Everett tenía unas hojas entre sus manos, habían salido de la delegación con la victoria ganada, estaba tan feliz que podía dar saltos.

Liam y Dereck también lo estaban, que habían pensando en una mejor seguridad para el club y para los que trabajaban ahí.

El bailarín marco a Kasey y le dijo las buenas noticias, escucho el suspiro de alivio de su amigo.

Matthew hablaba con eterna confianza con Odela, él terminaría el trámite una vez que todo se aclarara con aquellos hombres; mientras tanto podían estar tranquilos.
En unos minutos caminando llegaron a un kiosko color rojo, subieron un rato.

– Everett, presiento que no daremos servicio en estos días

– ¿Ehhh? ¡¿Porque?! – la declaración lo hizo detenerse

Sintió una punzada en el pecho, ¿Había ocurrido algo más? ¿Por qué de pronto?

– Creo que sería mejor contratar servicio de seguridad, hacer unos arreglos en la entrada y tener más en cuenta la seguridad de ustedes – hablo Liam

Everett cabizbajó la cabeza.

– Está bien – Susurró

Sintió la mano de Matthew sobre su hombro, lo volteo a ver y sonrió.

– Gracias – tocó su mano – Estaba desesperado

– Todo está bien, se pudo solucionar a tiempo

Liam y Dereck tomándose de la mano bajaron del kiosko dejando a los jóvenes solos.

– Has hecho mucho por mi – se recargo en los barandales mirando a las personas pasar – Me pongo a pensar.. que estaría haciendo ahora sí no estuvieras tú

El viento invernal choco con sus cuerpos, Matthew se acercó y se puso a mirarlo, el brillo de sus ojos, el brillo de sus labios, lo blanco de su piel y el respirar de su pecho.

– No sé cómo agradecerte ¿Te gustaría algo?

– ¿Crees que lo hago para realizar algo a cambio? – dijo suavemente – Lo hago porque nace de mi

– Fue estúpido preguntar de mi parte, aún así, siento que estoy en deuda contigo

– Bien

Lo tomo de la cintura, beso su mejilla y luego hizo que lo mirara girandolo para verse frente a frente, Everett tomando la mano de Matt y la otra mano en el hombro como si estuvieran bailando.

– Un beso, será suficiente para mí

Everett soltó una leve risa, acaricio las mejillas, miro cada imperfección y perfección de su rostro, se levantó de puntillas y pudo besar sus labios, Matt se inclino para poder sentir más profundo el beso. Tan delicado y suave hasta el punto de no dejar de probar aquellos suaves labios.

Los minutos tuvieron que ser largos para poder separarse, un último toque de labios y se separaron.

– Aún no me convence – murmuró Everett, sintió la frente de Matthew sobre la suya y cerro los ojos – Siento que mi pecho va a explotar

– ¿Porque será?

– Haces que mi ritmo cardíaco aumente, logras que mi cuerpo tiemble con tu cercanía ¿Es una enfermedad?

– ¿Amor? se le llama

Everett estiró los brazos y lo abrazo llegando a su olfato el leve olor de un perfume de aroma delicioso, así que tuvo una idea de inmediato.

Al día siguiente, más relajado que nunca Matthew empezó a firmar uno que otro papel, además de sellar y firmar cheques con suaves  sumas de dinero, alguno que otro para pagar muebles y jarrones que su madre compro hace unos días.

Escucho el 'tok tok' en la puerta, afirmó a qué pasaran, al no escuchar respuesta alzo la mirada viendo unos mechones castaños sobresalir de la puerta entreabierta.

– Adelante – mostró una sonrisa – Me acostumbraré a tus visitas secretas e imprevistas

– ¿Te desagrada? Podría venir en otro momento

– Me gusta – se levantó rodeando el escritorio acercándose lentamente – Esa era la frase

– Que bueno – soltó un suspiro – ¿Estás ocupado?

Matt nego con la cabeza.

– Me gustaría darte algo

Everett mostró una bolsita de regalo color amatistas con círculos azules por todo el papel, las cuerdas blancas y un moño dorado.

– Acéptalo

Matthew mostró sorpresa, agarro la cuerda blanca y sostuvo la caja colocándola en el escritorio, al abrirla metió su mano y saco una caja rectangular, entre colores dorados y verde.
Abrió la botella de vidrio como si fuera vino, puso un poco en su muñeca y sintió el olor.

– Que agradable olor – sonrió

– Era el que mejor combina con tu personalidad – aclaro sonriendo – ¿Te gusta?

– Me fascina, Gracias

Matt escucho un "yes" por parte de Everett, quien festejaba en silencio.

– También ¿Estás libre esta noche?

Miro su reloj.

– Si, saldré temprano

– En hora buena – Everett cerro la puerta de la oficina con seguro – Te invito está noche a mi casa, sabes donde es ¿Verdad?

Matthew sabía que algo tenía planeado en joven bailarín, se recargo en el escritorio.

– Debo de ir con... ¿Protección?

Everett desvío la mirada, con tenue color rojizo en su mejillas y la punta de sus orejas.

– En la noche espantan, así que lleva mucha protección

Abrió la puerta, sostenía la manija de la puerta para decirle algo al CEO.

– Te esperaré

Cerro la puerta dejando a un Matthew ansioso.

Se dirigió al ascensor cuando un cartel en la pared color durazno le llamo la atención.

– Audiciones – leyó y se acercó – Para formar parte de Lee Entertainment Industry..

Era un cartel Grande, bordes blancos y la información en el centro.
Explicaba desde requisitos hasta la salario que posiblemente se pagaría, sus ojos mostraron brillo cuando leyó la parte de 'baile'.

– Son audiciones para bailar junto a un profesional, salir en videos musicales..

Recordó lo que Liam habían dicho, el tiempo indefinido dónde no tendrá trabajo ni podrá bailar en el bar por temas de seguridad, era seguro que no quería perder su tiempo viendo novelas ochenteras con un bote de helado y palomitas, aunque la idea todavía seguía en pie.
Leyó las inscripciones y entendió que ahí mismo se llenaba un formulario para tomar un número e ir el día indicado.

Tomo el elevador y bajo hasta la tercera planta, aunque en el proceso tuvo un desagradable encuentro frente a una máquina expendedora.

– Me pregunto porque dejan pasar a gente como tú

Everett volteo a verlo, Keylen tenía puesto una camisa de cuadros y un chaleco negro con pantalón del mismo color y unos zapatos con punta redonda.

Si, tenía que aceptarlo, se veía impecable con esa ropa y la aura de famoso a su alrededor.

– No veo cuál sea el problema con que me dejan pasar

– No trabajas en esta industria ¿Tiene que haber otro problemas? – trono los dedos y recordó – Ha ya se, Por que eres un fichero

– ¿Qu-? ¿Perdón?

– Ha eso te dedicas en ese bar ¿No? ¿Oh también eres sexoservidor? – Saco de una máquina un jugo color rosa con trocitos de la fruta – Conmigo no tienes que jugar a guardar secretos

– Eres tan psicópata ¿Que me investigaste?

– Hay por dios yo no – aclaro Keylen destapando el jugo – Ayer eras famoso en televisión ¿Leíste la nota periodística?

– ... no..

– Tampoco es que quiera decirtelo – bebió un poco – Ayer fuiste tú el famoso, solo ayer, llamando la atención de todo el país, no me llegas ni a los talones

Termino el jugo y lo tapo, dándole la botella a Everett pasando a su lado.

– Yo no soy el malo – volteo a mirarlo – Solo es mi papel

Everett tiro con molestia la botella en el cesto de basura, tomo una moneda de su bolsillo y saco una lata de café de la máquina, la abrió y empezó a tomarlo como si fuera tequila o una bebida fuerte, al acabarlo lo aplastó con su mano.

– Veremos quien ríe al último – tiro la lata – Algún día, eso pasara

Se dió cuenta que habían algunas cámaras de seguridad y tomo compostura, tomo la lata que había caído al piso y lo hecho al cesto, corrió de ahí para llenar su formulario y participar.