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La tarde era muy caluroso un día miercoles, Lisa tenía que mojar su rostro cada cierto tiempo para no quemar su piel o desidratarla. Se encontraba cumpliendo un pequeño trabajo que consistía en limpiar la chimenea.
Ahora tomaba agua de una botella mientras descansaba solo unos segundos en el techo de la casa. Su rostro estaba sudoroso y su uniforme no se había salvado de ensuciarse de todo el polvo negro de la chimenea.
Por suerte ya había terminado y solo le quedaba guardar las cosas que había necesitado, cuando su celular comenzó a vibrar dentro de su bolsillo.
Dejó la botella a un lado y limpiando sus manos con una pequeña toalla, se dispuso a responder.
_Diga - respondió.
_¿Lisa Manoban?
_Sí, ¿con quien hablo?
_Llamo de la agencia de empleos...
En la mansión Kim, Jennie estaba reunida con sus dos amigas en el gran patio. Rosé y ella se relajaban haciendo yoga y Jeongyeon solo se mantenía leyendo un libro y bebiendo té.
_¿Han conseguido a un nuevo jardinero? - preguntó Jeong sin quitar la mirada de su lectura - veo que las flores están sin cuidar.
_Mi padre fue ahora a contratar a uno nuevo - mantenía los ojos cerrados - espero que consiga alguien que sea eficaz en su trabajo y que no sea un pervertido como los demás.
_Es frustrante ser tan atractiva - Jeongyeon soltó una ligera risa - ayer mi sirvienta se me declaro - las tres amigas comenzaron a reír.
_¿Y qué hiciste? - preguntó Rosé.
_Me acosté con ella y luego la despedí - pronunció con una sonrisa ladeada - no se quejó.
_Tú no pierdes el tiempo, es tu quinta chica esta semana - la castaña se ponía de pie, relajaba su cuello y comenzó a estirar sus brazos.
_Yo no tengo la culpa de que todas me deseen - volvía a tomar su té - y ustedes no disfrutan de su juventud, saben que tienen a nuchos y muchas hacindo fila, deben aprovechar, sobre todo tú - señaló a Rosé - que vi que andas rechazando a muchos.
_Porque todas buscan lo mismo - Rosé se colocaba de pie también - sexo de una noche o mi dinero, sabes que eso no es lo mio, yo estoy esperando a la chica indicada.
_Awwww - pronunciaron sus amigas en un risa - la romántica - rieron.
_¿y tú porque no andas con nadie? - preguntó Jeongyeon a Jennie - ¿tambien esperas a ese ser especial?
_¿No es obvio? - Rosé interrumpió - nadie la soporta - Jennie le tiró una toalla en la cara.
_No es eso, bueno, un poco - respondió la castaña - pero es que nadie sabe ofrecerme lo que merezco - se sentó en una de las sillas que se encontraban en el lugar - les juro, y acuerdense bien de mi palabra, yo me casaré con alguien mucho más adinerado que yo - decía segura de sus palabras.
_Buenas tardes - Lisa llegaba a la agencia, no había tenido tiempo a cambiarse, tenía el temor que alguien más le quitara el empleo - soy Lisa Manoban, me llamaron hace solo unos minutos.
_Oh, sí. Ya la recuerdo - la señorita buscaba información en la computadora - verá, ayer un muchacho abandonó uno de los puestos como niñero, otra joven dejó el puesto de mesera y hay un puesto libre como ayudante en construcción - le explicó con amabilidad - ¿desea tomar alguno de estos trabajos? Si elije uno le daré los detalles y la información que necesita.
Lisa estaba pensante.
_¿Cual de lo tres ofrece un sueldo más alto?
_La de ayudante de construcción. 40 dolares por día. El horario es el día completo, de siete de la mañana a cinco de la tarde. Ofrece seguro y comida incluido, además de los implementos de seguridad que se les será entregado en el lugar.
_Bueno, parece un trabajo indicado...
_Y muy arriesgado - la voz madura de un hombre interrumpía, Lisa giró a sus espaldas y aquella persona le resultó familiar.
_Señor Kim - la secretaria se enderazaba en su lugar, era su jefe - Buenas tardes, ya tenemos a un nuevo jardinero para usted, vendrá dentro de dos horas.
_No es necesario - pronunció, se detenía frente a Lisa y colocaba sus manos detrás, sonriendole con amabilidad y respeto, la pelinegra lo observó con duda, al igual que su secretaria - Buenas tardes, es un gusto volver a encontrarla.
_Buenas tardes - respondió por educación -disculpe pero...¿quien es usted? - la secretaria quedó absorta por su pregunta, el señor lo tomó con humor.
_¿No sabe quien soy? - Lisa negó - vaya, qué interesante - quedó pensativo - ¿recuerda a la mujer que la atropelló? - Lisa viró los ojos al recordarla, asintió y el hombre soltó una liger risa - soy su padre.
_Oh, el hombre amable - señalaba con una sonrisa - sí, sí, ya lo recuerdo, ¿qué lo trae por aquí? - estiró su mano para estrecharla pero al observarlo sucio por el trabajo anterior, la quitó avergonzada - lo siento.
_No se preocupe - estiro su mano, ofrenciendolo con una sonrisa. Lisa observó dudosa, pero lentamente estiró la suya tambien, estrechándola - verá, vine aquí en busca de un trabajor, y por lo que veo, usted busca trabajo.
_Pero señor - interrumpió la secretaria - el muchacho que trabajará para usted ya está en camino y la señorita aquí presente, ya eligió uno.
_Déjeme conversar esto con ella, por favor - le pidió con amabilidad, la secretaria asintió.
_No entiendo - pronunció Lisa - ¿me quiere contratar? ¿a pesar del poblema que tuve con su hija?
_Esa es justamente la razón por la que la quiero contratar - ambas mujeres lo miraron con duda - estoy buscando un jardinero, ¿usted sabe sobre jardinería? - Lisa asintió muy segura - es bueno saberlo, he tenido muchos problemas con mis anteriores trabajadores, y el problema siempre a sido que se interesan por mi hija, no trabajan como debe ser por estar pendientes de ella.
_¿Se interesan por esa loca? - ambas mujeres rieron como si fueran amigas de toda la vida, hasta que la secretaria se dio cuenta de la mirada de su jefe sobre ella.
_Perdón - borró su sonrisa y bajó la mirada a unos papeles que tenía.
_Por lo que acabo de escuchar, a usted no le interesa mi hija.
_Por supuesto que no - se sintió ofendida - Tengo cosas más importantes que estar interesada en su hija.
_Como obtener un trabajo fijo - Lisa asintió, ya no quería ir de un lado a otro y con diferentes sueldos, quería tener un trabajo seguro que no le genere preocupaciones de dinero - ¿le gustaría ser la nueva jardinera para mi hogar?
_¿Perdón? - pareció interesarle la propuesta.
_Como a usted no le interesa mi hija, no habrá problemas con ella. Le ofrezco un trabajo seguro donde el dinero no será problema, todo para que mi hija esté comoda. Su sueldo será mayor a lo que mi secretaria le ofrecia, mejor pagado y más seguro - sacó una tarjeta de su bolsillo, ofreciendola - si está interesada en tomar el trabajo, llameme. Habrá un contrato de por medio para que no haya ni una duda. Espero acepte - hizo una leve revencia y se dirigió a l salida.
Lisa veía la tarjeta en su mano, tenía una gran oferta en ella.
_Si fuera usted, aceptaría - murmuró la secretaria cerca de ella - sé que a los trabajadores de su hogar les paga muy bien - Lisa observó al hombre subir a su limocina que lo esperaba afuera, estaba por marcharse - ¿qué está esperando? - hizo reaccionar a Lisa.
_Señor Kim - se apresuró a llegar a él.
La familia Kim ya tenía a una nueva trabajadora para su hogar.
_¿Y cuando vas a trabajar? - la pequeña Suzy se metía dentro de las sabanas, su hermana mayor terminaba de atarse su cabello mientras se acercaba a ella, y apaga las luces a su paso.
_Mañana mismo, por eso te pido que si vas a ver la tele, no hagas tanto ruido, necesito descansar - se cubría con las sabanas hasta el cuello, ambas compartian cama al solo tener dos cuartos en la casa.
_Aunque quisiera no puedo.
_¿Por qué? - cerraba los ojos para tratar de dormir.
_La tele no funciona otra vez - pronunció con tristeza.
_¿Como que no? - se levantó, obsevandola dudosa.
_Pues cuando intenté prenderlo solo hizo pfffff - alzó los hombros - y se apagó.
Lisa bufó y se bajó de la cama, prendió el televisor y solo se veía negro, comenzó a golpearlo una y otra vez y en el quinto golpe, la pantalla volvió a funcionar.
_Ya está - volvió a su cama, al instante su hermanita corrió a la tele para comenzar a buscar canales.
_No duermas tan tarde - volvía a cerrar los ojos.
_No, solo que acabe mi novela - se sentó en el borde de la cama en posicion indio, tenía un brillo en los ojos por comenzar a verla.
_¿Novela? ¿no eres muy chica para eso?
_¡Shhh! - pidió.
Lisa rió con gracia por el comportamiento de su hermana y siguió intentando dormir.
Novela:
_Dime, ¿me amas?
_Joso...
_Respondeme Rosa Aurora Gonzales
_Lo siento, Joso Roberto, yo...yo...
_¿Tú qué? Por favor, no llores.
_No puedo amarte.
_¿Por qué? ¡Dime una verdadera razón Rosa Aurora!
_Joso Roberto...
_¡Dimelo!
_¡soy tu hermana!
*inserte música dramática y créditos*
_No puede ser...- la castaña estaba en shock - ¡¿cómo va a ser su hermana?! ¡ni se parecen! - se quejaba Jennie en su cuarto - ¡debe ser adoptado!
_Jennie, hija - su padre tocaba la puerta - ¿puedo pasar?
_Adelante - decía malhumorada.
_Solo venía a decirte que mañana llega el nuevo trabajador, el jardín de tu madre ya no estará descuidada - asomaba medio cuerpo dentro.
_Está bien - respondió con simpleza.
_Descansa.
_Igualmente - su padre salió del cuarto. De inmediato tomó su celular y llamó a una de sus amigas - ¡Jeongyeon! ¿viste la novela? ¡eso mismo digo yo! ¡debe ser adoptado! ¡ellos deben quedar juntos! ¡seguro es un plan de Lisandro para separlos!
Ya era temprano por la mañana, y para Lisa era un día de motivación. Se encontraba emocionada por su nuevo trabajo fijo y tenías las ganas de comenzar de una vez, tenía una ideas para el jardín, pero primero tenía que ver que tan grande era el terreno de las flores.
Tomaba un ultimo bocado de su soya y dejaba todo el lavado. Su madre y hermana seguían durmiendo, pero ya les había avisado el día anterior.
Salió de su casa y de inmediato se iba encontrarndo con vecinos que la saludaban de paso. Todo paracía estar dando la señal de que sería un buen día.
_Señorita Jennie, buenos días - los sirvientes se mantenian inclinados ante la presencia de la castaña. Caminaba en pijama al comedor mientras relajaba su cuello y sonreía, tenía un buen presentimiento de ese día, algo bueno iba a sudecer.
_Llame a mi padre y digale que hoy me quedaré en casa, que no se procupe por saber donde estoy - se sentó en su lugar de la mesa y comenzó comer con delicadeza.
_De hecho el señor Kim se encuentra en casa, señorita.
_¿Ah, sí? - tomaba de su café - ¿cual es el motivo?
_Espera la llegada del nuevo jardinero.
_¿Del jardinero? ¿es alguien importante es jardinero para que lo espere? - rió.
_Al parecer sí, señorita. Porque me avisó que le dijera que se lo iba a presentar, por eso está ahora en la entrada esperandolo.
_¿Es alguien quien conozco? - preguntó dudosa.
_No lo sé, señorita.
A los segundos su padre hacía acto de presencia en el comedor, siendo observaba por Jennie quien se encontrana curiosa.
_Veo que ya despertarse, me alegra - se detuvo a medio camino.
_La sirvienta dice que me vas a presentar a alguien - seguía comiendo con tranquilidad.
_La sirvienta tiene nombre, Jennie - corrigió su padre, pero a la castaña le importó menos - y es verdad, quiero que conozcas a alguien, estoy seguro que ya no tendrás problemas con que te mire - giró levemente, mirando a la entrada - por favor, pasa - pidió.
Unas zapatillas blancas fueron los primeros en ser vistos, seguidos por el cuerpo completo de aquella chica, quien saludaba con una reverencia y miraba directamente a Jennie con una sonrisa ladeada.
La castaña había quedado absorta cuando observó ingresar a nada más y a nada menos que a la única chica que se había atrevido a retarla en toda su vida. ¿cómo osaba pisar su casa?¡Debe irse!
_¿Qué hace ella aquí? - Jennie se puso de pie, molesta.
_Ella, hija, es la nueva jardinera de la familia. Y no podrás despedirla, ya que fue una regla del contrato. Ella trabajará desde hoy en esta casa.
_Buenos días, señorita Jennie - pronunció Lisa, sintiendo la mirada furiosa de Jennie sobre ella, eso la hizo sonreir aun más.
Sería muy divertido.
Voten ❤
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