La noche anterior fue descabellada, cansada y aún sentía el zumbido en su oído por la cantidad de volumen de lo alto que estaba la música.

Su cabello estaba desordenado, todos los mechones de cabello tapaban su cara y estaba dormido boca abajo.

Se levantó somnoliento de la cama, tallo sus ojos y descalzo camino hacia el baño.

Pronto salió como había entrado, se miro al espejo y vio las enormes ojeras que yacían bajo sus ojos.

Miro su reloj que estaba pegado en la pared, las 11: 30 de la mañana casi tarde, ¿Tanto había dormido?

No tenía la certeza de que día de la semana era ni el número exacto, pero aún recordaba como aquel viernes en la noche lo disfruto como nunca.

Aún sentía la emoción en su cuerpo.

Volvió a acostarse en la cama tapándose las enormes sabanas que habían en la cama. Quiso volver a atrapar nuevamente el sueño, estaba casi apunto ya estaba preparado para soñar.

Para su desgracia el timbre de su casa sonó.

- Hay ¿Que- ¿Quien? - pregunto como si la persona lo escuchará desde su habitación

Realmente mataría a la persona que estuviera afuera de la puerta interrumpiendo su sueño.

Cuando abrió pudo divisar al cartero que tocaba varias puertas de las demás habitaciones de otros residentes; A sus pies estaba una revista con una cara reconocida en la portada.

- ¿Ya es Martes? - se pregunto a si mismo

Tomo la revista y se adentro a la cocina abriendo una alacena y sacar una taza con una imagen de anime estampado, lo ganó casualmente en una convención ganándole a unos adolescentes de casi 17 años, se sintió orgulloso tirar al pato con la escopeta y a tan solo 5 tiros.

Calentó agua en la estufa con ayuda de una tetera con decoraciones de flores, un amigo se lo regaló creyendo que iría bien con su apariencia, esto no ayudo en nada.

Al servir el agua en la taza saco un frasco de café con un frasquito de azúcar, hizo café cargado para no dormirse en toda la tarde.

Ahora sí puso atención a la revista, se sentó en la silla con un pie sobre la silla mientras leía.

- Mhm.... - murmuro leyendo el pie de la revista- Industry Entertainment Lee

Dejo la revista a su izquierda tomando su bebida tibia.

- Ahora se que eres inalcanzable... Matthew

....

Se tomó libre el fin de semana, todos los días eran iguales y a veces era aburridos firmar papeles, permisos para grabaciones, previas reuniones con futuros inversionistas.. Todo se volvió tan cansado que tuvo ganas de volver a ir a ese bar y perderse en los movimientos de cierta persona.

El agua tibia de la regadera recorría por su espalda llegando a los músculos de sus brazos, sus manos lavaban su cabello mientras el agua hacia su trabajo.

Estaba acabando de hacer su aseo personal cuando escucho el tintineo de su teléfono celular, frunció el seño, molesto cerro la regadera saliendo con una toalla al rededor de su cintura mientras las gotas recorrían su pecho.

Con algo de rapidez fue hacia la cocina para tomar el celular, era un número desconocido aún así contesto.

- Diga

- ¡Pensé que no ibas a tomar la llamada! Estaba asustado - contesto del otro lado de la llamada

Matthew al escuchar la voz se quedó congelado por tan solo algunos segundos, reacciono cuando su cuerpo sintió el frío de su apartamento.

- Everett

- Pensé que me mandaría a buzón o que tal vez estabas ocupado

- Yo, lo siento - lentamente fue bajando la intensidad de su voz

- ¿Hablé en un mal momento?

Recordó que estaba en su aseo personal y que una llamada desprevenida hizo que saliera del baño casi cayéndose en el pasillo.

- Eras tan impredecible, llegas en cualquier momento

- ¿De verdad?

- Si

Hubo un momento de silencio por parte de ambos, Everett quien se encontraba del otro lado de la línea telefónica estaba acostado en su cama boca arriba, su cabeza casi colgada al final de la cama, sus cabellos dejaron ver su pálida frente.

- Matthew.. - murmuro

- Dime

- Habrá un show esta noche ¿Irás?

Matt vio su reloj, miro su calendario desde lejos y sonrió.

- Si tú me lo pides

Everett se levantó como si tú mamá revisaran tu celular lleno de imágenes indebidas de dos hombres, rápidamente bajo de la cama cayéndose en el proceso.

- Por favor Matthew, ve mi show - contesto rápidamente

Matthew fue lentamente a su habitación para luego contestar.

- Iré a verte

Terminaron la llamada.

Everett ilusionado empezó a preparar sus cosas acomodando en una maleta amarilla, la tela era suave y muy flexible.
Al tener todo preparado salió de su hogar para dirigirse a su trabajo.

....

Está vez las luces eran moradas, la tenue luz de los focos era un blanco opaco, los meseros tenían un moño morado sujetando su camisa en el cuello, además del delantal.

Se sentó en un cómodo sillón que estaba cerca del escenario, varios hombres se sentaron también alejados de él, un joven muy bonito se acercó.

- Bienvenido ¿Algo de tomar?

Pidió simplemente un vaso de whisky con un hielo en forma de círculo.

(N.d.A: La verdad no sé cómo se llame esa bebida djalaks)

Espero pacientemente sentado, el lugar se empezó a llenar y ahora habían más hombres a su alrededor.

El bar era muy conocido por tener Martes, Jueves y Viernes de especial "Hombre de la noche" ya que eran especialmente para que los jóvenes tuvieran oportunidad de divertirse o encontrar alguna pareja, los demás días eran noche de heterosexuales.

"El club nocturno Escorpión" Era famoso por sus shows de hombres jóvenes y guapos.

Bebió un trago de su bebida para después escuchar una leve canción en las bocinas del techo, los hombres a su alrededor empezaron a murmurar y a chiflar. En su vista se podía mostrar a Everett, con un traje de Seda color morado que mostraba su abdomen, los hombros descubiertos y unos pantalones holgados, se movía a la sintonía de una canción pegadiza y sensualona.

Con sus suaves manos tocó el tubo frente a él para seducirlo con sus movimientos, sus caderas lograban hacer un movimiento lento y sus ojos como desde ahora, escondidos bajo esa tela bordaba y oscura.

Matthew se recargo en el sillón, con una mano tocaba el contorno del vaso mientras el hielo empañaba el vidrio.

Volvió a dar otro sorbo, sus pupilas solo reflejaban los desenfrenados pasos de Everett sobre el escenario.

Al final de la canción movió libremente sus caderas y prosiguió a sonreír con unos labios auténticos y brillantes.

El público aplaudió, Everett sonrió ante su público tratando de encontrar la presencia de su invitado espacial. Matthew tenía un leve sonrojo en sus mejillas.

La noche apenas había empezado y los demás bailarines empezarían con su respectivo show.

- ¿Y como me ví? - pregunto el menor con una toalla en su cuello secando el sudor de su frente- Hoy hubo más gente que ayer

- Increíble - Pronunció con ternura - El movimiento final fue creativo además de atractivo

Sonrió ante el comentario.

- ¿Te gustaría pasear por el centro? - su pregunta se escuchó tan nerviosa- Si tienes tiempo

Matthew no lo pensó mucho, asintió con la cabeza, con las manos en los bolsillos camino junto a Everett quien tenía la mochila a su lado izquierdo para no golpear a su acompañante quien caminaba a su derecha.

Se detuvieron cerca de un puente, desde ahí se podía ver la ciudad en todos los colores.

- Perdón, tal vez tengas más cosas que hacer y te entretengo

- ¿Que crees? - pregunto Matt recargandose en el barandal- Terminé todo antes de venir, así de importante eres

El viento chocó con su rostro logrando que cerrará los ojos y desviará la mirada viendo una tienda de crepas.

- Gracias por el cumplido

Estaban lado a lado, mirando hacia abajo, viendo la carretera.

- ¿Tienes tiempo mañana? - su pregunta fue tan espontánea - Será un paseo

- ¿Me estás invitando a una cita? - Matt alzo la mirada viendo el cielo, pronto sus ojos se iluminaron - No me puedo negar

Ahora el viento era más frío, más continuo y su cuerpo empezó a sentir la necesidad de calidez de cualquier cosa.

Abrazo sus hombros por inercia, pronto la calidez que tanto deseo tapo su cuerpo, miro hacia sus hombros y tenía un saco color negro, alzo la vista encontrándose con los ojos ámbar de Matthew.

Le había dado su saco de vestir.

- Hace frío, deberías abrigarte

Tomo los bordes de la prenda y se tapo aún más.

- Siento que solo estoy para molestarte

Matthew no dijo nada, simplemente dobló las mangas de la camisa blanca.

- ¿Te llevo a casa?

Everett no pudo negarse, afirmó con un movimiento logrando así que el empresario lo acompañará a casa.