciste?

—¿Yo? Esto... —el chico miró al piso confundido—, no entiendo... yo no hice nada.

Xólotl rió por lo bajo.

—Supongo que seguirá siendo un misterio —dijo encogiéndose de hombros.

—Es que... es bastante curioso —explico Xanthar—, Bill odiaba a los humanos y ahora... vive con uno, y parece gustarle.

Dipper sonrió nuevamente ante eso.

—Eso es cierto —agregó el Dios Azteca—, te robaste a mi amigo, ya no viene a mis fiestas... y créeme son las mejores.

—¿Eh? —Preguntó nuevamente confundido.

—A Bill le gustas tanto que prefiere pasar el tiempo estando contigo, que en mis fiestas —dijo haciendo un puchero—, supongo que debes de ser un humano interesante.

—Créelo, Bill aprendió sobre la cultura humana sólo por él —replicó Xanthar conversando con Xólotl e ignorando al menor—, ha pedido un montón de libros últimamente, hasta le celebro que está más cerca de la muerte.

—¿Disculpa? —Pregunto Dipper.

—Sí, una de esas tradiciones humanas donde celebran que están más cerca de morir, hasta te dio de ofrenda dos tigres —dijo el monstruo amigo de Bill.

—Eso suena como una buena ofrenda —dijo el Dios azteca—, en mi cultura usualmente vamos por corazones de guerreros y mujeres vírgenes.

—Que impresionante —continuó Xanthar.

—¿Cómo se llama esa celebración? —Preguntó Xólotl al castaño.

—Creo que se refiere a mi cumpleaños.

—¡Exactamente! —dijo Xanthar—, los humanos son muy extraños.

—Ya lo sé —dijo el de cabello oscuro con una sonrisa—, a lo mejor por eso le gustas tanto, tengo entendido que eras raro hasta para los de tu especie... supongo que lo mejor de lo mejor ante los ojos de Bill.

Dipper se sonrojó al escuchar eso, Bill le había hecho sentir que esa misma rareza era algo que lo hacía único, el castaño necesitaba volver con el demonio, luego le podría explicar a Mabel la situación y estaba seguro que entendería.

Y sintiendo un sentimiento cálido en el pecho, Bill había hecho muchas cosas por él... una sonrisa tonta apareció en su rostro, el castaño quería devolverle todo ese cariño a cualquier costo.

—Em... —les interrumpió—, tengo que irme.

—¿Uh? —Xólotl lo miró confundido.

—¿Fue lindo conocerlos? —dijo dudoso—, pero quiero volver con Bill.

Sin más el menor se alejó de ellos caminando guiándose por el gigante trono a lo lejos.

Miraba a los demonios girando una persona del pueblo como si fuera una botella en el piso y como pudo se hizo camino hasta el trono.

Se alegró al ver a sus tigres dormir plácidamente uno sobre del otro, para finalmente ver a Bill... ¿con Mabel?

Dipper frunció el ceño, confundido, Mabel había ido al baño, ¿no?

Trato de negar varias veces con la cabeza, ¿qué pensaba que ganaría al pasar sus brazos por los hombros del rubio?

Dipper intentó acercarse a ver que pasaba, cuando sintió una fuerza detenerlo.

—Pienso que debería ver el show y averiguar si Bill es realmente leal a ti, ¿no crees, Pino? —dijo una voz "femenina" que le erizo la piel.

Volteo a ver a Pyronica, a unos cuantos pasos de él. No podía hacer nada, ni siquiera hablar.

No podía ver bien a Bill, el cuerpo de Mabel lo ocultaba casi por completo, solo notaba como Mabel estaba cada vez más cerca del rostro del rubio.

—En estos momentos podría estar engañándote...

Dipper tenía un nudo en la garganta y unas inmensas ganas de llorar, cuando notó como el rubio la alejo de él e intento irse de ahí.

Mabel lo volvió a acercar.

Las palabras resonaron en su cabeza, ¿estaba intentando dañar su imagen frente al rubio?

En que cambiaron de posición, tanto Dipper como Pyronica pudieron notar la expresión de desprecio en la cara de Bill.

Eso fue suficiente para el castaño.

La irá dominó su cuerpo, incluso sabiendo que Bill jamás caería ante los bajos trucos de la castaña. A diferencia de su hermana, Bill no era idiota.

Pyronica lo dejó ir, sabría que vendrían consecuencias de lo contrario, era momento de huir.

La mirada de Bill se encontró con la del castaño mientras seguía intentando alejar a Mabel, y fue ahí cuando el demonio le sonrió a su pareja.

Mabel era una maldita, eso estaba claro ¿cómo es que pudo perdonarla en su momento?

Cierto, una parte dentro de él aún quería creer que podía cambiar, fue estúpido, debió mandarla a matar el primer día que intentó separarlo del mayor.

Con furia avanzó con dirección a ambos.

—Pero Bill —le rogó intentando acercarse más—. Mi patético hermano no se tiene que enterar.

Al escuchar eso su rostro se descompuso y escuchando la amenaza del rubio hacía su hermana se hizo paso de nueva cuenta con el cuerpo lleno de ira.

Eso sí que no lo permitiría.

Así como todos sabían cómo una regla que él era únicamente de Bill, todos sabían que el demonio era únicamente de él.

Y al parecer la estúpida de su hermana no conocía esa regla.

El menor la tomo de la mano jalándola para verla a la cara, depositando una bofetada llena de furia en su rostro, sin dejarla reaccionar a tiempo.

Todo el mundo se quedó en silencio, apagando la música... nadie quiso hablar, ni hacer ruido alguno, siendo esa la primera vez en que el humano tomaba esa actitud.

—Escúchame bien —le dijo con su rostro serio—, podrás lastimarme todo lo que quieras, pero jamás te atrevas a tocar a Bill de nuevo, ¿te quedó claro?

Una sonrisa recorrió el rostro del demonio, victorioso, sabía que Pino no sería tan idiota como para creerle a su hermana.

Mabel tomó su mejilla adolorida, jamás había visto a su hermano de esa manera.

—Pero Dipper, yo...

—¡Pero nada! —la interrumpió el castaño—, a partir de hoy Mabel, tú y yo ya no somos familia.

—¡Por favor Dipper! Lo admito fui una hermana de mierda contigo. Tanto Ford como Stan fueron malos tíos, fuimos una mala familia... Pero fue Bill quien te manipuló por meses, aprovechándose de eso para que te pasarás de su lado... ¿es qué en serio me vas a decir que no lo sabías?

Dipper soltó una pequeña risa.

—Lo sé.

La castaña se quedó boquiabierta ante su respuesta.

Dipper se giró para ver al mayor, preocupado lo tomó de sus mejillas.

—¿Estás bien? —le preguntó el menor.

Bill le sonrió cálidamente.

—Ahora sí —respondió tomando y besando con suavidad su mano, antes de mirar a la chica con sorna.

El castaño sonrió pasando los brazos por el cuello del demonio, mientras sentía las manos de Bill rodear su cintura.

—Dipper...

El mencionado frunció el ceño mirando a la chica, molesto.

—Llévensela a los calabozos —dijo dirigiéndose a los demonios amigos del rubio—, no la quiero volver a ver.

—¡Dipper! ¡No! ¡Espera! ¡Por favor!

Dipper la ignoró, reposando su cabeza en el hombro de Bill.

Los demonios no esperaron más para agarrar a la chica que estaba al borde de las lágrimas, dispuestos a llevarla a los calabozos.

—Pyronica fue cómplice de esto —le susurró al demonio, enterrando más su rostro en el cuello del demonio—, me detuvo para ver como Mabel te molestaba.

Bill lo presiono con más fuerza contra él.

—También encuentren a Pyronica —dijo el rubio—, cree que puede salir de aquí sin recibir su castigo, destrúyanla, que sea una advertencia para cualquiera que intente algo contra Pino.

Bill miró con desprecio a Mabel una vez más.

—Pino decidirá tu castigo Shooting Star, no te tengas muchas esperanzas.

Mabel miró asustada a su hermano, quien ni siquiera le dirigió la mirada, quién siguió abrazando al mayor.

—Qué la celebración continúe —dijo el demonio viendo cómo se llevaban a la castaña fuera de la habitación.

Sin más, la música continuó ignorando la situación anterior, mientras el rubio desaparecía de la fiesta con el menor en brazos.

Ambos aparecieron en el cuarto que compartían.

—¿Estás bien? —preguntó el mayor acariciando con delicadeza la mejilla del chico.

Dipper desvió la mirada unos segundos, llenándose de determinación.

—Estoy perfecto —le dijo con una sonrisa de seguridad pura—, después de todo, no necesito a la estúpida de Mabel, ni a los estúpidos de mis tíos... yo sólo te necesito a ti...

—Sobre... lo que dijo Mabel... —empezó el mayor—, acerca de que te use para obtener todo esto...

—Bill... —el castaño murmuró.

—Es cierto, me aproveché de tu vulnerabilidad... te manipulé muchísimas veces... pero no mentí respecto a mi razón —el rubio lo miró apenado—, te quería de mí lado, me intrigabas demasiado y sabía que sí te mantenías del lado de tu familia nada de esto sería posible, hubieran ganado, ellos no son nada sin ti y yo tampoco lo sería.

El demonio apretó sus labios, manteniendo su mano en el rostro del chico, mientras Dipper lo miraba fijamente.

—Tu hermana tenía razón... te usé —continúo el rubio—, y no me arrepiento de hacerlo... la verdad es que haberlo hecho fue la mejor decisión que he tomado.

Dipper tomo la mano de Bill que mantenía en su mejilla acariciándola con delicadeza, escuchando con atención todo lo que el rubio tenía que decirle.

—Lo único de lo que me arrepiento es que en algún punto realmente pensé en dejarte —confesó rompiendo el contacto visual—, realmente pensé que lo mejor para mí hubiera sido traicionarte... pero honestamente lo mejor de todo esto ha sido poder lograr todo esto a tu lado.

Bill regresó su mirada al menor, sintiendo la intensidad de ésta.

—Así que lo siento por usarte, Pino —soltó acercándose a su rostro—, pero no pienso dejarte ahora... no pienso separarme de ti jamás, no pienso permitir que nada ni nadie nos separe. Lo único que quiero de todo esto es permanecer a tu lado, quiero que el universo entero se someta a nuestros pies.

Dipper sonrió.

—Lo sé Bill, sé que siempre me usaste —confesó de igual forma el castaño—, pero nunca me importo, incluso si hoy me dejaras que me estuviste usando y me dejarás mañana, no me importaría, porque he disfrutado más cada segundo a tu lado que el resto de mi vida sin ti. Así que no me importa si me usas, porque quiero estar contigo.

El rubio le sonrió de vuelta y lo miró directamente a los ojos antes de continuar.

—Te prometo que no te estoy usando, porque yo también quiero estar contigo, Pino.

—Te adoro Bill, te adoro más que a nada en éste universo, tu eres el único que puede hacerme feliz —le dijo el castaño—, así que nadie que intente separarme de ti es mi familia.

Antes de que el demonio pudiera decir algo el menor se había lanzado hacía él con avidez en un beso de gran intensidad.

—Pino —dijo Bill separándose brevemente del castaño—, es momento de que el universo entero entienda que nosotros somos los únicos que tienen el control sobre lo que va a pasar aquí, es hora de que al fin conozcan a sus nuevos amos.

Dipper lo besó con más intensidad tras esas palabras.

—Eres lo mejor de todo el universo, Pino —contestó besándolo nuevamente, Dipper le mordió el labio antes de continuar.

Quitándose todo rastro de la esencia de aquella castaña, olvidando todo mal rato en el pasado, dejando atrás todas esas mentiras que guardaban, haciéndolo sentir satisfecho... haciéndolo sentir completo.

Con anhelo y suavidad besó cada rincón en la piel del castaño, sintiendo su cuerpo estremecerse, disfrutando cada caricia mutua, ansiando tener más y más del chico.

Porque a diferencia de lo que todos creían, Dipper necesitaba al demonio tanto como Bill lo necesitaba a él.

Y eso les encantaba.


¡Hola amixes!

¿Ya entendieron la pista de Cholotito?

Porque sí, que Cholotito haya escrito la nota final era pista de que su tocayo saldría por primera vez en Loving The Devil.

Aunque honestamente tampoco es que tenga mucha participación después, juejuejue.

Hay varias cosas que aclarar antes de seguir:

1. Mabel podía hacer a Dipper llorar, podía tratarlo mal, podía hacerlo sentir miserable, podría hablar mal de él, podría hacer muchas cosas y Dipper aun así la perdonaría... pero, ¿intentar coquetear con Bill?

ESO SÍ QUE NO.

2. Esto ya estaba aclarado en la descripción de la historia, pero como nadie lee esa verga tuvimos que agregar en el prólogo algo que estuvo explícito siempre: ESTE FIC PINTA UNA RELACIÓN TÓXICA. El punto de éste fic es pintar una relación tóxica pero no abusiva, pero sí co-depentiente entre Bill y Dipper. Jamás ha sido otra cosa, pero siempre leo comentarios que dicen que ciertas cosas son tóxicas... I mean, that's the fucking point! Aquí si muy bonito, pero la relación es tóxica, no estamos tratando de normalizar esto. Si quieren leer un fic con relaciones sanas lean PPLMM, ENELQP, BS, Control, los OS y el fic que estoy escribiendo que no les diré como se llama jijiji. 

(También queremos aclarar que NO odiamos a Mabel, simplemente nos divierte hacer desvergue en este fic con los Pines, ufff nada más esperen a Ford [Nadie la odia más que Ford ;) {¿es esto otra pista?????}])

3. KARLA HIZO UN HERMOSO VÍDEO POR EL CUAL ME ODIA PORQUE NO PUDO ESCRIBIR BLUE SHAKESPEARE. PERO DÍGANLE QUE LA AMO MUCHO PORQUE ESTÁ VERGUISIMA.

APRECIENLO ES ARTE:

https://youtu.be/XFglhd6sVAs

Hablando de Cholotito (ya ni hablabamos de eso, ahre) lo extraño, díganle que lo extraño a él y a su hermanita. Ya quiero volver a casita.

Les queremos un vergo.

Atte. Tana y Kala

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