Se preparó con la más fina y delicada tela que la producción hubiera adquirido, unos pasadores más a su cabello y quedaría perfecto.

Tenía un nuevo papel está vez, un elfo que busca el verdadero amor en un pueblo lejano a su lugar de procedencia.

Cuando tomo el papel pensó

"Otra vez Hetero"

No lo dijo en voz alta pero en sus adentros se moría.

Especialmente Matthew estaría viendo cómo se grababan las escenas, dicho y hecho por el mismo director, no se rehusó puesto que era su área de trabajo como director general.

Keylen estaba emocionado secretamente, Matt volvería a verlo de nuevo en la actuación, trataría de dar lo mejor de sí para impresionarlo. Pasaría por alto el pequeño desliz que tuvieron en el área de patinaje.

Las luces venían del centro, alumbrando a Keylen dentro de su papel sobre el escenario, se sentía como aquella vez cuando hizo su primera audición. Hecho una mirada de reojo a Matthew, no lo entendía ¿Por que veía tanto su celular?

¿Un socio importante?

¿Un asunto más importante que Él?

Aún no lo comprendía, él estaba ahí, actuando solo para una persona que solo se disponía a ver el celular.

– Matthew

Susurró...

Matt movía la mano izquierda escribiendo en el celular, algunas que otra veces miraba al actor y al director, nuevamente su vista hacia el celular y cada vez que se podía.

Después de unas cuantas escenas grabadas hubo un descanso de 30 minutos, Keylen siguió al joven Lee con la mirada.

– ¿Que te pareció la escena? Di algo al respecto

El joven actor necesitaba una respuesta prometedora, con argumentos necesarios para comprobar la tesis que surgió en su cabeza.

– Haces un buen trabajo – miro al director y siguió hablando – El guión gráfico está terminado, concéntrate en los planos y ángulos de la cámara– miro a Keylen– Haz lo que mejor sabes hacer

Halagar a tus actores es una buena herramienta para que trabajen al máximo y den su mejor esfuerzo; Eso, Keylen ya lo sabía de memoria pero no era la respuesta esperada, aunque su cuerpo se estremeció.

Pasado el tiempo determinado siguieron con la grabación, la iluminación y las dirección y posiciones de la cámara.

Sería un pv sencillo pero cautivador.

La frase de Matt se repetía como disco rayado en su mente, tan constante y perseverante.

Las 6 con 31 era la hora que pararon de grabar, tenían lista la primera escena y la mitad de la segunda, lo retomarían mañana, habían hecho un buen trabajo.

Matthew subió a su oficina seguido de Seth.

– Mañana al medio día vendrá un periodista

– ¿Un periodista?

– Dijo que tenía algo importante sobre sus manos, además de que quiere hacer una entrevista al magnate empresario, Matthew Lee

– Avísame cuando llegue – saco de un cajón unas hojas tamaño carta con varios círculos rojos y flechas – El guión está corregido, empezarán a trabajar como es debido

– ¡Si!

Seth tomo las carpetas y salió con prisa y astucia de la oficina. Observo la ventana y vio las hojas de los árboles moviéndose a la dirección contraria a las manecillas del reloj, el viento no era fuerte pero era notorio.

Un abrigo café llegó a cubrir la parte superior de su cuerpo, al ver su reloj de mano faltaban 20 minutos para las 7:00, tendría que salir antes.

Vio el mensaje de su celular, lo metió en el bolsillo del abrigo y salió de la oficina.

Se despidió de todo el personal y bajo las escaleras para llegar a planta baja, se despidió de la recepcionista y abrió las puertas de cristal, aún no había llegado y decidió esperar.

Segundos después la puerta volvió a abrirse. Keylen acomodaba su bufanda al rededor se su cuello, cargaba una mochila roja sobre su hombro derecho.

– ¿Esperas a alguien? – en la punta de su nariz y mejillas se veía lo notorio del frío acompañado con el viento– Tu coche aún está en el estacionamiento

Matthew no sé inmutó a mirarlo, metió sus manos en los bolsillos de su pantalón de vestir y prosiguió a contestar.

– Eso debería preguntarte

Keylen sonrió y un vapor tibio salió de sus labios.

– No es diciembre y hace frío – exhaló vapor sobre sus manos para tratar de no perder el calor corporal– Sé cuánto detestas estas temperaturas

El viento se volvió cada vez más denso tan solo de haber pasado segundos desde que empezaron a hablar.

Mientras tanto a lo lejos escondido entre los arbustos estaba un sujeto nada, NADA sospechoso que los veía desde una ranura que dejan los arbustos.

– Que bonito plano – susurró molesto – De nuevo ese sujeto

¿Debería yo ir y presentarme?

– Pero... ¿Cómo me presento?

La chamarra que tapaba más arribas de sus rodillas se empezó a sentir fría y solitaria, que clima tan más detestable.

Suspiro tomando fuerza, salió de los arbustos, una bolsa de papel sostenía en sus manos y camino hasta llegar con Matt, este al verlo ablando su gesto y el fruncir de las cejas; por otro lado Keylen hizo un gesto de molestia.

– Matt – lo saludo, vio al chico junto a él – Hola

– ¿Matt? ¿No prefieres decirle cariño? Estás tomando mucha confianza

Everett escucho eso como una ofensa, no quería sonar grosero, pero tampoco quería quedarse con la boca callada; Si Liam se entera.. lo regañara.

– Puedes taparte los oídos si te molesta, se nota que no tienes educación

– ¿Hablas de educación cuando interrumpes la plática de otras personas?

– Soy un adulto y no seguiré un juego como este

Keylen bufó molesto y miro hacia otra parte frotando las manos a sus brazos.

– Everett

– Perdón, normalmente no te encuentras con gente tan amargada

Matthew sonrió ante lo dicho, miro hacia el joven actor.

– Hasta mañana – un leve vapor salió de sus labios

Volteo a mirar a su jefe y movió la mano de un lado a otro, dedicándole un Hasta mañana, reviso su celular, molesto contesto la llamada.
No esperaría solo en las frías calles para esperar a un inútil, sin más llamo a su manager para que fuera a recogerlo.

Matthew y Everett paseaban tomados de las manos por inercia, el frío se volvió insoportable y una manera de mantener el calor en sus manos era entralazando sus dedos.

(N.d.a: Van a ver mucha física aquí, tenía un maestro aficionado con física que aprendí todo esto XD)

– ¿Estuvo bien tu día hoy?

El coranzosito de Matt se encogió por la aparente pregunta, su madre era la única persona que le preguntaba además de unas cuantas más...

– Bien, estuvo bien.

Everett sonrió.

– ¿Te gustaría tomar algo? Hoy está cerrado así que... ¿Por qué no ir a otro local?

Bueno, llegaron a un pequeño bar con ambiente color café, luces amarillentas como candelabros y una canción suave. Algunas personas ya estaban a punto de caer al suelo por tanto alcohol; ambos habían brindado con una copa de ron y whisky, El bailarín hacia años que no brindaba con alguien, y menos con un pretendiente en el amor.

– Y bien, cuéntame de tus sueños, anécdotas divertidas... Sueños húmedos... Fetiches... – tomo el whisky y se sirvió otra copa– Para conocerte.. más.

A la primera copa Everett estaba delirando a más no poder.

– No eres muy tolerante ¿Verdad?

– Algo – sus mejillas tomaron un color rojizo – Llevo tiempo sin beber

Bebió el líquido de su vaso y se sirvió más, Matthew solo lo miraba divertido.

– Una vez.. cuando estudiaba el bachillerato– empezó su historia el más bajo – Fui a sacar copias en la papelería de la.. institución – bebió un poco más – Y un chico me dijo que le comprara un Royo de papel..

El tema del chico no le pareció, un chico hablando con Everett, especialmente a él, era algo ilógico de molestarse, pero eso fue.. hace años.

– Y se lo compre... Pero una maldita – bebió más – Me dijo que también le comprara un Royo, pero le dije que ya no iba a hacer más favores, le regrese el dinero – termino todo el líquido de la copa– Di unos pasos más.. y me caí, torciendome el tobillo, esa maldita me hecho la sal ¿Puedes creer que existe gente tan mala en el mundo?

Matthew bebió más del ron de su vaso y sonrió viendo los hielos en su vaso, en el reflejo veía a Everett.

– Te ves tan lindo, ebrio

Everett lo miro, sonrió nervioso y ebrio, aún se veía tierno a la vista de Matt.

– ¿Quieres volver a casa?

– Mejor.. a tu casa

Matthew sonrió ante la idea y no se pudo negar.

Llegando al departamento, Everett tomo la iniciativa, tomo de la corbata a Matthew y lo guío hasta la habitación, empezando con un movimiento suave y placentero en sus labios.

Alzo la cabeza para que la experta lengua de Matt empezará a divagar por su piel, succionando y lamiendo.

– ¿Te hablo de mis fetiches? – pregunto Matt, sosteniendo una pierna de su acompañante – Pronuncia mi nombre con tus labios y me gustará, gime en mi oído y me gustará, pide por más y te dare mas

Se estremeció al escuchar las palabras, no tuvo más elección que disfrutar de las caricias continúas.

– Ah, Matthew

Sus pezones se pusieron duros ante el tacto de la lengua, era una parte sensible que era imposible que no reaccionara.

Everett no quiso quedarse atrás, después de la exquisita exploración a su pecho fue bajando y desabrochó el pantalón de Matt, tomo entre sus manos el miembro ya erecto y dió una primer lamida.
Matthew se dejó llevar y sintió las lamidas como lo mejor del mundo, el oral era tan exitante que tomo suavemente la cabeza de Everett haciendo movimientos.

Mientras metía el miembro su lengua también recorría esa parte de acuerdo a los movimientos, no tenía intenciones de parar hasta que Matt terminará. Esa noche sería exhausta.

La mañana siguiente Everett pudo despertar gracias a la molestia en su cabeza, le daba vueltas aún con los ojos cerrados, se removió entre las sábanas sintiendo un calor diferente al suyo, volteo la mirada y encontró a Matt aún durmiendo, sonrió recordando la noche anterior y se maldijo.

– No caigas en más tentaciones... Ya no lo hagas..

Cerro un rato los ojos, declarando que en minutos se levantaría, eso no sucedió ya que cayó nuevamente a los brazos de Morfeo y dormir otro rato más.