Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 8: This Is Why We Can't Have Nice Things

P.O.V____

Brent Valley, Colorado
15 de febrero
2017

La cena transcurría del todo bien, comíamos costillas, elotes, alitas, boneless, comida llena de barbeque, siento que eran de esas comidas donde tu dignidad se podía ir fácil por un tubo, deslizándose sin importar como te vieras, era mejor comer con gente de confianza, así podías morir y nadie te juzgaría.

Aunque claro, la confianza en la que estaba con estas personas era casi considerada mi familia, con todos excepto a un individuo.

La mesa en la que estábamos sentados era bastante grande para solamente las siete personas que éramos aquí.

Papá estaba sentado a la cabeza, Scott (Sr. Norman) estaba a lado de papá riendo sin parar, Nana con mi madre junto a sus dos esposos platicando de los reality shows que ambas veían, los dos adolescentes estaban sentados juntos, riéndose, viendo a las chicas que entraban, burlándose, lo que siempre hacían y yo, solitaria, a un costado de mi madre pero alejada de ellos, a lado de mi hermano, más aburrida de lo que una persona podía serlo.

–Dinos, ____– habló Scott llamando mi atención, dejando mis pensamientos de lado –¿qué se siente ser una adolescente de 15 años?–.

–Scott– le reprochó Nana –deja a la pobre ____, no creo que se sienta bien hablando sobre eso–.

Y por eso amaba a Nana, extrañaba ir a su casa, comer las deliciosas galletas que hace y ver televisión o alguna película en el patio de su casa alrededor de una fogata lleno de risas, ese era la clase de pasado que sí valía la pena recordar.

–Estas en lo correcto, Nana– sonreí –y respondiendo a la pregunta, no es la gran cosa–.

–Me alegro mucho por ti– ella me sonrió, y dirigí su mirada a donde estaban Sam y su hijo riéndose, comportándose como unos niños pequeños –Jace– él volteó enseguida –¿ya felicitaste a ____?–.

¡No! ¡No! ¡Mierda! ¡No! Sentía que me ahogaba con la comida.

Se formó un silencio incómodo en toda la mesa, un silencio que solo Sam, Jace y yo pudimos presenciar, porque como dije antes, los adultos no lo sabían. Miré de reojo a Jace que miraba a su mamá sin poder articular nada, mientras que ella lo fulminaba con la mirada tratando de decir que lo hiciera de nuevo frente a ella, pero lo conocía y sabía que se iba a resignar.

–Sí– contestó él –ya lo hice–.

–¿Estás seguro?– asintió, poniendo los ojos en blanco –¿por qué no te creo?–.

–Porque no confías en mí, y te hablo en serio cuando te digo que ya felicité a ____– dijo en un tono irónico –¿verdad, ____?–.

Mordí mi labio inferior y me limité a asentir.

–¿Ves?– la voz de Jace empezaba a alzarse, se escuchaba por la forma en la que le contestó a Nana, haciendo que ahora todos los presentes nos sintiéramos incómodos, era aquí cuando se podía ver más claro el cambio que tuvo desde que entró a la preparatoria –jeez–.

Aquí podemos tener una forma en la que se puede arruinar una cena al estilo Jace Norman, y como siempre, no le importó en lo absoluto.

El resto de la cena estuvo "como si nada", charlábamos, reíamos un poco y seguimos comiendo hasta que llegó el pastel de cortesía del lugar. Me pusieron un gorro gigante en la cabeza y entre todos me cantaron "Feliz Cumpleaños", todos menos él por obvias razones.

Comimos pastel, hablamos un poco más, hasta que los adultos comenzaron a tener su plática aparte, una plática que sabía que no se acabaría tan rápido, y menos después de ciertos tarros de cerveza o lo que sea que tomaban en esos vasos.

Me levanté de mi asiento dejando que los padres de Jace se acercaran más para hablar con los míos, me sorprendía como después de tantos años seguían siendo amigos, y era como si los años no pasaran. Seguía a un costado de Sam, volviendo al aburrimiento que antes me había invadido.

–¿Qué pasa hermanita?– preguntó mi hermano pasando un brazo por mis hombros –¿te gustó tu cumpleaños?– asentí –que bueno, me alegro mucho–.

Lo miré extrañada, algo no me olía bien.

Tenía dos mensajes de Dash diciéndome que en cuánto llegara a casa le avisara, junto con una sticker de un gato soplando la vela de un pastel. No pude evitar sonreír.

–¿Quién es?– Sam me quitó el teléfono –Dash, eh– me miró pícaramente –es de nuevo Dash, Dash, Dash–.

–Sam, regrésamelo– traté de quitarle mi teléfono, pero el fue más rápido alzándolo en el aire –hablo en serio, dame mi teléfono–.

–Dice– me hizo a un lado con su mano –"me avisas cuando llegues a casa"– sonrió maliciosamente, haciéndome burla –yo digo que le gustas, ____, está más que claro que le gustas–.

–¡No! ¡Es mi amigo!– grité enojada –¡ya dámelo!–.

–¿Tu qué opinas, Jace? Le gusta, ¿no es así?– él se encogió de hombros ignorando lo que le dijo Sam –que aguafiestas, los dos, está bien ya toma– me dio mi teléfono –pero hermana, Dash–.

Le di un golpe en la cabeza, causando que se quejara, y me volví a sentar en la silla en donde estaba. Al final le terminé respondiendo a Dash, diciéndole que no se preocupara que le avisaría y un emoji sonriente.

Podía decir que me molestaba que Sam me molestara con Dash, era mi amigo, lo veía de esa manera, además no me sentía lista para tener alguna relación, los chicos eran una pérdida de tiempo completa, era demasiado drama, aparte nadie se había fijado en mí, y no creo que lo hagan.

Después de 10 minutos, mi padre se acercó a nosotros para decirnos que volveríamos a casa, pero que los Norman irían por un rato, a lo que respondí con una sonrisa falsa, al igual que Jace, genial... nótese mi sarcasmo.

...

Al salir del restaurante, nos subimos cada quien a sus autos, yo me había regresado en el auto de mi padre, mientras que Sam se regresó con mamá en su camioneta, y los Norman, bueno ellos iban aparte, no era como si tuvieran que recorrer toda la ciudad para llegar, técnicamente éramos vecinos, con una cercanía estando a una calle de distancia, y ni siquiera eso importaba hace algunos años.

Estaba sentada en el asiento del copiloto, con mi mejilla recargada sobre mi mano, mirando sobre la ventana lo que se podía alcanzar a ver, ya había oscurecido.

–¿Quieres hablar sobre eso?– preguntó mi papá rompiendo el silencio.

–¿Sobre qué?– me senté normal. Volteó a verme con una mirada de "en serio" –¿qué?–.

–Sobre tu tensión en la cena con Jace–.

Fruncí el ceño –no hubo ninguna tensión papá, todo estuvo normal–.

No lo iba admitir, y menos frente a él; me llevaba mejor con él que con mi mamá, a veces le contaba ciertas cosas más a él que a ella, pero lo que pasó que nadie sabe más que mi hermano, ya saben quien y yo, aunque conociéndolo puedo deducir que tenía una idea.

–____, cuando Scott le preguntó a Jace que si te había felicitado, tú, Sam y él se pusieron nerviosos, no, no nerviosos, tensos–.

–Claro que no– respondí nerviosa –solo... no pasó nada, no fue nada–.

Papá entrecerró los ojos –¿si te felicitó?– asentí cansada –que bueno, al menos no estaba mintiendo–.

–Mira papá, Jace puede ser un...– di una pausa y cerré los ojos –idiota, perdón por la palabra, pero por lo que conozco– si es que aún lo seguía haciendo –sé que no miente jamás, y no lo hará nunca–.

Eso era muy cierto, el chico no mentía, siempre dice las cosas como son, y debo de reconocerle que aunque mi hermano fuera su amigo y un fuckboy completo, él no lo era, muy rara vez lo había visto con una chica, quiero decir, si lo había visto, pero nada fuera de lo normal, Ricky no era un fuckboy.

–Yo no entiendo, ____– dijo mi papá mientras paraba el auto en un semáforo –como es que...–.

–Papá– lo interrumpí con la voz alzada, conocía que tema quería tocar, y no me gustaba tocar eso –te lo he dicho muchas veces, solo crecimos, ya–.

Suspiró –está bien– volvió a andar el auto –está bien–.

–Gracias–.

Lo que restó del camino nadie dijo nada, nos quedamos en un silencio no incómodo pero si un tanto disperso, quiero decir, fue un buen silencio, mi papá no volvió a tocar el tema, yo no tuve que gritarle que no, todo bien.

Al llegar a la casa, papá estacionó el auto a lado de la camioneta de mamá en la cochera, tomé mi teléfono del asiento y me bajé de este sin ningún preámbulo.

–Estaré en mi habitación– anuncié antes de entrar por la puerta del garaje.

–Oye, wow, wow, wow– pero me detuvieron –es tu cumpleaños ¿no quieres quedarte un rato?–.

–¿Quién no se quiere quedar?– apareció mamá, papá me señaló –debí imaginarlo, ____, cariño, quédate ¿si? No es necesario que te encierres en tu habitación, tu cumpleaños todavía no termina–.

Arqueé mis cejas –de hecho termina en 2 horas, y tengo escuela mañana– okay, nunca imaginé decir eso.

–Intenta quedarte un rato–.

–Mamá, si me quedo tendré que escuchar sus pláticas aburridas– entramos a la casa, estábamos en la cocina –y la verdad prefiero dormir en mi cama, a dormir en la sala y despertar con dolor de cuello–.

–Deberías venir a la sala de televisión con Jace y conmigo, veremos America's Next Top Model– dijo Sam mientras sacaba un jugo del refrigerador, lo fulminé con la mirada –era una opción, tranquila–.

Al final mis padres terminaron aceptando que no quería estar aquí, les pedí que me despidieran de Nana y de Scott, y que me disculparan por no haber estado. Di un suspiro que fue más uno de cansancio y caminé hasta las escaleras para subir a mi habitación, y encerrarme ahí por las próximas 9 horas.

Cuando llegué cerré la puerta detrás de mí, me senté en la silla de mi escritorio y saqué mi teléfono para avisarle a Dash que había llegado a casa, no pasaron ni cinco segundos cuando ya tenía una respuesta de su parte, decía:

"Descansa próxima ex cumpleañera, gracias por avisarme, te veo mañana en Química, recuerda que tienes biología mañana, trata de no dormirte, te quiero, adiós".

¡Mierda! Mañana tenía biología otra vez, con el mismo maestro que me castigó... ¡que me castigó otra vez para mañana! Ay no, sin duda sería un día largo... ¿no creen que Dash es bueno? Digo, nunca lo vería como algo más, pero la chica que tenga la fortuna de salir con él, será la más feliz del mundo, eso estaba asegurado, ya no había chicos como él.

Le deseé buenas noches a Dash, y contesté todo lo que me dijo, después dejé mi teléfono en el escritorio y caminé a mi clóset para buscar mi pijama.

...

1 hora y media, había estado 1 hora y media viendo Netflix, Gilmore Girls para ser más específica, me había visto esta serie unas 10 veces, y jamás llegaba a hartarme, era simplemente hermosa.

Levanté mi teléfono y vi la hora, las 12 AM, ya era jueves, y todavía se escuchaban voces y risas en la parte de abajo, no era raro que los Norman siguieran aquí, la verdad no me extrañaba, solo que era noche entre semana y al rato mi padre al menos, tendría una gran cruda... me burlaría de eso.

Decidí que era hora de irme a dormir, así que con la muchas flojera que tenía me levanté de mi cama, salí de mi habitación sin hacer ningún ruido y llegué al baño sana y salva. Estando ahí lavé mi cara, mis dientes, cepillé mi cabello e hice del baño, mañana en la mañana me ducharía, hoy ya era algo tarde. Cuando terminé de hacer todo lo que debía de hacer, apagué la luz del baño, giré la perilla de la puerta, y salí del baño.

Todo estaba obscuro, nada iluminaba más que las lámparas de la planta baja, me era casi imposible ver, caminaba con cuidado por el pasillo hasta que vi la silueta de... él.

–¿Qué quieres?– estaba parado en frente de mí.

Se encogió de hombros –feliz cumpleaños–.

–Gracias– respondí sin nada más –adiós–.

Estaba decidida a llegar a mi cuarto, cuando de repente Jace me tomó del brazo, rápidamente me solté.

–¿Qué quieres?– volví a preguntar.

–¿Eso es lo único que me dirás?– moví mi cabeza confundida –¿eso es todo?–.

–¿Qué más quieres que te diga?– arrugué mis labios –es la primera vez que me hablas en casi tres años–.

...

Acabo de terminar mi libro WEST de Joshua Bassett,tercera entrega, y estoy sensible full.

Anyways.

TENSIÓN. Entre estos dos

Ojalá les esté gustando

Si no, déjenmelo saber

Y si sí, también díganme

Lxs ama todos los días

-Andy

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro