1: Báilame
La película se publicó días atrás, las redes estaban en llamas, mensajes hacia las redes privadas de la empresa sobre lo bueno, lo malo de la película.
Sostenía unas hojas en la mano mientras atendía una llamada, las felicitaciones al director.
Muy pronto la puerta de su oficina fue abierta, 3 hombres jugueteaban con el más bajo de ellos.
Alzo la mirada, sus ojos color ámbar miraron a los recién llegados.
– ¡Matthew!
Gritó un rubio piel blanca y típicos ojos azules.
– ¡Mis felicitaciones! La película tendrá un premio, ya lo verás
Abrazó al nombrado por los hombros.
– Demasiado contacto físico – dijo algo molesto Matthew por tal cercanía
– No seas aguafiestas, Matt – dijo un hombre cabello color crema y ojos escarlatas – Hay que salir a festejar
– Creo que es muy pronto – advirtió un peli-morado y ojos verdes intenso – Aún no sabemos cuánta recaudación hubo en estos días, yo siento que-
Recibió una mirada de desaprobación de parte del rubio ojos azules, ¡Él quería salir a festejar!
– Yo quiero ir, ¿Podemos ir? – volvió a insistir el oji-escarlata
– Diviértanse ustedes, estoy algo ocupado
– Mañana es sábado Matt, – volvió a insistir– ¡Vamos!
Sus amigos habían hecho muy buen trabajo en la semana, pero él no tenía ganas de ir, quería llegar a casa, prender el televisor y dormir como bebé gracias al arrullo de las voces de la TV.
Pero había ya varias veces que lo habían invitado y él no iba.
Jalo su corbata, cerro su laptop, sus amigos sabían que Matthew no los decepcionaría.
...
El fondo estaba iluminado de distintos colores dominando el color rojo, el aura de sentía de forma distinta, en un rincón hombres besándose, de otro rincón hombres bebiendo viendo a otros bailar, ganándose la vida.
Pero, tampoco era incómodo ver.
¿Qué demonios era esto?
– ¡Nathan! – grito el de cabello morado – ¿Por qué nos trajiste a un bar gay?!
El rubio de ojos azules rio un poco.
– Era muy fácil ir a un bar, ver mujeres hermosas bailar, pero ¿Por qué no cambiar la rutina?
– Estoy de acuerdo – contesto el de cabello color crema
– ¡Jayden! ¡Se supone que tú tienes esposa!
– No lo sabrá, tranquilo Seth
Matthew veía a todo su alrededor, ningún hombre era su tipo, además no buscaba una persona con quién entablar una relación.
Buscaron una mesa, se sentaron cómodamente mientras Nathan charlaba muy alegremente con el mesero.
Pidieron alguna bebida, Matthew pidió sin alcohol ya que tendría trabajo mañana, Jayden y Nathan pidieron una bebida con whisky para celebrar que la película había sido todo un éxito.
Pero había un problema, a Seth le habían traído la bebida equivocada.
Jayden no acepto esto, era molesto, pero tenían que reclamar.
Se levantó de su asiento y se dirigió a la barra de bebidas casi azotando el vaso en la barra de madera.
– Disculpa, llevaron la bebida equivocada, quisiera un cambio
Un joven llego rápidamente hacia él, vio el vaso en la mano y dio una reverencia.
– ¡Cómo lo siento! – tomo el vaso – Dígame ¿Cuál era la bebida?
Jayden dejo de hablar por un momento, el joven frente a él, era demasiado para su vista.
– Un... Jugo... – comento titubeando
Poco después llegó con la bebida dándosela a su amigo.
– ¿Sucedió algo?
– No no, nada
Matthew desvió un poco la mirada ignorando la charla de sus amigos, sentía la necesidad de irse, de escapar, un lugar así le traían recuerdos nada agradables, pero sus amigos lo habían invitado, además ya estaba ahí.
– ¿Estás a gusto? Matt – Pregunto Seth, el de cabello morado
El joven iba a decir unas palabras cuando las luces sorpresivamente se apagaron, todos preguntaron ¿Que había pasado? Miraron al escenario cuando una canción se hizo escuchar.
Era totalmente inimaginable lo que ocurriría ahí mismo.
El joven sobre el escenario, una polera holgada que servía como ombligera, unos shorts ajustados color negro y aquellas mallas en forma de rombos entrelazados mostrado sus blancas piernas.
Matthew vio a todo su alrededor, aquellos hombres chiflaban y se quedaban embobados viendo al joven en el escenario.
Tocaba su abdomen subiendo ligeramente la prenda mostrando una tela negra tan delgada que traspasa el color de su piel.
– Pero mira ese ardiente chico – Pronunció el rubio de nombre Nathan– ¿No hará privados?
– Guarda silencio – regaño Seth
– ¿Qué te parece? – pregunto Jayden a Matthew
Pero él no hizo caso.
El peli color crema siguió la línea de visión de Matt y encontró al joven bailando.
Aunque no pudiera ver aquellos ojos bajo la delgada tela que los ocultaba, no podía alejar la vista.
Su cuerpo se restregaba en el tubo frente a él, lo acariciaba y bailaba tan cómodamente haciendo notar lo firme de su retaguardia.
El intenso olaje de voces admirando y gritando cosas atrevidas se hacia notar.
Aquel joven se detuvo por un momento, se inclinó y sonrió.
Esa sonrisa fue para Matthew.
Movió un poco su cadera, logrando que el cuerpo de Matthew tuviera una reacción.
La canción acabo, los hombres deseaban más, querían más.
Pero aquel joven con una leve sonrisa acabó su show, esa noche habría muchas donaciones.
Matthew rápidamente se levantó, dejo a sus amigos algo sorprendidos por la reacción.
Fue a la barra de bebidas y pregunto a un jóven que preparaba una bebida.
– Dime ¿Cómo lo encuentro?
Aquel chico se quedó un momento callado.
....
Había logrado su cometido, tenía a ese guapo chico en su apartamento, lo besaba con tanta intensidad, jamás pensó que besaría de nuevo como está vez.
Aquel joven se separó, lo empujó en la cama, desabrochó cada botón de la camisa gris que ocultaba su cuerpo, tenía la misma prenda negra que en el show.
– No si estas de suerte tu, o yo – mordió levemente su labio
Matthew sonrió ante esa desprevenida respuesta, tomo de la cintura a su acompañante, dió un beso gentil en su abdomen, de un movimiento hizo que el joven estuviera pegado al colchón, Matt estaba sobre él.
Siguió repartiendo besos, pronto llegó a los pezones del chico, lamió uno y continuamente lo mordió levemente, como premio recibió un gemido tan sonoro que salió de la boca de ese lindo chico.
Con la otra mano masajeaba el otro pezón que simplemente quedó rojo por los movimientos.
Se separó, volvió a ver los ojos de su acompañante, estaban algo brillantes, sus mejillas rojas y una mano tapaba su boca.
Se acercó, quitó la mano y volvió a besarlo, su lengua hacia el trabajo mientras bajo los pantalones del bailarín había una reacción.
Quitó los pantalones del bailarín, con un leve suspiro en su boca saco su miembro, era tan grande a los ojos del joven, no dudo ni un segundo, con ambas manos juntó ambas partes.
Cada roce de su virilidad, el joven bailarín hacia para atrás su cabeza mientras no dejaba de hacer movimientos con ambas partes, Matthew veía la acción, así que con leves sonidos roncos que salían de su boca llevo unos dedos y los lleno de saliva.
Con mucho cuidado llevo sus dedos a la redonda y rosada entrada del joven, este al sentir un intruso dentro suyo, su cuerpo tembló, hizo que su cuerpo se contrajera, logrando un nuevo placer, aunque no dejaba de rozar sus miembros entre si.
Cuando por fin estuviera totalmente dilatado, Matthew llevo su miembro hacia la parte dilatada, hizo un movimiento para prepararse a entrar.
Me destrozara
La punta había entrado, era imposible que la saliva saliera de la comisura de sus labios mientras aquello que parecía otra persona entraba en él.
Por fin entro completamente, se sintió doloroso al principio, un ardor inundaba su ser.
Matt se recargo en el pecho del bailarín, con su experta lengua lamía la clavícula y parte del pecho mientras se acostumbraba al dolor, él podía sentir como apretaba su miembro en aquellas paredes tan estrechas y tibias.
Cuando supo que podía moverse lo hizo, al primer toque llegó a su punto dulce del joven, este tuvo un gemido ahogado.
Con una satisfactoria sonrisa en sus labios dios otra embestida, había encontrado el punto G.
Sus piernas las mantenía en las brazos mientras embestía con más fuerza.
El chico hacia su trabajo moviendo las caderas al ritmo, sus sonoros gemidos eran tan exitantes.
Pero, El chico bailarín amó bastante algo, Los suspiros y gemidos de Matthew
Es satisfactorio escuchar como tu acompañante también lo disfruta tanto como tú, compartiendo el mismo placer brindado.
Cambiaron de posición, ahora el joven estaba acostado de lado, la mano izquierda de Matthew sostenía la pierna del joven mientras hacia paso para llegar a más profundo.
El chico ya no podía más, esa "cosa" estaba llegando más al fondo, logrando hundirse en el placer.
Pasaron varios minutos cuando cambiaron de posición nuevamente.
Ahora el chico estaba saltando sobre el miembro de Matthew, hubo una contracción en su cuerpo que lo hizo detenerse, las manos del mayor sostuvo su cadera, mientras su cuello era rodeado por brazos.
– ¿Ves? Sobresale de tu cuerpo – murmuró Matthew al oído del chico, su voz era tan ronca
El chico con leves movimiento llevo su rostro hacia abajo, vio como en su abdomen sobresalía algo, el miembro de Matthew se hacía notorio en su abdomen.
El joven sonrió, empezó nuevamente a saltar, mientas ambos compartían aliento.
Momento de pasión llegó al instante, pronto ambos sentían la necesidad de venirse.
Me vendré
Los suspiros y gemidos se hicieron más profundos y rápidos.
Ambos terminaron eyaculando.
Matthew no pudo salir a tiempo, así que su semilla quedó dentro del joven bailarín, él termino en el abdomen de ambos.
Cayó rendido en los brazos de Matthew.
Que resistente
Su respiración se fue regulando poco a poco mientras respiraba en el cuello de Matthew, este también estaba cansado.
Habían resistido lo suficiente para dejarlos totalmente agotados, pero ambos cuerpos tenían una excelente sincronía que nadie podía negar.
Pasado un tiempo determinado de deliciosos besos y caricias se dispusieron a ir a la bañera, Matthew con sus fuertes brazos cargaba al bailarín.
– ¿Te molesta? – pregunto Matthew
– No, para nada – respondió el joven mientras estaba en la tina de agua.
Matthew también entro en la tina y con leves movimientos empezó a limpiar al chico.
El joven se detenía de un orilla de la grande "tina" para que Matthew tuviera mejor vista y pudiera limpiarlo, estaba avergonzado, pero los movimientos eran cómodos.
....
Nuevamente lo tenía pegado a la pared, lo seguía besando como si fuera el único día de sus labios.
El joven bailarín también seguía al pedido por parte de Matthew, este se separó lentamente.
– Tu nombre, no me has dicho tu nombre.
Sonrió al escuchar la respuesta.
– Es que alguien me trajo aquí e hizo cosas indebidas conmigo ¿Cómo me iba a presentar?
Matthew rió un poco, luego tomo la cintura del joven.
– Por favor, llámame Everett
Sé bienvenid@ a una nueva aventura 👐🏻
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