Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

6: Chico cajero

El día era aburrido, los clientes daban y daban vuelta por la tienda buscando una golosina que compartir o por envidiosos comerlos ellos solos para que al final tomarán el que había visto primero.

El joven en la caja registradora veía su celular, esperando a la clientela.

– Una recarga

Escuchó.

Era una chica, cabello corto y lacio, además de que sus botas con picos brillantes sonaban por el piso opacado la poca atención que le prestaban al cajero.

– Claro ¿Compañía? – pregunto con amabilidad

Por primera vez en su vida quería hacer algo bien, sin que recibiera un regaño por parte de la encargada que solo te mira de reojo para ver si estás haciéndolo ideal.

– Telcel

Apretó números en el teclado de la computadora, códigos extraños en la pantalla aparecieron momentáneamente.

– Su número por favor

La recarga fue todo un éxito, la chica pago con un billete y algunas monedas para la comisión. Ok, su día había comenzado bien con gente amable.

Estaba pensando en lo feliz y tranquilo que podía ser su día de trabajo con gente amable y cortés.

– Un recarga, rápido

¿Excuse me?

Una mujer de al menos 35 años con bolso en el doblez del brazo y su celular en la mano, su vista en la pantalla, en sus dedos el billete de 500.

– Buenos días – saludo– Compañía y Número por favor.

Y es que la mujer ni contesto el saludo, solo se limitó a decir el número celular con rapidez mientras la suela de su zapato carísimo golpeaba repetidas veces el piso con toque de desesperación.

– ¿De cuánto será su recarga?

– 20

....

Bien, tenía que tomar un billete de 500 para solo un recarga de 20 pesos.

Aquí no es banco, señora.

Buscar el cambio y contar no es fácil, ¿Nos creen calculadoras o como?. Si, hay calculadoras que hacen el cambio y tan tan, pero contar moneda por moneda era tedioso.

Después de la recarga y recibir un leve regaño y desprecio por aquella señora, se puso de mal humor.

– "Rápido, tengo prisa" – remedo imitando a la señora

Pronto entraron dos personas, una mujer con bastantes proporciones, tal parece que era 90, 60, 90, y un hombre con escaso cabello en su cabeza y una enorme barriga.

Los vio adentrarse el estante de chucherías, el hombre acariciaba la cintura de aquella mujer y ella feliz de la vida, al parecer eran pareja..

Oh no, aquí vienen

Acomodó su ropa y con una sonrisa espero a aquellas personas.

– Buenos días

La mujer había saludado, claramente se veía como mascar un cliché se volvió en su actividad del día, puso algunas golosinas mientras aquel hombre se quedó en la puerta viendo descaradamente a las jóvenes y señoras que pasaban frente a él.

– Sin ofender – murmuro hacia la mujer – ¿Esa persona es su pareja?

La señorita volteo a ver y frunció el seño.

– ¿Eso que tiene?

– ¿Cómo puedes andar con un viejo como él? – expresó – Se la pasa viendo a mujeres y ni siquiera la voltea a ver

La clienta no le quitó la mirada a su pareja muy enojada, de nuevo volteo su vista hacia la persona que la atendía.

– ¿Y eso a ti que te importa?

– ¿Al menos se le para? – la curiosidad mató al gato

Llegando la tarde el pobre tenía en la mejilla la marca de una mano, parece que punzaba y tenía tonalidad roja.

Algunos niños que venían con sus padres se burlaron de él con aparente descaro, pero sonrió cuando las mamás de esos niños se los llevaron de las orejas, Oh, que bonito día.

Era hora de cerrar, alistando sus cosas escucho como la encargada lo llamaba.

Al parecer se había puesto nuevo par de uñas color moradas y ese tono tan fuerte en sus mejillas, aquel espantoso corte de cabello y las cejas como si tuviera vida propio estaban desaliñadas.

Cómo odiaba los sermones de esa mujer.

– ¿Insultaste a una mujer? Te he dicho mil veces que..

Bla.. bla.. bla..

Que fastidio..

Parecía tener en dolor de oídos por escuchar tantas veces el reglamento y las mismas quejas.. ¿Uno ya no puede opinar libremente? A esa pregunta se acordó que tenía que ir a votar por qué ya era mayor de edad, también era un total fastidio.

– Bien, renunció entonces– contesto molesto

– No puedes, este contrato afirma que tienes que estar medio año más – explico la mujer

Ya no podía renunciar.. tampoco expresarse libremente.. ni mucho menos escuchar música.

La música que ponían en la tienda era aburrida, esto no era ópera aunque tampoco se podía quejar.

Ya estaba decidido, mañana por venganza llegaría a las 11:00 de la mañana, ¡A ver quién atiende la tienda!

– ¡Me voy de ese maldito lugar para ya no regresar nunca!

Salió del local y con ambos brazos extendidos exclamó las palabras llenas de alegría como si la luna fuera su amigo del alma.

– Mañana te quiero aquí a las 5:00 de la mañana en punto

– Si jefa – no, aquel sueño de ser libre se esfumó junto con el viento.

....

Ese niño no se parece a usted – volvió a abrir la bocota, aquel hombre tenía ojos verdes y los de su hijo eran negro, además que el tono de piel no era el mismo que el de ambos padres – ¿Está seguro que es suyo?

La mujer estaba algo nerviosa y el hombre la veía mientras el niño comía un churro.

– Antes las mujeres tenían más hijos, ahora el hijo tiene más papás ¿Cómo hemos evolucionado verdad? – cobro las galletas y algunos refrescos – Son 56 con 32 centavos

La familia pago y se fue, pero el momento incómodo jamás se olvidaría.

Eran máximo a las 3:00 de la tarde cuando un joven de al menos 15 o 16 años irrumpió en el lugar.

– Un cigarro – comento entregando el dinero

– Con ese dinero que tienes en la mano podrías comprarte un yakult que es más saludable que un cigarro

Tomo la cajetilla y la ofreció para que tomara el cigarro.

– No puedes venderlo a un menor de edad – excuso el joven

– Si no te lo doy empezarás a gritar y decirme que no me importa y es asunto tuyo – suspiro– Ya quiero irme

Guardo la cajetilla y tomo un yakult bajo una repisa y se la dió al chico.

– Ten

– ... ¿Que?...

Aquel joven salió de la tienda mordiendo el papelito que tapaba el yakult y tomando enseguida la bebida.

– Otro cliente satisfecho.

– Pero... – comento Kasey preparando una bebida para otro cliente – Era y es muy amable..

Las 8:00 de la noche eran, no había clientes esa noche y pronto llegaría la hora de cerrar pero una mujer de al menos 75 años con lentos pasos entro a la tienda, saludando a Everett.

Él la saludo amablemente, noto como la mujer tomaba una canastilla para poner los productos que compraría.

– La ayudaré con eso – llegó con la mujer y sostuvo la canasta

La vieja mujer agradeció mucho y siguieron caminando para que ella eligiera los productos.

Llegando a la caja miro la hora en su celular y faltaban 15 minutos para cerrar, entonces cobro los productos dió el precio total y la mujer pago.

– Es muy noche, por favor, déjeme acompañarla

– Está bien muchacho – sonrió mostrando las arrugitas de su rostro al sonreír – Me ayudarías mucho

Tomo las bolsas de producto, guardo sus objetos de valor, bajo las cortinas metálicas y puso el candado. Acompaño a la señora hasta su casa para que no le sucediera algo malo.

Pronto vio las monedas en su mano, la señora como agradecimiento le dió aquellas monedas, no quería aceptar pero también sería una grosería. Sonrió.

– Así es Everett, puede ser un cabeza dura pero tiene un bonito corazón.

Matthew al escuchar el discurso del chico sonrió moviendo el hielo de su vaso, pronto sonó la canción principal para el show de la noche, clavo su mirada en la suave y fina figura de Everett quien estaba en el escenario. Listo para enamorar con movimientos sensuales.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro