Jennie alistaba su maleta para su viaje a las Vegas, su padre le había avisado hace minutos que tenía unos negocios allá y ella aceptó en acompañarlo, sería genial una fotos para el Instagram.

_Hija, ¿Estás lista? - su padre preguntó detrás de la puerta.

_Sí, las maletas están sobre mi cama - respondió abriendo la puerta y dejando pasar a los sirvientes para que llevaran el equipaje al auto - ¿Desayunamos primero?

_Sí, hoy Lana preparó un gran desayuno.

En la casa Manobal la situación era casi la misma, Lisa había hablado sobre la situación con su familia y ellos supieron comprender.

Ahora Suzy metía su ropa en su mochila y sus únicos juguetes en una pequeña bolsa, oh, casi se olvida de su cuaderno de dibujos.

Su madre también ya estaba lista, aún le parecía algo extraño en irse a vivir por un tiempo en la casa Kim, pero así estaba en el contrato, no entendía porque su jefe quería que su hija conviviera solo con Lisa.

_¿Tendré mi propio cuarto? - Suzy era la más emocionada.

_Según lo que sé, sí - sonrió - tendrás tu propio cuarto.

_¡Genial! Por fin podré estirarme, tú pateas mucho - Lisa la miró ofendida y ambas rieron.

_Solo no te acostumbres, ¿Sí? - se inclinó a su altura - tómalo como unas vacaciones, hacemos esto por nuestra casa, no quisiera que te conviertas con esa chica mimada que va a venir aquí.

_Entendido - asintió alegre - son vacaciones.

_Ya estamos listas - se acercó su madre - ¿Estás segura que no los vamos a incomodar? - preguntó preocupada - ellos son de otra clase social, no creo que...

_Mamá - interrumpió - el señor Kim es una buena persona, no dejaría que algún tonto les faltara el respeto, solo es por un tiempo y pronto volverán a nuestro hogar, ¿Sí? - su madre asintió con tristeza - ven - Lisa fue a abrazarla - te amo, mamá.

_Tambien te amo - respondió.

_¿Y yo estoy pintada? - Suzy se cruzó de brazos y ambas rieron.

_Ven aquí, enana - Lisa la cargó en un abrazo. La bocina les dió aviso que el auto ya había llegado, era hora de irse - vayan, yo tengo que esperar a Jennie.

Madre e hija salieron, cuando Suzy regresó corriendo y pronunció:

_No te dejes mandar por esa chica, y si te pega, dale con el chicote que dejé bajó la cama - decía enojada - bai - salió corriendo.

Suzy junto a su madre subieron a la limosina, atrayendo la curiosidad de todos sus vecinos, ¿Que estaba pasando?

Su familia se despidió por la ventana y ella les sonrió, verlas marcharse, sabía que podría ir a verlas pero eso no quita que extrañaría tenerlas allí.

En el momento que la limosina desapareció de su vista, un mensaje de su jefe llegó, avisándole de la llegada de su hija a solo la vuelta del vecindario.

Jennie miraba extrañada el vecindario, comenzando a temer y teniendo una idea que era bastante tonta.

_Llegamos - pronunció el señor Kim - ya estamos en la Vegas.

Esperaba que su hija no haga ningún escándalo.

_¡No me voy a quedar aquí! - objetaba Jennie - ¡Es asqueroso! ¡Sucio! ¡Repugnante! ¡Y está ella! - señaló a una Lisa quien estaba cansada de su actitud infantil - ¡No puedes hacerme esto, papá! ¿¡Acaso no te preocupa lo que pueda pasarme al lado de esta jardinera!? - gritó dramáticamente.

Su padre viró los ojos, toda su niñería había sido su culpa y ahora tenía que remediarlo.

Era obvio que Jennie estaba completamente en contra de esa decisión, era una castigo para ella, saber que vivirá en un barrio donde sólo existe gente del mal vivir, sin modales, delincuentes y sin plata, hacía que un escalofrío recorriera su cuerpo.

Ahora está aquí, batallando con su padre quien la sujetaba de sus piernas y ella se aferraba fuertemente de una de las puertas del auto mientras gritaba.

_¡Jennie!

_¡No me voy a quedar! ¡No quiero! - sollozaba.

_¡Son sólo cuatro meses! - jaló con más fuerza.

_¡No me importa! ¡Quiero mi casa! ¡Mi auto! ¡Mi ropa! ¡Mis tarjetas de créditos! - lloraba - ¡No voy a quedarme!

Su padre notó todas las mirada sobre ellos y bajó la mirada tratando de esconderse, esto era demasiado vergonzoso.

_¡Lisa! - llamó el señor Kim - ¿¡podrías ayudar!? ¡por favor! - prácticamente la regañó por estar parada y observando.

_¿Eh...? - salió de sus pensamientos - ¡Claro!

_¡No te atrevas a tocarme maldita jardinera! - amenazó Jennie sin soltarse. Sin embargo, Lisa la ignoró por completo - ¡No! ¡Sueltame! ¡No quiero! - la pelinegra la cargaba de la cintura, había logrado alejarla del auto pero Jennie no dejaba de patalear - ¡No! ¡Papá! ¡No me dejes aquí!

_¡Luego te llamo, Lisa! ¡Hasta luego! - subió rápidamente al auto - ¡Y tú no te atrevas a escaparte! - advirtió a su hija, quien seguía luchando con la rubia como si fueran niñas de cinco años - ¡Lisa me tendrá informado, y si me entero de alguna de tus actitudes infantiles...Te desheredo de todo! - pronunció decidido - ¡Cuidala mucho, Lisa! ¡vuelvo en cuatro meses!

_¡No se preocupe! - decía desde el suelo, Jennie la golpeaba con su cartera - ¡Yo la cuido!

El auto aceleró y a sólo segundos, ya había desaparecido en una esquina.

Lisa batalló para levantarse y en cuanto vió que Jennie quería correr, la atrapó y la cargó sobre su hombro, Jennie volvía a morderle la espalda y Lisa viró los ojos, ya era típico de ella.

_¡Sueltame! - ordenaba Jennie, siendo dejada con cuidado en el suelo - ¡Y andate olvidando de que viviré contigo! - se arregló su ropa channel - Yo me largo - tomó su caro bolso del suelo y caminó con decisión haciendo ruido con sus tacones.

Lisa la miraba con los brazos cruzados y la cabeza levemente inclinada, soportando la risa cuando Jennie tropezó por uno de los baches que tenía la calle y cayó ridículamente al suelo.

Jennie soltó un grito muy agudo.

_¡Estúpido barrio! ¡lo detesto!

Lisa pasó a su lado y tomó su bolso, limpiándolo levemente y volvió a la castaña que seguía en el suelo. Se inclinó frente a Jennie quien la miraba con molestia y ofreció su mano para ayudarla a levantarse.

_No necesito tu ayuda - comentó - y menos si debo de tocar tus manos, quien sabe donde a estado.

_Bueno...- se puso de pie - entonces te espero en casa - se dispuso a caminar.

_Ya te dije que no voy a vivir contigo.

_¿Estas segura? - giró a verla - ¿perderías toda tu fortuna...sólo por mí? Awww, que linda - sonrió con sarcasmo - me da igual, de todas maneras me van a pagar - siguió caminando, escuchando un fuerte suspiro por parte de Jennie - y tengo tu tarjeta de crédito - alzó la mano mostrándolo.

La castaña abrió los ojos al verlo, y batallando con sus pensamientos, decidió ir tras ella con resignación.

_Espera - llegó a su lado - iré contigo - se adelantó, intentaba caminar con elegancia pero los baches de la acera no se lo permitían.

Lisa suspiró, para luego negar en una sonrisa.

_Espera - la castaña giró a verla - sientate aquí - señaló uno de los bancos de la calle.

_No, gracias, debe estar llena de gérmenes - Lisa la sentó a la fuerza - estúpida.

_No puedes caminar con esos tacones, te puedes lastimar - Lisa quitaba con delicadeza sus finos zapatos - usa los míos - la pelinegra ya no tenía sus zapatillas, se los estaba poniendo a Jennie, quien miraba curiosa su acción.

_¿Estan desinfectados? - necesitaba saberlo.

_Sí, Jennie, están desinfectados - viró los ojos.

_¿Con talco?

_Sí

_¿Perfumado?

_Sí

_¿No tienes hongos verdad?

_No

_¿Segura?

_Sí

_¿Que marca es?

_¿Y eso importa?

_¡Claro que importa!

_Adidas

_¿Original?

_No

_¿¡Es pirata!?

_¿¡Puedes sólo ponértelos!? ¡Que irritable eres! ¡Por Dios! - siguió su camino molesta.

Jennie la perseguía de puntitas, no podía cree que estaba usando unas zapatillas falsas ¡Que horror!

Lisa sacaba su llave, miraba con vergüenza como Jennie venía hacia ella, por Dios, que inmadura era. Abrió la puerta y esperó paciente a la castaña, quien vio anonadada donde tenía que vivir.

_¿Este cuchitril es tu casa? - señaló incrédula.

_¿Vas a entrar o no? - alzó la voz.

Jennie miraba curiosa la casa de Lisa, era algo extraño para ella, era un lugar muy pequeño comparado con su casa que era una gran mansión.

_Acompañame - Lisa pasó a su lado - aquí dormiras - señaló una habitación.

Jennie corrió curiosa por su cuarto, poniendo una cara de incredulidad al verlo.

_¡Esto tiene el tamaño de la casa de mi perro! ¡No pienso dormir aquí!

_Pues lo siento, tendrás que hacerlo - sonrió, yéndose a la cocina y dejándola sola.

_¿¡Donde está la tele!?

_¡Encima de la mesita de noche! - se servía leche.

_¡Solo es una caja con antenas! - Lisa suspiró irritada - ¿¡Dónde está el control remoto!?

_¡No tiene control remoto! - gritó con molestia.

_¿¡y con qué rayos lo prendo!?

_¡Allí tiene un botón, solo giralo! - ¿Por qué estaba más insoportable que antes? ¿Quería hacerla enfadar aproposito?

_¡Solo me aparece un punto! - Lisa quería gritar - ¡Ah, no, espera, ya se agrandó!

_Solo son cuatro meses, Lisa, sólo cuatro meses - se repetía, hasta que escuchó un fuerte gritó que la hizo asustar.

Rápidamente corrió a la habitación de Jennie al preocuparse por ella, pero la encontró mirando horrorizada la televisión.

_¿Que ocurre? ¿por que gritaste? - se acercó a ella.

_La tele - señaló - no tiene color.

Lisa achicó los ojos.

_¿Eso es todo el problema?

_¡No sólo eso! - se dirigió a la cama - ¿¡Que mierda es esto!? - señaló la frazada.

_Es una frazada Tigre, es lo común.

_¡Pero su diseño es horrible! ¡Y mira ese colchón! ¡Tiene paja! - lo casaba del interior.

_¿¡Lo cortaste!?

Si, Jennie lo hacía con toda la intensión de cansarla para que vuelva a casa.

_¡Tenia que saber por qué era tan incómodo! ¡Y mira esto! ¡La almohada no tiene plumas! - estaba tambien cortado por la mitad - ¿¡Y por que carajos el piso es de cemento!? ¿¡Que pasaría si me caigo!? ¡Me lastimaría! ¡Y sería toda tu culpa! ¿¡Y por que no tienes cable!? ¡Solo tienes seis putos canales! ¡Necesito ver mis novelas! ¡Debo saber si Jennifer muere! ¡Necesito verlo! ¡Y el color de las paredes son un asco! ¿¡Por que los pintaste de celeste!? ¡Es horrible! ¡Y en ese armario no cabrá toda mi ropa channel! ¿¡Y por que el cuarto no tiene baño!? ¡Debo de tener mi propio baño personal por que no pienso compartir contigo! ¿¡Y por qu-     

_¡YA CALLATE! - hizo achicar a Jennie de un solo grito, la castaña no espera eso y en verdad la asustó - ¡ya deja de gritar por cualquier tontería - se acercó a ella, Jennie se achicó aún más - ¡estás ahora en mi casa y no te permito que grites y critiques todo lo que eh conseguido por mi esfuerzo! ¡Tal vez para ti valgan poco pero para mi son muy valiosos! ¡Me costó mucho conseguirlos! ¡Asi que manten tu puta boca cerrada si no quieres que te vote a patadas! - salió de la habitación dando un portazo, estaba realmente molesta - ¡y mi casa no es un cuchitril! - se escuchó a los lejos.

Jennie estaba sin reacción, jamás en su vida le habían hablado de esa manera, ni siquiera sus padres. No tardó mucho para que su labio inferior comenzará a temblar, para que segundos después sus ojos comenzaran a humedecerse.

Sí, iba a llorar.

Nueva actualización (◕ᴗ◕✿)