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Arriba el drama que me inspiró a escribir esto, junto a Boys over flowers (◕ᴗ◕✿)
Jeongyeon esperaba una respuesta por parte de Lisa, tenía las esperanzas de que sintiera lo mismo pero esa mirada perdida no era buena señal, ella parecía pensativa.
_Lisa...- quiso acercarse pero la pelinegra retrocedió de inmediato.
_Jeong - levantó la mirada a ella - no quiero lastimarte, eres alguien guapa, amigable, pero eres...- pronunció apenada - eres mi mejor amiga - fueron palabras hirientes para la pelicorto - ya no te veo de otra manera.
_¿Ya no? - preguntó dolida.
_Antes...también me gustabas - bajó la mirada - pero ahora a cambiado.
_¿Te gusta alguien más? - preguntó seriamente, no podría ser Jennie, era imposible.
Lisa mantuvo silencio unos segundos, y asintió levemente.
_Sí...me gusta alguien más - pensó en Jennie - lo siento.
_No, está bien - habló por lo bajo - solo...quise venir y decírtelo, lo que hizo Jennie me animó mucho y me dió el coraje que necesitaba.
_¿Lo que hizo Jennie? - volvió a verla.
_¿No te lo dijo? - fingió sorpresa, Lisa negó - ella está ahora en una cita, se va a declarar - pudo ver la tristeza en los ojos de pelinegra - y fue ella quien me mandó a avisarte que ya no te necesitaba, yo la ayudé con los arreglos de las flores y en cuanto me lo contó, me dió el valor que necesitaba.
Lisa desvió la mirada, sentía que sus ojos se humedecian y no quería que se notara, sería muy vergonzoso para ella.
_Entiendo...- asintió, fingiendo una sonrisa - que bien por ella, me alegra.
_Tambien estoy felíz por ella, se ve muy enamorada - volvió a acercarse con lentitud, tomando su mano y aprovechando que Lisa se sentía frágil, acarició su mejilla - así como tú me tienes a mí - ambas se miraron - dame una oportunidad...solo te pido una.
La pelinegra iba a responder, cuando un fuerte ruido se escuchó a su izquierda, del auto de Jeongyeon salía una chica de cabello rizado y había cerrado la puerta tan fuerte por su molestia, que ahora solo se alejaba sin mirar atrás.
_¿Quien es ella? - preguntó Lisa.
_Luego te llamo, ¿Sí? - dejó a la pelinegra confundida, Jeongyeon se apresuraba a alcanzar a la chica de lentes - ¡Nayeon! ¿A dónde vas? - la perseguía, no podía dejarla sola caminando por una calle que no conocía - ¡Nayeon! ¡Espera! - no le hacía caso, se sentía dolida, molesta y sobre todo, se sentía una tonta.
Lisa volvió a bajar la cabeza, tenía que volver a casa, ya no había razón para ir donde Jennie, seguro ella estaba de lo más feliz con la persona que le gusta, ella solo sería un estorbo.
Tomó su bicicleta y se encaminó de regreso a casa.
Jennie esperaba sentada en la mesa que había decorado, en el fondo tenía la esperanza de que Lisa llegara, pero no había sido así.
Sostenía un vaso mientras se encontraba pensativa, con expresión seria, sus empleados se miraban entre sí en sus respectivos lugares, temiendo que el humor de la castaña los perjudique a todos.
Todos cerraron los ojos y se mantuvieron en sus posiciones cuando Jennie se levantó y lanzó el vaso contra el suelo, parecía molesta pero sus lágrimas caían por sus mejillas.
_Saquen todo esto - mandó dolida - ¡no quiero ver ni un solo rastro de esta mierda! - sus empleados se apresuraron a obedecer sus órdenes, temerosos, quitaban las luces, las rosas, la cena.
Lo único que Jennie tomó fue la pequeña cajita que había comprado para la pelinegra y se dirigió a su habitación, su padre había observado todo desde la ventana de su habitación, se encontraba pensativo y la única respuesta que le venía a la cabeza era el nombre de la jardinera.
Jennie se sentaba al borde de su cama, cerró los ojos y dejó que las lágrimas cayeran por su cuenta, en sus manos aún estaba aquella cajita.
Bajó la mirada a ella y la abrió, envolvió entre sus dedos la cadena del collar y lo alzó, pensaba regalarselo esa misma noche.
Se cubrió su rostro con sus manos y comenzó a llorar, lloraba por no ser correspondida, y lloraba por lo que había hecho Jeongyeon después de decirle que estaba enamorada de Lisa.
Había sido dos golpes directos para ella.
_Nayeon, detente - la pelicorto logró alcanzar a la pelinegra por su muñeca, pero ella no se atrevía a verla - ¿Me puedes decir que te pasa? ¿Por qué te vas así? Podría pasarte algo, no conoces estas calles.
_Respondeme algo - Nayeon pronunció por lo bajo - una vez me dijiste...que sabes cuándo le gustas a alguien...¿Es eso cierto?
Jeongyeon no comprendía a qué venía esa pregunta.
_¿Por qué me preguntas eso?
_Solo responde, por favor - su voz quería quebrarse - solo quiero saber si fue mi culpa.
_¿Culpa? Nayeon, no logro entenderte.
_No respondiste a mi pregunta.
_Sí, está bien, claro que lo sé, lo notó en como me miran, en como me hablan, ¿Pero a qué viene este tema?
_Entonces no fue del todo mi culpa - sonrió con tristeza.
_Nayeon, ¿Puedes decirme que te pasa? ¿Por qué saliste de esa manera? Casi dañas la puerta de mi auto, ¿Sabes cuánto cuesta eso?
Nayeon negó en una sonrisa, era increíble su actitud tan egoísta.
_Eres una imbécil - esas palabras sorprendieron a la mayor - si dices que sabes cuándo alguien gusta de ti, ¿Entonces estar conmigo aumentaba tu ego? - la enfrentó cara a cara - ¿Te gustaba cuando te miraba? ¿Te gustaba que me sonrojara a cada palabra tuya? Si sabías que me gustabas, ¿Por qué besarla frente a mí? - sus ojos se cristalizaron - ¿Por qué lo hiciste?
_Tú...- había dejado sin palabras a Jeongyeon - yo...¿Te gusto? - Nayeon gruñó con molestia y siguió su camino, parecía que la mayor solo se estaba burlando de ella - espera - giró a verla - Nayeon - volvió a tomar de su muñeca - yo no lo sabía, en serio - trataba de explicarte rápidamente - pensé que éramos buenas amigas, yo...yo no quise ilusionarte, solo estaba siendo amable, no pensé que...
_¿Amable? - sollozó - sí, tal vez tengas razón - comenzaba a recordar cada momento - quien se ilusionó fuí yo, tú no hiciste nada, no debí hacer caso a tus palabras dulces, a tus cumplidos, a tus constantes invitaciones, a tus llamadas de madrugada - comenzaba a enfadarse consigo misma - no debí aceptar tus regalos y mucho menos debí dejar que acariciaras mi cabello cada vez que te daba la gana, no debí creer que te gustaba - su voz se quebró - ¿Por qué te gustaría? - la miró a los ojos - mírate, tú eres perfecta...eres demasiado perfecta, y yo...solo soy una nerd, yo no debí ilusionarme - bajó la mirada, sollozando - no debí hacerlo.
Jeongyeon la miraba apenada, ella no quería lastimarla, no era su intención, ahora se sentía de la mierda por hacerla llorar.
Quiso acercarse y abrazarla, pero Nayeon negó y se alejó, diciendo que ya no quería tener alguna esperanza, le pidió que solo la llevara a casa y no le dijera nada, Jeongyeon asintió, no quería que llorara más.
En la mañana Lisa volvía a ingresar a la mansión Kim, hace mucho que no cuidaba las flores y quería saber cómo estaban, si le habían cuidado como debían, y también porque quería ver a Jennie, pero eso no lo iba a decir.
Lisa llegó bajo la ventana del cuarto de la castaña y levantó la mirada, ¿Seguiría durmiendo? Su sonrisa apareció cuando vió a Jennie abrir las cortinas y acomodarlas, aún estaba en pijama y parecía que recién había despertado.
Sus miradas se cruzaron pero Lisa notó algo extraño, Jennie no la saludó, ella solo decidió ignorarla y adentrarse a su cuarto al terminar de acomodar las cortinas.
_Lisa - la voz del señor Kim la hizo girar, el mayor se encontraba en la entrada - ven a mi despacho un momento, por favor - ingresó sin esperar respuesta.
Extrañada, dejó su bicicleta a un lado y siguió al mayor, en el camino se volvió a cruzar con Jennie, pero ella no la miró, siguió su camino al comedor aún en pijama.
_Jennie...- susurró pero parece que no la escuchó.
_Entra - el señor Kim la esperaba con la puerta abierta - tenemos que hablar - Lisa asintió y entró junto a él - ¿Cómo fue la convivencia con mi hija? - se sentó en la silla principal, Lisa se sentó frente a su escritorio.
_Bien, supongo, al inicio fue más complicado pero supo llevarlo.
_¿Hizo todos los trabajos que te mandé?
_Sí, cada uno de ellos.
_Bien, ¿Formaron algún tipo de amistad? - comenzó a leer unos documentos.
_Sí...- respondió no tan segura, eso el señor Kim lo notó - o eso es lo que creo, ya no peleamos tanto como al principio.
_¿Estás segura? Veo que ahora te ignoró.
_Yo...no sabría decirle qué pasó, ayer todo iba bien.
_Sí, ayer la ví demasiado felíz - se recostó en su silla.
Lisa recordó lo que le había dicho Jeongyeon, seguro era eso, por fin estaba con la persona que le gustaba.
_Me alegra escuchar eso - sonrió ligeramente.
_Es increíble que ayer estaba sonriente, y ahora solo veo tristeza en sus ojos - Lisa levantó la mirada al instante cuando escuchó aquello.
_¿Tristeza? - preguntó preocupada.
_Sí, podría decir con certeza que incluso la escuché llorar cuando me acerqué a su puerta, ¿Sabrás algo?
_No...- Lisa estaba pensativa, ¿Será que la habrán rechazado? Y si lo hizo, esta sería la segunda vez que Jennie está triste por un idiota, si se llega a enterar quien diablos es le va a hacer trozitos que ni su propia madre lo va a reconocer.
_Lisa - la pelinegra lo miró - deja de hacer puño, vas a tronar tus dedos - aconsejó.
_Ah, sí, lo siento - se disculpó, avergonzada.
_Te quería pedir un favor.
_Digame.
_¿Podrías hablar con ella? Creo que han formado una mejor relación que antes, y quizá ella tenga más confianza en contarte lo que le pasa, ¿Puedes hacerlo?
_Claro - asintió de inmediato, también necesitaba saberlo - lo haré.
Jennie no tocaba el desayuno, no tenía ganas de comer, lo único que quería era regresar a su cuarto y ver alguna serie para pasar el tiempo.
Inconscientemente observó a las afuera y apretó los puños al ver el auto de Jeongyeon estacionarse frente a su mansión, la pelicorto salía de este y saludaba al vigilante, entrando como si nada hubiera pasado.
Se levantó con enfado y se dirigió a la puerta, dispuesta a enfrentarla.
Jeongyeon se detuvo en medio del campo cuando vió a Jennie venir a ella, solo suspiró y esperó a que llegara, sabía lo que le iba a decir.
Pero no fueron palabras lo que recibió, ni siquiera una bofetada como lo había pensado en segunda opción, el puño había sido tan fuerte que la hizo caer al suelo de un solo golpe.
Jeongyeon quedó sorprendida y adolorida boca abajo, apoyaba sus manos en el suelo y pensaba: ¿En qué momento Jennie aprendió a golpear?
Jennie giró a la pelicorto y la tomó de su ropa, levantandola a la fuerza y encarandola, estaba demasiado molesta con ella.
_¿Para que veniste? ¿No te bastó con lo que hiciste anoche? ¿Vienes a besarla otra vez? ¡Responde! - la empujó al suelo.
Jeongyeon gimió ante el dolor y también apretó los puños, podía sentir el sabor a sangre en sus labios.
_¿Ahora solucionas todo con golpes? Vaya, ya no eres tan delicada como antes.
_¡Deja de burlarte!
_¡Y tú deja de hacerte la inocente! - se puso de pie - ¡Siempre la tratabas mal! ¡Te burlabas de ella! ¡la menospreciabas por cómo era! ¿Ahora vienes a decir que te enamoraste? ¡Eres una hipócrita, Jennie! ¡Siempre la quisiste echar!
_¡Lo hice por consejo tuyo! - le recordó - Y sí, la trataba mal, pero ahora me arrepiento, me enamoré de ella, te lo confesé, tenía planeado todo para ella y lo primero que haces en cuanto te lo dije es ir y besarla frente a mí. ¿Por qué? - sus ojos se humedecieron - se suponía que eras mi amiga.
_También me enamoré...- confesó - y para ser honesta, yo la merezco más que tú, Lisa no puede estar con alguien cómo tú.
_¿Y por eso lo hiciste? - se acercó a ella - ¿Temes que me corresponda? ¿Temes que quien la haya conquistado sea yo y no tú? ¿Por eso corriste desesperada a buscarla?
_No sabes lo que dices...
_Y si hablamos de merecer, tú eres la menos indicada para eso, ¿Te recuerdo quien es quien juega con el corazón de muchas mujeres? ¿Quien usa la estúpida cursilería de olvidar algo en manos de una chica solo para que vayan a buscarla? Tú haz lastimado a más personas que yo solo por diversión, solo por tu placer, tú eres quien menos la merece - quedaron cara a cara.
_Ella no va a amarte - respondió seriamente - no importa lo que hagas.
Jennie sonrió egocéntrica.
_Te recuerdo algo, soy Jennie Kim, siempre consigo lo que quiero.
_Ella no es un premio, Jennie - apretó los puños - no puedes obligarla.
_¿Y quién dice que voy a obligarla? - sonrió con inocencia - yo no la obligué cuando nos besamos esa noche, cuando acarició mi cuerpo con sus manos, o cuando dejó una lindas marcas en mi cuello - Jeongyeon la miraba con rabia - ¿Que? ¿No te contó? Pensé que sí, ya que ella dijo que eras su mejor amiga - sonrió.
Jeongyeon no lo soportó más y se lanzó a ella, cayeron en la hierba y comenzaron una pelea dónde se olvidaron por completo de la amistad tenían de hace años.
En ese momento solo se odiaban.
Nueva actualización (◕ᴗ◕✿)
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¿Ya les dije que los quiero, cara de culos? (◕ᴗ◕✿)
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