21
Jennie despertaba por el llamado de Lisa, ella había despertado más temprano para poder darse una ducha y al ver que la castaña seguía durmiendo, se acercó para levantarla moviendo su hombro entre toques.
Vaya, hasta cuando dormía traía los ceños fruncidos.
_Jennie - volvía a llamar.
_Dejame dormír - la castaña se quejó, buscó la sábana con los ojos cerrados y al encontrarla, se cubrió por completo.
_Ya debes levantarte, es tarde - respondió Lisa.
Jennie, dudosa pero aún enfadada, se arrastró a su celular que estaba sobre la mesita de noche y observó la hora: 4:20 a.m.
_¿Estás idiota? ¡Son las cuatro de la mañana! - reprochó Jennie volviendo a cubrirse.
_Levantate - Lisa ordenó, pero la castaña la ignoraba - Jennie - ocurrió lo mismo - no me obligues a usar la fuerza - advirtió, no recibió respuesta, Lisa bufó y metiendo sus manos por debajo de las sábanas, tomos los tobillos de sus pies - ¡Levántate! - jaló pero Jennie se sujetó del respaldo de la cama con fuerza.
_¡Déjame dormir! - que quejaba en berrinches.
_¡Jennie! - Lisa jaló con más fuerza que la castaña se elevó por unos segundos.
_¡Ya déjame! - Jennie removía sus pies - ¡No tienes derecho de tocarme! - la empujó con los pies, logrando librarse y envolverse de nuevo para dormir.
La pelinegra bufó y se levantó las mangas, se detuvo a su lado y tiró la sábana de un movimiento.
_¡Oye! - Jennie se quejó. Lisa tomó sus manos y la llevó a ella rápidamente, colocándola sobre su hombro y sacándole de una vez por todas de la cama - Ya te crees mucho con esto, ¿Verdad? Te aprovechas porque tienes fuerza - Jennie colgaba resignada y con un puchero - babosa.
_Niñita - respondió Lisa al llegar al pequeño baño, la dejó en el suelo y le tendió una toalla - ahora báñate.
Jennie la recibió de mala gana y Lisa salió del baño, la castaña giró para bañarse cuando quedó con la boca semiabierta al ver solo una tina con un balde llena de agua.
_Y si te quejas te baño yo misma - advirtió Lisa detrás de la puerta, Jennie se cubrió la boca de inmediato, negando.
Lisa la dejó sola y se acercó a la cocina para ir preparando el desayuno, cuando se aguantó la risa al oír el grito de Jennie.
_¡ESTÁ HELADA!
Bueno, tal vez no debió ponerle hielo unos minutos antes.
_¿Y aún así te atreves a decir que esa chica no es una mala compañía? - Jimin la observó desde las escaleras, su hermana estaba a punto de volver a escaparse hasta que se detuvo en la puerta al escuchar su voz.
_Jimin...- decía nerviosa.
_Te escapas de casa, llegas tarde, llegas ebria, desobedeces a tu familia y vas a calles peligrosas, en algún momento te pasará algo, Rosé, y no vengas a llorar cuando nos necesites. Sabes que es lo que ella busca realmente, no eres ingenua, en cuanto te saque el suficiente dinero y ya no le sirvas, te dejará.
Sin esperar respuesta de su hermana, Jimin le dió la espalda para retirarse.
_Ella no es así...- pronunció con temor, antes que su hermano desaparezca de su vista - ella es diferente...
Sólo minutos después, Jennie mirada el desayuno que estaba sobre la mesa.
_¿Que es esto? - señaló, no sabiendo si era una broma.
_Ehh....pues leche - respondió Lisa con obviedad, ella comía con tranquilidad.
_No me refiero a eso, digo, ¿solo leche con pan? ¿eso es todo lo que desayunas? ¿Donde está el jugo o el yogurt? Las frutas, los huevos, la carne, la - Lisa metió un pan en su boca para que se callara.
_Solo hay eso, come - señaló, Jennie se quitó el pan de un mordisco, comenzando a comerlo.
_Está duro - comentó entre gestos.
_Eso no importa, tienes que comer - tomó de su leche - hoy irás conmigo a uno de mis antiguos trabajos y aprenderás - Jennie la miró extrañada.
_¿Qué? - rió levemente - ¿Tú crees que yo voy a trabajar? ¿En serio piensas eso?
_Por supuesto - su mirada su dura y Jennie tragó nerviosa - para eso me paga tu padre, harás lo que yo hago y sin negarse, así que come todo lo que puedas, porque hoy será un día muy...pero muy...- pronunció con un gesto de maldad - pero muy...cansado - ahora sí Jennie tenía miedo.
Lisa siguió comiendo con una sonrisa, viendo como la castaña tomaba varios panes con rapidez y tomaba una jarrita con leche para ella sola.
_Tambien hay mantequilla - la pelinegra se lo pasó y Jennie no dudó en tomarlo.
Jisoo recién se levantaba cuando notó que su celular vibraba, observó la pantalla y sonrió al ver que era Rosario.
_Hola - respondió somnolienta.
_Jisoo, ¿Estás ocupada ahora? - Rosé se encontraba sentada en los asientos de la alberca de su casa, estaba pensativa.
_No, acabo de levantarme y abro mi taller a las seis - se recostó boca arriba - ¿Ocurre algo? Puedo ir a verte si deseas.
_¿En serio vendrías? Apenas son las cinco.
_Claro, es más, ya me estoy levantando - sonrió, poniéndose sus sandalias para caminar a la sala - solo espérame quince minutos y estoy allí.
_No, no, espera - la detuvo, dejando unos momentos de silencio - mejor...yo voy a verte, ¿Puedo? Solo dime dónde vives e iré.
Jisoo se puso nerviosa.
_No, no es necesario, puedo ir yo, no hay problema, solo me doy una ducha rápida.
_Bueno...está bien - sonrió levemente - te espero fuera de mi casa.
_Está bien, allí estaré - sonrió - bai.
_Bai...- Jisoo colgó la llamada.
_Sube - pedía Lisa montada en su bicicleta.
_No pretenderá que me suba en esa cosa contigo.
Estaban fuera de la casa, Lisa tenía puesta una mochila y Jennie vestía elegante con su vestimenta solo de marca Channel.
_¿Que tiene? - preguntó Lisa.
_¿Crees que no me doy cuenta? Está bien, llevas fingiendo hace mucho que no te atraigo, ¿pero usar ese truco para que puedas abrazarme? - se cruzó de brazos - ¿Y una bicicleta? Por favor, míralo, está vieja y sin pintar, sé más original.
Lisa ya no sabía qué pensar, ¿En serio acababa de decir esa tontería?
_Jennie - se acomodó mejor en la bicicleta - te lo voy a decir lo más amable posible - juntó sus manos - me pareces fea.
El ego de Jennie se fue al suelo.
De repente la castaña comenzó a reír como desquiciada, dejando más preocupada a Lisa por su salud, ¿Estaba bien?
_Sí, claro, mejor sigamos en lo que me ibas a decir - se cruzó de brazos, no sabiendo porqué de repente se sentía molesta.
_Bueno, volviendo al tema, si tanto te molesta que "te abrace", entonces ve atrás, así se me haría mas facil maneja, ¿No crees?
_Eso si es lo correcto - asintió estando de acuerdo.
Caminó a la parte trasera y se sentó con mucho cuidado de lado, rodeando con sus brazos a la rubia quien comenzaba a avanzar.
_¿Sabes? - comentó Lisa en voz alta - creo que fui engañada para que tú me abraces.
Jennie volvió a reír.
_Ni lo sueñes - se sujetó más fuerte cuando pasaron por un bache - ¡Ten más cuidado! ¡Casi me caigo! - seguía abrazada por completo a Lisa y ella se dió cuenta.
_¿Decías? - está vez la pelinegra rió.
_¡Entonces detente! - gritó Jennie, la bicicleta se detuvo - voy delante - se metió entre los brazos de Lisa con los ceños fruncidos - listo, conduce.
Lisa negó con gracia por sus ideas, comenzando a volver a avanzar.
_¿Siempre pareces enojada? Pareces el pájaro rojo de Angry Birds.
_Ja ja, muy graciosa, Manoban - viró los ojos - y deja de pegarme con tus rodillas - manoteó su pierna - aprende a manejar.
_Primero, manejo desde los cinco, y segundos, te "golpeo" porque mis piernas son largas, no como las tuyas. Lisa recibió un leve lapo en su mejilla - ¡Oye! Controla tu carácter, así nadie te va a querer.
Jennie bajó de la bicicleta y notó que el lugar en donde estaban, estaba lleno de buses aún sin salir.
_¿Qué hacemos aquí? - preguntó nerviosa.
_Ten - Lisa le pasó una gorra negra, tickets y una cangurera - sígueme, nuestro bus es la 51 - comenzó a alejarse.
_Lisa - Jennie la siguió rápidamente, comenzaba a sospechar algo y no le gustaba la idea, se veía preocupada - ¿Qué es lo que vamos a hacer?
La pelinegra se detuvo en la puerta de un vacío bus y se dió la vuelta para responderle a Jennie.
_Felicidades por tu primer trabajo - Lisa palmeó el bus con una sonrisa - serás cobradora de combi y yo - se señaló orgullosa - seré la conductora.
Lisa bajó la mirada al ver a Jennie tendida en el suelo, se había desmayado.
La pelinegra suspiró y volvió a cargarla en su hombro para subirla al bus.
_Suba...suba - murmuraba Jennie por lo bajo, trataba de ocultarse bajo el gorro.
_Grita más fuerte, así no atraerás a pasajeros - regañó Lisa, llevaban diez minutos desde que comenzaron.
_Suba, suba - habló más fuerte, aún sintiendo vergüenza.
_Jennie, ¿No tienes voz?
_¡SUBA, SUBA! ¡AVENIDA LAS FLORES, CALLE PERÚ! ¡PASAJE CON SENCILLO! - gritó mirando molesta a Lisa.
_Así me gusta - Lisa le sonrió a través del espejo retrovisor - recuerda ayudar a las ancianas, mujeres embarazadas y a discapacitados a subir.
_Sí, como digas - se sujetaba de la puerta.
Lisa frenó en seco y Jennie salió rodando hasta el final del pasillo.
_Lo siento, no ví la luz roja y tuve que frenar.
_Sí, no te... preocupes - la castaña estaba doblada - no me duele - Lisa se rió con disimulo.
Llevaban seis horas trabajando y Jennie ya le había tomado el ritmo, le estaba yendo mejor, incluso ya tenía la gorra en reversa y se paraba con facilidad en la puerta.
Se detuvieron en una parada de autobús y los pasajeros iban bajando, pero Jennie se percató de una chica en especial, ella no había pagado.
_Eh, eh, eh - la atrapó de su polera y la atrajo a ella - ¿A dónde crees que vas? No haz pagado.
_¿Que? - rió, Jennie aún no la soltaba - yo ya pagué.
_A ver, no mienta porque a mí no me pagó nada.
_Pues que poca memoria tiene - la chica se zafó con enojo y quiso volver a bajar, pero Jennie volvió a traerla de regreso quedando cara a cara.
_Mira, no estoy aquí durante seis horas, sudando, cansada, estresada, despeinada, arruinado mis uñas, mis zapatos, estando con ella - señaló a Lisa quien solo observaba - y ensuciando mi cara ropa con humo tóxico, porque sí, así como me ves mi ropa es cara - se señaló, sus ceños se fruncian cada vez más - para que una niña venga a decirme que me falta memoria y no me pague, ¡Así que págame el maldito pasaje! - la sarandeó.
_¡Suélteme! - comenzaron una pelea de jaladas de cabello.
_¡Págame, estúpida!
Lisa reía mientras seguía viendo, no había visto a Jennie así de salvaje, sí que estaba estresada.
Después de que la castaña botara a la chica del bus y que se cobrara el pasaje, habían ido a almorzar a un restaurante de la calle.
_Dios - Jennie respiraba exhausta al terminar de beber su bebida helada, sí que hacía calor, estaba junto a Lisa en una mesa de plástico y comían juntos a muchas personas también cobradores y chóferes, tal parece que allí era su lugar de descanso.
_Hoy me sorprendiste - Lisa comía entre risas - no te creí pelearte así.
_¿Y que creías? ¿Que se la iba a dejar así nomás? - miró maravillada su plato que le habían dejado recién, ya tenía mucha hambre que comenzó a comer de inmediato.
_Es que...- Lisa apretó los labios para no reír - esa chica...- recordó - te había pagado desde que subió - rió.
Jennie se detuvo con los tallarines llenando su boca, mirándola confundida.
_¿qUe? - fue lo que se le entendió - ¡¿Y pOrQué nO Lo dIjiSte?!
Lisa volvió a reír por como se veía, Jennie la miraba ofendida, ¿Qué le era tan gracioso?
_Mejor termina - la pelinegra trataba de calmarse - tenemos aún mucho trabajo que hacer - observó con un brillo en los ojos como Jennie comía, amaba sus ceños, eran tan... tiernos.
_Deja de mirarme, babosa - Jennie regañó y Lisa volvía a reír.
Nueva actualización (◕ᴗ◕✿)
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