Ich liebe dich
Mad entró a su carpa después de almorzar, aprovechando la media hora que le quedaba antes de los últimos eventos del campamento.
La chica se recostó sobre su saco y dejó volar su imaginación, recordando algunos momentos junto con Joe. Un cosquilleo le recorrió el vientre y sonrió al pensar en todas las palabras bonitas que él le dijo o la vez que le cantó en una llamada y ni hablar de todas las veces que él la ayudó. Él era el sueño más bello de todos.
Unos destellos rosados aparecieron durante su ensoñación y, al notarlos, soltó una risilla. Los destellos se desvanecieron y ella se sintió en completa calma, mientras una escena casi olvidada de su vida se le vino a la cabeza.
***
En el funeral de los padres de Maddie había incluso personas que ni David conocía, ya que se trataban de viejos amigos de sus padres.
David permanecía junto a su esposa, que tenía un embarazo de ocho meses. Kathy estaba con su hermana menor y el resto de la familia Schafer estaba cerca de donde se encontraba David.
Maddie no soportaba seguir ahí, se sentía asfixiada por el ambiente y las personas que la rodeaban, mientras un sentimiento de culpa la invadía al pensar en que pudo haber impedido la muerte de sus padres.
Angustiada, se alejó de todos de manera sutil, aunque su hermana y Joe se alcanzaron a dar cuenta, a lo que solo él la siguió. Ella llegó hasta un pequeño parque y se sentó debajo de un árbol.
—¿Qué sucede? —le preguntó Joe.
—¿Acaso no es obvio? ¡¿Cómo le preguntas eso a alguien que acaba de perder a sus padres y más encima a solo unos días de su cumpleaños?! —exclamó llorando Maddie.
—Lo siento, puede que no sea la persona con más tacto en el planeta pero al menos sí fui el único que te siguió por preocupación.
—Nadie más me siguió porque quiero estar sola —dijo cruzando los brazos—. Los que me conocen saben que no deben seguirme cuando me alejo.
Joe se sentó a su lado y la abrazó. Sabía que Maddie no quería simplemente alejarse y que nadie la acompañara, sino que, anhelaba un abrazo sincero, no uno por compromiso. Él ya había estado en sunlugar y sabía lo que sentía.
—Ten por seguro que haré lo posible para que no sigas llorando —susurró Joe—. Solo te pido que no vuelvas a mentir para parecer fuerte. Sé que ahora no puedes sola.
Maddie dejó de llorar y correspondió al abrazo de Joe. Escondió su cabeza en el pecho de él y volvió a llorar. Permanecieron así por un rato hasta que Maddie dejó de llorar definitivamente.
—¿Ves? Solo necesitabas que alguien te apoyara y consolara —le dijo Joe mientras limpiaba unas cuantas lágrimas que habían quedado y sacaba a un lado mechones que tenía en la cara—. Sé como se siente y no tienes por qué pasar por toda esta mierda sola. Tienes que ser fuerte, es cierto, pero eso no es sinónimo de alejarse, sino de unirte a las personas a las que de verdad les importas.
—Gracias —respondió Maddie en voz baja. Le dio un beso en la mejilla pero se alejó rápidamente, sonrojada por los nervios.
Se quedaron ahí durante unos minutos más, en completo silencio, hasta que Joe se dio cuenta de que quizás no sería muy bien visto que un joven se hubiera ido detrás de una niña de doce años. Él en ese momento solo lo había hecho porque empatizaba con el sufrimiento de la niña, sin pensar en si estaba bien o no.
—Vamos, esto se puede ver muy raro si nos ausentamos mucho tiempo. No quiero tener otro lío, en serio.
***
Suspiró. Él era maravilloso, pues aunque no pareciera el tipo de persona a la que le importaban los demás, él sin alguna mala intención la había estado ayudando en muchas ocasiones, incluso cuando ni siquiera eran realmente cercanos. Ninguno hubiera imaginado en ese entonces que estarían algún día en esa situación.
Nunca imaginó que algún día diría de verdad que era su novio, pese a aquella fijación infantil e inocente que tuvo a esa corta edad, que el universo en su infinidad hizo que en ese entonces no fuera correspondida, sino hasta que llegara aquel momento en que ambos estuvieran listos para enamorarse del otro.
Solo podía ser algo cósmico el haberse encontrado después de tantos años y que encima compartieran tantos momentos juntos que, al recordarlos, solo podía pensar en que la llevaron a enamorarse.
Alyson fue a la carpa unos minutos después, para conversar con ella y lograr así retomar su amistad, sin imaginar que hasta hacía unos instantes había magia ahí.
—¿Alguna novedad? —preguntó, entrando en la carpa.
Alyson se sentó junto a la chica, que ya se había tendido sobre su saco. Mad abrió los ojos con pesadez, preparándose para tener que conversar.
—Pues nada, lo más nuevo es que tengo novio y no puedo verlo.
—Uhm... sí supe de eso. Es injusto.
—Lo sé, solo quisiera poder estar con él ahora... Lo siento por hablarte de eso, te debo estar llenando de mala vibra.
—No, no, descuida. Me interesa en serio saber cómo estás.
Mad le sonrió.
—Gracias. Pero bueno, ¿qué tal tú? ¿Alguna novedad?
—Eh... no así como un novio, pero sí confirmé algo que me ha tenido feliz en los últimos meses: concreté mi matrícula en la Universidad de San Diego, ¡oficialmente voy a ir a la universidad!
—¡Felicidades! —exclamó.
—Sí. —Sonrió—. Igual tenía otras oportunidades, pero prefería quedarme cerca de mi familia.
—Además igual es muy buena. Por cierto, Jeff también va a ir ahí.
—¿Quién?
—Oh, ya sabes, mi mejor amigo, el más alto.
—¡Ah! Eso es... interesante. —Sonrió.
—Conozco esa expresión.
Ambas rieron y siguieron conversando, hasta que se tuvieron que marchar.
Aquel día se sintió como una eternidad para Mad al no poder ver a su novio. Ni siquiera se topó por casualidad con Joe, hasta que llegó la reunión de la noche y él la atajó al comienzo, aprovechando la oscuridad de la naciente noche para que nadie se diera cuenta. Lo que más lo desesperaba para verla era el hecho de que ya al día siguiente se iba a acabar todo y cada quién volvería a su ciudad, por lo que, odiaba la idea de no verla por un tiempo y no haber tenido la oportunidad de pasar un buen momento a solas.
—¿Te parece si durante la recreación nos apartamos un poco y conversamos? —le preguntó el chico de inmediato—. De verdad necesito poder estar contigo.
—¡Me encantaría! Te extrañé demasiado hoy.
—¡Yo también! No creí que se me haría tan difícil no poder verte un día... va a ser terrible cuando nos vayamos mañana.
—Ni me lo recuerdes, por favor, solo quiero poder disfrutar de este tiempo contigo.
Joe se agachó un poco y la besó por un instante, dadas las circunstancias. Cada uno se fue luego donde estaba el resto de su club y, para mala suerte de Mad, estaban muy cerca de Mehmet, específicamente en la grada superior.
—Vi que ese chico que llegó a verte el primer día ahora es tu novio. —Se le acercó para susurrarle.
—¡Sí lo es! Me encanta que lo sea.
—¿Y por qué él es tu novio?
—Porque él me gusta.
—¿Y por qué yo no?
Mad se quedó mirándolo sin saber cómo responderle, pero con ganas de expresar que prácticamente le repugnaba. Sin embargo, por su forma de ser, se le hacía muy difícil rechazar a alguien, sobre todo tan directamente, y de eso se aprovechaba Mehmet para insistir tanto.
—Detén tu acoso —lo confrontó Alyson, sorprendiendo a Mad—. Ella ya te ha dicho de diversas maneras que no quiere tener algo contigo, así que, deja de hostigar a mi amiga o te la verás con todos nosotros.
Mehmet la miró enojado, pero rápidamente desvió la mirada hacia el frente. Mad le agradeció a su amiga y la abrazó, quedándose así el resto de la reunión.
La ceremonia de clausura estuvo cargada de emociones y celebraciones por parte de los distintos clubes al ganar competencias del campamento, a las cuales Mad no les daba importancia, hasta que nombraron el portal de su club como el mejor y tuvo que ir con el resto a buscar el premio.
Al finalizar el programa, llamaron a los líderes jóvenes a la última recreación. Mad pidió permiso para ir, a lo que su tía se negó al comienzo, pero tras la insistencia de ella y sus amigos, terminó cediendo.
Una vez que el resto se fue, tuvo que explicarle a sus amigos su plan para reunirse con Joe. Si bien no estaban muy de acuerdo en desobedecer a su tía, pero terminaron aceptando de todos modos, entendiendo que ella después no lo volvería a ver en mucho tiempo. La que más estaba de acuerdo en cubrirla fue Alyson, que conocía de la congoja que sentía su amiga.
***
Mad y Joe estaban muy apartados del resto del grupo. Él se encontraba recostado sobre el pasto, alternando la vista entre el cielo estrellado y su novia, quien estaba sentada a su lado.
—Vamos, recuéstate —le pidió Joe con cariño—, apoya tu cabeza sobre mi pecho.
—No lo sé... no quiero que confundamos esto.
—Tranquila... solo quiero abrazarte.
Ella no podía fingir que no quería. Deseaba poder quedarse abrazada a él toda la noche, y no tener que apartarse de su lado al día siguiente, pero sabía que eso no era posible. Le acongojaba saber que debía separarse de él durante tanto tiempo.
Maddie le hizo caso y se recostó sobre él. Miró hacia el cielo y empezó a observar las estrellas, mientras Joe sonreía y la apretaba contra su cuerpo con sus brazos.
—¿Cómo es que te puedes enamorar de alguien en tan poco tiempo? —preguntó Mad.
—No lo sé. Solo sé que... —Suspiró—. Siento algo especial por ti, algo que ha ido progresando. Desde que me enviaste un mensaje en la madrugada hace meses y hablamos tanto, te he conocido mejor y desde esa noche no he querido que algo malo te pase. Llevo meses pensando en ti, de una forma especial, supongo que no es algo tan rápido como crees, sino que es algo que ha ido aumentando desde esa vez que nos pasamos hablando toda la noche.
Se quedaron en silencio un momento y ella quiso volver a hablar.
—¿Y Melanie? ¿Por qué volviste con ella si dices que todo ese tiempo sentías algo por mí?
—No me odies por esto, pero supongo que uno tiende a volver al lugar en donde se sentía bien. Puedes creer lo que quieras de ese entonces, decir que ella era mala y todo eso, pero la primera vez que estuve con ella me sentía en serio bien... La amé mucho y creí que tal vez íbamos a recuperar eso, al menos eso intenté, pero no pude dejar de pensar en ti y cuando me besaste... —Dirigió su vista a la chica y ella alzó la vista, haciendo que él se perdiera en su mirada de oliva—. No lo sé, creo que fue definitivo: lo mío con ella ya había muerto hacía años, en cambio a ti no te pude sacar de mi cabeza. Si alguien me hubiera dicho antes de empezar el año que esto pasaría, me hubiera reído de él en su cara.
—Digo lo mismo: de haber soñado que esto pasaría, no hubiera creído que era verdad, porque ¿te puedo contar un secreto? —preguntó, mirándolo fijamente, a lo que él asintió—. Creo que es como esa canción que dice «podría ser que al final, rompiste el cristal en mí» —cantó en español—, «podría pasar que me hagas hablar, yo creo que tienes el don de curar este mal»... Antes de ti, no pensé que volvería a sentir esto.
—Solo puedo pensar en lo mucho que amo tu voz. —Sonrió embelesado—. ¿De dónde salió esa canción? ¿La inventaste tú?
—No, la escuché por ahí, no sé.
—¿Y qué significa? Es que no te entendí ni una palabra.
—Uhm... Esto. —Sonrió y se levantó ligeramente sobre él.
Mad se acomodó, para quedar cara a cara con él. Se miraron por un instante, para luego besarse. Un cosquilleo le recorrió el vientre y apegó más su cuerpo con el de él, posicionando su pierna sobre el abdomen de él, quien no pudo evitar mover su mano por la pierna de su novia para acomodar su cuerpo sobre el suyo, aunque ella se apartó riendo, sentándose junto a él, quien se levantó y la abrazó por la cintura. Aproximó otra vez su rostro al de ella, lo que la puso nerviosa, al punto en que ya no quería frenarse.
—Ich liebe dich. —Soltó en un murmullo sobre sus labios, con los ojos cerrados.
—Me vas a odiar, pero... —Sonrió—. No sé qué dijiste.
—Es en alemán, significa "te amo".
—Ich liebe dich entonces —pronunció mal.
Al escucharlo, Mad no pudo evitar soltar una risotada, a lo que él solo rodó los ojos y se le acercó para besarla de nuevo, a lo que ella correspondió. Abandonó rápido sus labios, para descender a su cuello, causándole un cosquilleo que facilitó que se recostara. Sin embargo, la chica lo apartó tras sentir una punzada al recordar por un segundo a Alex.
—¿Qué pasa? —preguntó Joe, preocupado.
—Yo...
Alzó la vista, con lágrimas a punto de salir de sus ojos, lo cual pasó segundos después.
—No es necesario que lo digas. No necesito saberlo de todos modos, solo me importa poder hacerte sentir mejor.
El chico pasó su mano por el rostro de ella, limpiando las emergentes lágrimas. Ella besó la palma de su mano y se le tiró encima para abrazarlo, llorando sobre su hombro.
—Quisiera estar abrazado a ti toda mi vida.
—También quisiera eso —murmuró y besó su hombro.
Siguieron así durante un largo rato, solo ellos dos, abrazados sobre el pasto y cuya única iluminación era la luna y las estrellas, pero un nuevo temor invadió a la chica.
—Hay algo que debo contarte —susurró, separándose unos centímetros de él para poder observarlo—. Es tan difícil y es que... —Aspiró hondo—. En los últimos meses, estuve soñando algo horrible... Yo... Eh... Entraba a una iglesia y tú...
—¿Me veías parado frente al altar o qué? —bromeó.
—No, no... Nada de eso... no seas un bufón, por favor.
—Ya, perdón. Continúa.
—Es que... Tú... —Rompió en llanto.
Joe entendió lo que le quiso decir. Lo vio al frente, claro, pero en un ataúd. La sola imagen de él yaciendo en un ataúd le provocaba escalofríos.
—Igual... —Trató de pensar en otra cosa—. Recuerda que ya pasamos por algo así, ¿no? Casi me morí, pero tú me salvaste. Lo que soñaste, ya no va a pasar. No sigas pensando en eso.
—Es que no es solo eso. —Suspiró y trató de parar de llorar—. Ayer... Joe, ayer yo... —Respiró hondo—. Cuando estábamos en Nashville... —Continuó llorando—. Tuve una visión, una muy vívida. Era horrible, de verdad pensé que había pasado, pero luego me hablaste y... y entonces me di cuenta de que todo fue una visión.
Él se quedó pensativo.
—Olvídate de esa mierda —contestó, sorprendiéndola—. Solo cálmate, por favor.
Joe le sonrió y se echó para atrás. Tiró del brazo de ella, para atraerla. Mad le sonrió con dulzura y se recostó sobre su pecho. Comprendiendo el estado en el que Mad se encontraba, se limitó a acariciar su espalda para calmarla.
Cuando empezaron a quedarse dormidos, supieron que era momento de irse, ya que, no podían darse el lujo de desaparecer de esa forma. Para su suerte, la recreación había recién terminado y Mad pudo aprovechar de irse con sus amigos, no sin antes darle un último beso a su novio.
A la mañana siguiente, Mad lucía claramente decaída, ya que, era consciente de que no volvería a ver a Joe en mucho tiempo. No le gustaba pensar en estar semanas sin abrazarlo, de no sentir su aroma, luego de que les costara tanto poder estar juntos.
Ayudó a desarmar las cosas del campamento y le envió algunos mensajes a Joe para avisarle la hora a la que partiría su delegación, que sería a las once y media. A medida que iba llevando cosas al bus, aprovechaba de mirar a su alrededor, por sí aparecía el chico, pero no había rastro de él. Cuando ya había pasado diez minutos desde la hora a la que supuestamente se iban a ir, Mad era la última en estar ahí, pero tuvo que irse hacia el bus tras la insistencia del grupo.
Tuvo la ligera esperanza de que él llegaría al estacionamiento, en donde estaba el bus de ellos, pero no fue así. Subió y siguió con una pizca de esperanza en que aparecería, hasta que salieron del lugar y entraron a la carretera. Algunas lágrimas salieron de sus ojos, las cuales limpió en vano, pues otras siguieron bajando.
Joe vio su mensaje a las once con cuarenta minutos y partió corriendo con su guitarra en la espalda a verla, pero no alcanzó siquiera a encontrarse con ella en el camino, pues al llegar a la zona de camping, se encontró con que estaba completamente vacía.
Ya había perdido mucho tiempo al atravesar el campamento para llegar hasta ahí, pero volvió a correr para ver si lograba llegar al estacionamiento, aunque no tenía idea de cuál era el bus.
Una vez ahí y viendo cada bus, le preguntó por la delegación de San Diego a un hombre que era chofer y este le dijo que aquella delegación ya había partido, hacía solo unos minutos. Se quedó parado, mirando los espacios vacíos de los buses y luego regresó a su club, con su guitarra en la mano, mientras cantaba una que otra canción triste de country, terminando con una de Avenged Sevenfold que le venía perfectamente a la ocasión:
—Dear God, the only thing I ask of you is to hold her when I'm not around when I'm much too far away —cantaba en un volumen bajo mientras movía ligeramente las cuerdas de la guitarra para hacer sonar los acordes.
Puede que no creyera en lo que cantaba, pero necesitaba tener al menos una esperanza para apagar aquella rabia que tenía dentro de sí por no haber alcanzado a llegar para despedirse.
El sonido de la guitarra lo consolaba, pero no lo calmaba. Realmente nada ni nadie podía hacerlo sentir en calma como lo hacía Mad, así que, se puso a conversar con ella. De todos modos, ya le había dejado en visto sus mensajes al ir a buscarla desesperado.
«De nuevo: perdón por no llegar a tiempo», escribió.
A lo que ella le respondió: «está bien, descuida. Ich liebe dich».
«Ich liebe dich» contestó. Al menos ella se lo escribió y eso hizo más fácil el repetirlo.
Rio ligeramente al pasarle por la cabeza que tendría que aprender a hablar en español y en alemán si quería comprender del todo a su novia.
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Actualización 15 de abril de 2022:
Holis ❤️ estoy tan feliz de hacer esto con ustedes. Estamos logrando grandes cosas y tengo muchas metas que quisiera alcanzar junto con ustedes uwu
Espero que disfrutaran de este capítulo y quiero decirles que se vienen muchos momentos #jaddie (en la versión anterior de Mad inventamos el nombre del shipp con unas amigas lectoras) 💖
En fin, recuerden el grupo de WhatsApp y que estoy publicando también otra historia, llamada Bad Guy (estoy muy feliz por todo el apoyo que me dan ahí).
Oh y de paso: sería de mucha ayuda si quisieran recomendar esta historia (bueno, considerando Mad al ser la primera) y otras mías a más personas, si la nombraran en comentarios de posts relacionados y así, porque es una forma de ayudarme a crecer dentro de Wattpad uwu 💖
En fin, se me cuidan ❤️ el mundo es horrible y siempre pasan cosas que no deberían pasar, pero sepan que siempre habrá alguien para escuchar y apoyar (puedo ser ese alguien para ustedes si quieren) 🥺❤️
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