이십칠. real life
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¡KIM JI YONG HOSPITALIZADA!
Los motivos por los que la popular actriz ha sido llevada de urgencia al hospital más cercano son desconocidos, pero según una fuente cercana a ella ha sido por algo sucedido durante el rodaje del drama en el que es la coprotagonista junto a Lee Min Ho y que se estrenará en breve.
JYPE ha emitido un comunicado poco después de que la noticia se hiciera publica:
Hola, somos JYPE.
A raíz de las informaciones que han salido con respecto a una actriz de nuestra compañía, Kim Ji Yong, queremos aclarar que se encuentra bien y fuera de peligro.
Lamentamos la preocupación que la noticia haya podido causar y esperamos que se respete la privacidad de la actriz en estos momentos.
JYPE.
Este incidente se suma a los fuertes rumores de las últimas semanas en las que han llegado varias informaciones acerca de que Ji Yong está siendo acosada y amenazada desde hace años. ¿Se trata de un altercado debido a eso o a un accidente en el rodaje?
Según se ha informado, las grabaciones se han detenido hasta nuevo aviso.
Seguiremos atento a la actriz y a sus novedades.
Uno a uno los chicos se fueron pasando el móvil de Chan para que vieran el titular de la noticia y entender mejor el motivo por el que tenía esa expresión tan desencajada.
¿Hospitalizada?
¿Qué le había pasado a Jiyong y cómo que él no lo sabía? ¿Era algo grave? ¿Un incidente sin importancia en el rodaje? ¿Algo que llevaba arrastrando durante varios días y que no le había dicho para no preocuparle? Las últimas veces que habían hablado por videollamada la había visto muy cansada, ¿se había desmayado por estar exhausta?
Había infinitas posibilidades y su mente no podía dejar de plantearse todas ellas y a cada una, peor.
—No tiene que ser algo malo —terció Felix buscando algo positivo para animarlo—. Puede haberse caído y haberse lesionado un tobillo, sabes que a veces las noticias mienten o exageran y tenía algunas escenas de acción.
Era una opción, pero algo le decía que no era tan sencillo y simple, tenía esa intuición, si hubiera sido así, Jiyong le hubiera mandado un mensaje para tranquilizarlo por si acaso.
El que no tuviera ninguno era lo que hacía que se preocupase aún más.
—¿No tienes algún mensaje suyo? —preguntó Changbin con calma, aparentando estar tranquilo y para transmitirle eso a Chan.
Él aludido negó con la cabeza, no había nada, ¿no habría recibido las flores? Creía que cuando lo hiciera le diría algo, que se lo agradecería y que le pasaría unas fotos, como había hecho en otras ocasiones con otros regalos. Tampoco le había contestado los mensajes que le había mandado en el pequeño descanso que había tenido, ni los de después de conocer la noticia.
—¿Y si le preguntas a Nayeon? —sugirió Hyunjin—. Ella lo sabrá, son intimas, seguro que te dice que no es nada grave.
Chan intentaba conservar la calma, no quedaba mucho tiempo para el concierto, no podía distraerse, tenía que centrarse en lo que tocaba, pero no podía obviar como si nada lo que acababa de leer.
Le mandó varios mensajes a Nayeon preguntándole si sabía algo. Hizo lo mismo con Sana, ella sí le respondió por lo que la llamó casi de forma desesperada.
—¿Esta es tu manera de agradecerle a tu mejor amiga lo que ha hecho por ti? —preguntó entre risas la japonesa—. Porque sabes que no me ha costado nada y que estoy encantada de ayudaros, me encanta la pareja que hacéis, sois tan monos.
—¿Sabes algo de Jiyong? —fue directo.
—Tiene rodaje durante todo el día. Creo que Nayeon y ella van a quedar para cenar y celebrar San Valentín juntas y solas.
—¿Ha recibido las flores?
—Sí, eso sí, tengo la notificación del repartidor. —Sana se dio cuenta de lo seco y conciso que estaba siendo, lo que le extrañó—. ¿Pasa algo?
—Si te pones en contacto con Jiyong, dímelo.
—Chan, ¿qué va mal?
—Hay una noticia que dice que Jiyong está en el hospital —admitió—, y no sé si es verdadera, si es algo grave o... Estoy muy preocupado. No me puedo poner en contacto con ella.
—Voy a intentar enterarme de lo que ocurre —dijo de forma inmediata la chica—. Cuando sepa algo, te lo cuento.
—Gracias.
—No las des, seguro que no es nada. Habla con Jisoo, ella seguro que sabe lo que pasa antes que nadie. Si no tienes su número te lo envío por mensaje.
—Lo tengo, gracias, Sana.
—No te preocupes, seguro que no es nada.
Colgó y suspiró antes de mirar a los chicos, que estaban muy pendientes de lo que estaba ocurriendo. No podía dejar que sus emociones le afectaran, ni a él ni al grupo, por lo que intentó compartimentar lo mejor que pudo lo que ocurría, dejando que su preocupación quedase aparcada lo máximo posible. Era su obligación como líder, no podía dejar que su vida personal interfiriese en las dinámicas del grupo y en su trabajo. Si él no estaba al cien por cien afectaría a los demás y no podía permitírselo.
Por muy preocupado que estuviera, que lo estaba y mucho, tenía que ordenar sus prioridades.
—No quiero que esto nos afecte —habló muy convencido—. Como ha dicho Felix no tiene que ser algo malo, no nos pongamos en lo peor porque no sabemos nada —aseguró y miró a los chicos. Ellos también se veían afectados por la noticia y no podía permitirlo—. Quiero que demos lo mejor de nosotros durante el concierto, sin distracciones, que no se nos vea que no estamos al máximo. Los fans merecen que demos lo mejor de nosotros como siempre.
Todos asintieron y siguieron repasando y preparándose para el concierto. Después de los ejercicios de calentamiento vocal y físico, poco antes saltar al escenario, Chan se apartó un poco de los demás para estar solo y volvió a mirar el móvil.
Seguía sin tener una respuesta de Nayeon y Sana no le había dicho nada aún, por lo que le mandó un mensaje a Jisoo preguntándole si sabía lo que ocurría y que fuera lo que fuera, que no se lo callase, que necesitaba conocer lo que pasaba y que estaba muy preocupado por la noticia.
—Puedes contar con nosotros, ¿eres consciente? —comentó Minho sentándose a su lado—. No tienes que guardártelo para ti.
—Lo sé, pero hay que centrarse en el concierto y en que STAY disfrute. Eso es lo importante.
—Todos entendemos que tengas la cabeza en lo que le puede haber pasado a Jiyong —siguió hablando—. Es normal que estés preocupado por ella, hasta nosotros lo estamos y solo somos sus amigos. Si necesitas hablar y desahogarte, aquí estoy.
Chan asintió, sabía muy bien que bajo la fachada que a veces mostraba, Minho era atento y cariñoso a su manera, siendo uno de los miembros que se daba cuenta de la cosas antes que otros y le preguntaba si estaba bien.
—Gracias, pero pienso lo que he dicho, tenemos que centrarnos en el concierto, es lo que STAY merece.
El concierto le sirvió para no pensar en nada que no fuese en lo que hacía en el momento. Se centró en que STAY disfrutase y a dar lo mejor de sí. Sin embargo, una parte de él sabía que había cosas que no podía fingir por mucho que se esforzase, que sus ojos no expresaban lo mismo que las sonrisas que forzaba para aparentar que todo iba bien. Solo esperaba que no se hubieran dado cuenta la gente que había asistido.
Una vez en el backstage al acabar el concierto, lo primero que hizo fue coger el móvil y aunque ya tenía noticias, estas no eran nada buenas y no lo tranquilizaron en absoluto.
Jisoo había hecho lo que le había pedido, no ocultarle la verdad ni adornársela y decirle los motivos por los que Jiyong estaba en el hospital: el sasaeng.
Que si no hubiera sido por la rápida actuación del staff del drama y de los actores que estaban con ella, podría haber acabado muy mal la situación.
Eso lo llenó de impotencia y rabia. El tema del sasaeng le cabreaba como pocas cosas lo habían hecho porque se sentía impotente e inútil, incapaz de proteger a la persona que quería.
La distancia lo complicaba todo aún más; no podía estar al lado de Jiyong en un momento tan complicado, no podía estar apoyándola y decirle que todo iría bien, que podía contar con él, tampoco podía estar con ella en el hospital o en la recuperación que tuviera.
Odió estar de gira, odió estar a miles de kilómetros de ella e incluso se odió a sí mismo por estar con Jiyong en ese momento.
Necesitaba hablar con ella, necesitaba saber que estaba bien y verlo con sus propios ojos.
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Jiyong intentó abrir los ojos y no pudo, sentía que le pesaban. Le faltaba fuerza, se sentía débil y como si todo su cuerpo sufriera una carga más fuerte de lo normal. Volvió a intentarlo, esta vez con éxito y al hacerlo, la luz le molestó y notó que alguien se acercaba muy rápido hacia ella.
—¿Dónde estoy? —dijo con esfuerzo, notaba que tenía la garganta sega—. ¿Omma? ¿Appa? —preguntó al verlos con expresión preocupada—. ¿Qué hacéis aquí?
—Estábamos tan preocupados... —murmuró su madre con la voz entrecortada y le besó la frente—. Tanto...
—No entiendo nada —afirmó Jiyong y vio que estaba en una habitación de hospital y que no solo estaban sus padres, que todos sus hermanos también estaban y tenían la misma expresión de preocupación en el rostro—. ¿Qué me ha pasado? ¿Qué hago en el hospital?
Si su familia estaba ahí era que algo grave había sucedido, pocas veces se juntaban si no era por una celebración o una fiesta.
—¿Qué es lo último que recuerdas? —Jisoo ni esperó a que sus padres se movieran del lado de la cama de su hermana o que no tuvieran que atosigarla para dejarla descansar, se acercó a ella y le cogió la mano para darle apoyo.
—Yo... —Jiyong frunció el ceño haciendo memoria, estaba comiendo con sus compañeros del drama y un miembro del staff la abordó—. El agua, ¿qué tenía?
El sasaeng había aparecido y había cruzado otro límite más. No había estado segura durante el tiempo que creía que sí, todo había sido falso, incluso quizá había estado más cerca de ella que antes. Disimuló lo mejor que pudo su reacción al recuerdo para que su familia no se preocupase más, ya habían tenido suficiente con verla ahí y con enterarse de lo que había ocurrido.
Forzó una sonrisa y murmuró que se encontraba bien para calmar a su madre, que seguía muy afectada. Según le estuvieron explicando, el agua no era solo agua, estaba contaminada, lo que había hecho que perdiera el conocimiento.
Desde que se había desmayado hasta que la habían trasladado al hospital no había pasado mucho tiempo, por lo que habían podido hacerle un lavado de estómago de urgencia y de forma rápida, evitando posibles complicaciones.
Si no hubiera sido así hubiese sido peor, mucho peor.
Pero estaba fuera de peligro, solo tendría que estar un par de días en observación por orden de los médicos y por ser una personalidad pública, JYPE estaba pagando el hospital y quería asegurarse de que recibía el mejor tratamiento posible y no había ningún contratiempo.
O eso era lo que le dijeron los médicos que la revisaron al poco de despertarse, que le explicaron lo que le había ocurrido de forma sencilla y clara para que lo entendiese.
—Lo han detenido —habló Junghoo—, y después de lo que ha hecho no va a salir impune. Papá y yo ya hemos hablado con tu manager para que no sea así.
Jiyong no quería escuchar nada más del tema, quería desconectar y poder procesar lo que había ocurrido y, sobre todo, no quería preocupar más a su familia.
—¿Podemos cambiar de tema? —pidió en voz baja—. ¿Cómo están mis sobrinos y sobrinas? Los echo de menos, seguro que Rayul ha crecido mucho desde la última vez que la vi y Hayul se comporta como buena hermana mayor con ella. Y tengo algo para Minjun y Minsung, se lo compré el otro día, está en casa.
Sus dos hermanos mayores sacaron los móviles para poder enseñarle vídeos y fotos, demostrando lo orgullosos que estaban de sus hijos y de la familia que habían formado. Con eso vio la oportunidad perfecta para que la conversación se siguiera centrando en eso y no en ella, no quería ser el centro de atención, no más tiempo de lo que ya había sido.
A Jiyong le encantaba estar rodeada de su familia más cercana, de las personas que eran pilares en su vida, pero no las circunstancias.
—¿Cuántas flores más van a llegar? —comentó su hermana mayor entre risas cuando una enfermera colocó otro ramo en la habitación.
Desde que se había filtrado en la prensa que estaba en el hospital, muchos fans habían mandando detalles para desearle una pronta recuperación. También le habían mandando un gran ramo de JYPE, sus amigas, del drama, sus compañeros... En realidad, Jiyong no sabía cómo habían podido enviarle tantos siendo un día tan señalado como San Valentín, debían haber pagado mucho dinero para ella.
—El más bonito sigue siendo ese —señaló su madre el que le había regalado Chan que no sabía cómo había llegado hasta el hospital—. De muy buen gusto y clase.
—Podéis llevaros los que queráis a vuestra casa menos justo ese —murmuró—. Hay demasiados en la habitación, me agobio con tantas flores.
—¿Es de alguien especial? —se aventuró Jiyoon con una sonrisa traviesa.
—Sí, es nuestro —mintió Jisoo anticipándose a las preguntas que poían venir—. Es decir, se lo hemos regalado las chicas y sus otras amigas para apoyarla por el drama.
—¿No le mandasteis un coffetruck hace poco? —habló Junghoo sin acabar de creérselo.
—Nunca es suficiente para apoyarla —sonrió Jisoo—. Soy su fan número uno.
De forma disimulada, Jiyong le agradeció a su gemela el gesto que había tenido con ella y siguieron hablando de todo un poco. Por mucho que intentase que la conversación no se centrase en ella, cada poco tiempo su madre hacía un comentario sobre lo preocupada que estaba y en que quizá se debería tomar un hiatus.
Pero eso no era posible, tenía mucho trabajo por hacer, demasiados compromisos que cumplir y un descanso no entraba en sus planes.
—Me quedaré a dormir aquí contigo —aseguró su madre antes de que se marchasen todos a sus casa—. No vas a quedarte sola en el hospital.
—¿No puedo quedarme yo? —sugirió Jisoo—. Quiero quedarme con ella.
—O podéis no quedaros ninguna —rebatió Jiyong—. No me pasará nada por estar sola, estoy muy bien atendida por unos grandes profesionales que van a vigilarme si me ocurre algo.
—Sola no te vas a quedar —gruñó su madre, molesta—. Me niego a que sea así. La familia está para estas cosas.
—Me quedaré yo, omma. —Jisoo estaba muy convencida y se notaba—. Mañana no tengo nada programado, puedo estar con ella el tiempo necesario.
Su madre frunció un poco el ceño, no le parecía del todo bien.
—Mañana estaré aquí a primera hora y me quedaré todo el día —acabó por decir, entendiendo que quizá las gemelas necesitaban estar juntas—. Y no aceptaré un no por respuesta. Quiero cuidar de ti, es mi obligación.
Jiyong asintió sabiendo que no haría cambiar de idea a su madre, por lo que se despidió de sus hermanos, pidiéndole a Junghoo que pasase antes por el apartamento de Jisoo y ella para recoger a Dalgom y cuidarlo durante esa noche ya que no iban a volver.
—Tú y yo vamos a hablar bien —empezó Jisoo una vez que estuvieron solas—, pero antes tienes que coger tu móvil y decirle a todas las personas que están preocupadas por ti cómo estás. Si no tienes batería, te dejo mi cargador, lo llevo en el bolso.
—Díselo tu de mi parte a las chicas, ya hablaré con ellas cuando me apetezca, quizá mañana.
—No me refiero a ellas, me refiero a alguien que no ha dejado de llamar y enviar mensajes cada poco tiempo para saber cómo estabas. —Jisoo sonrió con dulzura—. Chan está muy preocupado.
—Hablaré también mañana con él, ahí es de madrugada, espero que esté durmiendo. Debería estarlo de hecho.
Jisoo la miró y acabó por abrazarla con fuerza. No lo había dicho en voz alta pero lo necesitaba, necesitaba ese abrazo y el gesto de cariño.
—No estás bien, ¿verdad? —asumió.
—No, no lo estoy —admitió y tragó saliva para aliviar el nudo en la garganta que llevaba teniendo horas—. No sé cómo voy a poder superar esto, cómo voy a poder sentirme segura de nuevo sin pensar en lo que me ha ocurrido y hacer una vida normal sin pensar a cada poco si puedo fiarme de alguien que está cerca de mí.
—Lo superaremos juntas. —Jisoo le apretó la mano—. No te dejaré sola, no vas a tener que pasar por esto sin mí.
—¿Y si no lo supero nunca? —preguntó en un susurro—. ¿Y si no puedo dejar de pensar en lo que me ha pasado y...?
—No nos pongamos negativas —comentó—. Y si te tengo que arrastrar a que veas a un profesional, lo hago. No sería la primera vez.
Entre ellas nunca habían tenido secretos ni se avergonzaban de reconocer que no estaban bien, habiendo ido a terapia en algunos momentos de su carrera para saber lidiar mejor con ciertos temas, como la lesión que había sufrido Jiyong y todo lo que había venido después. Eso era algo que había quedado entre las dos, el resto de su familia no lo sabía porque no lo entenderían ni comprenderían, la salud mental y su cuidado seguía siendo un tema tabú en el país, la mayoría de gente no entendía que se contase los problemas a un extraño.
—Te quiero mucho, Chu. No sé qué haría sin ti en mi vida.
—Y yo a ti. —Jisoo volvió a abrazarla—. Ahora llama a Chan, así deja de preguntarme por ti.
Jiyong cogió su móvil, que aún tenía batería, y marco casi de memoria el número de Chan sin mirar las cientos de notificaciones que tenía de mensajes y llamadas perdidas.
—¿Jiyong? —La voz de Chan sonaba desesperada, había cogido el teléfono casi de inmediato—. ¿Eres tú?
—Sí, soy yo, Chan. Estoy bien —se apresuró a decir—. Jisoo me ha comentado que estás preocupado por mí y quería decirte que no debes, que estoy bien.
—Espera, ¿puedes hacer una videollamada? —la cortó—. Necesito verte.
—Chan, yo...
Lo último que quería era preocuparlo y si la veía, lo haría. No se había mirado en un espejo, pero estaba segura de que su aspecto no era el mejor.
—Por favor.
Sin esperar a que le respondiera, Chan colgó e hizo una videollamada de inmediato.
—Hola —volvió a saludarlo y forzó una sonrisa—. ¿Qué tal el concierto? Pareces muy cansado, de hecho deberías estar dormido, ¿por qué no estás durmiendo?
—Solo tú eres capaz de centrar la conversación en otra cosa en un momento así... —Chan suspiró, observándola e intentando descifrar lo que pasaba por su cabeza.
—¿No me vas a responder?
—El concierto ha ido muy bien.
—¿Te has hecho selfies para que vea lo guapo que ibas?
—No.
—¿Cómo que no? —Jiyong protestó haciendo un puchero—. Yo quería ver tu look.
—No me apetecía hacerme fotos en ese momento... —Resopló, no estaba sacando nada de la conversación, Jiyong estaba encerrada en sí misma—. ¿Cómo estás?
—Estoy bien, Channie, te lo he dicho. No tienes nada de lo que preocuparte. Todo bien.
—¿Por qué me mientes?
Chan se cansó de dar rodeos y de que la mintiese. No entendía el motivo por el que, de nuevo, estaba restándole importancia a un tema tan importante.
—No es del todo una mentira, ahora mismo estoy bien, Jisoo está conmigo. —Movió la imagen para que la aludida saludase desde el sofá que había en la habitación—. ¿Changbin está dormido?
—Sí —respondió—. No cambies de tema, Jiyong, que es una de tus especialidades. Volveré a preguntarlo, ¿cómo estás?
—He dicho que bien, no tienes que preocuparte de nada —repitió.
Chan negó con la cabeza y decidió ir a la terraza que había en la habitación para poder hablar más alto sin tener que preocuparse de que Changbin se despertase.
—Te conozco lo suficiente para saber lo que estás haciendo —argumentó y siguió mirándola—. Te estás preocupando por mí y por mi reacción antes que por ti, Jiyong. Y no me gusta.
Jisoo se levantó para marcharse de la habitación y dejarles la intimidad suficiente para que hablasen.
—¿Es malo que me preocupe por ti?
—Lo es cuando no dejas que yo me preocupe por ti —rebatió—. Así que volveré a preguntar, ¿cómo estás?
—Sabes la respuesta a eso... —Y no tuvo fuerza para fingir durante más tiempo, no delante de Chan aunque fuese por videollamada. Llevaba demasiadas horas aparentado que estaba bien y se permitió un momento de debilidad—. Estoy aterrada, siento que la situación me supera y que no puedo más.
Chan se pasó la mano por el cabello al escucharla, seguía muy frustrado por la situación y por lo inútil que se sentía. Quería abrazarla, consolarla entre sus brazos, decirle que todo iría bien.
Y no podía.
—Lo siento muchísimo.
—¿Por qué lo sientes? Tú no tienes la culpa de nada, Channie. No te disculpes.
—Siento no poder estar ahí contigo —murmuró y apretó un puño aunque no se vio en la videollamada—, siento no poder apoyarte o cogerte la mano en el hospital y...
—Tampoco hubieras podido venir, la noticia de que estoy aquí se ha filtrado.
—¿Crees que me hubiese importado eso en una situación así? —se rio sin ganas, incapaz de creerse que ella pensase así, que fuera tan racional y fría—. Jiyong, eres una de las personas más importantes de mi vida.
—Y tú de la mía, por eso no te hubiera dejado. Me preocupo por ti.
—Y yo por ti. —Sin saber bien la razón, ambos empezaron a reírse mientras se miraban, dándose cuenta de lo tozudos y parecidos que eran cuando se trataba de proteger al otro, anteponiendo sus intereses y beneficios a los propios—. Siento tanto no poder estar ahí contigo...
—Deja de sentirte culpable por algo que no es tu culpa y no puedes controlar.
—¿Qué clase de novio soy si no puedo estar contigo en momentos así?
Esa era una de la cosas que no podía dejar de pensar, en que no estuviese a la altura en esa situación, que por estar tan lejos ella sintiese que no se preocupaba lo suficiente o que no valía la pena luchar por una relación con alguien que estaba ausente.
—Frena ahí —le pidió—. Eres el mejor novio que podría tener, eres atento, cariñoso, detallista... Y puedo seguir con todas las cualidades que tienes, pero sé que no te gusta que diga verdades, que te pones vergonzoso —sonrió—. Muchísimas gracias por las flores.
—¿Te han gustado?
—Me han encantado, ¿ves cómo eres el mejor novio que podía desear? Uno que me manda flores estando a miles de kilómetros. ¿Me contarás ya qué tal el concierto?
—¿Quieres que hablemos de eso?
—Necesito distraerme, no quiero hablar de lo que ha pasado, no ahora al menos —pidió—. ¿Puedes entenderlo? —Él asintió—. Gracias.
—Cuando quieras hablar de ello aquí estaré, no quiero que te lo guardes para ti ni que pienses que por estar lejos no querré escucharte o que no me lo cuentes por eso mismo. Podemos estar separados, pero sigues siendo una de mis prioridades y todo lo que me cuentes es importante para mí.
—Lo sé —lo cortó—, solo que no quiero hablarlo hoy. Estoy bien.
—Jiyong...
—Estaré bien —se corrigió—, ¿mejor?
Chan se quedó unos segundos en silencio, pensando bien lo que decir y cómo hacerlo. No quería presionarla, pero tampoco que se encerrase en sí misma. Estaba muy preocupado por ella, Jiyong no se imaginaba cuánto. Verla lo había calmado, pero no podía dejar de pensar en que no estaba ahí, a su lado.
—Te quiero muchísimo, babygirl
—Y yo también te quiero muchísimo, Channie. —Jiyong sonrió—. Gracias por preocuparte tanto por mí y por todo lo que haces por mí.
—No tienes que agradecerme lo que tú también haces por mí.
—Por cierto, Channie, feliz San Valentín para ti, ahí ya es catorce de febrero. Ahora distráeme un poco, cuéntame cómo te ha ido el día.
Y empezó a contarle todo lo que le había ocurrido, incluido el concierto.
Holii, pues es domingo y aquí tenéis otro capítulo :)
Como siempre, el gif del capítulo está hecho por Eclxqze que siempre me hace material necesario de gif, gráficos, etc.
Como muchas supusisteis, Chan se come mucho la cabeza y se raya por no poder estar con Jiyong y en no estar a la altura de todo lo que se espera de él.
Y bueno, Jiyong como es obvio, no lo ha superado tan fácil, solo que como se ha ido viendo en muchos capítulos es muy cerrada con lo que siente y en cómo procesa las emociones, preocupándose más de lo que sienten o piensan los demás que de ella.
Nos leemos el miércoles esta vez, porque no tengo nada planeado aún hahaha.
Muchos besos y espero que tengáis un buen inicio de semana :)
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