Estacionó el auto, recogió las llaves y bajo cerrando las puertas del coche, subió escaleras y abrió las puertas de vidrio templado, busco con la mirada y no pudo hallar a Everett, se acercó rápidamente a Seth.

–  ¿Dónde está? ¿Qué sucedió?

El  apenas y podía hablar ante tantas preguntas, acomodó los lentes con nerviosismo.

– Everett aún sigue discutiendo con los oficiales, no han salido

Camino hacia la puerta indicada, muy poco faltaba para llegar pero sus pasos fueron detenidos por una voz entrando por la puerta,  llamo la atención de la gente que estaba ahí; su cabello amarrado a una coleta pintado de un rosa chillón, los pantalones de color gris y la camisa manga corta del mismo estilo y color.

Aquel hombre hizo a un lado con la mano al oficial que le pregunto a que venía, miro hacia ambos lados de la comisaría y encontró con la mirada a Matthew.

– Matthew ¿Donde está Everett? ¿Sabes si todo está bien?

El CEO algo dudoso y con entera curiosidad quiso responder a las preguntas pero alguien más se lo impidió.

– ¿Liam? – la voz pronunciando su nombre lo saco de sus casillas, soltó a Matthew de los brazos y corrio hacia Everett

– ¡Por Dios! No te vuelvas a meter en problemas – lo abrazo tan fuerte que todo el entorno se volvió mágico – ¿Que sucedió? Kasey se escuchaba muy preocupado

– Está todo bien, bueno, lo que cabe

Alzo la mirada del rostro de Liam encontrándose con los orbes dorados de Matthew quien lo miraba.

– ¡Matt! – expreso con sorpresa mirándolo.

Tenía ganas de ir corriendo hacia él, abrazarlo, sentir su cuerpo y esa correspondencia de su parte, besarlo si se podía.

– Kasey me llamo – dijo antes de cualquier pregunta, se sintió avergonzado – Me preocupe y vine

– Iré a ver qué sucederá después – susurró Liam a Everett para poder dejarlos solos

Everett asintió con las mejillas rojas, el cabello un poco despeinado, la ropa torcida y esa sonrisa discreta.

– De hecho no es nada.. – levantó su mano, golpeando suavemente el brazo de Matthew, deslizó la mano deteniéndose en los dedos contrarios – Gracias por venir

Entrelazaron sus dedos por unos segundos cuando llegó un policía interrumpiendo el momento.

Matthew no espero mucho para sacar el celular y marcar al abogado de confianza, el abogado que por mucho tiempo apoyo a la familia Lee. Sabía que no se negaría.

– Le estrellé una botella de vidrio en la cabeza – dijo Everett al abogado que tardo poco en llegar – Quería sobrepasarse y me defendí

Liam miraba a Everett y al abogado, se intercambiaba por tiempos para ver la reacción de cada uno.

–  Fue en defensa propia – pronunció mirando a Matthew – Aunque te creamos todos los aquí reunidos necesitamos una prueba contundente

– Tal vez yo sé cómo – sugirió Liam llamando la atencion

Tocaron suavemente a la puerta del oficial a cargo, al afirmar la entrada, se levantó rápidamente abrochando el botón de su saco, hizo una pequeña reverencia.

– Jefe Lee – pronunció con nerviosismo intentado esconderlo – ¿A qué viene su visita? Alguien como usted no podría meterse en problemas

El abogado indico que el oficial tomara asiento, Matthew también se sentó.

– ¿En que puedo ayudarlos?

– El día de ayer ocurrió un inocente con Everett Park.

– ¿Eve..? ¡Ha! – expresó recordando el nombre – El joven que trabaja en ese club. Cometió un crimen y ahora debería ser juzgado – daba movimiento con su silla giratoria, haciéndose el pensativo con la mano en la barbilla

– Estoy seguro que cometió un error al llevar el caso – expuso el abogado Odela con total seguridad en sus palabras

Matthew permaneció callado escuchando todas las palabras que pronunciaban, miraba con atención al oficial.

– Creo no estar entendiendo. El joven... – bacilo con sus palabras – Sexoservidor, cometió una grave falta a la policía. ¿Atacarlo? Lo mando el hospital

– Si demuestro aquí y ahora que sus oficiales cometieron la falta.. ¿Dejara libre al..  ¿Sexoservidor? – desafío Matthew – No sé por que debería llamarlo así, a fin de cuentas sus compañeros fueron los que quería sobrepasarse con él

– Matthew, tranquilo – apretó suavemente el hombro del nombrado – Soy su abogado. En mis manos tengo pruebas contundentes

El jefe en policía, alzo la ceja, su cabello con una partitura en forma de libro y ese traje azul con una placa. Levantó la mirada.

– Adelante

Odela abrió su laptop, en ella se podía ver la grabación de la cámara de seguridad escondida por algún rincón.

Everett bajo del escenario al ver que uno de ellos iba tras Kasey quien no tenía para donde irse, no tuvo de otra que agarrar una botella del estante de bebidas y estrellarlo en la cabeza mientras Kasey tomaba una escoba aventando golpes a todas direcciones.

El bailarín acertó un golpe en la mejilla de uno.

Matthew sonrió discretamente.

– El caso está concluido. No veo la razón de llevarlo a un juicio

El dinero, la buena reputación y el poder era lo que movía al mundo. El estereotipo de que el rico puede ser superior al pobre demostrando poder. Si bien no es mal dicho el hecho de, el dinero mueve al mundo.

– No soy corrupto. Y no tengo ganas de hacerlo – Matthew se levantó de la silla dirigiéndose a la puerta – Como oficial debería saber que es lo correcto.

Salió de la oficina.

– Si mis cálculos no fallan, mañana estará el papeleo – terminó Odela también retirándose de ahí

El jefe en policía no tuvo de otra que tragarse sus palabras.

Al fin todos podían salir de la comisaría. Kasey quien se fue rápidamente al dar su testimonio para ir corriendo a la facultad soltó un suspiro de alivio al saber que todo había acabado de buena manera.
Bajando las escaleras vieron un coche aparcado.

– ¡Dereck! – gritó Everett corriendo hacia él para abrazarlo

Matt tuvo un tick en el ojo al ver cómo lo abrazaba, no fue así cuando el llegó. Liam se acercó mostrando un anillo brillante en su dedo, Matthew miro con atención la mano del recién llegado, ambos tenían el mismo modelo.

– ¿Están casados? – pregunto con sorpresa

– Ya son muchos años de matrimonio – suspiro Liam – No me presenté como es debido. Soy Liam, tutor de Everett. Tal vez no sepas mucho de mi pero yo sí de ti, no sabes cómo se la pasa hablándome de ti

Matthew miro a Everett quien hacia intercambio de palabras con Dereck, un hombre joven, cabello negro y un collar que colgaba de su cuello y hacia juego con la playera sin cuello negro y esos apretados jeans. Parecía un hombre malo, travieso y rudo.

– Espero que algún día Everett y tú puedan casarse – comento Liam mirando a los otros dos.

Matthew lo miro sonrojado con sorpresa.

Volvió su vista a los otros, sonrió.

– Tal vez.. – pronunció a lo bajo con esa sonrisa, enamorado

– ¡Matt! – llamó Everett alzando la mano

Ambos llegaron cerca del auto.

– Te presento a Dereck, y Liam, mis tutores

– Es un gusto conocerlo

Se estrecharon la mano, Liam volvió a abrazar a Everett y le revolvió el cabello con cariño.