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Lisa llegaba al auto e intentaba abrir la puerta sin que Jennie se le cayera o escapara, pero era difícil no sostenerla con ambas manos ya que la castaña seguía pataleando.
Lisa la sostuvo con fuerza con una sola mano y se apresuro a abrir la puerta para volver a sujetarla.
La abrió por completo con ayuda de su pie y finalmente bajó a Jennie, ella quiso alejarse pero la sostuvo de su muñeca y batallaba para hacerla ingresar.
Logró adentrarla dentro y al ver que quería volver a salir, la empujo de la cabeza para adentro. Cerró la puerta y corrió al otro extremo, entrando justo a tiempo para sostenerla y no permitir que saliera del auto.
_¡Sueltame! - la manoteaba.
_Con mucho gusto lo haría pero son ordenes de su padre - batallaba mientras intentanba encender el auto - ¡ya! ¡comportese!
_¡No quiero! - intentaba pegar en la cabeza a la rubia, Lisa solo se cubría con su brazo.
El auto encendió y aceleró de inmediato, ya quería alejarse por completo de esa quisquillosa castaña y continuar con su trabajo.
El recorrido fue muy estresante para Lisa, mantenía ambas manos en los volantes y su expresión era de irritación y amargura pura, como si estuviera a punto de estallar.
Jennie llevaba picandole durante todo el recorrido con un lapicero, picaba su mejilla una y otra vez mientras se miraba las uñas.
_Deje de hacer eso - Lisa habló entre dientes.
_No quiero - se cruzaba de piernas - ¿por qué? ¿te molesta?
Lisa se mantuvo en silencio y apretaba el volante con fuerza, Jennie siguió picándole la mejilla y sorpresivamente para ella, Lisa giró su rostro y atrapó el lapicero de una mordida y se lo arrebató, tirándolo por la ventana.
Jennie estaba en shock.
_¡Salvaje!
_¡Engreida!
_¡¿Perdón?! ¡¿como te atreves a hablarme así?!
_¡Es lo que es, una engreída, irritante y molesta niña mimada!
****
El señor Kim esperaba impaciente a que Lisa llegara con su hija, caminaba por los espacios de su oficina cuando observó por la ventana que su auto iba acercándose y se estacionaba frente a su edificio.
Se acercó para asegurarse que así fuera, cuando viró los ojos al ver como la jardinera y su hija batallaban dentro del auto como si fueran dos niñas.
Bueno, al menos la trajo.
Se alejo para dar aviso a su socio de que su hija había llegado.
_Baje, por favor - Lisa abría la puerta para la castaña.
_No - Jennie se mantenía de brazos cruzados.
Lisa suspiró y se atrevió a tomar su muñeca, tenía permiso de su jefe de usar la fuerza en caso Jennie se rehusara a subir.
_¡no me toque! - intentaba zafarse pero Lisa la sacó fuera del auto y nuevamente la cargó sobre su hombro - ¡bajame! - golpeaba su espalda.
_¿Quiere que gire otra vez? - advirtió.
_¡No! - se apresuro a decir, suspiró con resignación y se dejó caer como un costal - lleveme - murmuró por lo bajo.
_Así me gusta - pronunció para ella misma, sonriendo.
Caminó con ella balanceandose sobre su hombro y así ingresó a la empresa, las miraban iban a ellas mientras se acercaban a la recepcionista.
_Buenas tardes - Lisa saludó, la recepcionista miraba con extrañeza a la castaña - soy Lisa Manoban y...
_Oh, sí, entiendo - recordó el nombre - solo suba, piso diez, la están esperando - decía aun confundida por la extraña situación.
Lisa agradeció y se alejó para llegar al ascensor, dentro esperó paciente mientras una melodía acompañaba el silencio y una trabajadora de la empresa las observaba con extrañesa al viajar con ellas.
****
_Pronto estará aquí, gracias por haber esperado.
_No se preocupe, así mi hijo tuvo el tiempo de dar unas vueltas por los pasillos de la empresa - rió - por cierto, le escribiré para que regrese, debe conocer a su futura prometida.
_Eh, no es tan así, recuerda que solo los presentaremos, no quiero obligar a mi hija a casarse.
_Está bien, pero ambos sabemos que te conviene que lo haga, ¿o prefieres dejar tu empresa a algún extraño? Haz trabajado durante mucho años para levantar esta empresa, Kim. Es una pena que tu hija no lo quiera.
****
_Ya estamos aquí - Lisa bajó con cuidado a Jennie, ella solo la miraba con irritación - vamos, deje de mirarme así y entre.
_Si tanto te molesta, vete - sonrió falsamente.
_Pues no será - sonrió de igual manera - no soy una tonta, en cuanto me vaya usted no ingresará, así que por favor - ofreció la entrada con ambas manos - entre.
Jennie mumuró entre dientes y haciendola aun lado, ingresó a la oficina de su padre.
_¿qué es lo que quieres que me mandas a esta salvaje a traerme? - exigió saber con molestia.
El señor Kim se avergonzó al ver la expresión de incomodidad de su socio.
_Jennie, no me hables en ese tono, soy tu padre - se puso de pie para reprenderla.
_¿Que no hable así? ¡No sabes la vergüenza que tuve que pasar por esta idiota! - señaló a Lisa, ella se habia quedado en la puerta para avisarle a su jefe que se retiraria a su trabajo, pero se sorprendió tanto cuando Jennie le habló de esa manera - ¡sabes que no me interesa nada que tenga que ver con la empresa y sigues con la idea de que yo me encargue, no lo voy a hacer, papá! ¡tengo una vida, no quiero estar detrás de un escritorio toda mi existencia!
_¡lo sé! ¡ya me dejaste muy en claro que no quieres la empresa familiar!
_Entonces dime qué hago aquí - se cruzó de brazos - qué hago pisando está maldita empresa.
El señor Kim tuvo que tragarse su enfado, no podía hacer un escandalo frente a su socio ni frente a sus trabajadores.
Respiro tranquilo y volvió a su asiento, tomándolo todo más en calma.
_Te llamé para hablar contigo, sobre el futuro de la empresa - Jennie viró los ojos - pensé que si no querías encargarte de él, podría dejarselo a tu futuro esposo, así seguía en la familia.
_¿esposo? No tengo esposo, papá - respondió incrédula - y no pienso casarme, apenas tengo diecinueve como para arruinarme la vida.
Lisa no sabía si interrumpir, quería irse pero si se va sin darle aviso, siente que sería una falta de respeto.
_Ya sé que no tienes esposo, es por eso que te llamé aquí, porque quiero que conozcas a alguien...
_Espera, espera, espera - detuvo - ¿me vas a obligar a comprometerme con alguien? - preguntó confundida - ¿me vas a vender con este pelón? - señaló a su socio, este le quitó la mirada, ofendido.
_Más respeto con tus mayores, hija - advirtió - y no, no voy a obligarte a nada, y él no es a quien quiero presentarte. Quiero que conozcas y salgas con su hijo por un tiempo, podría llegar a agradarte, y en el mejor de los casos, gustarte. Quisiera que le des una oportunidad.
_¿cuanto dinero tiene? - preguntó cortarte, ella estaba dispuesta a cumplir con su palabra, no se casaria ni saldría con alguien con menos dinero que ella.
_¿Qué? - ambos hombres la miraron extrañados.
Lisa notó una presencia a su lado y giró a verlo, de pie y con mirada curiosa, estaba un apuesto chico observando desde la puerta.
_Que si él es más adinerado que yo - el señor Kim estaba pensativo, y aun confundido, asintió sin entender nada - bien, ¿y donde está? - preguntó sin tener algun interes - quiero conocerlo.
_Bueno, está justo detrás de ti - respondió el calvo hombre.
Jennie giró a sus espaldas y quedó tan extrañada, que giró nuevamente a ver a su padre.
_¿La jardinera? - levantó la voz - ¿voy a salir con ella? ¿acaso estás loco?
Lisa se miró, ¿qué tenía de malo?
_No, es quien está a su lado - explicó su padre.
Jennie volvió a girar y observó a un lado de Lisa, tuvo que bajar la mirada para ver al pequeño hombrecillo quien la miraba mientras comía chocolate.
_¿Donde está? - giró a preguntar a su padre.
Lisa estaba igual que ella, buscaba al supuesto pretendiente.
_Hija, a quien quería presentarte es a él - respondió su padre señalando al pequeño.
Ambas chicas lo miraron a la vez, quedando en silencio.
Jennie quedó aun más confundida y Lisa tuvo que apretar los labios para no reír.
_¡¿quieres que salga con este mocoso?!
_¿A quien le dices mocoso? Maldita bruja enana.
Lisa se cubrió la boca para no estallar en una carcajada.
_¿Como me dijiste, mocoso? - salió a la defensiva.
_Mi perro chihuahua es más grande tú.
Una pequeña risa se escapó de la boca de Lisa y trató de disimular, pero Jennie se percató de ello y comenzó a murmurar entre dientes como amenaza.
_Hija, debes estar agradecida, su familia es la única que te dio una oportunidad.
_¡No voy a salir con este enano! - se enfrentó a su padre.
_Al menos somos del mismo tamaño - respondió el pequeño y Jennie tenía las ganas de lanzarlo por la ventana.
Lo ignoró y volvió a mirar a su padre.
_¿qué crees que soy? ¿una pedófila? - se señaló - ¡debe tener como ocho años menos que yo!
_Se llama Soo y tiene diez años, y no te estoy pidiendo que te cases ahora, piensalo así, cuando él tenga veinte, tú tendrás veintinueve, no habrá problema - respondió su padre, la expresión de incredulidad en la cara de Jennie, era un hermoso poema para Lisa.
Hoy era un buen día.
****
Jisoo se mantenía soldando cuando levanto la mirada sin quitarse la careta para soldar, observando un lujoso auto entrar lentamente al taller.
Ese auto le resultó familiar, cuando logró a la chica dentro del auto, era la misma a quien había ayudado un día.
Rosé se detuvo y observó directamente a la pelinegra, había decidido, que si quería ver a la chica misteriosa de aquel día, tenía que ir ella personalmente a buscarla.
Su curiosidad creció más al verla quitarse el casco, iba levantandolo lentamente, como si supiera a qué había venido, y fue finalmente en que pudo ver el rostro de aquella bondadosa chica a quien tanto había buscado.
Perdón si aveces llamo rubia a Lisa xD pero es que es la costumbre 🥺👌
Voten ☪
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